11 de agosto de 2014

Oculus

Oculus se suma a la nueva hornada de cintas de terror que últimamente aparecen de vez en cuando y que se posicionan como verdaderos referentes de un género tan explotado. Hablamos de las más que recomendables Insidious y Expediente Warren.

La historia trata sobre una familia cuyas vidas se truncan aparentemente por la maligna influencia de un enigmático espejo.


La elección clásica del artefacto maldito es la primera gran elección de Mike Flanagan a la hora de construir todo un rompecabezas psicológico. Lo que puede parecer un "más de lo mismo", pronto toma protagonismo y entra en simbiosis con la vida de los protagonistas, cuya profundidad se nos va mostrando poco a poco mientras todo comienza a acoplarse de camino hacia la pura locura.

Lo que en otras cintas queda reducido al típico susto, a la aparición súbita y a la muerte ridícula, aquí se toma su tiempo para mostrarnos sus cartas, construyendo como digo un universo que mezcla el terror, la sugestión, la psicología y el drama para formar una historia que puede verse desde muchos puntos de vista, desde el escéptico total hasta el mayor de los creyentes de lo paranormal.

Evidentemente este es el aspecto que la hace destacar por encima de la media, pero además va un pasito más allá y utiliza de forma cojonuda el espacio, la luz y los recursos disponibles para mantenernos con los ojos abiertos durante su poco más de hora y media de duración. Jugando con saltos temporales y acoplando historias de forma muy sutil para terminar de redondear un producto cuidado pero sin olvidar sus raíces elementales.

Precisamente en estas raíces elementales es donde encontramos quizás los puntos débiles de la cinta, hablo del manido recurso de mostrar el "aparente" ente, y es que ninguna de las mencionadas cintas anteriormente pueden lidiar con lo que supone jugar con ese tipo de terror psicológico con el que flirtean sin llegar a necesitar del monigote retorcido de dientes podridos de turno. Claro que ya se sabe que no todo el mundo puede hacer lo que hizo Kubrick en The shining, no por medios, sino por talento y coraje.
A pesar de todo, lo que muestra se hace sin excesos y consigue estremecer lo necesario aportando un punto llamativo, con lo que el mal es bastante menor si la comparamos con cintas infinitamente más tóxicas dentro del género.

Oculus es una muy recomendable cinta de terror.

Un saludo.

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