24 de agosto de 2009

De palacios abandonados y “tranquilos” paseos por Orchha

Nos levantamos temprano tras una noche peleando con algún que otro bichejo que quería dormir con nosotros.
Queríamos visitar el conjunto de palacios que se encuentra pasado un puente sobre el río Betwa y decidimos hacerlo a primera hora para no pasar tanta calor ya que aquí al medio día se hace bastante insoportable el caminar por las calles.
Almorzamos en el Khrisna unas tostadas, té y zumo (140 INR) y nos fuimos caminando con la “fresca” matutina.
Llegar no tiene pérdida, seguimos por Tikamgarth (la calle principal) y giramos para cruzar el puente de piedra con unas vistas muy bonitas del río.
En la entrada ya habían tres o cuatro hindús que nos comentaron que la entrada costaba 250 INR (por la cámara 25 más) por persona y que nos servía para visitar todos los sitios de Orchha.
Pagamos y atravesamos una gran entrada de piedra que nos dejó en un patio desde donde giramos a la derecha para entrar en el primer de los palacios, el Raj Mahal. El sitio estaba completamente vacío y el lugar parece como abandonado, dándole un aspecto de misterio muy interesante...según la guía el conserje del lugar nos podía enseñar unas pinturas que se conservan muy bien y en donde todo el pelotón de Dioses (Rama, Krisna, etc) salen cazando, bailando, etc. El buen hombre apareció por entre las columnas (nos pegó un buen susto el jodío) y nos abrió las habitaciones con las pinturas, además nos enseñó las habitaciones reales con un sistema de aire acondicionado muy curioso (aberturas en la pared que hacen correr el aire, y realmente se estaba fresco), lavabos y una cobra que tenían allí como quien tiene un gato o un perro...
Nos fuimos al siguiente palacio, el Raj Praveen Mahal, muy bonito y con un aire de medievo islámico más remarcado que el anterior...en este nos perdimos por las estancias superiores con unas vistas de Orchha acojonantes, nos gustó mucho este sitio.
Empezaban a llegar turistas así que decidimos irnos hacia el pueblo para tomar algo fresco en una terraza y visitar el templo de Chaturbhuj (está en dirección contraria al puente de piedra)...entramos y un tipo nos comentó que nos podía enseñar unas vistas muy bonitas desde la azotea...le seguimos por unas escaleras claustrofóbicas que serpenteaban mientras nos iluminaba con una linterna hasta que salimos a la parte alta, las vistas lo merecen...una cosa que hemos observado de los jóvenes es que el móvil lo tienen pegado a las manos (bueno, en Europa también, pero aquí es bastante cañí el asunto) y siempre que tienen ocasión ponen sus cancioncillas (que nos suenan todas iguales, la verdad) a toda pastilla...este puso a Michael Jackson...joder, en el quinto pino, subidos al tejado de un templo, con un mono enorme que estaba metido en un ventanal y que no perdíamos de vista...y con Michael Jackson de fondo...this is India.
Le dimos 20 INR de propina pero no nos hizo el Billy Jean así que nos fuimos al hotel a ducharnos ya que a esa hora ya estabamos de sudor hasta las cejas.
Comimos en el Krishna, pedimos Malai Kofta y Dam Aloo Kashmiri, que consistía en un par de bolas casi como puños de puré de patatas con verduras (doradas por fuera) sumergidas en una salsa de verduras con queso y de tomate con queso también respectivamente...estaban de vicio, pedimos un par de cheese nan para dejar el plato como una patena, de postre repetimos Gulab (380 INR con black tea y cerveza, este sitio es una mina) y luego estuvimos charlando con Ravi un poco sobre el negocio..incluso sacó una pancarta que habían preparado para atraer clientela en castellano, digamos que asistimos a la “inauguración”...que consistía en sacar la pancarta entre dos y dejarla apollada en la pared, ale, inaugurao! XD.
El medio día en Orchha es así como las pelis del Oeste, no sale ni Dios de la calor que hace, así que nos fuimos a descansar un rato para por la tarde acercarnos a los cenotafios del sur del poblado.
Para llegar basta con seguir todo recto la calle Tikamgarth.
De camino se arremolinaron junto a nosotros un montón de críos que mantuvimos hasta la entrada de los templos, nos hicimos fotos, nos dijeron los nombres...qué majetes.
Ya dentro de los cenotáfios (monumentos en honor a una persona muerta) estuvimos paseando con la luz del ocaso (se ven realmente bonitos los templos a esta hora) hasta que entramos en el último y un ruido nos acojonó bastante...otro mono, cada vez nos los encontramos más grandes, este era tamaño Bud Spencer, así que nos fuimos “tranquilamente” hacia la salida.
Regresamos al pueblo, paseando por entre las calles de la parte más interior, vimos un par de complejos hoteleros de lujo (Orchha va camino de convertirse en un SPA en la India por su situación) y nos pasamos por la tienda de los pantalones hippies para darle un último precio, 400 los dos, al final aceptó y nos los quedamos.
Nos fuimos a cenar temprano ya que al día siguiente saldríamos a eso de las 6:20 de la mañana hacia la estación de Orchha para coger un tren hasta Kajuraho...visto los demás sitios decidimos cenar en el Khrisna, pero un par de snacks, refrescos y té, que no teníamos mucha hambre....joder, el snack estaba de muerte, era queso recubierto como de un rebozado de color rojo que estaba de vicio...80 INR la cena.
Por cierto, el ataque de bichos a última hora del día se evita bien si de entre las 19-20:30 estás a cubierto, luego ya no se hacen tan pesados y tan sólo queda un magnífico crujir mientras caminas.

Un saludo!.

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