24 de julio de 2008

Odisea en China

Cuando pienso en China me imagino grandes extensiones, grandes ciudades, un monstruo emergente de una cultura milenaria que mira a occidente y ve el tiempo pasar desde viejas ciudades amuralladas...
Siempre me he sentido atraído por la cultura oriental, mi primera opción fue siempre viajar a Japón pero los altos precios y el miedo por la barrera idiomática hacían que me pensara dos veces el pasar por allí...

El destino quiso que me fijara en el país en donde se gestan muchas de las leyendas que durante años había leído en libros y mangas, China, por qué no?
Visitando foros, hablando con conocidos y googleando vi paisajes increíbles como las montañas de Guilín, bastas extensiones cultivadas por campesinos, mega-ciudades como Shanghai o Hong Kong, contrastes que chocan y que te dejan conmocionado.

Cómo puede vivir lo clásico y una cultura tan arraigada a sus raíces con un crecimiento desorbitado así? tenía que verlo, experimentar el detenerme en mitad de una calle en Shanghai y ver pasar a miles de personas a mi alrededor, rodeado de rascacielos mientras a dos mil kilómetros me encontraría con plantaciones de arroz y con gente que dedicaría su vida al arte de la caligrafía, tenía que experimentar ese contraste y decidimos empezar a organizar el viaje...
Tenía conocimiento de la historia de China, dividida en dinastías que han dejado su legado en manuscritos gracias a lo que hoy en día prácticamente se puede saber toda la historia del país, para llegar a la época "moderna" revolucionaria del cambio, un cambio que por desgracia cada vez parece que se come más y más de un mundo en vías de extinción...otro motivo más para realizar mi viaje en estos momentos...

La información que encontré era tan variada como me imaginaba el viaje, desde eternos viajes en tren durmiendo en literas hasta hostales para viajeros en los que dormir por 3 o 4 euros por persona, grandes ciudades llenas de vida, mercados, gente deambulando, templos imponentes y paisajes de ensueño...grandes lagos, montañas, tranquilidad a kilometros de estress...
Decidimos centrarnos primero en los vuelos y después en asegurarme un par de sitios donde dormir.
Después de mucho comparar precio, decidimos coger el vuelo en Finnair, una compañía que está bien situada en el ranking mundial de compañías aéreas (no queríamos volver a pasar lo mismo que en el viaje a Egipto) y en la que encontramos los vuelos al precio que teníamos pensado gastar 800 y pico por cabeza, con escala en Helsinki.

Continuará…

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