Tokyo
El vuelo salió con retraso pero por fin dejamos la maldita terminal rusa a eso de las 8 de la tarde...el desespere era ya de órdago, a última hora no sabíamos ya si cortarnos las venas o dejárnoslas largas.
En fin, el caso es que luego tuvimos un maravilloso vuelo de 9 horas y pico más con lo que decidimos que salvo urgencia extrema jamás realizaremos tal hazaña en nuestras vidas de nuevo.
A eso de las 11 de la mañana el captain anunció que llegábamos a Tokyo y treinta minutos después estábamos mirando a una mini cámara con un fondo tipo “sakura” (montañita, casita y árbol de cerezo) y poniendo los dedos para que nos tomaran las huellas (digitalmente, claro)..todo con una cordialidad y educación que roza lo absurdo.
Nada más salir por el tercer control nos fuimos directamente a cambiar la pasta y luego a canjear el Japan Rail Pass, que activaremos el lunes día 9. Allí nos atendió una gachí que parecía un robot, costaba ver expresión más anodina después de la chica rusa, pero más tarde comprenderíamos que Japan is Japan...en cualquier caso muy amable también, grado amabilidad 7/10.
Desde el aeropuerto pillamos el Skyliner Express (hay que decir Express sino te venden uno más Express todavía que vale casi el triple que este) que nos llevaría a la estación de Ueno y luego haríamos trasbordo hasta Asakusa, donde tenemos el hotel.
Aquí ya empezamos a flipar con los miles de millones y millones ;) de carteles que hay por todas partes, está indicado hasta cómo cambiarles los pañales a los niños (va en serio, hemos visto carteles ilustrativos que son mejores que los manuales de papis)...lo malo es que la mayoría sólo son garabatos para nosotros, muy bonitos, pero garabatos.
Llegó el momento de meter el ticket en la máquina para entrar en la linea de Chuo, pues bien, la máquina que “absorbe” el ticket debe de tener un condensador de fruzo o algo parecido porque yo creo que el ticket sale antes por el otro extremo de que tu llegues a meterlo...es tremendo, la primera vez no lo apreciamos tanto, pero después uno queda maravillado, tengo que conseguir pillarlo antes de que salga.
Bueno, llegamos a Ueno y ya durante la travesía pudimos ver los típicos barrios japos, las casitas, todo muy cuco...pero literalmente se nos cerraban los ojos, el cansancio del viaje fue demasiado y estábamos que lo flipábamos, pero teníamos que aguantar hasta la noche para adaptarnos al cambio horario.
Otra cosa que nos llamó la atención en las estaciones son las musiquillas que ponen al subirte o bajarte del tren, es como si te pasaras una fase del super mario o algo así, es tremendamente pegadiza y te dan ganas de sacar la nintendo y ponerte a jugar.
Llegamos a Asakusa sobre las 14h y tocaba encontrar el hotel, teníamos unas indicaciones y habíamos visto que no era muy difícil llegar, pasado un puente peatonal y todo recto...muy complicado no parece.
Y no lo fue, pero tardamos un buen rato en llegar ya que nada más salir a la calle comenzó el espectáculo freak y claro, si ves una geisha posando para unos fotógrafos, un huevo de gente haciendo fotos a no se qué edificio (enorme y con una especie de espermatozoide gigante en lo alto) y una pareja que salía de un bar (que más adelante visitaríamos) como una puta cuba pues como que es para entretenerse a hacer unas fotillos y tal...
A eso de las 15h llegamos al hotel e hicimos el checking. El hotel es una basurilla, un zulo con dos literas y aire acondicionado (por cierto, hace calor, pero no es para tanto) pero por 200e. las 5 noches tampoco vamos a pedir jacuzzi...además, está bastante cerca de la estación y bien comunicado.
Nos duchamos (duchas comunes) y decidimos no pararnos, directamente nos fuimos a visitar Asakusa para agotarnos (más si cabe) del todo.
El barrio es muy cuco, tranquilo y muy muy limpio, es difícil ver algo tirado en el suelo (alguna colilla, pero debe haber algún niponcillo que lo limpia nada más detectarlo)...las calles son de un sólo carril pero apenas transitadas, para hacerse una idea, es como ver los dibujos del Doraemon y esas típicas calles con el poste alto de electricidad, casas bajitas con su entrada y jardín y algún transeúnte de vez en cuando con su bicicleta...realmente es como estar en un jodido manga.
Nos miramos la guía y decidimos visitar un templo budista (esta zona es en la que más budismo hay) no muy lejano llamado Sensoji al que se accede por una especie de calles-mercado preciosas y con mucho ambiente. Allí venden de todo y todo tiene una pinta espectacular, en serio, dan ganas de comerse hasta el letrero....además, en la puerta de la mayoría de sitios tienen réplicas exactas de los platos, pero no réplicas cutres no, tienen más detalles que los efectos especiales del Señor de los Anillos...tremendo.
Antes de meternos en el templo decidimos ir a tomar unas cervezas al bar en donde habíamos visto salir a los borrachines, Kamiya bar. Eli tendría luego una teoría de por qué se llamaba así el bar viendo como salen los personajes del lugar.
El bareto tiene muy buen ambiente, sirven platos para comer, tapas y bebidas. Nos sentamos en una mesa después de unas veinte reverencias del metre y nos pedimos una tapilla de Chiaotzu (mini empanadillas crujientes con relleno de verduritas y picante), que estaba que te cagas y un par de cervezas (una local y otra Jukusen, una marca japo, para probarlas) para acompañar. La gente tenía una pinta de estar pillando cogorzas que era para verlo, por lo visto toleran bastante “mal” el alcohol (a pesar de darle bastante) y pillan las turcas con facilidad...en cualquier caso cuando salimos vimos a otros dos chocarse en la puerta y con otros transeúntes...madre mía.
El paseillo, a pesar del cansancio fue muy entretenido, la verdad es que la cantidad de detalles que tienen las calles, lo pulcro en las presentaciones de los sitios, con entradas con jardincillos, farolillos de piedra, enredaderas...lo hace precioso.
Luego llegamos al templo (es gratuito), al volver una esquina nos metió en los morros una pagoda enorme y una puerta Torii (puertas que separan el mundo terrenal del sagrado, traen suerte, etc.) de color rojo infierno. Todo rodeado de árboles y con mucha gente (esto es de serie aquí)...
Nos quedamos un rato mirando el lugar mientras por todos lados gente vende pastelillos, bolas de judías fritas al té verde (buenísima, de aquí yo salgo como un puto tonel), pinchos de carne con salsas teriyakis....rediós!
Cerca del templo principal había unas casetas donde podías escribir un deseo en un papelito y dejarlo colgado (había cientos, resultando una foto muy bonita), luego vimos como una cola enorme subía unas escaleras para orar, allí vimos a dos o tres vestidos con trajes típicos pegar unas voces rollo Son Goku que te helaban la piel...rezos suponemos, porque ostias no se veían.
Como los móviles los tenemos totalmente sin cobertura llamamos (todavía no hemos mirado por qué) a la family por cabina para dejar constancia de que estábamos bien. Para llamar hay que meter algo así como 03301034 y luego el número...tuvimos que hacer un máster de matemáticas para entender la cabina pero lo conseguimos.
Más rebentaos si cabe regresamos por las callejuelas hasta un garito que nos llamó la atención llamado Waentei y que tocaban música tradicional japo mientras cenas...seguro que pica pero nos hacía gracia así que abrimos la puerta corredera (una entrada con su jardín, faroles de piedra y puerta típica) y nos metimos.
Unas chicas vestidas con kimono nos hicieron unas treinta reverencias y nos dieron a escoger entre cena tradicional, en el suelo con cojincillos y mesita, muy cuco o mesa normal...evidentemente nos fuimos al suelo.
Nos trajo la carta y nos recomendó el menú Enishi dentro de la especialidad Waen Kaiseki (pescado, vamos)..un surtido de 7 platos.
Comenzó el festín de “esto qué es? Joder qué bueno que está!”, qué se yo, unas verduritas crujientes con unas angulitas muy finas marinadas con salsa agridulce...gambas en una especie de sopa dulce,...buah, todo presentado que te cagas en sus platitos típicos y una atención que no es que roce lo absurdo es que es absurdo!
En el segundo plato apareció el artista, se nos acercó, se arrodilló rollo reverencia y nos comentó que agradecía mucho que cenáramos en su casa y que iba a tocarnos canciones típicas japonesas con el instrumento tradicional japonés, una especie de arpa (más bien guitarra) de tres cuerdas (Shamisen) que se toca con...una espátula! Este tío es Dios!
Se nos puso en el tatami y ataviado con un traje que a mi me recordaba al de los ninjas empezó a tocar canciones (nuestra preferida fue del tipo Sakura, muy bonita, con esas notas rasgadas típicas de las pelis japonesas antiguas) mientras soltaba sonidos guturales, difíciles de describir...algo así como “ho!” y tocaba...”Hóppppmmm!” y tocaba...tremendo, un espectáculo.
Terminó el show y el hombre nos volvió a agradecer de nuevo la atención (además me dejó tocar el instrumento un poquillo...difícil, pero no imposible).
Después de cenar (picó, 100e. la cena al cambio, pero mereció la pena) nos arrastramos al hotel y nos metimos en la cama, por fin, después de tres días vamos a dormir....
Y mañana, al museo Ghibli, a Harajuku, a ver las lolitas góticas y demás gente freak, Shibuya y su mundialmente conocido cruce y si da tiempo Akihabara, la mayor concentración de tiendas de tecnológica de Tokyo, casi nada.
Un saludo!.
Si es que mira que no aprovechar para dormir en el aeropuerto de Moscu o incluso durante el vuelo...
ResponderEliminarBueno de momento ya vemos que estáis bien! Y eso ya es mucho... Ahora Fran cuando regreses te vamos a montar una banqueta para hacer dominadas en vez de silla en la oficina...
Hola guapos!
ResponderEliminarYa estoy siguiendo vuestras aventuras, ya me quede más tranquila al ver que superásteis la gran nieble de Moscú y pudistéis llegar a suelo nipón...
Ahora toca disfrutar al máximo de cada momento de este gran pais de los contrastes.
Muchos abrazos desde Barcelona!
Hola pareja.
ResponderEliminarAqui el socio de Kyoto y la parienta, que nos estamos partiendo de risa con vuestras capulladas.
El instrumento que tocaba el "artista" es el "Koto". Por cierto, os clavaron una pasta totalmente desfasada porque era un garito para turistas. Además, era comida china, no japo! :oD De todas formas, estoy seguro que estaba de vicio.
Veo que ya habéis descubierto una de las maravillas del país, las Gyoza. Como casi todo el papeo aquí, estas empanadillas son de origen Chino pero con los siglos se han japonesizado totalmente.
Me olvidaba: abandona todo intento de pillar el billete del metro antes de que salga, es imposible. Yo creo que los jodidos tienen algún sistema de teleportación rollo Star Trek dentro de las maquinillas del carajo.
Hala, como veo que os apañáis con las cabinas, si tenéis algún problema me dais un toque.
Disfrutar y llenaos los ojos, que tenéis materia prima suficiente para ello.
hola chiketes!! me alegro q esteis bien, estabamos las cpau todas preoucpadas pq no teniamos noticias jejeje pasarlo genial y disfrutar mucho esperaremos imapcientes la session de fotos a la vuelta! besito! Ste
ResponderEliminarImposible dormirse rodeado de rusos, yo no me fío.
ResponderEliminarDominadas no sé, pero paso de ponerme cerdo con vosotros en el chino y el italiano por los jamases de los jamases...de todas formas, ya me gustaría verte a tí despierto 3 días seguidos....corrijo...ya me gustaría verte a tí despierto un día! XD
Iol, tranqui que esto está dominao! Un besote y a pasarlo bien por Escocia...y el próximo viaje a Japón.
Hombre socio, prepárate para Kyoto que cuando lleguemos tenemos una cita!
Anda que no os tenéis que estar riendo de estos pobres guiris jejeje.
El instrumento se llama Shamisen company! Mea culpa, que puse "una especie de arpa" y es más bien una especie de bajo o guitarra (el cansancio hace unas cosas...ya lo modificaré, que lo tenemos anotado por ahí).
Buah ya te digo que si es desmesurado el precio, más cuando hemos comido por 3 eurillos ya por aquí....de todas formas no dijimos que era comida japo ;)
(tampoco teníamos ni idea de qué comíamos jejejeje) y estábamos rebentaos...pero estaba muy bueno todo...y tuvimos show!
Un saludo a tod@s!
Al habla Eli:
ResponderEliminarQué pasa capuletas! Menos mal que tenemos el blog para irnos comunicando porque tenemos los móviles fritos!
Por aquí los capus no están mal pero se hecha en falta esas conversaciones para arreglar el mundo que tenemos!
Un besazo a todas!
Eli.
Bueno, bueno...en ese restuarante sólo faltaba la gran batalla de Kill Bill para acabar de mataros de gusto después de 3 días de imsomnio.
ResponderEliminarYa te digo, además es la última peli que he visto en Barcelona (para ponerme a tono).
ResponderEliminarUn saludo a la family company!