10 de junio de 2013

Los Idus de Marzo

George Clooney vuelve a dirigir un drama con tintes políticos en el que nos situa en plenas elecciones primarias del partido Demócrata en el estado de Ohio. Unas elecciones que probablemente catapulten a su ganador hacia la presidencia del Gobierno.

Steve y Paul son dos asesores de uno de los candidatos con perfiles muy diferenciados, el primero es joven, brillante y prometedor y el segundo añade la experiencia "jurásica" de la profesión. Para llevar tal peso, Clooney ha recurrido a un Ryan Gosling soberbio y a un Phillip Seymour Hoffman que vuelve a ser todo un seguro para este tipo de papeles.


Los Idus nos introducirán en ese mundillo del asesoramiento presidencial, con sus tramas, picarescas y diálogos fugaces y al vuelo, algo que cada vez parece ser más la regla en este tipo de cine, aunque me ponga a veces un poco de los putos nervios.
Pero esta vez el resultado es más que satisfactorio a pesar de sus pequeños detalles que no me han acabado de convencer. Uno de ellos es cierta incongruencia con el personaje formado por Gosling, no por su actuación, sino más bien por el extraño dibujo sobre su papel realizado llegados a cierto punto de la historia, lo peor de todo es que es el detonante para que la trama finalice.
El otro es cierto suceso demasiado obvio e ideado para terminar de formar una historia demasiado preconcebida y que deja poco juego para la sorpresa.

Pero no me malinterpreten, la cinta no se saca de la manga ningún truco difícil de creer, al contrario, todo lo que sucede es totalmente plausible, el problema es que los recursos no me parecen demasiado brillantes e incluso si se está un poco alerta e intentamos adelantarnos un poco a lo que pueden provocar determinadas acciones, resultan hasta bastante predecibles, con lo que tampoco sorprende ni ofrece nada rompedor.

Así que tan sólo nos queda disfrutar de un título entretenido, bien realizado y con ese viaje desde la más inocente incredulidad (aunque parezca mentira) hasta que el cuerpo y el alma se corrompen al conocer la verdadera naturaleza del ser humano, de nuevo.

Un saludo!


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