23 de marzo de 2009

Gran Torino

Walt Kowalski es un veterano de la guerra de Korea que mira al mundo con desaprovación, un mundo que ha perdido sus valores y el respeto por la vida misma.
Vive en soledad desde que su esposa pereciera, tan sólo acompañado de un perro y su Gran Torino del 72...pero todo comenzará a cambiar cuando unos inmigrantes Koreanos se mudan a la casa de al lado...

Gran Torino podría dividirse en dos partes o mundos, uno en el que vive Walt y otro en el que vive la gente del presente...mientras uno se intenta aislar del otro, poco a poco se van fundiendo hasta llegar a un clímax en el que el espectador tendrá que decidir con qué valores se queda.




















Grandísimo Clint Eastwood en un papel que en mi opinión nadie actualmente es capaz de llevar con ese pulso y presencia. Basta una mirada, un gemido (o gruñido según se mire) o simplemente una frase para comerse la pantalla y al resto de actores...
Creo que algunos actores tienen un don para la interpretación. También es verdad que ves a Eastwood y piensas en Munny de Sin Perdón o en El sargento de hierro o Franky de Million Dollar...y con esos personajes ya tiene muchísimo ganado.
Pero es que en este Gran Torino tenemos una mezcla perfecta de todos ellos, es un regalo para los que disfrutamos de este maestro del cine que con cada película consigue que nos mantengamos enganchados al asiento y no le quitemos ojo a lo que sucede en la pantalla.

La cinta tiene algunas escenas realmente acojonantes, como los distintos enfrentamientos entre Walt y algunos pandilleros, o algunos planos en la oscuridad con un juego de sombras sobre el rostro de Clint únicos...además de un humor negro bastante conseguido y que aflora más de lo que me esperaba durante el film.
Por no necesitar de recursos, ni siquiera posee una banda sonora que apoye en demasía las escenas para dotarlas de mayor vigorosidad, no, tan sólo un redoble de tambores que de vez en cuando suena y que anuncia que el "cabronazo" está en modo "berserker", increíble.
La historia, aunque simple, esconde detrás mucho mensaje y una historia sobre la reflexión ante el cambio, sobre los pasados tormentosos, sobre los nuevos valores, sobre el honor de las personas y sobre el hacia dónde vamos o hacia dónde nos queremos dirigir.

La fotografía es sencilla pero efectiva, el doblaje no tanto, a excepción de la voz de Eastwood tan característica y la duración perfecta, por todo esto y mucho más, Gran Torino es una obra maestra.

Un saludo!.

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