15 de marzo de 2010

Un profeta en la Celda 211

Tenía curiosidad por la cinta de Daniel Monzón y el revuelo que había generado, unos decían que era la mejor peli española en años y a otros no les parecía nada del otro jueves. Una vez vista los sentimientos son encontrados.

Celda 211 nos cuenta la historia de un funcionario que queda atrapado (por una serie de circunstancias) en mitad de un motín en una cárcel, para sobrevivir se hará pasar por un preso.

Nada más empezar ya asistimos a la primera trampa de la peli, y es que los acontecimientos que provocan que el "prota" se quede en prisión están algo cogidos con pinzas...posibles pero forzados...en fin, aceptamos barco.

Lo que ya riza el rizo son algunas situaciones algo más absurdas o cuanto menos maniqueas para que todo salga según "lo previsto".
Que cada cual acepte o no el devenir de las cosas, pero en mi opinión no me resultó creíble depende qué sucesos...puede que la cinta desprenda cierto tufillo a querer ser algo "hollywodiense" en este sentido.

En el otro lado de la cara tenemos una cinta entretenida, con bastante buen pulso y con unos presos que ponen la piel de gallina por la buena caracterización...no resultando tan bien parados actores como Antonio Resines y algún otro que hace funcionario...rozando lo ridículo...y mira que me cae bien el puto Resines, pero ni le pega para nada el papel ni lo hace bien.

Celda 211 en cualquier caso es un producto entretenido y resultón, que no es que sea la panacea del cine español pero cumple de sobras con lo que quiere mostrar y presenta la calidad suficiente como para llevarse algunos de los premios que ha recibido de forma justa.

Una semana después de esta peli me vi la de "Un profeta" de Jacques Audiard y también ambientada en el mundo carcelario (sólo me faltó ver de nuevo El Lute camina o revienta y salir a robar coches).
Quizás debería haber dejado algo de tiempo entre una y otra ya que puede resultar cansino tanto prison break, pero el caso es que me hablaban tan bien de esta cinta que no pude resistirme, y la verdad es que no defrauda.

Un profeta es más oscura que celda, entrando en comparaciones odiosas, y se nos presenta más como la evolución de un preso cualquiera desde su ingreso en prisión.


Así tenemos a Malik, un joven analfabeto (grande el inicio, donde se nos muestra la triste y limitada visión del mundo que tiene y conforme avanza irá "ampliando miras") que ingresa en prisión por presuntamente agredir a un agente de la autoridad.

Una vez dentro tendrá que abrirse paso en un sub-mundo controlado por clanes de distintas etnias.

Se puede decir que la cinta nos muestra por un lado cómo una "buena persona" puede llegar a convertirse en una máquina de delinquir "gracias" al sistema penitenciario actual. Todo envuelto en corrupción, negocios desde la sombra y la brutalidad de un mundo en el que sobrevive el más listo y fuerte.

Puede resultar algo lenta y quizás previsible, pero en cualquier caso la peli a mi me mantuvo interesado gran parte del metraje y hace que nos inquietemos con alguna escena bastante conseguida por su violencia explícita.

Un saludo!.

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