22 de agosto de 2010

Shirakawa-Go

Shirakawa-Go

Nos levantamos y tras despedirnos del señor Miyagi (que muy amablemente nos regaló unos palillos chinos) nos fuimos con el equipaje hacia el Super Hotel el cual nos comentó que podíamos dejar el equipaje en cualquier momento del día y nos lo guardaban.

Con la "fresca" matutina llegamos al hotel y dejamos el equipaje. Luego nos fuimos a la estación y almorzamos un poco. Caímos en la cuenta de que no habíamos ni mirado horario (para qué...) de buses ni nada, así que nos acercamos a la oficina de información y nos dijo que si no cogíamos el bus que salía en 3 minutos teníamos que esperar hasta las 9 y media (una hora y pico de espera).
Menuda flor en el culo, el bus estaba justo al lado y sacamos los tickets justo a tiempo para subirnos...4200 ida y vuelta por persona.

Nos tocaron asientos separados, pero un nipón se ofreció muy amablemente a cambiarnos su sitio para ir juntos, cómo vamos a echar de menos estos gestos.

Llegamos a Shirakawa una hora después y ya desde lejos el sitio parece alucinante.

El bus nos dejó en una zona de párking y caminando un poco llegas hasta un puente de piedra que atraviesa el río Shokawa (las vistas espectaculares ya que la altura es considerable) y que conecta con la aldea.

Las casas (o granjas) son de madera y con el techo de paja en forma de “A”, bastante grandes y con ventanales en su parte frontal que suelen dar a grandes prados de trigo...la visión es idílica en muchos puntos de la aldea...el efecto de caminar por sus calles y meterse en los campos con esa postal de fondo....increíble, otro sitio que deja sin palabras a pesar de la multitud guiri que se concentra....

Correteando por ahí vimos que había un mirador al oeste, así que subimos por una carretera rodeados por bosque mientras de vez en cuando nos mojábamos la cara y las manos con el agua helada que sale de las montañas.

El mirador ofrece unas vistas tremendas de toda la zona, el sitio es que es de ensueño, y por algunas fotos que hemos visto, en invierno es todavía más acojonante. Totalmente cubierto de nieve, yo creo que en este pueblo se han basado para sus spots navideños un huevo de marcas...para empezar el juego de Fable 2 creo que le debe mucho a esta zona.

Hicimos un alto y nos tomamos un par de birras antes de volver al pueblo y callejear un poco más, metiéndonos en los prados de trigo y haciendo un poco el canelo con las típicas fotos de medio cuerpo cubierto por el trigo...como en las pelis de samuráis!
Evidentemente no nos metimos a machacar el trabajo del granjero, hay unos pasillitos de piedra por el que te puedes colar y el efecto es el mismo que si estuvieras en mitad del meollo.

Decidimos regresar a la zona del bus ya que sobre las 13h el bus regresaba a Takayama. Vimos el río y como pintaba apetecible bajamos por las piedras enormes y llegamos hasta el cauce, allí nos sentamos un rato y metimos los pies en el agua (no tan fría como en Nikko). Nos relajamos un buen rato hasta que decidimos marchar. Tomamos el bus y en cosa de una hora llegamos a Takayama.

Shirakawa es increíble. A pesar de ser un punto turístico muy explotado (es Patrimonio de la Humanidad) uno no puede más que rendirse ante las vistas que ofrece, si bien es un lugar para estar unas pocas horas...seguro que tiene lugares escondidos para perderse por sus montañas y laderas y disfrutar de la naturaleza que la rodea.

Ya en Takayama, sobre las 14h evidentemente todo está cerrado. O casi.

Nos metimos en un pequeño bar en el que vimos que dos parejas estaban sorbiendo fideos y como fuera hacía unos 30 y pico grados a la sombra decidimos meternos un “cocido japonés” que estaba, para ser sinceros, de muerte, y que entró de maravilla con cerveza.

Rollizos y con buen color nos fuimos caminando para terminar de ver toda la zona de Takayama que nos quedó del día anterior (es decir dos o tres calles más sobre la zona de los puentes).

Sobre las 16h nos fuimos a hacer el checking del hotel (vayan a pensar que pasamos de la habitación y de las maletas).
La habitación es más pequeña que la de Nara pero con el mismo equipamiento, más que correcto.

Descansamos un rato y reservamos hotel para la última noche en Tokyo (adivina, Super Hotel en UENO, desde donde tenemos buena conexión para ir a Narita), más tarde nos fuimos a pasear otro ratillo. Encontramos una tienda de discos en el que el clon número dos de Miyagi (ya me extrañaba a mi no ver a más nipones parecidos al gran Miyagi-San, estaban en esta prefectura!) exponía en cajas de cartón muchísimos vinilos, cd's y casettes de todo tipo de grupos...lástima que ocupen tanto, porque tenía precios y algunas ediciones interesantes....

Fuimos a la estación para sacar los billetes del día siguiente, en el que se nos va la pinza e intentaremos llegar a Hakone para tomarnos un café, ver el monte Fuji e irnos a Tokyo.

Si todo va bien dispondremos de unas 3 o 4 horas en el sitio para intentar ver el monte Fuji (es que irnos de Japón sin verlo nos parece un crimen) antes de partir hacia Tokyo (que está relativamente cerca) y poner punto y final a la trilogía asiática.

Un saludo!.

2 comentarios:

  1. Ostia tu!!!


    Que no habéis visto el monte Fuji todavía???

    Sus voy a dar una de mantecados a los dos que ya veréis!!!

    Fran por que no te pillas la nave de V para regresar?? Seguro que iréis mas cómodos que en la linea aérea rusa...

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  2. No se puede hacer nada contra la madre naturaleza ni contra la madre que lo parió...así que no...pero bueno.

    Yo es que soy más del Halcón Milenario...así que me fui con los rusos.

    Un saludo!.

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