16 de agosto de 2009

Ranakpur y llegada a Udaipur

Partimos hacia Ranakpur y cada vez que nos adentramos más en la región, el desierto pasaba a ser cada vez más verde, hasta que cuando nos dimos cuenta estabamos rodeados de vegetación y la temperatura comenzó a darnos un respiro.
La zona era bastante bonita, con algún riachuelo y...monos! De repente en mitad de la carretera nos asaltaron unos cuantos monos y Mushara paró el coche para que pudieramos fotografiarlos...los jodíos empezaron a corretear y subirse por los árboles..en eso que vimos un letrero con un tigre dibujado...”Mushara, hay tigres en libertad por aquí?” “Yees free tigers”...”no hase falta desir nada más”, como diría Schuster, al puto coche y zumbando para Ranakpur.

Finalmente llegamos a la zona de los templos, antes de entrar Mushara quiso dar marcha atrás para meter el coche bien y se topó con otro, aquí asistimos a como discuten en hindú dos domingueros...es un poco a la italiana...pero uno se acerca y el otro se retira...entonces vuelve el otro y el atacante se retira...le preguntamos a Musha si todo estaba ok y nos dijo que no había problema, que visitaramos el templo tranquilos...

El acceso al templo es gratuíto, pero pagas por la cámara 50 INR. Nos descalzamos, pasamos el “control” de equipaje y nos metimos.
Increíble. Desde fuera el templo desilusiona bastante, desgastadas paredes que le dan un aspecto feote, pero por dentro es otro cantar.
El nivel de detalle de las columnas, los techos, el suelo, todo de mármol blanco con algunas figuras en las que todavía se aprecia el color ocre. Había bastante gente pero el truco está en dejar pasar a una multitud y a continuación tienes unos buenos momentos sosegados para disfrutar de la arquitectura y de hacer fotos.
Dentro del templo también hay deidades a las que no se les puede hacer fotos, es un espectáculo ver como la gente se arrodilla (3 veces), se santiguan y recitan oraciones...
Después de quemar la cámara de fotos salimos del templo y paseamos por los jardines que rodean el complejo, hasta que llegamos al parking y ahí estaba Musha y su contrincante a la sombra hablando...”all ok, no problem”...pues nada.
En principio nos ibamos a quedar una noche en Ranakpur, pero viendo la hora que era y que quedaban poco más de 90 kilómetros para Udaipur decidimos marchar directamente a esta última.
Comimos en uno de los hoteles de camino, en un buffete por 300 INR cada uno, caro...la anécdota fue que Mushara se fue cuando vio los precios y apareció cuando nos ibamos...le preguntamos si había comido y nos dijo el tío con todo su arte que los conductores comían gratis, la madre que lo...nos estuvimos riendo un buen rato, incluso cuando paramos de camino en un puestecillo de carretera, el hombre que nos sirvió té se partía cuando Mushara le explicó lo pasado...hasta el perro parecía reirse de nosotros XD, pasamos un rato muy agradable y ameno, además el sitio estaba en un sitio muy tranquilo, rodeados de naturaleza...en fin, this is India.
Pasamos por lo que parecía una carretera que estaban haciendo y bueno, un show, las vacas por mitad de la carretera, los coches en contra dirección, dando marcha atrás...como están en obras se pasan por el forro las señales...incluso tuvimos que dar un rodeo al encontrarnos de golpe con un desprendimiento de rocas que cortaba toda la carretera.
Y finalmente llegamos a Udaipur. Precioso.
Aquí ya no hay desierto, la ciudad está rodeada por montañas, y domina el lago Pichola (ejem) con el palacio justo en medio, iluminado por la noche es acojonante...
Nada más llegar tuvimos problemas para encontrar sitio, todo estaba lleno ya que al día siguiente aquí es la fiesta nacional de la India, el 15 de agosto, y estaba todo a petar...recorrimos dos o tres hoteles hasta que dimos con el Kesar Palace, en la zona de Gangaur Ghat, bastante céntrica...llegamos a él por unas callejuelas de una pinta espantosa,...y peor la entrada...pero una vez dentro del hotel la habitación resultó limpia y espaciosa...800 INR la noche (por cierto que los precios son por habitación doble), pues ok, aquí mismo, nos quedaríamos dos noches para visitar bien la ciudad.
El hotel tiene una terraza en la azotea desde donde se divisa toda la ciudad, el lago, el Lake Palace en mitad del mismo, el Palacio de la ciudad (Palace City), la isla de Jagmandir...
Decidimos no descansar y meternos en la ciudad para visitarla un poco por encima, nos dimos de bruces con una especie de festival en una plaza que está a las puertas del templo Jagdish, llena hasta los topes de gente y en mitad de la misma estaban haciendo..castellers!...copiones! XD
Hacen el castillo y el que sube a lo más alto le hace una reverencia al templo, mientras les tiran agua de colores..esto lo veríamos reflejado en unas pinturas del 1800 al día siguiente en la visita al Palacio de la ciudad.
Teníamos algo de hambre y el dueño del Kesar nos comentó que podíamos hacer uso del restaurante y la piscina de otro hotel cercanos al Kesar y decidimos cenar allí.
Pedimos pollo masala (el masala de esta zona dicen que es el mejor) y espaguetis, acompañado con onion nan y cerveza...las vistas acojonantes, el masala tremendo...el pollo y los espaguetis picaban como el demonio, los mosquitos se dieron un festín con las piernas de Eli...yo, o debo estar en las últimos o no se por qué cojones no me pican...pero bueno, ellos se lo pierden. La cena algo más de 400 INR, aceptable, independientemente de que picaba lo suyo, la comida estaba buena.
Algo cansadillos nos fuimos al hotel, mañana visitaremos el Palacio de la ciudad, intentaremos hacer un paseo en barca por el Pichola y lo que tercie.

Un saludo!

2 comentarios:

  1. Bueno ya empezamos a tener la garganta tocada!!!

    Así me gusta Viva el picante!!!

    A Fran el motivo de que no te piquen es fácil... Al ser una persona "Agria, sin saborio" es lógico que se vaya a picar a una dulce y sencilla como tu mujer y te dejen en paz!!

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  2. Yo tambien te quiero maldito XD
    De todas formas tienes razon jeje

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