23 de diciembre de 2013

50/50

50/50 pertenece a esa especie de comedia dramática  a la que no le importa acercarse a temas escabrosos para reírse en ocasiones de ellos y presentar esa naturaleza tan frágil del ser humano, capaz de la insensibilidad más flagrante o de la más profunda de las amistades.

Adam es un tipo cualquiera, de vida muy sana, educado, tremendamente cívico y al que un buen día se le diagnostica un cáncer de los agresivos, huelga decir que a partir de ahí su vida dará un "pequeño" giro.

Una historia de estas características puede funcionar perfectamente en cualquier sobremesa con los cuatro elementos típicos de este tipo de productos, así que lo que se espera es que los personajes tengan el suficiente calado como para llamar la atención, que la propia historia transmita cierto brillo que la haga diferente al resto y si le añades algún toque personal la cosa puede convencer, y en mi opinión, Jonathan Levine lo consigue.


Tanto Adam como Kyle forman una pareja convincente, así Joseph Gordon-Levitt lleva la batuta del drama y esa evolución que tanto suele gustar de ver en pantalla como si de un Walter White se tratase (pero sin llegar a tanto, no nos engañemos), mientras que Seth Rogen añade ese punto canalla, de colega insensible, de sobrino del Nota (sin llegar tampoco a esos niveles de brillantez absoluta).
A su universo se le unen las chicas y la familia del prota, para conformar un elenco sólido y que sabe balancear perfectamente bien las situaciones para hacernos soltar alguna sonrisa, para hacernos llorar cuando procede y para en definitiva dejar un buen sabor de boca al finalizar sin recurrir ni a excesivos dramas ni a excesiva comedia.


Y es que el equilibrio de la cinta es uno de los puntos fuertes, alejándose del típico dramón en el que una vez que comienza la tragedia para el protagonista se ve abocado a despidos, problemas de seguros médicos y blablabla...nada de eso aparece en 50/50, centrándose de esta forma en los personajes, en unas relaciones particulares y dejando los momentos John Q para el bueno de Denzel.

Pros: Equilibrada, divertida, ácida y humana. Ah, y la banda sonora está muy bien.
Contras: Quizás, por decir algo, no destaca demasiado en cuanto a aspectos técnicos como la fotografía, pero tampoco creo que le sea muy necesario. Y ciertos clichés, que como no tengas el día magnánimo igual hacen que desconectes un poco y no funcione contigo "la magia".

Un saludo.


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