28 de noviembre de 2011

Melancholia

Lars Von Trier pertenece a ese conjunto de cineastas que intentan hacer algo fuera de lo común con sus trabajos para distanciarse de cualquier tipo de etiqueta....no sé a ciencia cierta qué es lo que le pasa por la cabeza a este personaje, pero está claro que, visto su movimiento Dogma, su intención es la de que jamás se le relacione con cine comercial o pueril.

 Solo hay que ver Dogville para entender de que pie cojea este hombre, obra que por cierto a mi en su día no me disgustó.

Con Melancolía, cinta que ya sonó hace unos meses debido a las palabras que soltó el pájaro en una rueda de prensa comentando que "entendía a Hitler", es curioso, pero se vuelca en algo que, aunque él no reconozca, puede incluso rozar la cinta "normal" o enfocada más comercialmente, con momentos de drama puros en los que no hay más doble sentido que el que se ve en pantalla.

Melancolía nos cuenta la historia de Justin, una "aparentemente" exitosa publicista interpretada por Kirsten Dunst, la novia de Spiderman, que celebra su boda rodeada de amigos y familiares. Pasada la celebración, el planeta Melancolía parece aproximarse a la Tierra con amenaza de impacto y la consiguiente destrucción de la humanidad. Toma ya.


Algunos dirán, qué cojones pinta la boda? más cuando ocupa la mitad de la cinta. Pues bien, sirve básicamente para preparar a los personajes y al espectador para su segunda parte. Y este es, para mi, el mayor error de la cinta, y es que puede resultar demasiado forzada con su mensaje debido a la utilización porque-a-mi-me-conviene-que-así-sea-ahora de sus personajes y situaciones.

Su primera parte sitúa a una serie de personajes alrededor de la protagonista para que esta se vaya hundiendo poco a poco en una depresión. Evidentemente estos personajes son a cada cual más falsos, hipócritas y tristes. Añade un planeta que se acerca (si entramos en temas físicos ni te cuento lo que podríamos sacar de todo esto) y ya tenemos el caldo perfecto para que la prota se luzca con aspecto de zombi durante el resto de metraje.
La dualidad entre las dos hermanas en su segunda parte no hace sino potenciar un mensaje que acaba por ser cansino e incluso, absurdo, a pesar de que Charlote resulta como personaje muchísimo mejor que el de Dunst, más completo y firme.


Que no se malinterprete mi mensaje, evidentemente su historia es totalmente posible a nivel emocional (otra cosa está por ver como se reaccionaría ante una amenza de tal calibre), y por familias raras será, pero el tufillo a elementos puestos con calzador sobre la pantalla se hace constante, y a mi personalmente me provocó un poco de desconexión con la historia, creo que se puede presentar de forma más elegante para el espectador.
Tiene cosas rescatables e incluso alguna fotografía "de cuadro" que es bastante resultona, aunque como casi todo, incrustado de forma muy artificial. Su prólogo, a pesar de ser bonito, te destripa practicamente toda la cinta, y encima en cámara lenta.

Opinión partida con esta obra de Trier, si me tengo que decidir, no obstante, diría que es fallida.

PD: No podía dejar esta entrada sin el mejor homenaje a su director, disfruten;

 
Un saludo!

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