Sobre las 8:30 nos levantamos para preparar las mochilas, recoger e irnos al West Street Inn.
Pillando el ascensor, nos encontramos con un grupo de españoles con los que nos quedamos hablando un rato mientras devolvíamos la llave en recepción y nos devolvían parte del depósito que dejamos al entrar...
Resultó una charla muy animada en la que Luis, un representante que se vino a vivir a Guanzhou con su mujer para montar su empresa, nos estuvo contando cómo llevaban la vida por aquí y algún truquillo como lo del permiso para el Tibet, al parecer en Beijing lo tramitan en un sólo día...si lo hubiésemos sabido...en fin.
Los acompañaban una pareja de Mollet con sus peques (el mundo es un pañuelo) que eran novatos como nosotros (pero ellos llevaban unos guías cojonudos!) en China con los que compartimos algunas impresiones en referencia al país...Luis dijo que él llevaba 4 años aquí y que todavía lo flipaba con muchas cosas por lo que entendía nuestro asombro al no estar ni un mes.
Nos despedimos deseando buen viaje para todos, ah! Y Luis nos dio su tarjeta con su teléfono y mail por si necesitábamos ayuda, muchísimas gracias!!!
En 3 minutos llegamos al West Street Inn (están pegados) y allí vimos un inmenso mapa de Yangshuo, así que le preguntamos a la chica de recepción por la ruta que íbamos a hacer. Nos recomendó una de ellas y además nos comentó que podíamos bajar en barca de bambú una vez llegáramos al destino indicado. Nos comentó que lo podíamos reservar desde allí, nos hizo un descuento y lo pillamos por 140Y (con dos bicis incluidas).
Nos fuimos a desayunar como siempre al China's Café y vimos para nuestra desesperación que comenzaba a llover de nuevo...de todas formas no lo hacía con la intensidad del día anterior por lo que le echamos un par y nos fuimos a pillar las bicis y a ponernos en camino.
Nos pillamos un par de chubasqueros por 6Y y una gorra Adidas (ya, seguro) por 15Y (los gorros Chinos los reservamos, que al final los destrozamos con tanto meneo) y nos pusimos en camino, pero tuvimos que parar porque comenzó a apretar de lo lindo...por fortuna sólo duró unos minutos y después de eso comenzó a amainar hasta que cesó del todo, y pudimos quitarnos hasta los chubasqueros...
Seguimos la ruta que teníamos en un panfleto que habíamos cogido del hotel pero le preguntamos a una mujer por si íbamos bien y nos dijo que sí, que siguiéramos recto y que más adelante encontraríamos un desvío a la izquierda y luego era todo recto.
Como las distancias aquí en China son un tanto relativas y los mapas algo inútiles (hay calles que no salen en los mapas, calles nuevas, etc) si no conoces bien la zona, seguimos adelante, pero cuando llevábamos ya un buen trecho no nos cuadró que no hubiésemos visto el desvío...y encima vimos a la mujer que nos había indicado seguir adelante.....llevamos un mes en China y ya nos sabemos la película, deducimos que la mujer lo que quería era que siguiéramos por otra ruta hasta llevarnos a SU embarcadero para que pilláramos el bote allí...claro que la mujer lo que no sabía era YA teníamos la reserva...no lo había echo con maldad, pero al enseñarle el ticket con la reserva (sino no se enteran, el ticket debe de poner “son míos” porque el efecto es inmediato) le cambió la cara rollo “ostia, que estos ya tienen dueño!”.
Menos mal que durante el trayecto habíamos hablado con una pareja china que también iban al mismo sitio que nosotros y le cantaron la gallina a la señora (ya que ellos también habían seguido sus indicaciones), así que al final la mujer se ofreció para hacernos de guía (esto también nos lo olíamos, pero bueno) por 5Y...aceptamos ya que al parecer también nos podía meter por unos poblados muy bonitos...
Y era verdad, pasamos por poblados preciosos, arrozales, laderas de montañas y por bosques, caminos empedrados, riachuelos ...entre las montañas Karst y los paisajes nos iba a dar algo...hemos dicho que esto es precioso?
Llegamos a la zona de los botes en 1 hora más o menos (contando que estuvimos otra hora para llegar a la zona de “pero mujer de Dios, a dónde nos has llevado!”).
Allí le mostramos el ticket a un hombre que nos vino directo a preguntarnos....cómo nos reconocen? Es increíble con lo rudimentario que resulta el sistema de reservas (la reserva está escrita en un papel que parece servilleta de bar) que te localicen entre tanta gente tan rápido...bueno Eli era la única rubia del lugar y yo el único moña con una cinta en la cabeza y coleta...ahora que lo pensamos igual no es tan difícil...
Aquí nos despedimos de Ivan y Je Xi (nos dieron sus mails y nosotros el nuestro) ya que ellos iban con otro “remero”.
Los botes son canoas de 10 troncos de unos 20 centímetros cada uno, amarrados y con la zona delantera y trasera inclinada hacia arriba ligeramente, con dos asientos y espacio para que el “remero” le de caña a la caña...porque utilizan una caña de bambú para avanzar por el río, hundiendo un extremo y luego el otro (verlos hacerlo es sedante).
Sabemos que nos repetimos como el chorizo sin pan pero es que las vistas son para llorar, lo que faltaba era ir por un río en total calma en mitad de esas maravillosas montañas con formas tan dispares como un camello, una vaca o escarpados acantilados...increíble, precioso, único.
Mientras bajábamos de vez en cuando había una pequeña cascada por la que hacíamos rafting levantando las piernas (ya que media canoa se hundía para luego volver a flotar), nada peligroso pero muy divertido.
También de vez en cuando te ofrecían cervezas, cokes y hasta comida en “canoas puesto” (esto es la leche) por si querías refrescarte en el descenso... en uno de ellos invitamos al “remero” a una cerveza (la vendedora decía “bijou”, como la canción de Queen)...el proceso de embarque de la vendedora fue muy divertido, se acerca al bote y te lanza la caña para que tú la cojas y acoples las canoas...como no acercaba bien la caña la cogí con los dientes (literalmente) y la terminé de acercar...la tía se partía...
El “remero” se enrolló y nos llevó por unas zonas que parecían las típicas de las selvas del Amazonas de las pelis y nos hicimos fotos en la parte delantera de la canoa.
En una de las “caídas” por las cascaditas había un puesto que al parecer te hacen la foto y si quieres la coges, decidimos quedarnos una de recuerdo...(20Y)
Casi al final del viaje vimos a una mujer cantando una de esas canciones populares chinas y a un hombre pescando utilizando la técnica del “cuello amarrado”, esto lo vimos en un documental antes de venir a China y consiste en atarle el cuello a un ave amaestrada, la tiran al agua y el animal pilla el pez...como tiene el cuello atado no puede tragarse del todo la presa, así que el pescador la saca del agua y le quita el pez...no pensábamos verlo ya que el documental decía que era una práctica rara hoy en día, tuvimos suerte!.
Terminó el viaje y una vez en tierra nos dieron las bicis (que las habían llevado por tierra en coche) y volvimos hacia Yangshuo en unos 35 minutos de bici.
Echos polvo y bastante guarretes devolvimos las bicis y nos fuimos a asearnos. Eran sobre las 17h y todavía no habíamos comido por lo que decidimos descansar más tarde, así que duchaditos nos fuimos al China's Café y pedimos pollo con verduras y salsa extraña (que estaba de muerte) acompañado con arroz, cordón bleu (libritos de cerdo en cristiano) con patatas y verduritas, cervecitas, café y capuccino (111Y).
Ya con el estómago lleno nos fuimos paseando mirando las tiendecitas del pueblo y decidimos tras un rato haciendo compras (jejeje) tomar algo fresco en el International Youth Hostel (venimos aquí por la wifi mayormente) ...el mundo es un pañuelo definitivamente...aquí nos encontramos con los 3 chicos alemanes de Xi'An que salían este mismo día hacia Hong Kong..estuvimos charlando un rato (con nuestro super-inglés), nos hicimos fotos y nos dimos los mails para enviarnos fotos del viaje y visitar las respectivas webs..pasamos un rato muy agradable y nos reímos bastante con anécdotas del viaje.
Decidimos volver y descansar un rato en el hostel hasta la hora de cenar...antes pasamos a recoger los billetes de avión de Guilin a Shanghai pero nos dijeron que pasáramos al día siguiente por la mañana (que estaba la chica que llevaba el tema según entendimos..).
De camino a cenar nos encontramos con Yuli, la chica que nos explicó las excursiones que habían por la zona hacía un par de días y nos comentó si queríamos ver el show nocturno en el lago...al parecer está realizado por el mismo autor de la apertura/clausura de los juegos de Beijing y tenía buena pinta, así que aceptamos, por 300Y dos entradas para el show al día siguiente. Nos explicó que estuviésemos sobre las 19h en el restaurante 9 cloud y nos llevaría hasta el autocar que nos trasladaría hasta el recinto donde se hace el espectáculo.
Cenamos en un restaurante italiano que está justo al final (llegando al puente de piedra) de la primera travesía de West Street. Pedimos tallarines al pesto y penne a la putanesca acompañados de cerveza y un Martini (ni se os ocurra pedirlo, te sirven 1 dedo...en fin)...la pasta estaba muy buena (114Y).
Bastante cansados (para variar) nos fuimos a dormir al hostel, al día siguiente realizaríamos compras y veríamos el show por la tarde-noche.
Un saludo!
Eli y Fran.
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