5 de agosto de 2013

The Conjuring

James Wan, autor de la más que destacable Insidious y la archiconocida Saw (la original primera parte) comienza a hacerse un hueco en esto de las cintas de terror.

En esta ocasión utiliza una supuesta historia real para que el respetable pase un mal rato de manos de la familia Perron y su pesadilla vivida en una casa en la que por lo visto sucedieron algunos hechos algo macabros.

No es que el tema sea un derroche de frescura, no por la propuesta original, ya que en ese sentido poco se puede hacer, lo que pasó se supone que pasó, en manos del director queda la pericia para darle forma, empaquetarlo para que el espectador disfrute y de paso añadir los elementos que crea convenientes para redondear el producto. En mi opinión el trabajo del director es más que satisfactorio en la mayoría de los aspectos.


Si la idea es pasar un rato entretenido, sufrir algún que otro sobresalto y mantenernos enganchados con un buen pulso y una dosificación fantástica de las escenas clave, no se le puede achacar demasiados peros, ya que en definitiva la meta está clara y en pocos momentos la cosa chirría como para desviar la mirada y atender a otros asuntos.

En este trabajo vuelve a realizar algunas escenas de una tensión cojonudas, trabajando muy bien con las sombras, con los desconocido y añadiendo siempre algún componente interesante en cuanto al mundillo de lo paranormal, siendo en este caso la pareja formada por los Warren los que introducen cierta profundidad a la historia y el toque algo didáctico en cuanto a dicho mundo, con una Vera Farmiga que de nuevo realiza un papel sobrio y muy solvente sin llegar a perder el tiempo con demasiados hilos secundarios que entorpezcan el ritmo.

Wan no es director de escenas imposibles, sí retorcidas, oscuras y con seres que acechan en dicha penumbra, y se está haciendo un nombre y una personalidad dentro del género que ya inició con la comentada Insidious, en la que echaba mano de artesanía en lugar de a los efectos especiales.
En ésta, incluso diría que hay menos efectos todavía, pero a pesar de todo consigue retorcernos en alguna que otra ocasión y como digo, cumple perfectamente su cometido.

Un saludo!

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