1 de noviembre de 2010

Origen

Christopher Nolan lleva tiempo en el club de directores que sacuden la industria cada vez que presentan un trabajo. En su día ya sorprendió de su capacidad con Memento y con el Caballero Oscuro simplemente lo bordó.

Ahora le toca el turno a una cinta de ciencia-ficción con toques de thriller, interpretada por un Leonardo Di Caprio que se consagra otra vez más como lo que es en mi opinión, uno de los grandes actores de nuestra época, a pesar de que en esta no brille tanto como en Shutter, Gangs o Infiltrados, probablemente porque su historia personal no tenga tanta fuerza y se acerque demasiado a ciertos clichés algo vistos...lo acompañan algunos actores fetiché para Nolan como son Cillian Murphy o Michael Caine.

Origen nos sitúa en un mundo actual en el que el espionaje a llegado a mezclarse con el robo de información a través del subconsciente. Cobb es un ladrón muy experimentado en este "arte" y que, junto a un grupo de camaradas, se venden a las grandes corporaciones para sacarles información o incluso "poner" ideas en la mente de la gente para así poder cambiar el devenir de los acontecimientos.


La cinta arranca de forma frenética y no nos da casi respiro en sus casi 3 horas de duración. Como ya pasaba con las de Batman, Nolan hace un uso excepcional de la banda sonora (compuesta por Hans Zimmer de nuevo) para acompañar las escenas de un clímax continuo, casi asfixiante (aunque en esta llega a saturar en alguna escena), con giros rápidos cada dos por tres y con una exploración de la mente humana que puede dejar un poco noqueado durante el principio del film...y bueno, posiblemente durante toda la cinta.

Y es que, a pesar de que Origen es tremenda en casi todos sus aspectos técnicos, existen algunas fisuras en este trabajo. A mi por ejemplo me ha resultado en ocasiones demasiado embarullada y redundante, y algunas escenas (como la de la nieve) no me ha acabado de parecer redonda, a pesar del marco de la banda sonora, es en esta escena sobre todo donde se pretende más de lo que se muestra, o quizás no hay más que mostrar y su duración se convierte en el problema.

En cualquier caso, es una cinta que tengo ganas de volver a ver en un futuro próximo, para jugar con esa ventaja que te da el saber ciertos aspectos y que me dejará disfrutar de otros detalles que se me puedan haber escapado por la insistente necesidad de mantenerte atento a la trama para no perderte entre tanto subconsciente.

Un saludo!.

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