8 de septiembre de 2015

Tomorrowland

El director de Ratatouille o  Los Increíbles, Brad Bird, prueba esta vez con el género de cine de aventuras en su vertiente más cifi.

Frank Walker es un joven e inquieto inventor que un buen día se topa de bruces con una ciudad escondida a los ojos de los mortales en la que disponen de tecnologías muy avanzadas.


Enfocada como cine familiar, Tomorrowland destila cierto aire clásico, de aventura, acompasando la acción con esas notas familiares que enfatizan el momento frenético y que nos llevan de una escena a otra con mucho ritmo, nos presenta la historia a modo de prólogo y más tarde desarrolla el contenido de forma más contemporánea.

En términos generales la cinta cumple a la perfección su cometido, incluso tiene cierto aire de misterio que seduce al espectador para ir conociendo poco a poco ese enigmático lugar y los sucesos acontecidos en el pasado que provocan esa relación entre Clooney y Cassidy.
Relación que por cierto funciona más que bien en pantalla y que se asocia muy bien con Britt Robertson para formar un trío protagonista con el suficiente gancho como para conseguir que en su parte final enfaticemos lo suficiente como para sentirnos partícipes del desenlace.

Como punto negativo quizás podríamos decir que le falta esa estocada en determinados momentos para dejar un sabor de boca quizás algo más épico, pero dado el público al que va enfocado el producto es comprensible.
A pesar de todo, tiene algunos momentazos bastante burros y rodados con muy buen pulso en el que la acción se desarrolla de forma muy espectacular.

Una cinta de aventuras divertida, con ritmo y bien acabada que parece haber pasado sin pena ni gloria por los cines, cosa no muy entendible, quizás la campaña de marketing o la época del estreno no fueron acertadas.

Un saludo.

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