30 de marzo de 2015

Relatos Salvajes

Damián Szifron presenta una serie de historias cortas cuyo núcleo es una espiral de violencia que crecerá en sus protagonistas debido a una serie de acontecimientos aparentemente mundanos.


Estructurada de manera episódica, pero con personajes e historias distintas, Relatos Salvajes se adentra en pequeños sucesos que van formando una bola poco a poco hasta llevar al límite a los implicados, dando como resultado situaciones de venganza o incluso redención y saltándose por norma lo políticamente correcto.

Tenemos desde la sórdida historia de una posible venganza familiar que el destino pone en bandeja hasta una boda que se convierte en un carnaval de emociones llevada al extremo. Esta última sin duda todo un acierto donde confluyen en mayor medida las ideas del proyecto, uniendo venganza, odio, amor...en una vorágine de situaciones que desencadenan en todo un acontecimiento que no dejará indiferente.

La capacidad de Szifron de comprimir de manera dinámica tal cantidad de pequeñas situaciones que nos pueden golpear en cualquier momento de nuestras vidas, con una puesta en escena fantástica y el ver reflejado en cierta medida ese pensamiento fugaz de relato salvaje en pantalla es uno de los logros en esta producción hispano argentina que no llegaría a buen puerto sin el buen trabajo de sus actores principales, con un Ricardo Darín soberbio una vez más, cuya historia probablemente sea la más heroica o populista de todas, pasando por una Erica Rivas que refleja todo un tour de force en escasos minutos.

Puede que el espectador no sienta la misma empatía en función del relato, pero debido al buen ritmo y a que difícilmente no hayamos rozado alguna de las situaciones que se plantean, Relatos Salvajes es una muy entretenida propuesta pensada para sacarnos de esa rutina esquematizada en que se ha convertido el simple hecho de pagar una multa, asistir a una boda o conducir, dando rienda suelta a la imaginación y a ese universo alternativo en el que alguna que otra vez, podría cambiar el curso de nuestras vidas.

Un saludo.


27 de marzo de 2015

Master & Servant



Fotografía: Fran Martínez
Modelos: Eva Arellano & Andrea Pérez
MUA: Igor Losada
Vestuario: Lily Von Schatten

Master & Servant - Nouvelle Vague (original Depeche Mode)

17 de marzo de 2015

Wild (Alma Salvaje)

Después de dirigir a uno de los actores que más destaca actualmente en el panorama internacional gracias a series y cintas de gran calidad como Dallas Buyers Club, del director de esta Wild o la mini serie True Detective, Matthew McConaughey, Jean-Marc Vallée adapta esta vez la obra basada en las memorias de Cheryl Strayed.

Chery (Reese Whiterspoon) es una joven a la que la vida no le ha puesto aparentemente las cosas sencillas, así que después de unos acontecimientos concretos decide hacer una ruta de senderismo conocida como la Pacific Crest Trail que bordea la costa oeste de Estados Unidos desde la frontera con México hasta Canadá, con el fin de encontrar cierto equilibrio y acabar con la espiral de destrucción donde se encuentra sumida.


La historia se puede decir que se desarrolla desde el nacimiento de la nueva Cheryl, todavía arraigada a su pasado y atormentada, hasta este intento de búsqueda de redención y de encontrarse a sí misma con el fin de salir de una situación donde tocaba fondo.
A la vez que Wild se presenta como una cinta sencilla en su planteamiento, en sus entrañas tenemos la historia de una persona que abre su vida al espectador para que lo acompañe en esta gesta. Mediante flashbacks daremos forma a una vida que ha tenido un camino tortuoso mientras los idílicos paisajes contrastan con el sufrimiento personal, en un equilibrio casi orgánico entre la naturaleza y el ser humano.
Aunque se trata de una cinta muy personal orientada a centrar la atención a su actriz principal, hay que hacer referencia a la gran calidad de secundarios que intervienen en su vida, en especial Laura Dern, como madre de la protagonista y que consigue, a pesar de no disponer de muchos minutos en pantalla, transmitir prácticamente el gran núcleo dramático y el porqué de la personalidad de la protagonista.

Afincada en el drama, la cinta se muestra sólida y fiel a su espíritu sin dejar de lado cierto humor negro, recordando a menudo a la protagonista de Orange is The New Black (no sólo por el físico), aflojando la cuerda dramática cuando debe y mostrando momentos bellos y reflexivos, aunque aquí mi vena fotográfica me ha impedido disfrutar totalmente del aspecto visual, ya que creo que se podría haber sacado mucho más de estos escenarios.

Puede que no sea digerible por cualquier tipo de público, tal vez es necesario entender un poco ese espíritu viajero que parece purificar nuestro ser cuando estamos lejos de nuestro entorno cotidiano, haber percibido cierta sensación de añoranza y soledad cuando uno se encuentra en un país lejano, incluso tener cierto espíritu independiente para poder entender en cierta medida el porqué de una obra así. Esto no quita que se pueda disfrutar en cualquier caso, pero es comprensible que una parte de los espectadores no vean nada en todo esto, como otras obras en las que priman las sensaciones por encima de las palabras, como por ejemplo Lost in Translation.

Un saludo.



9 de marzo de 2015

Still Alice

Alice es una reputada profesora en la universidad de Columbia de Nueva York a la que es diagnosticada un tipo de Alzheimer precoz, muy raro a su edad.

Qué busca el espectador con Still Alice? Concienciarse? Un drama con el que pasar uno de esos ratos asfixiantes? Ver una de esas actuaciones personales sobresalientes que llevan al extremo la interpretación del actor o actriz?
El problema de este tipo de cintas radica en que es muy sencillo cruzar el límite de la ñoñería y el discurso gratuito en busca de la lágrima fácil, de lo sobre actuado y de caer en una nueva historia dramática de superación y pérdida, como tantas otras veces.
Pero si no se cruza y se quedan a medio camino, se les achaca falta de potencia emocional, de no saber dar la estocada, de no sacar partido a los momentos climáticos, de en definitiva no marcar al espectador a fuego para que recuerde pese a quien pese esta historia.



Still Alice no busca la lágrima fácil, busca dar a conocer un drama personal que podría estar sucediendo en cualquier parte en estos momentos, una pérdida irremplazable de una vida que se apaga y pierde absolutamente todo lo conseguido, es morir pero sin tener el honor de retener y despedirse de lo conseguido a base de sangre, sudor y lágrimas, por derecho.

El viaje no sería posible, por supuesto, sin la estupenda interpretación de Julianne Moore, cuyo Óscar es más que merecido, acompañada de unos secundarios que cumplen bastante bien en su cometido, con una destacable Kristen Stewart y aderezado con una fotografía interesante aunque no excesivamente llamativa.
Su punto digamos más débil posiblemente podríamos considerarlo como un arma de doble filo, porque aunque ciertamente existe cierto clímax que parece contenerse, es de agradecer que la historia se mantenga fiel a esa idea de no querer en cierta medida humillar en esencia a las personas cuyo drama se ha tomado la licencia de retratar, en un malabarismo bastante sobrio para no caer en el mal gusto y la falta de respeto por querer vender lo que no es.

Bajo mi punto de vista, Still Alice se resume en respeto y en rabia, contenida pero latente, y en un deseo para que en algún punto del planeta alguien observando un microscopio crea haber encontrado un remedio para poder despedirnos al menos con dignidad, con todos los momentos buenos y malos, en definitiva siendo quienes somos.

Un saludo.

6 de marzo de 2015

Demons


Demons - Imagine Dragons


Modelo: Danu Sonja - Fotografía: Fran Martínez - Vestuario: El Costurero Real - Maquillaje/Peluquería: Sux Make Ups!

2 de marzo de 2015

American Sniper

Muchas opiniones dispares había escuchado sobre la última película del prolífico Clint Eastwood, un tipo que parece disfrutar contando historias humanas que inciden sobre su país ya sea en el pasado, el presente o el futuro, pero siempre con un pulso y dirección envidiable.
Bajo mi punto de vista, American Sniper no es su mejor obra pero ni de lejos es la indiferencia absoluta y creo que en parte es incluso un logro lo que ha conseguido aquí el director.

Chris Kyle se crió en el seno de una familia conservadora y cuando tuvo la oportunidad de alistarse en los Seals de EEUU logró convertirse en toda una leyenda para su nación.

Por un lado he visto retratado el borreguismo americano, envuelto en esa manera de ver las cosas que tienen los estadounidenses más patrióticos que complace de sobras sus expectativas, por otro el que quiere ver lo absurdo en forma de ensalzamiento a leyenda de una persona educada con unos valores ultra conservadores, con graves problemas psicológicos antes y después, y finalmente pinceladas del radicalismo islámico, hasta dónde son capaces de llegar utilizando críos, degollando a periodistas...

Es tan fina la linea que traza Eastwood en su nuevo trabajo que parece mentira que le haya salido bien.


Entonces, qué falla en American Sniper?
Para empezar, comparto en cierta medida con los que critican que el director no haya profundizado en ciertos aspectos ni se haya mojado más allá de tres o cuatro referencias muy fugaces, pero también creo sinceramente que igual no le hubiese salido la jugada tan bien de cara a presentar una cinta donde dejase, como también es costumbre en otros trabajos suyos, al espectador el papel de opinar sobre lo que han visto y en un tema como este es más que probable que jamás se llegara a contentar al 100% del público.
Pero ciertamente, ese punto de autocomplacencia hace que American Sniper no llegue a cuotas más elevadas.

Sin sacrificar el ritmo no obstante, podemos discernir cierta crítica sobre una guerra que no parece importar demasiado, el olvido que sufren los soldados, la poca solidez de unas misiones que parecen más bien destinadas a crear expectación patriótica a través de mártires para conseguir más alistamientos, la xenofobia, las secuelas que deja la guerra, las motivaciones de los jóvenes, las decisiones bravuconas en lugar de reflexionadas, respetando la obra original en que se basa y sin herir la sensibilidad de sus conciudadanos en un punto delicado de la historia estadounidense.

En definitiva es cierto que no es la revolución, es decir, es una historia simple, sencilla, aunque no carente de complejidad como he comentado, amparada en la elegancia al que nos tiene acostumbrados el director de vez en cuando aunque sin ir más allá y apoyado en un Bradley Cooper fantástico.

Un saludo.