23 de febrero de 2014

El Hombre de los Puños de Hierro

RZA es un músico, actor y ahora director estadounidense que hasta ahora había destacado más por ponerle la música a algunas cintas como Kill Bill que otra cosa.
Precisamente en esa película al parecer quedó impresionado por la manera de hacer del bueno de Quentin y comenzó a gestar una vieja ilusión que tenía en mente, rodar una frikada de mil pares ambientada en China, donde unos guerreros se enfrentaban en peleas imposibles, con zooms de esos de las pelis típicas de artes marciales y con música de hip hop, con dos pares.

Y así nació este desfase que cuenta, como si de una leyenda oriental se tratase, la historia de un simple herrero que se ve envuelto en la lucha entre clanes y con un oro robado al Emperador de por medio.


La cinta es una montańa rusa que va de menos a más en una espiral de violencia desatada, de piruetas imposibles, de música, colores y de unos actores que parecen pasárselo en grande en este festín friki que por otro lado retrata a su manera esa convulsa época de finales del siglo equis palo equis en China, con la lenta pero imparable sombra de occidente, sus nuevas armas y personajes extranjeros en busca de una nueva vida. Y precisamente es en esos personajes donde explota esta entretenida propuesta, con un Russell Crowe que lo borda de principio a fin, con un papel muy alejado de lo que nos tiene acostumbrado pero desatado y en gracia. Junto a él posiblemente Lucy Liu sea la otra piedra angular del entuerto, sobria, fascinante, peligrosa,en esencia todo un personaje para esta loca historia.
El resto cumple sobradamente, algunos en su papel de mero matón y otros con su pequeña carga dramática que forman este peculiar universo, en una continua sucesión de peleas a cual más imposible con los artilugios más retorcidos.


Que sí, que me ha parecido un entretenimiento cojonudo, que me ha gustado su música, su historia me parece bien hilvanada, sus personajes me parecen atractivos y en definitiva, si se toma como lo que es, una cinta de acción de puro entretenimiento, con sus dosis de humor, el resultado es satisfactorio y no comparto para nada algunas críticas que se han vertido sobre este primer trabajo de RZA.

Pros: Es muy entretenida, espectacular en las luchas y tiene puntos de humor muy bien llevados. Es como una mezcla de homenajes a los espagueti westerns de Leone, las pelis clásicas de Kung Fu y el cine de Tarantino.
Contras: Que esperes Tigre y Dragón o algo serio. No lo es, hay que dejarse llevar.

Un saludo.

17 de febrero de 2014

Nebraska

Alexander Payne vuelve a construir sobre los hombros de sus personajes una historia personal, aparentemente mimada desde las entrañas y con ese fondo psicológico que tanto gusta al director como ya sucediera con Los descendientes o Entre copas, pero esta vez escapa de cualquier artificio, de cualquier belleza demasiado llamativa en forma de paisaje para mostrar y centrarse de lleno en ese viaje atemporal entre padre e hijo.

Woody es un anciano jubilado y ex alcohólico que un buen día decide ir a cobrar un premio de 1 millón de dólares que anuncia un panfleto. Su hijo, a pesar de ver que todo es una estafa publicitaria, decide emprender el viaje a su lado hacia Nebraska.

Bajo esta sencilla premisa, Payne construye una historia muy humana a base de paciencia, de mostrar con pulso esos detalles que poco a poco hace que nos sumerjamos en una sociedad retratada desde su forma más cómica y palurda hasta su falta de moralidad, mientras vamos conociendo a sus protagonistas, cuya vida se nos muestra salpicada de frustraciones, de sufrimiento, de momentos olvidados que regresan para hacernos seguir luchando, de demonios enterrados en el pasado, de arrancarnos una sonrisa o una escena de complicidad únicamente iluminada por una escala de grises aparentemente invisible.


Con ritmo pausado, con una fotografía en blanco y negro que le va como el guante a esta historia tan humana y con algunos golpes de humor que hacen que soltemos en más de una ocasión alguna carcajada, Nebraska resulta un bello y demoledor relato, que retrata de forma fantástica ese camino que cada uno podemos ver desde distinto prisma, ya sea como un delirante viaje, como una manera de sentirse vivo o como una redención padre/hijo.

Pros: Sin duda el papel de Bruce Dern, aunque todos están a un gran nivel.
Contras: Tiene algunas escenas realmente potentes, pero quizás le faltaría un pasito más en alguna para llegar a impactar y dejar huella. Pero no parece ser la misión del director, por lo que es una apreciación personal más que un fallo o carencia de la obra.

Un saludo.

10 de febrero de 2014

Inside Llewyn Davis

Tras ese homenaje que se dieron en forma de western llamado Valor de Ley, los hermanos Coen presentan una de esas historias personales, humanas, en el que un destino implacable juega sus cartas sobre la vida de tipos corrientes, que anhelan sueños en ocasiones aparentemente inalcanzables.

Llewyn es un solista que intenta hacerse un nombre en el mundo del folk, en un viaje que le llevará a luchar de forma incansable ante las adversidades de un mundo que no parece comprender lo que para él supone su arte.


Que los Coen son unos cracks está fuera de toda duda. No es la primera, y probablemente no sea la última, que presentan una historia de una solidez exquisita, que avanza y te atrapa, ya sea con unos planos entre luces y sombras de escándalo o con unos personajes tan bien dibujados que, mediante muy pocas explicaciones, hacen que entendamos perfectamente su idiosincrasia, mientras el mundo creado gira de una forma perfectamente engrasada, con precisión, sin chirriar y con algunos golpes de humor tan bien introducidos que se hace difícil no esbozar una sonrisa a pesar del drama en el que se envuelve el pobre Davis.

Porque la historia de Davis es una lucha seca y bella, personificada mediante encuentros con distintas barreras en forma de personajes que escucharán su arte y que reaccionarán de las formas más imprevisibles posibles. Ya sea en un encuentro fraternal, una entrevista de trabajo o en una grabación eventual, la vida de Davis se topará con dificultades que en ocasiones entenderá y en otras se dejará llevar por su instinto, tomando decisiones que en el futuro golpearán sobre su consciencia.

Y es que el destino y en parte la imprevisibilidad se dan la mano en este drama con una fluidez sobervia, que en manos de otro puede caer en maniquea y chabacana, pero que aquí cobra una dimensión de historia grande, que golpea desde distintos puntos donde debe y cuando debe, de situaciones rocambolescas pero sin escapar de ese universo frío y hostil que acompaña al protagonista entre luces y sombras.

Pros: Todo un ejercicio cinematográfico, un disfrute para ese tipo de cine humano que se centra en contar historias.
Contras: Que esperes la típica historia edulcorada....qué se yo, que no conectes. No le veo nada malo, la verdad.

Un saludo.

2 de febrero de 2014

Los juegos del hambre: En llamas

Reconozco que el rollito distópico en el cine me mola.
Esa representación de un mundo paralelo o futuro en el que corporaciones o dictadores implacables mantienen a raya a la población, en su mayoría de ocasiones mediante el miedo y la represión de libertades, me resulta entretenido, entre otras cosas porque es una manera de expresar hasta qué punto somos manipulados (salvando las distancias) en nuestro mundo real, y cómo a partir de ingenio, sufrimiento y ciertos valores como la amistad, el amor y bla bla una serie de personas consiguen hacerse camino en pos de conseguir la libertad de su pueblo.


Es lo que sucede en la idea inicial de Los juegos del hambre, una historia parida por Suzanne Collins en forma de trilogía y cuya primera parte ya comenté en su día, produciéndome indiferencia por una serie de motivos que en mi opinión han sido pulidos en esta segunda parte, entre otras cosas por dejar de lado ciertos aspectos que provocaban más bien vergüenza ajena para dar paso a una historia algo más madura, sólida y entretenida, con una definición más redonda en la mayoría de los campos en donde se mete.

La historia sigue los pasos de su anterior protagonista, Katniss, cuyo personaje poco a poco se ha convertido en un modelo a seguir por la población y que en las altas esferas comienza a ser temida como una posible amenaza de cara al control de la misma.

No es que sea un derroche de imaginación, pero por lo menos en esta parte la construcción y visión del mundo que les rodea y la inevitable vuelta a los decepcionantes juegos de su primera parte, sí consiguen entretener y dejar un sabor de boca algo más satisfactorio, aunque sin llegar a tirar cohetes.

Bajo mi punto de vista, la idea original de este producto comercial llega a atraer, lógicamente con sus "trampitas" de amoríos a tres bandas con pocas posibilidades de escapar de la linealidad establecida para triunfar según los cánones de la industria, pero que gracias a haber pasado el trago de presentación de su débil primera parte, ésta se muestra como una historia apetecible de ver cómo termina, aunque tiene muchas cartas de ser previsible.

Pros: Corrige la mayoría de errores de su primera parte, los personajes secundarios de los juegos son más atractivos de cara al espectador y esta vez sí el lugar desprende algo de peligro. Algo.
Contras: Cierto tufillo demasiado "teen" le quita fuerza a la crudeza de la historia, entre otras cosas porque la cosa no termina de cuajar en esa vertiente. Me imagino una historia así con actores cuyas hormonas ya no importen demasiado en el peso de la misma y transmitan el drama con su carga justa. Un Fassbender, un Liam Neeson, un Vigo Mortensen...igual es la edad.

Un saludo.