7 de mayo de 2012

Chronicle

Josh Trank debuta con una historia cifi salpicada por el drama en la que a modo de falso documental cámara en mano nos muestra la vida de tres chavales norteamericanos que un buen día se encuentran un extraño artefacto y adquieren unas capacidades extraordinarias.

Chronicle podría considerarse como la manera actual de intentar trasladar de la forma más humana posible cómo reaccionarían tres chavales con tres personalidades distintas y con los problemas que cualquier familia podría tener hoy en día ante la adquisición de poderes sobrenaturales.

Así, basa su gran fuerza en mostrar unos perfiles con sus problemas personales, sus éxitos en la escuela, sin olvidar que no dejan de ser crios, en una estupenda manera de trasladar la formación de ese némesis que crea el propio equilibrio de la vida sin darnos cuenta. Y del peligro de jugar a ser lo más parecido a un Dios.


Curiosamente, este aspecto es el que me ha hecho chirriar en alguna ocasión a pesar del hype que provoca con sus momentazos finales, y es que para su desenlace nos damos cuenta que hemos sido un poco manipulados en pos de presentar ese equilibrio de fuerzas en el que la humanidad poco tiene que hacer.
Andrew es un chaval que vive un tremendo drama personal, Matt es el bonachón del grupo y Steve es el chico famoso del insti. Blanco y en botella.

Pero el conjunto es tan cojonudo, la idea está tan bien llevada (tiene un presupuesto de tan sólo 12 kilos, 12) y encima su final tiene ciertos paralelismos con Akira que te hacen vislumbrar que es posible trasladar el monstruoso proyecto de Otomo al cine de forma digna, y, que si se toma en serio y con elegancia, el resultado puede ser demoledor.

Inevitablemente, un producto así tiene que utilizar fx (sobre todo en su parte final), este es otro aspecto que quizás se podría haber pulido algo más, ya que en mi opinión, es algo ambiciosa a la hora de trasladar en pantalla lo que se tiene en mente y probablemente por culpa del presupuesto el resultado a veces es algo cantón o desentona con algunas escenas que simplemente tienen una fuerza visual tremenda (la escena del hospital es simplemente increíble).
En cualquier caso, y pese a estos aspectos, es muy disfrutable.

Mención especial a la fotografía en algunas tomas, siempre desde la visión de una cámara, ya sea de un móvil, casera, de seguridad, de televisión...muy original el enfoque.

A veces, ciertos directores se mueven mejor cuando tienen que optimizar su presupuesto, esto probablemente les hace pensar mucho mejor qué mostrar y qué no, puede que si a este hombre le dieran 100 kilos más para el proyecto no hubiese quedado tan redonda, nunca se sabe, aunque en un futuro probablemente disponga de mucho más crédito visto la recaudación. En cualquier caso, seguiremos de cerca a Trank por si por aquellos casuales le cae algún bombazo en un futuro, o lo crea.

Muy recomendable, y temazo al cierre de M83.

Un saludo!

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