1 de enero de 2015

Estambul - Parte II

Segunda y parte final de esta mini guía, que no pretende retratar los 5 días al detalle ya que pueden preguntar pormenores cuando quieran aquí mismo, en las redes sociales o cuando nos veamos.

Resumiendo un poco, es aconsejable tener en cuenta un poco la previsión del tiempo ya que en función de esto se aconseja visitas más de interiores o exteriores.
Parece una obviedad, pero en Estambul cobra protagonismo porque es indispensable tener cierta condición climatológica para disfrutar al máximo algunos paisajes, como por ejemplo las vistas desde Uskudar, barrio asiático que queda al este del mapa y al que se llega en ferry desde Eminonu;



Este barrio tiene un mercado interesante con pescado fresco muy cerca de la parada de los ferrys, una mezquita islámica y un paseo por el puerto que es la delicia del turista que puede sentarse en unos bancos con cojines mientras se toma un té, come pipas y pistachos (todo el mundo come frutos secos a saco) y si es sobre las 16h (invierno) mejor, pues si el día es claro o con pocas nubes la puesta de sol puede ser de infarto con la Madien's Tower de frente y el "skyline" de Sultanahmet al fondo.

Los cruceros por el Bósforo también son aconsejables realizarlos en la puesta de sol, el espectáculo es acojonante, todo se vuelve dorado e infinidad de gaviotas buscando el pan que los turistas les lanzan desde el ferry. Se realizan cruceros de distinta duración pero a nosotros nos aconsejaron uno de la compañía Turyol y la verdad es que fue bueno, bonito y barato. Dos horas en total, saliendo a las 16h y pillando tanto la puesta de sol como el iluminado nocturno de la ciudad, un espectáculo digno de ver bajo los puentes iluminados del Bósforo. De friki.




Una vez sabido esto del tiempo, existen bastantes museos y palacios que visitar, como el de Topkapi, al lado de Santa Sofía. Una enormidad que se lleva 3 o 4 horas tranquilamente pero que es digno de ver, aunque personalmente disfruté algo más el de Dolmabahce, cerca de Besiktas, lástima que la visita sea tan corta, pero el interior es muy muy impresionante. Huelga decir de la cantidad de mezquitas, baños turcos para el que se anime, espectáculos de danza....

Dicho esto, nuestras rutas siguientes pasaron por recorrernos los distintos distritos como el que va de la plaza Taksim hasta la torre de Galata, muy visible desde cualquier punto de Eminonu o zona elevada. Este lugar resulta muy europeo, con mucha tienda y una avenida que es recorrida por un tranvía de época en uso que remolca otro vagón en que en su interior (promocionados por una tienda de ropa) un grupo canta canciones para gozo del turista, por lo menos en navidades imagino...bailamos un poco, todo hay que decirlo.
Ese recorrido ciertamente no dista demasiado de cualquier Puerta del Ángel, pero por sus calles se pueden encontrar cafeterías y garitos que merecen la pena.

Otra opción muy recomendable resultó ser la zona de Fener y Balat, se ve en el mapa de la primera parte de la guía en la parte norte. Son un par de barrios a los que se llega mediante bus (o taxi) desde Eminonu, concretamente desde la salida número 6.
Estos barrios son un conjunto de calles adoquinadas, con infinidad de casas de colores, cruces imposibles, alguna cuesta, ropa tendida entre edificios, cafeterías con postres muy llamativos, unas vistas sobre el Cuerno de Oro muy guapas, niños jugando por las calles...muy auténtico.
Además, caminando llegamos hasta la mezquita de Suleymaniye, que ya habíamos visitado pero que nos llamó la atención la parte "trasera" de la misma, que daba a un barrio que parecía un gueto de Varsovia. Ese día que lo vimos no pudimos pararnos a verlo con detenimiento, pero el día dedicado a Fener y Balat sí, y la verdad es que es un mundo aparte de otras zonas, con casas semi derruidas, algunas quemadas, calles sin asfaltar....a tope, lo que a mí me mola.

En cuanto a las comidas, estuvimos en lugares muy recomendables como Imbat, un sitio al que se llega desde la entrada de un hotel y en el que hay que subir por un ascensor ya que el restaurante está en la parte alta desde el que se tienen unas vistas bonitas (que no espectaculares) de la ciudad.
Otro sitio fue el número 1 que vimos de Tripadvisor de Estambul y que teníamos bastante cerca de la zona del hotel, el Old Otoman, el cual se llega desde la calle de la Basilica Cistern (muy cerca, pegado, está el Medusa, otro sitio recomendable a pesar de la pinta de ser muy turístico), hay que seguir caminando en linea recta hasta que se llega a un cruce, seguir pegados a la derecha y se verá un cutre cartel (es que es difícil de ver). El sitio no llama la atención, pero la cocina es cojonuda, tienen buena variedad de vinos y te cocinan una variedad de kebab dentro de una suerte de ánfora sobre brasas que rompen delante tuyo. Ese plato para dos es más que suficiente, y los precios están muy bien. Ojo, que lo hacen a lo auténtico y el Kebab pica, si no se quiere "spicy" hay que decirlo.
Otro lugar es el Hamdi, cerca de Eminonu, se encuentra fácil porque es todo un edificio con cristaleras que ofrece unas vistas inmejorables, aunque conviene reservar (con vistas).

El precio medio de estos sitios al cambio es de poco más de 15-20 euros por persona, en función de lo que pidas, nosotros por ejemplo pedimos muchas veces cerveza para antes de los platos y es bastante cara en general. Ojo con el alcohol, pues hay zonas en los que no sirven ni gota.
Como digo sobre los precios, mucho más de las, por ejemplo, 6 liras (ni 2 euros) que te cuesta un bocata caballa en el puente de Galata o un menú que nos zampamos en un bar de carretera (que estaba muy rico, pero que es de batalla lógicamente).

Y callejear mucho, a pesar del frío que pega una vez se pone el sol. Es un lugar para perderse, con sensación de inseguridad cero, con rincones realmente atractivos, exóticos, con una gente muy amable que incluso se ofrecían por la calle por si teníamos dudas del lugar, con una oferta gastronómica muy variada y rica. Una ciudad muy bien conectada a nivel de transportes y muy económica, adaptable a cualquier tipo de bolsillo.

Como curiosidad final, en los aeropuertos tienen unas máquinas donde es posible recargar en nuestras cuentas paypal los dineros que nos sobren, esas monedillas o suelto que no te pillan en las casas de cambio.

Un placer haber visitado un sitio así, y aunque suene a tópico, es de esos sitios a los que no importaría volver. Probablemente lo hagamos, pondremos de excusa a Capadocia para hacerlo.

Un saludo.

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