2 de mayo de 2007

Sunshine

Danny Boyle, director de, entre otras, Trainspoting y 28 días después, se mete de lleno en el género de la ciencia-ficció con una cinta que nos cuenta el final de nuestro astro rey, el Sol, y de una tripulación que intentará reanimarlo para que no se extinga la humanidad.


Reconozco que el género CIFI me encanta, quizás sea mi género favorito dentro del mundo del cine, y cada vez que aparece un título que aparenta cierta calidad lo persigo, pero es un género que puede darnos lo mejor pero también puede dejar nuestras espectativas por los suelos, y esto último es lo que suele pasar en la mayoría de los casos.

Pero con Sunshine, por lo menos para mí, no ha pasado.
Para empezar la cinta posee un acabado visual precioso, tenemos unas vistas del Universo grandiosas, envueltas en una banda sonora que te deja literalmente flotando, realmente es como si estuvieramos en el espacio viendo pasar a Mercurio (una escena preciosa), sin dejar de lado los planos de la nave Icarus y su impresionante escudo, unos primeros planos de los protagonistas que inundan toda la pantalla (con una vista desde las córneas de los protagonistas muy resultona) y, conforme avanzan hacia el Sol, todo se va volviendo distorsionado, imprevisible, tal y como explica Cillian Murphy cuando le preguntan por la viabilidad de la misión.
Mención especial también a los efectos de sonido, abrumadores.


En claro homenaje a cintas como Alien, 2001, Horizonte Final, etc. vemos durante el viaje infinidad de detalles que nos recuerdan a estos clásicos (a mi personalmente Horizonte Final me parece una excelente cinta), sobre todo a 2001 en cuanto a algún que otro aspecto visual, pero el ritmo está acelerado en gran medida, no os asustéis la parte de los anti-2001.

Y como puntos negativos de la cinta, que los tiene, evidentemente, tenemos quizás ciertos tópicos en este tipo de cintas, fáciles de identificar para el seguidor del género, aunque, enfocados esta vez de una manera inteligente, con cierto fondo psicológico y que hace que no lo tengamos "demasiado" en cuenta.
Suerte del enfoque que reciben los protagonistas, sencillos en su puesta en escena pero a su vez muy bien desarrollados y que consigue que el espectador asienta ante la forma de reaccionar que tienen en las situaciones que se les plantean.
Otro punto negativo es quizás un arma de doble filo, ya que en su recta final, el director invita al género del "terror", regalándonos ciertos momentos de angustia pero que quizás no siguen la tónica que parecía llevar la cinta, descoloca un poco, pero gracias de nuevo a un aspecto visual muy original en esta parte, también consigue que lo aceptemos. Esto último ya le pasó en "La playa", donde en su parte final también veíamos cierta ida de olla que empañaba el resultado global.

La cinta ha provocado también cierta controversia en cuando a la veracidad de su guión, ya que de primeras, decir que en el 2050 el Sol se apagará como que se aleja un poco de las cuentas que tenemos.
Según alguna entrevista publicada, al parecer la explicación la podríamos tener en un fenómeno del Universo llamado Q-Ball, una especie de aglomeración de partículas (quarks, neutrinos...) que se aloja en el corazón de una estrella y que literalmente "se come" a la estrella, claro que esto no se explica en la cinta, así que queda un poco en el aire o en el interés que tenga el espectador de empaparse del tema.

Un saludo!.

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