27 de junio de 2008

Aliens

Tras el shock que provocó Ridley Scott con su Alien "el octavo pasajero" (no contaron al gato), James Cameron decidió darle un giro de tuerca a la historia y acercar el terror a la acción, Dios bendiga a Cameron.

La primera parte nos enseñó el horror a través de una criatura que apenas aparecía en el film, pero que conseguía cagarnos literalmente y mantenernos en tensión. En esta segunda parte, Cameron sabía que no podía o no quería volver a utilizar esa fórmula, por lo que la orientó más hacia el género de la acción, pero quedándose con las mayores virtudes de la primera parte.

Aliens se sitúa 50 y pico años más tarde del horror que la teniente Ripley sufrió a bordo del Nostromo. Mientras vagaba por el espacio en una cápsula criogénica, Ellen tuvo la "suerte" de toparse con un grupo de salvamento que patrullaba los límites del sistema solar...
Lo que en un principio parecía que era el fin de la pesadilla, se convierte en un enfrentamiento directo con los demonios que atormentan la cabeza de Ripley, provocando que vuelva al sistema 426 en donde se ha perdido comunicación con los colonos que "terraforman" el planeta desde hace décadas...

A partir de aquí tenemos la presentación de personajes, los marines, unos tíos socarrones y desenfadados que se convierten en carismáticos a los pocos minutos de metraje y que nos regalarán algunos de los momentos más brillantes de la historia del cine de acción.

Pura diversión, adrenalina y unos efectos y ambientación que aún teniendo más de 20 años de antigüedad, siguen sin perder esa frescura, esa tensión y miedo que se siente cuando caminan a través de pasillos desiertos en las instalaciones de ese sórdido planeta.

Acompañando una factura técnica envidiable, la banda sonora resulta épica, sobre todo en los momentos de carnicería, cuando Ripley le echa huevos al asunto (es la heroína por antonomasia del cine de acción "ya clásico") y en los momentos finales, por poner algunos...simplemente magistral.

Quedarán grabados en los recuerdos esas conversaciones entre marines, cuando aún se podían decir tacos de los gordos en el cine y no estaba todo tan regido por la calificación moral...esa violencia explícita, esas escenas de horror con los colonos suplicando su muerte, esa confrontación con "la reina"....

Cine de acción del bueno, que de vez en cuando se recupera con gusto.

-Qué es lo que somos?!
-Somos marines!!!
-No os oigo!!!!
-Marines!!!!
-Ya ya ya!!!! Sois unos inútiles!! Vamos a empaquetarlos!!!

Un saludo!.

19 de junio de 2008

Tanguy

Tanguy se presenta como una comedia en la que unos sufridos padres intentan quitarse de encima a su único hijo el cual parece muy a gusto viviendo a costa de ellos.

Como comedia no está mal, tiene sus puntos y algunas situaciones consiguen sacarte una sonrisa, pero le cuesta arrancar y hacia su mitad se vuelve demasiado disparatada. Cierto es que es una comedia, pero las situaciones no llegan a ser creíbles y en alguna ocasión rozan lo absurdo...producto muy posiblemente de lo endeble de la historia que nos quiere contar.

A pesar de todo no está mal para pasar el rato y para ver algo de Pekín en su tramo final.

Desafortunadamente este finde también tuve ocasión de ver dos cintas de estas del asesino de turno y de los fantasmitas japoneses...
Negra navidad y Retratos del más allá, esta última remake de "Shutter", para mí mucho mejor dentro de lo que cabe...

La primera es un despropósito, absurda y encima aburrida por momentos...por no tener, no tiene ni buen sonido, que es lo que suele hacer que demos un respingo en el 80% de estas películas...pues ni eso, no perdáis el tiempo.
Retratos es algo mejor pero tampoco es para tirar cohetes, también llega a aburrir por su falta de ritmo y por si ya más que vista historia de la chica que ve cosas y que el novio no se cree...os suena? pues más de lo mismo.

Un saludo!

12 de junio de 2008

La niebla

La última adaptación de Stephen King nos cuenta la historia de un grupo de personas que se ven sorprendidos por una extraña niebla en la cual parece que moran extrañas criaturas.

Frank Darabont, director de "cadena perpétua" o "la milla verde" se atreve con el género del terror y si bien el producto no es malo, tampoco llega a sorprender...según comentan, se le ha querido dar un aire de película de serie B, incluso los efectos especiales cantan en más de una ocasión.

Creo que si se quiere hacer una peli de serie B se hace con todas las de la ley y no a medias, queriendo dar por momentos profundidad a unos personajes que no dan más de sí o intentando presentar en su parte final algo que no es "serio"...el ejemplo más reciente lo tenemos en la excelente Grindhouse de Tarantino y Rodríguez, eso es hacer un homenaje a las series B...y si no ha sido realmente ese su cometido, entonces la machacaríamos achacándole unos efectos de pena, unos personajes absurdos y una duración excesiva.

A pesar de todo, tiene un par de momentos conseguidos, la escena de la farmacia o la del rockero mantiene la tensión pero a parte de esto se podría decir que incluso llega a aburrir por momentos.

Tampoco entiendo a aquellos que machacan la cinta de Silent Hill (que tampoco es perfecta, pero que en muchos aspectos creo que la supera) y ven en esta una maravilla...si os digo que una niebla cubre un pueblo, que aparecen seres alados y demonios y encima añado una secta de colgaos...a qué os recuerda? Por qué decir que los personajes de "la niebla" son más profundos y exploran la psique humana, cuando se la está acunando como serie B, cine anti-profundo y directo?

Adolece esta "la niebla" de prácticamente los mismos errores que "Silent Hill", pero con menos escenarios, peor banda sonora y con una historia que da mucho menos de sí que la obra de Konami, que, por desgracia, en el cine no se atrevieron a adaptar fielmente.

Un saludo!

4 de junio de 2008

La vida secreta de las palabras

Existe cine que nos traslada a universos lejanos, a civilizaciones perdidas y a conocer a gente lo más inverosímil posible.
En cada temática se puede esperar una cosa u otra, buena o mala según gustos, bien llevada o montada de forma pésima...en la vida secreta de las palabras tenemos la historia de dos personas que el destino une, bien podría ser un planeta imaginario o bien podría ser en tu mismo país, cada cual con su tormento interno y con la necesidad, o no, de expulsarlo de una forma en concreto, sin grandes explicaciones, gestos, imágenes o sonidos...sólo con palabras.

Isabel Coixet nos presenta una historia sencilla en su concepción pero con mucho que contar, con unos personajes muy humanos en mitad de una plataforma petrolífera, como punto de poder, en la que las olas castigan su estructura mientras en su interior dos personas coinciden con sus pesadillas, uno convaleciente tras sufrir quemaduras en un accidente y otra con problemas auditivos y con una peculiar forma de ser y vivir...

A partir de aquí, seremos testigos de como mediante las palabras, los silencios y la simple presencia de ciertas personas podemos descubrir infinidad de detalles en el ser humano, desde su dolor, sus ansiedades, hasta llegar a su misma humanidad...


Lost in translation ya nos enseñó una relación muy peculiar entre la Johansson y Bill Murray, en esta la vida de las palabras tenemos algo parecido, recuerda por momentos a la cinta de Sofia Coppola, y es curioso porque mientras a unos la soledad los une a otros el dolor...dos formas distintas de estudiar la psique humana, pero que en esencia persigue lo mismo, el destino puede llegar a unir a personas en las situaciones más extrañas.

Acompañando a los protagonistas, Tim Robbins y Sarah Polley (los dos a un gran nivel, sobre todo Sarah) tenemos a unos secundarios con sus propias micro-historias que cumplen sobradamente con su cometido, como un Javier Cámara que lo borda también en su papel de chef (a pesar del extraño "doblaje", no suena del todo bien su voz) o como una pareja de mecánicos muy peculiar.

Como punto negativo de la cinta quizás diría que se hace algo previsible en cierto momento, y al no conceder ningún giro argumental de esos que te rompen en dos acaba por conceder lo que se veía de lejos, su gran virtud se convierte así en su único punto débil...a pesar de todo, el ver como se desgranan los sentimientos de los protagonistas vence sobradamente este aspecto.

Una muy recomendable cinta, con una grandísima banda sonora con ese magnífico tema central de Antony and the Johnsons, grupo que no conocía y que debo agradecer a una amiga el que me los recomendara.

Un saludo!