19 de noviembre de 2020

The Last Of Us 2

Uno de los títulos que más me gustaron de PS3 fue sin duda The Last of Us, la obra de Naughty Dog (saga Uncharted, entre otros) que nos trasladaba a una distopía en forma de apocalipsis en la que la humanidad se ve azotada por un virus que convierte a la gente en una suerte de zombis con muy mala baba, les provoca mutaciones y generaba las temibles esporas, las cuales aquellos que respiren quedarán infectados.

TLOU fue un must have de la llamada quinta generación de consolas (a punto estamos de entrar en la séptima) y todo un hito, convirtiéndose en el survival horror por excelencia gracias a su depurada mecánica y sobre todo ambientación y manera de narrar la historia.
Naughty ya ha demostrado la mano que tiene a la hora de fusionar cine con videojuegos, pero con The Last of Us asistimos a un brutal comienzo que nos revolvía en el asiento, y que no dejaba de presentarnos giros, situaciones de enorme tensión y unos personajes que poco a poco iban calando gracias a unos niveles de profundidad muy pocas veces vista en un videojuego. 
Joel y Ellie se convirtieron en la pareja del momento y pasaron a la historia.


Estaba claro que Sony no iba a dejar escapar la gallina de los huevos de oro, y no tardó demasiado en anunciarse esa secuela cuyo desarrollo parecía no tener fin, y que en mi caso fue el detonante evidente para adquirir una PS4, aunque debo reconocer que he podido rascar algunos títulos bastante buenos además de la esperada segunda parte del título, como son Horizon Zero Dawn, los remakes de Resident Evil 2 y 3 (son mi debilidad), Uncharted 4, Death Stranding y alguno más...

De todas formas, no diré que PS4 me haya decepcionado, probablemente no he ahondado demasiado ya en el mundo de los videojuegos para descubrir más joyas, que seguro las hay (Ghost of Tsushima tiene mi atención), pero mi vista estuvo siempre centrada en el título que nos concierne.

The Last of Us 2 sucede unos años más tarde, Ellie y Joel siguen asentados en Jackson, en una comunidad muy bien organizada donde se encuentra el hermano de éste, Tommy, que también tuvo cierto peso en la primera parte.
Pero la calma pronto se ve interrumpida y comenzará una particular odisea de nuevo por un mundo devastado, lleno de peligros, donde los infectados continúan siendo el elemento de mayor terror, pero donde el ser humano es probablemente de nuevo el mayor predador del planeta y donde se aprecia mejor que las facciones o tribus comienzan a proliferar, así como los fanatismos y las guerras internas.



Esta segunda parte resulta continuista tanto en el control, como en la manera de gestionar inventario, recoger elementos, resolver puzzles, etc.
Es probablemente donde menos arriesga el título, por lo demás, eleva el potencial gráfico en una aventura bastante extensa y donde prima sobre todo su narrativa y su historia.

He terminado un par de veces el juego, la primera, la sorpresiva y el disfrute de volver, la segunda activando unos extras que permiten ir más a saco.
El motivo de esta segunda vuelta era por dos motivos; por un lado porque tenía mono de volver a disfrutar de un título para mí excelente, y por otro porque confirmo que el sistema de recogida de objetos me genera cierta ansiedad por registrar todos los recovecos del escenario, lo que hace que pierda ritmo y se convierta en algo repetitivo.


Está muy bien que la munición escasee, que no hayan recursos, pero yo agradecería más el recogerlo de los pobres desgraciados que te liquidas por el camino o mediante puzzles que me hagan sufrir para conseguir cinta aislante, tijeras o lo que sea...
De esta forma, todo fluye mejor; no tiene sentido que en un mundo así se dejen en los cajones munición, píldoras y botiquines...debería costar encontrarlos.
El hecho de olvidarme de este aspecto, me hizo disfrutar de una historia más fluida, donde se aprecia el enrome trabajo de profundidad conseguido, y sus dos partes diferenciadas ganan muchísimo.


De todas formas, el juego es una maldita obra maestra del mundo del videojuego.
Los personajes están tremendamente bien dibujados, la ambientación es soberbia, la música, los giros....aunque duelan, algunos mucho.
La historia aunque sencilla y requiera quizás estar familiarizado con los personajes para llegar a ciertos niveles de conexión está magníficamente bien llevada, a mí personalmente me dejó tocado al final, para mí cojonudo.

La espera ha merecido la pena, y seguiremos esperando noticias de la saga, así como de esa serie para HBO.

Un saludo.

PD: Creo que el maldito juego ha hecho que vuelva a la guitarra.





30 de octubre de 2020

1917

Sam Mendes regresa con esta historia basada en historias que al parecer el propio abuelo del director le contó en su día, y en la que dos soldados deben atravesar la línea enemiga para llevar un importante mensaje para impedir llevar a cabo un ataque condenado al fracaso.



La cinta generó en su día cierta polémica dado que uno de sus principales reclamos era el que estaba aparentemente rodada del tirón, o a lo plano secuencia, por ser más técnicos, y que consiste en rodar todas las escenas seguidas sin un solo corte de metraje.

Un ejercicio técnico que ya ha sido mostrado en pantalla por gente como Wells en Sed de Mal, Scorsese en Uno de los nuestros, o por Cuarón en Hijos de los Hombres, entre otros.

No obstante, más allá del músculo técnico, la cinta pretende utilizar la técnica para conseguir un lenguaje cinematográfico que cautive al espectador y le traslade una serie de sensaciones de agobio, tensión, emoción...y, por lo menos en mi caso, lo consigue.

Reconozco que cuando me puse la cinta, no recordaba lo del plano secuencia, y fue tras unos cuantos buenos minutos que me percaté que la cinta me obligaba a mirar sin descanso, a estar atento a esa esquina, y luego llegó un plano en la que los soldados bajan sobre un socavón de lodo en la que la cámara se situaba a ras del pequeño lago generado y los seguía en horizontal, esa escena me llamó poderosamente la atención y entonces recordé la dichosa polémica, en la que algunos tildaban al director de pretencioso por basar la fuerza de un título en una técnica o usarla como reclamo.

Yo no puedo estar más en desacuerdo, para mí es otra forma de contar una historia totalmente válida, que te lleva de la mano de manera irremediable y que convierte una simple historia que consiste en ir de A a B en toda una experiencia. Experiencia que, todo sea dicho, en manos de un director como Mendes resulta un disfrute.

Pero si bien la tarea titánica es llamativa, no lo es menos ciertos pasajes que rozan lo onírico, como cierto segmento que sucede a partir del primero de los tres (si no recuerdo mal) cortes que tiene la cinta, y que nos traslada a un infierno de luces y sombras desgarrador.

1917 es un título muy recomendable y disfrutable.

Un saludo.



10 de septiembre de 2020

Ponyo en el acantilado

Quién me iba a mí a decir que allá por 2008, estando en el museo Ghibli, estando la peli del bicho este recién sacada del horno, que 12 años después sería la peli preferida de mis hijas, y que me pedirían una y otra vez ponerla en la tele...

Reconozco que desde El Castillo ambulante he estado bastante desconectado del universo Miyazaki, pero en cuanto me puse a buscar qué tipo de cine podía utilizar para introducir a las peques en el mundillo, sin duda pensé en el creador de Totoro, Porco Rosso, Mononoke o Chihiro...

Tras descartar lo que a mí realmente me gustaría poner, atendiendo a razones lógicas de edad, recordé esta cinta a la que no presté demasiada atención en su día, precisamente porque me parecía que iba dirigida a un público muy infantil y no estaba yo por la labor por aquel entonces.

El destino ha querido que la reservara quizás para uno de los mejores momentos, y debo decir que Ponyo ha cumplido de sobras...


Es una maravilla, ya desde su inicio es una explosión de sonido y color, a una velocidad perfecta para ciertas edades, visualmente es una belleza, muy plástica, artesanal. 
Los personajes, en especial Ponyo lógicamente, resultan entrañables y además es divertida.

Ciertamente existe una parte algo más compleja, pero es una capa que puede pasar perfectamente inadvertida para los más pequeños, con lo que a ellos les queda la diversión y la fantasía.
Más tarde pueden llegar a ella sin problemas, lo que añade el componente sorpresivo cuando llegue su momento.

Me cuesta horrores encontrar algo que no provoque "ataques epilépticos" a las pequeñas, o diálogos endiablados que no hacen más que saturar...de hecho, únicamente otra cinta de Miyazaki ha creado ese efecto mágico por el momento, Mi vecino Totoro.

En mitad de mucho ruido, Ponyo es un oasis.


Un saludo.

21 de abril de 2020

The Mandalorian

Ambientada cierto tiempo después de la caída del Imperio en el universo Star Wars, The Mandalorian sigue los pasos de un solitario cazarrecompensas que recibirá un peculiar encargo.

Lo que Rise of Skywalker no consiguió, esta serie de, por el momento 8 episodios, consigue transportarnos de lleno a la mejor versión del universo creado por George Lucas, de la mano de un personaje que pertenece a cierto credo del que sabíamos su importancia en el universo Star Wars, por su pasado en las guerras clon y por aquel implacable cazarrecompensas que consiguió a Han Solo para Jabba el Hutt, pero del que no imaginábamos se le podía sacar tanto jugo, o sí.

Pedro Pascal se enfunda el traje del personaje principal, y aunque no le veamos el rostro, consigue transmitirnos ese aire de cazador solitario, con pocos escrúpulos a la hora de aplicar sus métodos pero con un gran sentido del honor.


La ambientación crepuscular, cierto aire de western galáctico y una factura muy conseguida redondean un producto muy noble y respetuosa con la parte más interesante de la saga, sin olvidar que no deja de ser un producto de entretenimiento para todos los públicos, fruto de ello es el sacarse de la manga no sólo un personaje que enlaza de forma muy poderosa con el universo jedi, universo que por cierto aparece de manera testimonial sin demasiada importancia aquí, sino que además resulta de nuevo todo un acierto de cara al merchandising más puro y que tanto le reportó a George Lucas en su día cuando se aseguró de tener la exclusiva de los ingresos por este concepto.

Técnicamente la serie es muy solvente, cuando tiene que sacar músculo lo hace sin despeinarse además de contar con una banda sonora que le va como anillo al dedo. No dejen escapar los títulos de crédito finales, por cierto.

The Mandolarian se presenta como una gran apuesta de Disney+, la nueva plataforma de streaming del gigante y que ya tiene asegurada la segunda temporada, en la que ya suenan nombres con roles que se acercan algo más a los jedi, algo inevitable al fin y al cabo para darle al fan service su dosis midicloriana.
Espero de todas formas que continue con esta línea de exploración del basto universo de Star Wars, abriendo nuevos canales, flirteando con su leyenda de soslayo y, en definitiva, entreteniendo y respetando este producto tan querido por una inmensa mayoría de público.

Un saludo.