13 de agosto de 2009

Noche en el desierto

Dormimos de fábula, la habitación en Bikaner resultó ser un acierto y a eso de las 8 de la mañana nos levantamos y nos fuimos a almolzar un par de pancakes con chocolate y un par de zumos.
Luego nos fuimos hacia el fuerte de Junagarh.
En la puerta principal, ya se contempla la arquitectura del sitio y resulta bastante impresionante, todo tiene un detalle increíble, una muralla de casi 1 kilómetro, con colores sobrios y ventalanes por todos lados.
La entrada costaba 250 INR pero dijimos que eramos estudiantes (enseñas el DNI, lo miran y punto...) y nos salió la jugada por 150 INR.
El fuerte es precioso, un laberinto de estancias con patios de vez en cuando desde donde decenas de pequeñas ventanas se asomaban los invitados o las 22 mujeres del maharajá para ver danzas y fiestas...había un guía que iba explicando cada estancia y resultó que eramos los únicos occidentales del grupo...viéndonos, comenzó a explicar en inglés la historia y alguno murmuró algo así como “diría que somos más nosotros...” a lo que siguieron algunas risas, nosotros incluídos...pero ya veíamos venir que lo hacen para luego pedir la propina, ya que de ellos con seguridad no reciba nada.
Fue muy interesante ver la sala de armas, museo y habitaciones, con unas pinturas realmente bonitas, incluso un aparato de aire acondicionado de la época (evidentemente rudimentario, pero con su botón regulador de agua y todo)...qué jodío el marajá.

Tras la visita partimos hacia Jaisalmer y de camina acordamos que quizás estaría bien pasar una noche en el desierto, ya que sabíamos de la posibilidad de hacerlo.
Mushara nos comentó que conocía un sitio que estaba bien y si nos interesaba pues perfecto, aceptamos y nos dirigimos allí.
De pasada, vimos a lo lejos Jaisalmer, un imponente fuerte en lo alto de una montaña con una ciudad a sus pies, la imagen es bastante impresionante, al día siguiente lo veríamos mejor.
Entramos en lo que es una reserva natural de la India, indicado antes de acceder a un conjunto de chozas que conforman un poblado muy a lo africano.
El sitio se llamaba Mangalam, regentado por un tal Jitu que hablaba bastante bien el castellano y nos comentó la posibilidad de pasar la noche en choza o en el desierto. Desierto. Y nos comentó la posibilidad también de ir al desierto por la tarde en camello o jeep y después volver en camello o andando...muy chulos que somos decidimos no maltratar a los pobres animales y escogimos jeep y volver andando (unos 4 kilómetros como mucho de distancia y nos dejó una tarjeta para por si nos perdíamos preguntar por el sitio)...mooola!!! XD

Así que nos pusimos en marcha con el jeep y el tío va y pone la de “what is love”, no pude evitarlo y me puser a cantar y a mover la cabeza como el gag de Jim Carrey...de friki...mira que es pegadiza la puñetera canción “what is love, baby don't hurt me, don't hurt me, no mooore”, jamás me imaginé que aquí me pondrían este tema...en fin.
El viajecito en jeep fue muy guapo, pasamos por mitad de maleza, árboles, caminillos y finalmente las dunas irrumpieron en nuestras narices...con esa forma tan caracterísitica de las pelis...precioso.
Una vez “escaladas” las dunas en jeep nos dejó en la parte alta donde al Sol le quedaba poco para ponerse, nos comentó que aprovecharamos cuando estuviese apunto de hacerlo para regresar y así no pasar tanta calor.
El paisaje de ensueño aunque estaba a petar de turistas y perdía cierto encanto, de todas formas había bastante silencio ya que la gente se dedicaba más a disfrutar de ese momento que no de hacer el burro....buscamos un sitio tranquilo y nos sentamos a disfrutar del sitio.

Medio embobados vimos como se ponía el Sol, es algo realmente precioso y cuando vimos que la gente comenzaba a regresar emprendimos la vuelta con la tarjetita en el bolsillo por si acaso...en la ida habíamos fijado un par de puntos de referencia, un árbol enorme y una zona con un pozo, así que seguiríamos esa ruta.
Bajamos las dunas haciendo un poco el mongo a lo Lawrence de Arabia y caminamos pues unos 3 kilómetros a través de caminos y maleza, viendo escarabajos peloteros, pavos reales y alguna alimaña metida por ahí que hacía unos ruídos que te provoca el caminar algo más deprisa.
Llegamos bien y pasamos un rato muy divertido...cuando Mushara nos vio llegar recuperó algo el color y nos tocó los gemelos...”good form”...si, “good form” pero tú aquí tomando el té! XD

Antes de irnos al desierto a dormir vimos un espectáculo que consistía en música en directo de un trío que tocaba pues eso, música tradicional hindú, a base de timbales y cánticos. Luego un personaje se puso a hacer danza con unos cuencos sobre la cabeza mientras subía, bajaba y se mantenía sobre un plato.
Estabamos sentados en unos cojines a ras del suelo con unas mesitas muy cucas mientras tomábamos unas cervezas, conocimos a una gente de Barcelona y Bilbao y pasamos un rato echando unas risas y hablando sobre el viaje. Nos preguntaron sobre qué tal hacer por libre el viaje ya que ellos venían por agencia y alguno nos comentó que prefería haberlo hecho así, pero que finalmente no se atrevieron...de todas formas, el circuíto del Rajastán es prácticamente igual vayas o no por agencia...claro que los precios ya son otro cantar, les dijimos el precio de Delhi y Bikaner y lo fliparon bastante...
La verdad es que se estaba cojonudo, hasta que Eli vio llegar un animalillo de nombre escarabajo y de apellido pelotero que parecía gustarle nuestro sitio XD. Tuvimos que sacar unos cuantos y estar alerta para que no se nos subieran....se les coge cariño al final a los jodíos.
Cenamos una especie de buffete libre con arroz, dhal, verdura masala y alguna que otra salsa, acompañado con las tortas de pan...estaba correcto.
Entonces llegó la hora de marchar al desierto.
El grupo estaba formado por unas 20 personas, nos subieron a un carro lleno de mantas tirado por un camello y comenzó a meterse en la oscuridad. Sin luz, con el sonidillo típico del buho nocturno “hu HU hu HU” XD y unos italianos que no paraban de hablar, mejor que el francés de mi derecha, que era muy serio y hablaban por lo bajinis él y su “mon cherry”, llegamos a las dunas en las que habíamos estado esa misma tarde (joder, podríamos haberlos esperado allí).
Descargamos las mantas y unas amacas rectangulares que serían nuestra “cama”. Dividieron los grupos y nos pusieron a cada oveja con su pareja alejados unos de otros.
Una vez montado el chiringo nos tumbamos y bueno, qué se puede decir de esa experiéncia...pues que estás en el puto desierto del Thar, con esas dunas que siempre has visto en las pelis, en mitad de la noche, con una Luna que se te come, el cielo estrellado, la Vía Láctea que parece que la puedes tocar, una brisa muy agradable....y el buho XD.
Increíble. No se nos hubiera pasado por la cabeza que algún día haríamos eso, la verdad....

Un saludo!

3 comentarios:

  1. Cabrones!!!


    Lo siento pero es lo primero que se me ha venido a la cabeza!!

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  2. Que bonito!!!!!!dormir en medio del desierto!!Eli traete un escarabajo de esos a ver si se come a los mosquitos tigre... jejeje.Que risa cuando he leido lo de la cancion!!Yo no puedo evitar hacer lo mismo q jim carrey cuand la oigo!! jajajajaja. Bueno preja seguid disfrutando!!! besos y abrazos!!!!

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  3. Ya sabes Ricard, el año que viene pide que organicen la campus party en los Monegros, que viene a ser lo mismo XD.

    Yo creo que no harán nada estos escarabajos...sino que se lo digan a las piernas de Eli, que la han dejao buena jejeje.
    De todas formas miraremos de pasar uno por aduanas.

    Un saludo!

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