Tokyo Día 5.
Nos pegamos una pequeña regalada después de varios madrugones seguidos y pateadas kilométricas y nos levantamos a eso de las 9, a las 10 algunos.
Decidimos ir a la bahía de Odaiba por la mañana y por la tarde acercarnos a los jardines imperiales, así que almorzamos en el Starbucks y nos fuimos a la estación de Shimbasi, desde donde cogeríamos un monorail que nos pasearía por la zona.
Llegamos a Shimbasi y dimos con las máquinas de tickets que venden bonos de ida o uno especial que te sirve de uso ilimitado por 800y (parecido al metro, en donde hay pases de 1 día), como vimos que igual utilizaríamos varios viajes sacamos el bono...la tarjeta viene con el icono por excelencia de la bahía, el gato de la Hello Kitty...empezamos bien.
El paseo en monorail es impresionante. Desde unos generosos ventanales y en unos raíles elevados se aprecia a ambos lados los mega-edificios que comprenden la zona, enclavado en una isla ganada al mar con unas formas y altura acojonantes...las vistas son tremendas. Desde allí vimos colas de la ostia para visitar zonas temáticas (está todo lleno de parques de ocio en donde la gente se va a pasar el día) a cual más friki.
Nos gustó tanto que hicimos un par de pasadas por alguna zona aprovechando el ticket. Finalmente fuimos a la zona de Daiba en donde está la réplica de la Estatua de la Libertad de Nueva York, bastante currada, por cierto y puesta “curiosamente” justo delante del puente que simula al de San Francisco y con la Tokyo Tower de fondo...mirando la foto da la impresión que querían tenerlo todo bien juntito...en cualquier caso las vistas son de órdago.
Paseando por la zona nos topamos de bruces con el edificio de FujiTV mítico por emitir series como Dragon Ball, manda huevos la de tardes que uno ha echado viendo la maldita serie y ahora estamos aquí, donde se parió...el edificio tiene una esfera incrustada en su parte alta y parece un amasijo de hierros.
Cerca del FujiTV vimos un edificio que tenía pinta de ser el templo del vicio digital, el edificio Sega, decidimos entrar y echar un vistazo...
Para entrar había que pillar un pase de 500y y luego si te querías subir a alguna atracción pagarla a parte...nos animamos y nos metimos.
La puerta es rollo nave espacial y cuando se abre la verdad es que te quedas con la boca abierta.
El sitio es como si te teletransportaran a la dimensión desconocida. Luces por todas partes, máquinas imposibles, una especie de montaña rusa a nuestra derecha (en un recinto cerrado?), una pantalla en el suelo en el que habían espermatozoides que los niños pisaban y desaparecían...Dios mío!
Medio acojonados subimos hasta la última planta flipando un poco con el sitio y la fauna del lugar. Vimos una atracción Wild Wing que tenía buena pinta, al parecer te subían en una especie de aparato y sentías la velocidad del vuelo...eso había que probarlo.
Total que hicimos cola después de mirar cómo cargaban la tarjeta unos chavales e imitarlos nosotros...lo malo es que estuvimos casi 1 hora haciendo la puta cola!
Llegó nuestra hora y nos pusieron en filas de 3 mientras un nipón muy salado decía cosas ininteligibles yo creo que hasta por ellos...el caso es que la gente se reía, nosotros ni papa, pero el tío lo vivía que te cagas, incluso lanzaba un banzai para que la gente gritara el jodío.
Nos subimos en el cachibache y nos lo pasamos teta. El coche se metió en una sala a oscuras y se encendió una pantalla inmensa que nos daba la vuelta, sentimos el viento y de golpe salimos propulsados detrás de otro avión. Giros, piruetas, bandazos, una locomotora que casi nos arrolla...todo muy conseguido. Eli se lo pasó de vicio, pero de vicio que la tuve que sacar a rastras del lugar porque se quería subir en más cacharros.
Con la tontería se nos hizo un poco tarde por lo que decidimos pillarnos unos crepes que vendían en el lugar y que tenían muy buena pinta. Los pillamos de pollo teriyaki con queso, muy buenos y no muy caros, 400 y pico yens.
Lo vimos justo y decidimos explotar un poco más Shinjuku, por lo que los jardines tendrán que esperar a nuestra vuelta, al final del viaje. (al igual que la Tokyo Tower)
Antes de pasar por Shin, y como estábamos a una parada de Ginza, nos fuimos a visitar el Edificio Sony, en el que al parecer exponen los productos más novedosos de la casa e incluso algunos que todavía no han llegado al mercado....
Tiramos por la salida B9 en Ginza y prácticamente te deja en la puerta del edificio, con un acuario enorme en la puerta con un tiburón (sí, un tiburón pequeño) que correteaba por allí.
Entramos y comenzó el show de babeos continuos, de probar todos los aparatos desde mp4, 3, 2, 1, 0 hasta cámaras Sony profesionales para grabar vídeo en HD...menudos bicharracos...
Estuvimos haciendo el canelo por el edificio (bah, los portátiles llevaban Windous, qué catetos...), viendo demos en 3D (cómo se nota que está de moda el asunto)...
Hasta les hice de beta-tester con las famosas gafas 3D comentando que si uno se inclinaba hacia un costado (digamos que quieres ver la tele tumbado de lado) se perdía mucha definición...ahí queda.
Salimos del edificio con los dientes como sables y nos fuimos para Shinjuku.
Una vez allí todavía era de día por lo que nos metimos en un antro de esos a los que se llega bajando por unas escaleras y que están repartidos por todo Shinjuku (vamos, que callejeamos tanto que nos perdimos y no tenemos ni idea del nombre de la calle)...vimos que la birra iba a 300y y allí decidimos refrescar el gaznate haciendo tiempo a que se hiciera de noche.
Pasado un buen rato nos fuimos paseando entre luces de neón, burdeles (de gachones y gachís), bares mil....qué difícil es escoger un sitio para cenar...todos tienen una pinta que te cagas y a cuál más auténtico!...tan difícil que al final acabamos comiéndonos un plato de pasta (que estaba buenísimo todo hay que decirlo) y tomando un té helado porque estábamos reventados de callejear y callejear y vimos irresistible comer pasta por 300Y.
Shinjuku nos ha encantado, tiene una atmósfera que mezcla muy bien los suburbios con zonas de mucha vida (más nocturna quizás), resulta pintoresca y prácticamente es un popurrí de muchas zonas de Tokyo. Muy recomendable el perderse por sus calles envueltas en humo de cocina y con los dueños en la puerta pegando voces de vez en cuando para atraer clientela.
Volvimos al hotel (desde luego, lo usamos para dormir y punto) tranquilamente disfrutando de la “última” noche en Tokyo, corría un aire fresco que se agradecía después del día más caluroso que hemos pasado desde que estamos aquí. El problema más que los grados (al medio día tranquilamente se alcalzaban los 38ºC) es la humedad que hace...eso y que entre las mochilas, las cámaras, el tocho-guía pues hace que uno tenga que ir parando irremediablemente cada pocos kilómetros...no hay que olvidar que estamos de vacaciones!
Tokyo es increíble, fantástico y muy...completo. Te puedes tirar días correteando sus calles y distritos que cada día descubres un lugar más flipante que el anterior. Posee contrastes increíbles y zonas de mucho encanto, aunque el estrés de moverse con tanto metro, túnel y tren puede desesperar a más de uno. No me imagino lo que puede uno pensar al bajarse en Shinjuku o Shibuya entrada la tarde para alguien que jamás ha estado en un país oriental...es un rompecuellos tremendo con gente por doquier en sus calles, pantallas gigantes, carteles de neón con letras imposibles, tiendas enormes...y todo tan llamativo.
Mañana para Kyoto!
Un saludo!
Bueno pues sí, ya lo he conseguido, ponerme al día con todas vuestras entradas...
ResponderEliminarQué lo flipastéis con el Sega Park, la Sony Staion y todo lo demás, eh??
Comentario de ignorante: no tengo ni puta idea de lo que cuesta 1 yen, Así que me pierdo con la carta de precios; eso sí, he intuído que la cerveza es cara, para todo demás ya sabéis...MasterCard o mejor aún los Puntos Estrella.
Quiero una de esas máquinas que preparan bebidas YAAAA!!!
Fran, noticia de última ahora: Mourinho ha dimitido
1000Y con unos 9 euros...más o menos...
ResponderEliminarEl problema con las tarjetas es que no las pillan en la mayoría de sitios, todo en efectivo...
Lo de las máquinas es tremendo, anda que no vendrían bien en las caminatas nocturnas por el paseo de Badalona...Alberto las dejaría secas!
Cabrón. Las ganas que tenéis, pero tranqui, que este año mú os va a castigar por haber sido malos....
Un saludo!