29 de agosto de 2009

Amritsar

Sobre las 4:30 de la madrugada llegamos a Amritsar...madre mía lo que nos ha costado llegar hasta aquí...hacía 2 días que habíamos dejado Benarés...qué locura de retrasos de tren...
Salimos de la estación y había un rickshaw con un tipo que llevaba un sueño en lo alto bastante considerable...hasta un compañero le tuvo que decir algo así como “tío que ha llegado la comida!”..estuvimos un par de minutos absurdamente regateando el precio cuando ni él quería, ni nosotros teníamos ganas de rebajar 20 malditas rupias el trayecto, así que por 60 INR nos llevaría al Sood Guesthouse, lo escogimos de la lista de hoteles económicos más recomendables de Amritsar...las calles estaban vacías y de pasada nos pareció ver el Templo Dorado, muy fugazmente, pero estaba bastante cerca de la zona del hotel, en la zona vieja de la ciudad.
Llegamos y nos enseñaron una habitación, el tipo del hotel llevaba un sueño también muy considerable...nos dijo 950 por una habitación bastante grande, “limpia” y con aire acondicionado..le dijimos que nos enseñara otra más barata y nos dijo a modo “tío que quiero dormir” que nos la dejaba por 650...no veas el sueño que tenía el tío para rebajarnos sin decirle nada 300 INR de golpe...aceptamos, finalmente teníamos dónde estar algo más cómodos después de 2 días...las camas eran piedras, pero no importaba.
Sobre las 9 de la mañana nos fuimos a almorzar algo a un sitio cercano llamado Taste Bite (en la misma calle del hotel, un sitio con sillones cómodos, cerrado y con ventiladores para sofocar la calor exterior (más de la esperada). Los precios no superan las 100 INR y tiene platos bastante majos...
Decidimos visitar el Templo Dorado temprano, estaba bastante cerca del hotel, giramos justo la primera calle a la izquierda y allí estaba la entrada principal.
Tuvimos que descalzarnos (calcetín incluido) y dejar el calzado en unas taquillas en las que te dan una moneda (como en el Taj Mahal)...el suelo con tantísima gente te puedes imaginar cómo estaba de lustroso...en fin, para adelante como los de Alicante..que a estas alturas ya...
Llegamos a la entrada principal por lo que es la Torre del Reloj junto al museo Sij...la torre ya por fuera es impresionante, totalmente blanca y por la que mediante unos altavoces se escucha todo el rato la entonación del libro sagrado Sij (aquí la cultura que manda es la Sijista, bastante peculiar e interesante en su estructura)...antes de entrar por la puerta principal me tuve que poner otro pañuelo (no les valía con el trapo que llevo) que muy amablemente uno de los guardianes que están repartidos por todo el templo me puso alrededor de la cabeza...Eli aprovechó para hacer fotos mientras los dos se reían de mi...bueno.
Pasamos una piscinita de agua para los pies (de todo el mundo) y nos metimos finalmente.
De frente nos encontramos con el templo, en mitad de un estanque de agua en el que se reflejaba su estructura, totalmente blanca a excepción de la llamativa parte superior, dorada, de donde le viene el nombre. El sitio es muy bonito, a pesar de que hay bastante gente, hay un respeto bastante grande y todo está bien organizado, los guardias velan en todo momento por las formas correctas de los visitantes y te informan (en un perfecto inglés) de cualquier duda que tengas...molan los sijistas estos...tienen un poco de orden jedi.
Bordeamos el templo (es bastante hipnótico) y entramos en él por una pasarela. Por dentro no es excesivamente grande, está lleno de gente rezando (antes de entrar se arodillan, se levantan y santiguan) mientras en el centro de la estancia un sacerdote lee un enorme libro (se supone el sagrado Sij). Las paredes están totalmente adornadas de colores rojos, dorados, con dibujos de carpas en el suelo (en el estanque hay bastantes) de mármol blanco...a caballo entre los templos islamistas por las formas y los hindús por los sacerdotes.
Subimos dos pisos más hasta llegar a la zona alta, la cúpula del templo dorado que es una flor de loto invertida (se dice que lleva 750 kilos de oro) y bajo la que hay una habitación en el que otros sacerdotes leían otro libro (el ejemplar original del Guru Granth Sahib, un libro enorme, pero enorme eh?).
Es un lugar muy especial, se respira un respeto y una calma bastante potente a pesar de que hay mucha gente visitándolo.
Salimos del templo y visitamos la tumba de uno de los 10 Gurús sagrados del sijismo, luego bordeamos el templo de nuevo y entramos en la zona de jardines...aquí un hombre nos invitó a comer en el gran comedor para peregrinos...aquí uno puede comer y beber té gratis, incluso el viajero puede ir al Guru Arjan Dev Niwas (un edificio pegado al Templo Dorado) para ser hospedado de manera gratuíta también durante un período de no más de 3 días...nos pareció muy loable por parte de esta religión...declinamos el ofrecimiento ya que realmente no teníamos hambre (Eli menos)...paseamos por fuera del comedor de todas formas para ver y aquello era un hervidero de gente charlando, comiendo...a pesar del gentío se veía un sitio que daba muy buen rollo.
Mientras paseamos por el templo nos saludó algún anciano y nos preguntaban (bueno, primero prueban, “spanish?”) de dónde veníamos y una pregunta que nos han hecho varias veces aquí...qué sensaciones nos da el lugar, India...una pregunta muy difícil que al final del viaje intentaremos dar respuesta.
Salimos del templo (no cobran entrada) y nos fuimos a por el calzado, bordeamos el templo por fuera y fuimos a ver la torre de Baba Atal ya que nos atraía la historia (alzada en memoria de Atal un crio que se suicidó ya que salvó a una persona de morir por la picadura de una Cobra y su padre consideraba que había roto los designios de su Dios)...la torre parece la de Pisa pero a lo islam.
Antes de regresar al hotel para ducharnos de nuevo hablamos con un taxista para ver si nos podía acercar a Attari para ver el cierre de frontera entre India y Pakistán (al parecer hacen una especie de show militar bastante curioso)...le pedimos precio y nos dijo 450 INR (justo el precio que indicaba la guía lonely...es imposible! Nos ha dicho el precio real!!!!). Aceptamos y le dimos 100 INR de adelanto, nos apuntó la matrícula del coche (una furgonetilla con asientos muy cómodos y espaciosos) y quedamos para las 15:30.
Paramos a tomar algo fresco y nos fuimos a visitar los jardines de Jallianwala Bagh, un lugar en el que murieron dos mil indios por parte del ejército británico y en el que se pueden ver los agujeros de balas en las paredes y un museo en el que aparece una escenificación de la masacre...el lugar es tranquilo y la gente te para para saludarte o charlar, pero da algo de mal rollo ser occidental por lo que les hicieron a esta gente...en fin, ellos nos ponían la misma buena cara y nos sonreían igual, pero no puedes parar de pensar en las barbaridades que puede llegar a hacer el ser humano.
Nos fuimos a duchar y luego comimos en el Bite un mushroom tika masala y arroz blanco (se acabaron las cervezas...aquí no venden alcohol en casi ningún establecimiento), todo bastante bueno por 170 INR (no veas como baja la factura el no pedir cerveza...peeero...cada uno tiene su debilidad).
Llegamos al punto acordado con el taxista (un hombre mayor con un turbante rojo muy imponente pero con cara de buen tipo) y allí estaba, nos subimos y partimos hacia Attari.
Unos 45 minutos después llegamos a la frontera y nos comentó que no podía avanzar más allá (el tráfico está prohibido en 1 km a la redonda) y que nos esperaba allí. Tuvimos que dejarle las mochilas ya que no permitían el acceso con ellas y continuamos caminando.
Habían puestos de todo tipo de camino, nos hicimos fotos con la gente de allí...había buen ambiente, la gente de Amritsar es algo distinta a la de Uttar y Rajastán...te quieren vender igual pero no son tan agresivos, un no, un gesto o una sonrisa les basta...Amritsar está ablandando un poco cierta imagen que se nos había formado hasta ahora en este aspecto...
Cogimos un rickshaw que nos acercó el km (fuimos un poco vagos, la verdad) y le pillamos a un crío un abanico porque la tarde pintaba calurosa.
Poco después abrieron una verja por la que accedimos toda la gente y luego nos separaron a los turistas de los hindús.
La frontera entre Pakistán e India es un espectáculo...hay una carretera (de un sólo carril) que atraviesa India y Pakistán. En mitad de la misma hay dos compuertas con su verja, una por cada país, y a ambos lados, han instalado unas gradas desde las que la gente de India y Pakistán asisten al cierre de la frontera.
Es un espectáculo.
Ya de primeras los dos países ponen música en unos altavoces y si te paras a escuchar van subiendo el volumen uno y otro para eclipsarse mutuamente...luego los niños hacen bailes en mitad de la calle y portan la bandera de su país corriendo de un extremo al otro...realmente lo viven. Por cierto que pusieron la banda sonora de Slumdog Millionaire, la de Jai Ho (al parecer es un grito del tipo “vamos, adelante!!”)...se lio una buena.
El “desfile” militar empieza sobre las 18h. Un militar hindú da un grito (pero grito eeeh?, larguísimo) y la gente grita en su idioma “Madre India” o “Hindustan Zindabad” (viva India)...luego se obtiene la réplica de los de Pakistán...los militares uno a uno van desfilando dando largas zancadas hasta la verja, dan una patada que casi les llega al pecho (en serio, parece irreal) y se giran de manera amenazante hacia los pakistanís...ellos hacen algo parecido al otro lado...la gente grita, canta, anima...es como un partido de fútbol!
Luego abren la verja (con una mala hostia considerable), se siguen mirando de manera desafiante los militares hasta que finalmente bajan las banderas de cada país (al mismo tiempo), las doblan se saludan (de lado, sin mirarse) y se la llevan mientras otros cierran las verjas.
Es pura comedia, pero realmente nos lo pasamos genial y por cierto, las gradas hindús estaban a reventar...en cambio las de Pakistán estaban casi vacías...ganamos por goleada.
Es un momento muy emotivo y ellos lo viven mucho, la gente nos miraba y se reía, nos animaba para que gritaramos también...fue muy especial y divertido.
Volvimos al taxi y allí estaba Sandokan y nuestras mochilas...regresamos al hotel y nos fuimos a cenar al Bite, mañana temprano, a eso de las 8:15 (si no hay retrasos jejeje) partiremos hacia Delhi y pasaremos el último día en India.

Un saludo!

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