4 de noviembre de 2011

Melancolía for SNES

Voy a marcarme un remember jueguil del bueno de hace muchos años, a ver lo que recupero de aquellos días...

No recuerdo exactamente el año...1992? 1993? Bueno, el caso era que por aquél entonces las preocupaciones eran otras bien distintas y la era de las videoconsolas pegaba fuerte desde hacía algún tiempo, era un mercado quizás "dormido" en nuestro país, pero que poco a poco se vislumbraba como algo muy potente en un futuro.
Yo por entonces tenía mi fiel Spectrum, algo agónico ya y del que recuperaré algún remembering más adelante, y una Master System 2 producto del bollo, nunca mejor dicho, pues me tocó en un concurso del Bollycao.

Pero el anhelo por entonces venía de un bicho que allá por 1992 vio la luz en nuestro país y que se llamaba Súper Nintendo, arropada por una campaña de publicidad que te convertía en yonki nintendero de inmediato a lo poco que te gustasen los videojuegos o fueses un pro Sega, rival directa y cuya competencia se convirtió en guerra entre usuarios, más o menos lo que pasa hoy entre Sony, Microsoft y la propia Nintendo.


LA caja.

Malditos vídeos en VHS que regalaba la Hobby Consolas en los que te ponían los dientes largos con títulos como F-Zero, algo nunca visto hasta entonces, con Castlevania y con un título que sirvió de lanzadera total para que millones de personas se lanzaran a por ella, Street Fighter II.

 Creo que puse esta cinta...muchas veces.

A mi como cualquier otro hijo de vecino el juego de Ryu y compañía me encantaba, y me dejaba los buenos 5 duros echando alguna partidilla e incluso deduciendo el nivel de dificultad de la máquina, viendo viable el jugar o no. Cosas de críos.

A todo ello se sumó que estábamos en plena edad dorada de Dragon Ball en nuestro país, y para más inri, recuerdo una tienda de videojuegos (bueno, ahí vendían de todo) que caía en mitad del camino hacia la escuela y que mostraba en sus vitrinas un cartucho pinchado en una SNES mediante un adaptador de cartuchos de importación (porque los juegos no eran discos, eran como cargadores de AK-47), el título rezaba Dragon Ball Z y tardaría unos años en llegar a nuestro país....era una tortura infinita pasar por allí y ver el opening del maldito videojuego.


Así que no sé cómo...ah, si, fue aprobando octavo de EGB, me cayó un "regalillo" en forma de consola pelá y que costó la friolera creo recordar de casi 20.000 pesetas. Amén de que tuve que renunciar al viaje de fin de curso, trabajar extra y fregar platos hasta la eternidad (bueno, diría que para noviembre bajé el ritmo a lo exigible legalmente)...fíjate tú, yo renunciando a un viaje...era a un puto hotel cerca de Andorra creo, yo voté Mallorca y los muy pepinos se fueron a un puto hotel?! Luego me vengué y me piré a un par de sitios y llegué hasta donde...bueno, da igual, que me desvío.

Durante los primeros meses viví del lúgubre mundo de los alquileres, aquellos en los que el frío lunes debías devolver el juego aun no habiéndomelo pasado (rara vez, porque me ponía en modo berserker cuando me liberaban mis obligaciones de crío y me fundía lo infundible), hasta que pude comenzar a currar de repartidor y así pude ir ahorrando algunos dineros para finalmente poder adquirir algún título. Por fortuna acabar octavo parecía significar poder trabajar fuera del ámbito familiar o de tu barrio, con el consiguiente desligamiento del cobras lo que a mi me parece...para cobrar una puta mierda.

Pude incluso alquilar aquél Dragon Ball Z que prácticamente se deshacía en tus manos del desgaste que llevaba el pobre (las últimas veces lo pinché directamente en la consola y funcionaba sin adaptador!). Ver danzar a Goku y Satanás en pantalla era lo más, esa combinación de botones, carga de energía y lanzar el puto Kame....FuuuaaAAAA!!!
 
Mis buenos duros me dejé en la recreativa de las Turtles con los amiguetes...ahora lo podía tener en casa!

Así que poco a poco llegaron títulos como Mario Kart, otra cosa no vista hasta entonces, adictiva hasta el infinito y que hoy en día todavía veo colear en Wiis en las que uno emula a un Jedi...qué cosas...yo solía decir que el cable se quedaba corto y que se podía aprovechar el movimiento cinético (bueno, cinético no entraba en mi vocabulario entonces) para dirigir el auto. Coño, podía haberme forrado llamando a Miyamoto de no haber gastado el tiempo en videojuegos y peliculillas.

La consola era un puto prodigio y cada vez se presentaban títulos con mayor calidad para satisfacer a un mercado que exigía mejoras y sorprenderse con las nuevas creaciones.
Uno no creo que fuera muy consciente entonces (o quizás si), pero títulos como Castlevania IV que tenía una banda sonora simplemente espectacular, y que incluso actualmente suena mediante un desbloqueable en el pro evolution, resulta que fueron toda una revolución.  Llegaron títulos como el mencionado Street Fighter II y sus 16 megas, creo que lanzado en navidades y que generó una avalancha de compras en la que sólo faltaban alunizajes en las tiendas para llevárselo. Recuerdo que la busca y captura de amigos que tuviesen el maldito título se pagaba cara, incluso habían algunos que guardaban silencio, pero eran descubiertos más tarde o temprano, por las ojeras, y porque eran críos, y tarde o temprano debían fardar del asunto.

Siguieron Master Pieces tales como Zelda:  A link to the Past, primer acercamiento al RPG (juego de rol) que dominaría con fuerza en el futuro y que se convertiría junto a los de temática lucha en verdaderos tops del catálogo, algo así como pasó con los FPS (juego de pegar tiros en los que sólo se ve el arma) tipo Wolfenstein o Doom...o la evolución de juegos de estrategia a lo Warcraft...


Zelda marcó un hito, era largo de cojones, tenía una factura impecable y encima nos mostró que era posible mostrar un argumento sólido dentro del mundo de los videojuegos, más allá de pasar fases.

Así que no era raro ver como poco a poco se inundaban las tiendas de títulos RPG del país del Sol Naciente, al que mirábamos con ojos de deseo (qué coño, con una envidia que ni te cuento) absoluto a través de las cuatro o cinco páginas mensuales que nos llegaban en la prensa especializada y que servían para entender que los nipones nos llevaban no años, décadas de adelanto, llegará esto algún día? Cómo cojones lo consigo? Dónde estaba Amazon?

Poco a poco fuimos disfrutando de títulos punteros, como aquél Starwing que utilizaba el chip súper FX, y que mostraba gráficos poligonales en movimiento, otra cosa tipo "lo nunca visto" (se entiende la revolución que causó la consola de marras?) y que recuerdo como de las experiencias más tremendas, sobre todo con aquél final que tras batallar con un un enemigo imposible terminabas la historia con alguna baja entre tus compañeros, con un ala medio partida y volando hacia el horizonte, los pelos como escarpias del momentazo, dolores en los dedos de las manos, pero Mission Accomplissed!


El todopoderoso Starwing y su chip Súper FX. Arrodillaos.
El mercado de Sant Antoni en Barcelona se convertía en lugar de peregrinaje muchos domingos, íbamos con los colegas a ver qué se podía conseguir, cambiar y a ojear títulos de importación. De allí conseguí títulos como Zelda, Castlevania (lo acabé comprando, era demasiado bueno), Secret of Mana, Starwing, Flashback, Ranma o incluso el Dragon Ball, que finalmente llegó a nuestros lares.
Los precios oscilaban entre las 8000 y 12000 pelas los nuevos, pero buscando y cambiando podías conseguir por entre 2000-6000 algunos.

Mi relación "física" con Snes finalizó allá por el 95-6, ya que la acuciante necesidad de música, cine y juergas copaban cada vez más mi espacio ocioso junto al creciente uso de los compatibles, así que mi querida Snes se convirtió en una guitarra eléctrica y amplificador, que me facilitaron tardes delante del balcón, pitillo en boca y rasgado de acordes lastimeros para escarnio de mis vecinos..."ya está el puto melenas tocando el Follow the Sign"...o intentándolo, supongo pensarían...


La SNES versión yanki, por una vez disfrutamos de la versión guapa en nuestro país.

Y pasó el tiempo...llegaron los emuladores en PC, que me permitieron recuperar títulos impensables por aquellos tiempos, como Chrono Trigger, quizás el top de Snes en cuanto a RPGs y que creo no llegó a tocar tierras españolas o títulos que por entonces no me llamaban pero quería recuperar.

Me salté la exitosa generación PlayStation, pero la recuperé en forma de emulación en PC con el Connectix VGS, lo que me permitió saborerar títulos como Silent Hill o Resident Evil y que se convirtieron en mi género favorito, el Survival Horror....pero eso ya es otra historia.

Títulos destacables serían;

Zelda, S. Mario World, S. Street Fighter II, Castlevania IV, Donkey Kong Country, S. Mario Kart, Secret of Mana, Starwing, Dragon Ball Z II, S. Metroid, Final Fantasy III, Uniracers, Chrono Trigger...bueno de hecho RPGs hay la vida ya que fue probablemente el género estrella, con Secret of Evermore, Terranigma, Ilusion of Time...y hablando de deportivos, un tal International Superstar Soccer, que degeneró en lo que hoy se conoce como Pro Evolution Soccer.
Y me dejo muchos, el catálogo es enorme...


Evidentemente, para el que quiera recuperar algo de esa época, todo tiempo pasado fue mejor, o eso dicen, pero está claro que hay que hacerlo desde el contexto histórico que tocaba, con gráficos que han sido superados ampliamente por cualquier teléfono móvil, juegos que ocupan unos pocos megas en su mayoría y que pueden ser conseguidos ahora en su totalidad del catálogo mediante la emulación en cualquier pc o consola modificada, incluso traducidos por grupos de fans....ya sólo nos queda recordar esos momentos en los que clavábamos el juego en el circuito (porque había que apretar como si acoplases un módulo de RAM), encendías el bicho, cogíamos el mando y disfrutábamos como locos con aquellos monigotes pixelados.

Recordad, no obstante, que a la Luna se llegó con algo muy inferior a una Master System.

 
Súper Castlevania IV OST. Una maravilla.



Un saludo!

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