3 de diciembre de 2012

Argo

Ben Affleck vuelve a dirigir tras The Town y presenta un thriller basado en hechos reales en el que un agente de la CIA presenta un plan algo friki para sacar a 6 diplomáticos estadounidenses atrapados en la Teherán revolucionaria de finales de los 70.

La cinta resulta entretenida, interesante por momentos y además presenta de forma bastante sencilla la situación iraní que se vivía entonces para que nos metamos en situación, suframos la tensión de sus protagonistas y nos mantengamos interesados en todo momento de lo que sucederá a continuación.
No cabe duda de que Affleck ha sabido llevar con buen pulso una historia real intentando introducir elementos para que todo resulte un poco más cinematográfico.


El problema de Argo viene precisamente por algunos de esos pequeños injertos, como algún que otro drama totalmente prescindible o situaciones poco verosímiles que destilan cierto tufillo moralista y algo burdos en cuanto a presentación, dejando al espectador con la sensación de que esa escena simplemente está metida con calzador para que tengamos algún que otro momento de tensión.
Por otro lado, me parece un gran acierto la manera de retratar el mundillo hollywodiense y cómo lo integra en la trama con cierto toque humorístico gracias al buen hacer de John Goodman y Alan Arkin, además de un desenlace donde Affleck ha puesto cierta pimienta a la historia que atrapa irremediablemente.

No es que sean esos detalles comentados algo que empañe totalmente el producto, también podríamos decir que ha arriesgado añadiendo a una historia real sus propias ideas y al fin y al cabo ha salido bastante ileso, quizás incluso podríamos justificarlo dado que si profundizamos un poco sobre los sucesos que intenta retratar, pues tampoco hay mucho más donde rascar salvo que se sumerja en los conflictos políticos tan tumultuosos del lugar y de la época, pero es algo que el propio director ha confirmado que no deseaba hacer indicando que no pretendía mostrar ninguna tesis de historia.
Una lástima, porque sin perder el norte de la trama ni caer en lo inútil, introducir pequeños elementos históricos que alimenten el drama personalmente creo que sólo puede beneficiar en el resultado. Demasiado prudente quizás.

Fotografía algo simplona y unos actores que, salvo los mencionados Goodman y Arkin, resultan bastante soseras, Affleck incluído, aunque el bueno de Ben ya se sabe que interpretativamente hablando...está en ello.

Un saludo!

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