La idea era levantarse a las 5:00 para ir a dar un paseo en barca y ver amanecer en el Ganges...pero la alarma sonó y sonó pero como que fue imposible levantarse...
A eso de las 9 y pico nos picaron a la puerta para decirnos que tenían la info de los tickets, nos vestimos y bajamos para ver qué tal había ido.
Nos consiguieron tickets para Delhi el día 26 y llegaríamos a Delhi el 27 por la mañana. Una vez allí enlazamos con otro tren que nos llevaría a Amritsar ese mismo día y el 29 volveríamos a Delhi para pasar una última noche allí y coger el vuelo el domingo a eso de la 13h.
No eran billetes de 2ª pero sí de 3ª y también con litera y aire acondicionado...pues perfecto.
Nos comentaron que nos pasaramos por la tarde para pagarlo (sobre unas 4000 y pico rupias nos calculó, 200 de comisión).
Almorzamos unas tostadas y un chocolate pancake junto a un té y zumo de naranja. Con algo más de energía nos fuimos hacia los ghats para ir hacia el lado contrario que habíamos visitado, la parte sur digamos.
Fuimos caminando y más de lo mismo, botes, pulseras, camisetas...por cierto, el día anterior un tipo me vino como para saludarme y darme la mano (algo típico hasta ahora aquí en India, les gusta chocarte la mano) y en eso que hizo un giro nada más cogérmela y empezó a hacerme un masaje en el brazo, me tenía pilladísimo, aunque de todas formas no lo hacía del todo mal...cuando terminó con el meneo quiso pillarme la otra pero como ya sabía que luego me pediría pasta decidí darle la propina por el masaje y seguir...
El tema está en que en estos Ghats pues te vienen con la palma por delante para chocarte la mano, pero lo que quieren es hacerte el masaje...otro trapi, vamos, aunque lo cierto es que me dejó el brazo como nuevo.
Seguimos caminando y haciendo fotos del lugar. Gente bañándose, críos tirándose al “agua” desde los escalones, mucha caca de vaca, olores mil, fachadas de templos muy bonitas y cada Ghat con su correspondiente nombre y su historia propia.
Es un sitio muy bonito, y cada vez que te vas alejando de la zona centro (donde la ceremonia de las 19h) la cosa se va volviendo cada vez más tranquila...ya no hay tanto vendedor ni te molestan con los viajes en barca...llegamos caminando al segundo crematorio, el Harischandra Ghat.
Vimos que había un cuerpo quemándose, con la diferencia de que este ya llevaba un buen rato y para pasar teníamos que atravesar digamos que todo el humo que salía del tema ...o eso o nadando por el Ganges.
El cuerpo estaba totalmente visible ya, la piel hecha girones en muchas zonas y la cabeza y las articulaciones comenzaban a ser carbonilla...pasamos y nos comimos todo el humo, ahora sí que percibimos el olor a pollo quemado (chamuscado diría) pero mezclado con un olor dulzón bastante cargante, evidentemente no pasamos con la boca abierta ni pegando bocanadas, pero se nos quedó el olor un buen rato pegado al cuerpo...además de la ceniza...
Seguimos caminando (el muerto al hoyo...) y llegamos a un Ghat que estaba totalmente vacío, nos dio tan buen rollito estar solos durante un rato aunque fuese que a Eli le dieron ganas de meter las piernas en el Ganges...esta chiquilla no tiene remedio, pero no has visto lo que meten en el río alma de cántaro?
En fin, yo la seguí, total, si se le caen las piernas que se me caigan a mi también y nos cuidamos los dos XD.
Nah, chapoteamos un poquillo, metimos los brazos y nos quedamos un buen rato, se estaba muy bien y el agua estaba fresquita...algo marrón, pero fresquita.
Ya secos nos fuimos de vuelta al hotel, pasamos de nuevo el crematorio (ni aguantando la respiración evitas el que te llegue el olor, es tremendo) y nos fuimos directamente a quitarnos la capa de mugre y luego a tomar una cervecita fresca (que nos trajeron).
Entre pitos y flautas nos dieron las 16h y todavía no habíamos comido, bajamos al restaurante y pedimos Malai Kofta (lo mismo que en el restaurante de Orchha) y un par de refrescos...yo no tenía demasiada hambre, pero se me acabaron de quitar cuando saqué un bicho del plato...a pesar de todo me acabé el cheese nan....le iba a decir algo al camarero pero igual me hubiese llamado tiquismiquis...bah, pagamos las 240 INR y nos fuimos directamente a hacer otro paseo en barca, que eran sobre las 17h y la luz del atardecer estaba inmejorable para hacer fotitos.
Paseando nos interceptó (literalmente) un tipo que hablaba como el Llongueras pero en “inglés”...además el tipo llevaba una faldita de esas a modo de pareo que llevan aquí algunos (incluído algún hippie occidental)...al principio no nos convenció, pero como lo quería sacar en el blog, decidimos volver y pedirle presupuesto, 100 INR la hora (como el de ayer más o menos...las 2 horas fijo que te las tiras), ok.
Oooh, no nos llevó él, pero bueno, un hindú con cara de buena persona nos llevaría...además se subió una niña con un cesto lleno de pétalos de flores y de bases de papel para poner las velitas y hecharlas al río...empezó a encender una y me la dio...por supuesto la cria “lo hacía con toda su buena fe sin ánimo de lucro”, pero aun así le pregunté cuanto por cada velita a lo que con un perfecto inglés me contestó 25 INR por cada...yo le dije que se metiera...noo, le pillamos un par y las hechamos al río, que dicen que trae buena suerte...y si pagas 50 INR por cada, el doble de suerte XD.
El barquero nos fue más o menos comentando los Ghats por los que pasábamos y un poco de historia, no mucha porque ya le dijimos que habíamos hecho el viaje el día anterior, con lo que tuvimos la versión resúmen de Visnú y cía...Básicamente cada Ghat pertenece a un marajá, de él hereda su nombre y alguna historia curiosa.
Las vistas preciosas, la luz del atardecer le da a los Ghats una luminosidad junto al agua acojonante...como acojonante fue cuando un grupo de críos se tiró haciendo la bomba y nos llenó de agua a Eli y a mi, venga, bautizados los dos (cara incluída)...de milagro la cámara se mojó lo justo...los bendecimos con buenas pregarias al Dios Rama y seguimos el viaje...la madre que los...
Llegamos al crematorio más pequeño visto esa misma mañana y pude hacer algunas fotos desde una distancia límite, le fui preguntando al barquero “puedo?”, “puedo?”...hasta que llegado un punto ya me dijo que no...es que es para ver el sitio.
Dimos la vuelta y navegamos de nuevo hacia el crematorio principal, allí también pude tomar fotos distancia límite...tranquilamente volvimos al hotel, la travesía inmejorable, buena temperatura, buenas vistas, chapuzón incluído...very good.
A pesar de que no habíamos cumplido las dos horas (faltaban 20 minutos) decidimos pagarle 200 INR y el hombre esperaba algo más, en eso que Eli se puso delante y con los dedos le dijo “one ouer” “one jandred” “two ouer” “two jandred” “Ok?, pues ok”..el tipo se quedó un poco traspuesto (y yo también, creía que el único que estaba paranoico era yo) pero aceptó y nos dijo que si nosotros estabamos happy el también happy (muy típico que digan esto aquí), le chocamos la mano y nos fuimos...a partir de ahora voy a dejar que Eli haga el truco de los dedos intimidatorios...
Regresamos al hotel ya de noche (sobre las 19h aquí ya se hace bastante oscuro), pedimos un par de pizzas (sin bicho) pequeñitas ya que no teníamos apenas hambre y estuvimos charlando con una pareja de italianos muy agradables, estuvimos comentando un poco por encima el viaje, las sensaciones, etc. Coincidimos en la opinión sobre los increíbles lugares que tiene este país, lo duro que resulta como viaje y en la dificultad de encontrar ciertos lugares en soledad...en cuanto a gastronomía ya ni te cuento, enumeramos platos que echábamos de menos y casi salibamos...nos comentaron que habían estado en Amritsar y que era muy recomendable, intercambiamos emails y nos despedimos, muy majos.
Después de un par de black teas nos fuimos a dormir, nos esperan muchas, muchas horas de tren...
Un saludo!.
A eso de las 9 y pico nos picaron a la puerta para decirnos que tenían la info de los tickets, nos vestimos y bajamos para ver qué tal había ido.
Nos consiguieron tickets para Delhi el día 26 y llegaríamos a Delhi el 27 por la mañana. Una vez allí enlazamos con otro tren que nos llevaría a Amritsar ese mismo día y el 29 volveríamos a Delhi para pasar una última noche allí y coger el vuelo el domingo a eso de la 13h.
No eran billetes de 2ª pero sí de 3ª y también con litera y aire acondicionado...pues perfecto.
Nos comentaron que nos pasaramos por la tarde para pagarlo (sobre unas 4000 y pico rupias nos calculó, 200 de comisión).
Almorzamos unas tostadas y un chocolate pancake junto a un té y zumo de naranja. Con algo más de energía nos fuimos hacia los ghats para ir hacia el lado contrario que habíamos visitado, la parte sur digamos.
Fuimos caminando y más de lo mismo, botes, pulseras, camisetas...por cierto, el día anterior un tipo me vino como para saludarme y darme la mano (algo típico hasta ahora aquí en India, les gusta chocarte la mano) y en eso que hizo un giro nada más cogérmela y empezó a hacerme un masaje en el brazo, me tenía pilladísimo, aunque de todas formas no lo hacía del todo mal...cuando terminó con el meneo quiso pillarme la otra pero como ya sabía que luego me pediría pasta decidí darle la propina por el masaje y seguir...
El tema está en que en estos Ghats pues te vienen con la palma por delante para chocarte la mano, pero lo que quieren es hacerte el masaje...otro trapi, vamos, aunque lo cierto es que me dejó el brazo como nuevo.
Seguimos caminando y haciendo fotos del lugar. Gente bañándose, críos tirándose al “agua” desde los escalones, mucha caca de vaca, olores mil, fachadas de templos muy bonitas y cada Ghat con su correspondiente nombre y su historia propia.
Es un sitio muy bonito, y cada vez que te vas alejando de la zona centro (donde la ceremonia de las 19h) la cosa se va volviendo cada vez más tranquila...ya no hay tanto vendedor ni te molestan con los viajes en barca...llegamos caminando al segundo crematorio, el Harischandra Ghat.
Vimos que había un cuerpo quemándose, con la diferencia de que este ya llevaba un buen rato y para pasar teníamos que atravesar digamos que todo el humo que salía del tema ...o eso o nadando por el Ganges.
El cuerpo estaba totalmente visible ya, la piel hecha girones en muchas zonas y la cabeza y las articulaciones comenzaban a ser carbonilla...pasamos y nos comimos todo el humo, ahora sí que percibimos el olor a pollo quemado (chamuscado diría) pero mezclado con un olor dulzón bastante cargante, evidentemente no pasamos con la boca abierta ni pegando bocanadas, pero se nos quedó el olor un buen rato pegado al cuerpo...además de la ceniza...
Seguimos caminando (el muerto al hoyo...) y llegamos a un Ghat que estaba totalmente vacío, nos dio tan buen rollito estar solos durante un rato aunque fuese que a Eli le dieron ganas de meter las piernas en el Ganges...esta chiquilla no tiene remedio, pero no has visto lo que meten en el río alma de cántaro?
En fin, yo la seguí, total, si se le caen las piernas que se me caigan a mi también y nos cuidamos los dos XD.
Nah, chapoteamos un poquillo, metimos los brazos y nos quedamos un buen rato, se estaba muy bien y el agua estaba fresquita...algo marrón, pero fresquita.
Ya secos nos fuimos de vuelta al hotel, pasamos de nuevo el crematorio (ni aguantando la respiración evitas el que te llegue el olor, es tremendo) y nos fuimos directamente a quitarnos la capa de mugre y luego a tomar una cervecita fresca (que nos trajeron).
Entre pitos y flautas nos dieron las 16h y todavía no habíamos comido, bajamos al restaurante y pedimos Malai Kofta (lo mismo que en el restaurante de Orchha) y un par de refrescos...yo no tenía demasiada hambre, pero se me acabaron de quitar cuando saqué un bicho del plato...a pesar de todo me acabé el cheese nan....le iba a decir algo al camarero pero igual me hubiese llamado tiquismiquis...bah, pagamos las 240 INR y nos fuimos directamente a hacer otro paseo en barca, que eran sobre las 17h y la luz del atardecer estaba inmejorable para hacer fotitos.
Paseando nos interceptó (literalmente) un tipo que hablaba como el Llongueras pero en “inglés”...además el tipo llevaba una faldita de esas a modo de pareo que llevan aquí algunos (incluído algún hippie occidental)...al principio no nos convenció, pero como lo quería sacar en el blog, decidimos volver y pedirle presupuesto, 100 INR la hora (como el de ayer más o menos...las 2 horas fijo que te las tiras), ok.
Oooh, no nos llevó él, pero bueno, un hindú con cara de buena persona nos llevaría...además se subió una niña con un cesto lleno de pétalos de flores y de bases de papel para poner las velitas y hecharlas al río...empezó a encender una y me la dio...por supuesto la cria “lo hacía con toda su buena fe sin ánimo de lucro”, pero aun así le pregunté cuanto por cada velita a lo que con un perfecto inglés me contestó 25 INR por cada...yo le dije que se metiera...noo, le pillamos un par y las hechamos al río, que dicen que trae buena suerte...y si pagas 50 INR por cada, el doble de suerte XD.
El barquero nos fue más o menos comentando los Ghats por los que pasábamos y un poco de historia, no mucha porque ya le dijimos que habíamos hecho el viaje el día anterior, con lo que tuvimos la versión resúmen de Visnú y cía...Básicamente cada Ghat pertenece a un marajá, de él hereda su nombre y alguna historia curiosa.
Las vistas preciosas, la luz del atardecer le da a los Ghats una luminosidad junto al agua acojonante...como acojonante fue cuando un grupo de críos se tiró haciendo la bomba y nos llenó de agua a Eli y a mi, venga, bautizados los dos (cara incluída)...de milagro la cámara se mojó lo justo...los bendecimos con buenas pregarias al Dios Rama y seguimos el viaje...la madre que los...
Llegamos al crematorio más pequeño visto esa misma mañana y pude hacer algunas fotos desde una distancia límite, le fui preguntando al barquero “puedo?”, “puedo?”...hasta que llegado un punto ya me dijo que no...es que es para ver el sitio.
Dimos la vuelta y navegamos de nuevo hacia el crematorio principal, allí también pude tomar fotos distancia límite...tranquilamente volvimos al hotel, la travesía inmejorable, buena temperatura, buenas vistas, chapuzón incluído...very good.
A pesar de que no habíamos cumplido las dos horas (faltaban 20 minutos) decidimos pagarle 200 INR y el hombre esperaba algo más, en eso que Eli se puso delante y con los dedos le dijo “one ouer” “one jandred” “two ouer” “two jandred” “Ok?, pues ok”..el tipo se quedó un poco traspuesto (y yo también, creía que el único que estaba paranoico era yo) pero aceptó y nos dijo que si nosotros estabamos happy el también happy (muy típico que digan esto aquí), le chocamos la mano y nos fuimos...a partir de ahora voy a dejar que Eli haga el truco de los dedos intimidatorios...
Regresamos al hotel ya de noche (sobre las 19h aquí ya se hace bastante oscuro), pedimos un par de pizzas (sin bicho) pequeñitas ya que no teníamos apenas hambre y estuvimos charlando con una pareja de italianos muy agradables, estuvimos comentando un poco por encima el viaje, las sensaciones, etc. Coincidimos en la opinión sobre los increíbles lugares que tiene este país, lo duro que resulta como viaje y en la dificultad de encontrar ciertos lugares en soledad...en cuanto a gastronomía ya ni te cuento, enumeramos platos que echábamos de menos y casi salibamos...nos comentaron que habían estado en Amritsar y que era muy recomendable, intercambiamos emails y nos despedimos, muy majos.
Después de un par de black teas nos fuimos a dormir, nos esperan muchas, muchas horas de tren...
Un saludo!.
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