7 de octubre de 2013

Gravity

Y Alfonso Cuarón tocó el cielo.

Este tipo ya apuntaba maneras, incluso me demostró que Harry Potter tenía un problema conmigo y no yo con él con la, para mí, mejor película que pudieron hacer sobre el mago de Hogwarts. Pero es que la cosa no quedó ahí ya, en Children of Men la cosa hacía vislumbrar que el director mexicano se postulaba como uno de los nombres a seguir en un futuro cercano, pero no imaginé que fuera a regalarnos esta maravilla titulada de forma tajante Gravity.


Tras sufrir un accidente mientras un grupo de astronautas reparaban el Hubble, los supervivientes tendrán que ingeniárselas para regresar a casa.

Pero qué cosa más simple parece la sinopsis, pues bien, lógicamente si quieres que el público se mantenga pegado a la pantalla durante noventa y pico minutos, debes ofrecer alguna cosa más, algo espectacular, palomitero, profundo....Cuarón decidió ofrecer un entretenimiento de una factura técnica apabullante, con todo lujo de detalles, cuidados al máximo pero sin olvidar que esto es un entretenimiento, pero en lugar de disfrazarlo a golpe de efectos especiales, explosiones y diálogos molones con la bandera estadounidense de fondo, decidió regalarnos un parto en el espacio.

Porque Gravity es asfixiante, es demoledoramente humana, dura, un camino que sus personajes deben recorrer si quieren llegar a ver de nuevo esas puestas de sol, el cian de los cielos y a sufrir la vida en general, pues esto también nos hace humanos. Durante el trayecto se sufre, se llega al límite, podemos marearnos pero sin dejar de admirar esa maravilla que es nuestra casa, La Tierra, de fondo con colores imposibles mientras anochece y de soslayo vislumbramos la aurora boreal, pero estamos tan sumergidos en el horror del espacio infinito que tampoco podemos dejar de pensar en el siguiente paso.


Todo eso y más es Gravity, una paliza directa a nuestros sentidos, con una música que en ocasiones sonará seca, con acordes lastimeros pero que cuando toque poner la carne en el asador atronará y dejará pulverizados nuestros sentidos, sobretodo en su parte final, un final que sinceramente dan ganas de levantarse, aplaudir, llorar...en una oda al cine de ciencia ficción como lo fue en su día 2001, de la que bebe en más de una ocasión.

Pros: Todo el conjunto sensorial, la ambientación, la música, la factura, el fondo...
Contras: Imagino que no se conecte o se vea el mensaje, que se espere otra cosa...vete tú a saber.

Un saludo.

2 comentarios:

  1. Creo que la veré en 3D...que dicen que las exprime a la perfección.

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    1. Yo creo que voy a repetir. Huyo como de la peste del "esta sí que es para ver en 3D", pero me da que sí, que esta sí merece la pena.

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