23 de septiembre de 2013

Searching for Sugar Man

Caprichos del destino, así se podría resumir el documental de Malik Bendjelloul en el que se nos cuenta la historia de la búsqueda de un cantautor descubierto en los años 60 en Detroit, Estados Unidos y del que su país relegó al ostracismo mientras en la otra punta del mundo, se convertía en todo un ídolo de masas sin saberlo.


Como si de un drama se tratase, Bendjelloul introduce poco a poco la sombra de un personaje, construye a golpe de sus melodías lo que parece algo incomprensible, que un tipo de la talla de Dylan (e incluso se comenta que sus letras eran mucho más afiladas) pase totalmente desapercibido en su país natal mientras en África, gracias al boca a boca, su disco se convierte en todo un abanderado del Apartheid, gracias a que allí la gente probablemente leyó un mensaje que necesitaban en ese momento de sus vidas. Inevitablemente, el movimiento lo convirtió en leyenda.

Una fotografía fantástica, unas canciones que sirven (por lo menos en mi caso) para descubrir un autor interesante, y una historia que engancha y que nos mantiene en todo momento con ganas de saber, entre datos históricos, cómo acaba la odisea.


El único pero que le encuentro a Searching es que hay alguna incongruencia que podría enviar al traste la veracidad de alguna parte de la historia. Esto ocurre casi en su final, donde la figura del personaje se engrandece por una serie de circunstancias pero que queda empañada por algunos datos que no se corresponden con la realidad. Sin ánimo de destripar nada, tan sólo diré que el asunto gira en torno a Australia, con eso basta para que nos chirríe algunos datos obviados o relegados a un segundo plano, a pesar de su importancia.

Pero salvo este detalle, si lo miramos como una peli-documental, el resultado sigue siendo maravilloso y no se desvirtúa demasiado la idea original, una historia bonita, necesaria y que hace que entendamos la delgada línea que separa en ocasiones lo que entendemos por arte en función del momento, el lugar y la necesidad.

Pros: La construcción del personaje, su historia y por supuesto la música.
Contras: Queda alguna duda de la veracidad de ciertos acontecimientos o de la transparencia de los mismos.

Un saludo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario