Nos levantamos sobre las 7 de la mañana y a eso de las 8 nos fuimos hacia la terminal de trenes, pillamos un rickshaw cerca del hotel y mientras poníamos las maletas el muy cabrito se puso en marcha y me machaco el pie...bien bien, ya sé lo que es que te machaque el pie un rickshaw...no me iba a ir sin probarlo.
Eli cada vez se encontraba algo mejor, no es por tirarle flores a mi señora, pero ha hecho un esfuerzo titánico para que pudiéramos ver este lugar que nos ha encantado, Amritsar, creemos que es un lugar cojonudo para finalizar el viaje en India ya que la gente es muy muy agradable y no son tan agresivos como en el resto del país...la verdad es que nos ha ablandado mucho el cuerpo tras tantísimo día tratando con tantísima gente que te quiere sacar hasta los hígados...
En fin, milagrosamente el tren llego a su hora y partimos hacia Delhi sin retrasos...hasta en esto Amritsar funciona...magnifico.
Durante el trayecto, un grupo de hombres nos comenzó a dar charla y la cosa degenero en que me invitaron (a Eli no XD) a la charla y me puse en mitad de ellos. Durante hora y media charlamos de todo y nos hicimos muy amigos...una gente fantástica, nos reímos la vida con ellos...resulta que además iban a una manifestacion para reivindicar sus derechos en el trabajo...claro, los tios estaban animadísimos...lo que me llegué a reír con un tipo con turbante...grandísimo momento.
Sobre las 17h llegamos por fin a Delhi...salimos y nos intentaron cobrar 150 INR por unos 200 metros de rickshaw...pensamos en Amritsar y se nos fue la mala leche...oommmmmm....
Al final fuimos caminando desde la estación hacia el hotel Vika, el primero de una lista que habíamos seleccionado para pasar una noche pero resulto ser caro para lo que ofrecia...asi que finalmente acabamos en el hotel RAK International, 850 INR por una noche en habitación doble con aire acondicionado...además reservamos el taxi para el día siguiente que nos llevaría al aeropuerto.
Ya instalados nos fuimos a comer una hamburguesa de pollo (por fin, algo de carneee!!!) y una cerveza (bueno, yo, Eli la miraba con ojos de posesa) que me sirvieron en un termo! al parecer esta mal visto que se vea la botella por aquí...pues bueno, en termo, pero trae la birra...
Mas tarde nos fuimos por Main Bazaar para hacer un par de compras secretas y luego regresamos al hotel para quitarnos la mugre por penúltima vez (es que es salir a la calle y te llenas de m*e*da).
Que difícil es definir India, reflexionaremos en calma una vez en casa (pero con una cerveza de verdad, señores) pero sí que podemos afirmar que ha sido el viaje más duro hasta la fecha...mira que China lo pone jodío por el idioma...pero este país además resulta agotador, es muy cargante, continuamente has de estar esquivando mendigos, buscavidas, tullidos...es muy duro, pero ciertos momentos, paisajes, lugares insólitos recompensan de sobras el pasar por momentos tan jodidos (la suciedad, los bichos, la comida, la continuación...la lista es extensa).
Ver el Taj con nuestros ojos, estar allí..o en el desierto, o en fuertes increíbles, templos abandonados...incluso estar en la frontera entre Pakistán e India...hablando con mil y un personajes, viajeros...demasiado que contar que por fortuna esperamos haya quedado más o menos reflejado en este diario, para siempre, como el anterior.
Dicen que India se odia o se ama...nosotros tenemos que procesar este viaje para dar una respuesta satisfactoria, de momento nos quedamos con los buenos momentos vividos y con la experiencia adquirida, que no es poca.
Un saludo, volvemos a casa!
Fran y Eli
29 de agosto de 2009
Amritsar
Sobre las 4:30 de la madrugada llegamos a Amritsar...madre mía lo que nos ha costado llegar hasta aquí...hacía 2 días que habíamos dejado Benarés...qué locura de retrasos de tren...
Salimos de la estación y había un rickshaw con un tipo que llevaba un sueño en lo alto bastante considerable...hasta un compañero le tuvo que decir algo así como “tío que ha llegado la comida!”..estuvimos un par de minutos absurdamente regateando el precio cuando ni él quería, ni nosotros teníamos ganas de rebajar 20 malditas rupias el trayecto, así que por 60 INR nos llevaría al Sood Guesthouse, lo escogimos de la lista de hoteles económicos más recomendables de Amritsar...las calles estaban vacías y de pasada nos pareció ver el Templo Dorado, muy fugazmente, pero estaba bastante cerca de la zona del hotel, en la zona vieja de la ciudad.
Llegamos y nos enseñaron una habitación, el tipo del hotel llevaba un sueño también muy considerable...nos dijo 950 por una habitación bastante grande, “limpia” y con aire acondicionado..le dijimos que nos enseñara otra más barata y nos dijo a modo “tío que quiero dormir” que nos la dejaba por 650...no veas el sueño que tenía el tío para rebajarnos sin decirle nada 300 INR de golpe...aceptamos, finalmente teníamos dónde estar algo más cómodos después de 2 días...las camas eran piedras, pero no importaba.
Sobre las 9 de la mañana nos fuimos a almorzar algo a un sitio cercano llamado Taste Bite (en la misma calle del hotel, un sitio con sillones cómodos, cerrado y con ventiladores para sofocar la calor exterior (más de la esperada). Los precios no superan las 100 INR y tiene platos bastante majos...
Decidimos visitar el Templo Dorado temprano, estaba bastante cerca del hotel, giramos justo la primera calle a la izquierda y allí estaba la entrada principal.
Tuvimos que descalzarnos (calcetín incluido) y dejar el calzado en unas taquillas en las que te dan una moneda (como en el Taj Mahal)...el suelo con tantísima gente te puedes imaginar cómo estaba de lustroso...en fin, para adelante como los de Alicante..que a estas alturas ya...
Llegamos a la entrada principal por lo que es la Torre del Reloj junto al museo Sij...la torre ya por fuera es impresionante, totalmente blanca y por la que mediante unos altavoces se escucha todo el rato la entonación del libro sagrado Sij (aquí la cultura que manda es la Sijista, bastante peculiar e interesante en su estructura)...antes de entrar por la puerta principal me tuve que poner otro pañuelo (no les valía con el trapo que llevo) que muy amablemente uno de los guardianes que están repartidos por todo el templo me puso alrededor de la cabeza...Eli aprovechó para hacer fotos mientras los dos se reían de mi...bueno.
Pasamos una piscinita de agua para los pies (de todo el mundo) y nos metimos finalmente.
De frente nos encontramos con el templo, en mitad de un estanque de agua en el que se reflejaba su estructura, totalmente blanca a excepción de la llamativa parte superior, dorada, de donde le viene el nombre. El sitio es muy bonito, a pesar de que hay bastante gente, hay un respeto bastante grande y todo está bien organizado, los guardias velan en todo momento por las formas correctas de los visitantes y te informan (en un perfecto inglés) de cualquier duda que tengas...molan los sijistas estos...tienen un poco de orden jedi.
Bordeamos el templo (es bastante hipnótico) y entramos en él por una pasarela. Por dentro no es excesivamente grande, está lleno de gente rezando (antes de entrar se arodillan, se levantan y santiguan) mientras en el centro de la estancia un sacerdote lee un enorme libro (se supone el sagrado Sij). Las paredes están totalmente adornadas de colores rojos, dorados, con dibujos de carpas en el suelo (en el estanque hay bastantes) de mármol blanco...a caballo entre los templos islamistas por las formas y los hindús por los sacerdotes.
Subimos dos pisos más hasta llegar a la zona alta, la cúpula del templo dorado que es una flor de loto invertida (se dice que lleva 750 kilos de oro) y bajo la que hay una habitación en el que otros sacerdotes leían otro libro (el ejemplar original del Guru Granth Sahib, un libro enorme, pero enorme eh?).
Es un lugar muy especial, se respira un respeto y una calma bastante potente a pesar de que hay mucha gente visitándolo.
Salimos del templo y visitamos la tumba de uno de los 10 Gurús sagrados del sijismo, luego bordeamos el templo de nuevo y entramos en la zona de jardines...aquí un hombre nos invitó a comer en el gran comedor para peregrinos...aquí uno puede comer y beber té gratis, incluso el viajero puede ir al Guru Arjan Dev Niwas (un edificio pegado al Templo Dorado) para ser hospedado de manera gratuíta también durante un período de no más de 3 días...nos pareció muy loable por parte de esta religión...declinamos el ofrecimiento ya que realmente no teníamos hambre (Eli menos)...paseamos por fuera del comedor de todas formas para ver y aquello era un hervidero de gente charlando, comiendo...a pesar del gentío se veía un sitio que daba muy buen rollo.
Mientras paseamos por el templo nos saludó algún anciano y nos preguntaban (bueno, primero prueban, “spanish?”) de dónde veníamos y una pregunta que nos han hecho varias veces aquí...qué sensaciones nos da el lugar, India...una pregunta muy difícil que al final del viaje intentaremos dar respuesta.
Salimos del templo (no cobran entrada) y nos fuimos a por el calzado, bordeamos el templo por fuera y fuimos a ver la torre de Baba Atal ya que nos atraía la historia (alzada en memoria de Atal un crio que se suicidó ya que salvó a una persona de morir por la picadura de una Cobra y su padre consideraba que había roto los designios de su Dios)...la torre parece la de Pisa pero a lo islam.
Antes de regresar al hotel para ducharnos de nuevo hablamos con un taxista para ver si nos podía acercar a Attari para ver el cierre de frontera entre India y Pakistán (al parecer hacen una especie de show militar bastante curioso)...le pedimos precio y nos dijo 450 INR (justo el precio que indicaba la guía lonely...es imposible! Nos ha dicho el precio real!!!!). Aceptamos y le dimos 100 INR de adelanto, nos apuntó la matrícula del coche (una furgonetilla con asientos muy cómodos y espaciosos) y quedamos para las 15:30.
Paramos a tomar algo fresco y nos fuimos a visitar los jardines de Jallianwala Bagh, un lugar en el que murieron dos mil indios por parte del ejército británico y en el que se pueden ver los agujeros de balas en las paredes y un museo en el que aparece una escenificación de la masacre...el lugar es tranquilo y la gente te para para saludarte o charlar, pero da algo de mal rollo ser occidental por lo que les hicieron a esta gente...en fin, ellos nos ponían la misma buena cara y nos sonreían igual, pero no puedes parar de pensar en las barbaridades que puede llegar a hacer el ser humano.
Nos fuimos a duchar y luego comimos en el Bite un mushroom tika masala y arroz blanco (se acabaron las cervezas...aquí no venden alcohol en casi ningún establecimiento), todo bastante bueno por 170 INR (no veas como baja la factura el no pedir cerveza...peeero...cada uno tiene su debilidad).
Llegamos al punto acordado con el taxista (un hombre mayor con un turbante rojo muy imponente pero con cara de buen tipo) y allí estaba, nos subimos y partimos hacia Attari.
Unos 45 minutos después llegamos a la frontera y nos comentó que no podía avanzar más allá (el tráfico está prohibido en 1 km a la redonda) y que nos esperaba allí. Tuvimos que dejarle las mochilas ya que no permitían el acceso con ellas y continuamos caminando.
Habían puestos de todo tipo de camino, nos hicimos fotos con la gente de allí...había buen ambiente, la gente de Amritsar es algo distinta a la de Uttar y Rajastán...te quieren vender igual pero no son tan agresivos, un no, un gesto o una sonrisa les basta...Amritsar está ablandando un poco cierta imagen que se nos había formado hasta ahora en este aspecto...
Cogimos un rickshaw que nos acercó el km (fuimos un poco vagos, la verdad) y le pillamos a un crío un abanico porque la tarde pintaba calurosa.
Poco después abrieron una verja por la que accedimos toda la gente y luego nos separaron a los turistas de los hindús.
La frontera entre Pakistán e India es un espectáculo...hay una carretera (de un sólo carril) que atraviesa India y Pakistán. En mitad de la misma hay dos compuertas con su verja, una por cada país, y a ambos lados, han instalado unas gradas desde las que la gente de India y Pakistán asisten al cierre de la frontera.
Es un espectáculo.
Ya de primeras los dos países ponen música en unos altavoces y si te paras a escuchar van subiendo el volumen uno y otro para eclipsarse mutuamente...luego los niños hacen bailes en mitad de la calle y portan la bandera de su país corriendo de un extremo al otro...realmente lo viven. Por cierto que pusieron la banda sonora de Slumdog Millionaire, la de Jai Ho (al parecer es un grito del tipo “vamos, adelante!!”)...se lio una buena.
El “desfile” militar empieza sobre las 18h. Un militar hindú da un grito (pero grito eeeh?, larguísimo) y la gente grita en su idioma “Madre India” o “Hindustan Zindabad” (viva India)...luego se obtiene la réplica de los de Pakistán...los militares uno a uno van desfilando dando largas zancadas hasta la verja, dan una patada que casi les llega al pecho (en serio, parece irreal) y se giran de manera amenazante hacia los pakistanís...ellos hacen algo parecido al otro lado...la gente grita, canta, anima...es como un partido de fútbol!
Luego abren la verja (con una mala hostia considerable), se siguen mirando de manera desafiante los militares hasta que finalmente bajan las banderas de cada país (al mismo tiempo), las doblan se saludan (de lado, sin mirarse) y se la llevan mientras otros cierran las verjas.
Es pura comedia, pero realmente nos lo pasamos genial y por cierto, las gradas hindús estaban a reventar...en cambio las de Pakistán estaban casi vacías...ganamos por goleada.
Es un momento muy emotivo y ellos lo viven mucho, la gente nos miraba y se reía, nos animaba para que gritaramos también...fue muy especial y divertido.
Volvimos al taxi y allí estaba Sandokan y nuestras mochilas...regresamos al hotel y nos fuimos a cenar al Bite, mañana temprano, a eso de las 8:15 (si no hay retrasos jejeje) partiremos hacia Delhi y pasaremos el último día en India.
Un saludo!
Salimos de la estación y había un rickshaw con un tipo que llevaba un sueño en lo alto bastante considerable...hasta un compañero le tuvo que decir algo así como “tío que ha llegado la comida!”..estuvimos un par de minutos absurdamente regateando el precio cuando ni él quería, ni nosotros teníamos ganas de rebajar 20 malditas rupias el trayecto, así que por 60 INR nos llevaría al Sood Guesthouse, lo escogimos de la lista de hoteles económicos más recomendables de Amritsar...las calles estaban vacías y de pasada nos pareció ver el Templo Dorado, muy fugazmente, pero estaba bastante cerca de la zona del hotel, en la zona vieja de la ciudad.
Llegamos y nos enseñaron una habitación, el tipo del hotel llevaba un sueño también muy considerable...nos dijo 950 por una habitación bastante grande, “limpia” y con aire acondicionado..le dijimos que nos enseñara otra más barata y nos dijo a modo “tío que quiero dormir” que nos la dejaba por 650...no veas el sueño que tenía el tío para rebajarnos sin decirle nada 300 INR de golpe...aceptamos, finalmente teníamos dónde estar algo más cómodos después de 2 días...las camas eran piedras, pero no importaba.
Sobre las 9 de la mañana nos fuimos a almorzar algo a un sitio cercano llamado Taste Bite (en la misma calle del hotel, un sitio con sillones cómodos, cerrado y con ventiladores para sofocar la calor exterior (más de la esperada). Los precios no superan las 100 INR y tiene platos bastante majos...
Decidimos visitar el Templo Dorado temprano, estaba bastante cerca del hotel, giramos justo la primera calle a la izquierda y allí estaba la entrada principal.
Tuvimos que descalzarnos (calcetín incluido) y dejar el calzado en unas taquillas en las que te dan una moneda (como en el Taj Mahal)...el suelo con tantísima gente te puedes imaginar cómo estaba de lustroso...en fin, para adelante como los de Alicante..que a estas alturas ya...
Llegamos a la entrada principal por lo que es la Torre del Reloj junto al museo Sij...la torre ya por fuera es impresionante, totalmente blanca y por la que mediante unos altavoces se escucha todo el rato la entonación del libro sagrado Sij (aquí la cultura que manda es la Sijista, bastante peculiar e interesante en su estructura)...antes de entrar por la puerta principal me tuve que poner otro pañuelo (no les valía con el trapo que llevo) que muy amablemente uno de los guardianes que están repartidos por todo el templo me puso alrededor de la cabeza...Eli aprovechó para hacer fotos mientras los dos se reían de mi...bueno.
Pasamos una piscinita de agua para los pies (de todo el mundo) y nos metimos finalmente.
De frente nos encontramos con el templo, en mitad de un estanque de agua en el que se reflejaba su estructura, totalmente blanca a excepción de la llamativa parte superior, dorada, de donde le viene el nombre. El sitio es muy bonito, a pesar de que hay bastante gente, hay un respeto bastante grande y todo está bien organizado, los guardias velan en todo momento por las formas correctas de los visitantes y te informan (en un perfecto inglés) de cualquier duda que tengas...molan los sijistas estos...tienen un poco de orden jedi.
Bordeamos el templo (es bastante hipnótico) y entramos en él por una pasarela. Por dentro no es excesivamente grande, está lleno de gente rezando (antes de entrar se arodillan, se levantan y santiguan) mientras en el centro de la estancia un sacerdote lee un enorme libro (se supone el sagrado Sij). Las paredes están totalmente adornadas de colores rojos, dorados, con dibujos de carpas en el suelo (en el estanque hay bastantes) de mármol blanco...a caballo entre los templos islamistas por las formas y los hindús por los sacerdotes.
Subimos dos pisos más hasta llegar a la zona alta, la cúpula del templo dorado que es una flor de loto invertida (se dice que lleva 750 kilos de oro) y bajo la que hay una habitación en el que otros sacerdotes leían otro libro (el ejemplar original del Guru Granth Sahib, un libro enorme, pero enorme eh?).
Es un lugar muy especial, se respira un respeto y una calma bastante potente a pesar de que hay mucha gente visitándolo.
Salimos del templo y visitamos la tumba de uno de los 10 Gurús sagrados del sijismo, luego bordeamos el templo de nuevo y entramos en la zona de jardines...aquí un hombre nos invitó a comer en el gran comedor para peregrinos...aquí uno puede comer y beber té gratis, incluso el viajero puede ir al Guru Arjan Dev Niwas (un edificio pegado al Templo Dorado) para ser hospedado de manera gratuíta también durante un período de no más de 3 días...nos pareció muy loable por parte de esta religión...declinamos el ofrecimiento ya que realmente no teníamos hambre (Eli menos)...paseamos por fuera del comedor de todas formas para ver y aquello era un hervidero de gente charlando, comiendo...a pesar del gentío se veía un sitio que daba muy buen rollo.
Mientras paseamos por el templo nos saludó algún anciano y nos preguntaban (bueno, primero prueban, “spanish?”) de dónde veníamos y una pregunta que nos han hecho varias veces aquí...qué sensaciones nos da el lugar, India...una pregunta muy difícil que al final del viaje intentaremos dar respuesta.
Salimos del templo (no cobran entrada) y nos fuimos a por el calzado, bordeamos el templo por fuera y fuimos a ver la torre de Baba Atal ya que nos atraía la historia (alzada en memoria de Atal un crio que se suicidó ya que salvó a una persona de morir por la picadura de una Cobra y su padre consideraba que había roto los designios de su Dios)...la torre parece la de Pisa pero a lo islam.
Antes de regresar al hotel para ducharnos de nuevo hablamos con un taxista para ver si nos podía acercar a Attari para ver el cierre de frontera entre India y Pakistán (al parecer hacen una especie de show militar bastante curioso)...le pedimos precio y nos dijo 450 INR (justo el precio que indicaba la guía lonely...es imposible! Nos ha dicho el precio real!!!!). Aceptamos y le dimos 100 INR de adelanto, nos apuntó la matrícula del coche (una furgonetilla con asientos muy cómodos y espaciosos) y quedamos para las 15:30.
Paramos a tomar algo fresco y nos fuimos a visitar los jardines de Jallianwala Bagh, un lugar en el que murieron dos mil indios por parte del ejército británico y en el que se pueden ver los agujeros de balas en las paredes y un museo en el que aparece una escenificación de la masacre...el lugar es tranquilo y la gente te para para saludarte o charlar, pero da algo de mal rollo ser occidental por lo que les hicieron a esta gente...en fin, ellos nos ponían la misma buena cara y nos sonreían igual, pero no puedes parar de pensar en las barbaridades que puede llegar a hacer el ser humano.
Nos fuimos a duchar y luego comimos en el Bite un mushroom tika masala y arroz blanco (se acabaron las cervezas...aquí no venden alcohol en casi ningún establecimiento), todo bastante bueno por 170 INR (no veas como baja la factura el no pedir cerveza...peeero...cada uno tiene su debilidad).
Llegamos al punto acordado con el taxista (un hombre mayor con un turbante rojo muy imponente pero con cara de buen tipo) y allí estaba, nos subimos y partimos hacia Attari.
Unos 45 minutos después llegamos a la frontera y nos comentó que no podía avanzar más allá (el tráfico está prohibido en 1 km a la redonda) y que nos esperaba allí. Tuvimos que dejarle las mochilas ya que no permitían el acceso con ellas y continuamos caminando.
Habían puestos de todo tipo de camino, nos hicimos fotos con la gente de allí...había buen ambiente, la gente de Amritsar es algo distinta a la de Uttar y Rajastán...te quieren vender igual pero no son tan agresivos, un no, un gesto o una sonrisa les basta...Amritsar está ablandando un poco cierta imagen que se nos había formado hasta ahora en este aspecto...
Cogimos un rickshaw que nos acercó el km (fuimos un poco vagos, la verdad) y le pillamos a un crío un abanico porque la tarde pintaba calurosa.
Poco después abrieron una verja por la que accedimos toda la gente y luego nos separaron a los turistas de los hindús.
La frontera entre Pakistán e India es un espectáculo...hay una carretera (de un sólo carril) que atraviesa India y Pakistán. En mitad de la misma hay dos compuertas con su verja, una por cada país, y a ambos lados, han instalado unas gradas desde las que la gente de India y Pakistán asisten al cierre de la frontera.
Es un espectáculo.
Ya de primeras los dos países ponen música en unos altavoces y si te paras a escuchar van subiendo el volumen uno y otro para eclipsarse mutuamente...luego los niños hacen bailes en mitad de la calle y portan la bandera de su país corriendo de un extremo al otro...realmente lo viven. Por cierto que pusieron la banda sonora de Slumdog Millionaire, la de Jai Ho (al parecer es un grito del tipo “vamos, adelante!!”)...se lio una buena.
El “desfile” militar empieza sobre las 18h. Un militar hindú da un grito (pero grito eeeh?, larguísimo) y la gente grita en su idioma “Madre India” o “Hindustan Zindabad” (viva India)...luego se obtiene la réplica de los de Pakistán...los militares uno a uno van desfilando dando largas zancadas hasta la verja, dan una patada que casi les llega al pecho (en serio, parece irreal) y se giran de manera amenazante hacia los pakistanís...ellos hacen algo parecido al otro lado...la gente grita, canta, anima...es como un partido de fútbol!
Luego abren la verja (con una mala hostia considerable), se siguen mirando de manera desafiante los militares hasta que finalmente bajan las banderas de cada país (al mismo tiempo), las doblan se saludan (de lado, sin mirarse) y se la llevan mientras otros cierran las verjas.
Es pura comedia, pero realmente nos lo pasamos genial y por cierto, las gradas hindús estaban a reventar...en cambio las de Pakistán estaban casi vacías...ganamos por goleada.
Es un momento muy emotivo y ellos lo viven mucho, la gente nos miraba y se reía, nos animaba para que gritaramos también...fue muy especial y divertido.
Volvimos al taxi y allí estaba Sandokan y nuestras mochilas...regresamos al hotel y nos fuimos a cenar al Bite, mañana temprano, a eso de las 8:15 (si no hay retrasos jejeje) partiremos hacia Delhi y pasaremos el último día en India.
Un saludo!
El señor de los trenes
Nos levantamos sobre las 9 y pico y nos fuimos tranquilamente a almolzar, disfrutamos de las últimas vistas del Ganges desde la terraza del hotel, las hecharemos de menos, este lugar nos ha encantado, un buen sitio Benarés y es cierto que aquí confluye todo lo que hasta ahora hemos visto en la India...
Nos duchamos y preparamos las mochilas con calma y nos fuimos caminando entre las callejuelas para llegar a la urbe y allí poder pillar un rickshaw que nos llevara a la estación de Benarés.
Nada más salir de las tranquilas calles del casco antiguo volvimos a la vida “estresante” de India, y en poco menos de 30 segundos teníamos gente arremolinada al rededor nuestro ofreciéndonos rickshaws, taxis, etc Nos cogían del brazo para ir a uno a otro hasta que con tranquilidad les pedimos que se relajaran (es que ni siquiera nos entendían el destino)..finalmente acordamos por 80 INR que nos llevaran a la estación (más que nada porque era imposible tratar con lo menos 8 personas ahí) pero el conductor nos dijo que tenía que darle 20 INR a la poli...y así fue, a los pocos metros el tipo paró y le dio a uno de los polis que estaba sentado a la bartola y tomando té (eso si, con una porra de madera de casi un metro en la mano) las 20 INR, el tipo no paraba de reirse mientras se metía el dinero en el bolsillo...madre mía qué mal está lo del tema de la poli aquí en India...en fin.
El conductor resultó ser Han Solo en hindú y encima puso una cinta de “música” que recitaba una historia durante unos segundos y cantaba durante otros pocos, historia, canto, historia, canto...entre la velocidad absurda de Han y el cuento de la lechera nos estuvimos riendo un buen rato...
Llegamos a la estación (nuestro tren salía a las 13:45...ilusos) sobre las 12 y pico y un señor nos señaló una sala de espera para que pudiéramos descansar y esperar nuestro tren...yo creo que este se sabía la película...
La sala era sólo para extranjeros, y allí había un trío de japos que hablaban con la versión hindú del Gordo Alberto (pero en mayor) y una pareja que parecía estar flipando con los japos.
El pobre trío estaba intentando comprender a Alberto y era un poema, de vez en cuando se llevaban las manos a la cara rollo “por Dios, no, cómo le explico a este hombre?!”...pero es que los pobres hablalan entre 0 y 1 inglés...finalmente pareció que se entendieron escribiendo en papeles (buen recurso).
Sobre las 13:15 salí para preguntar por nuestro tren y al parecer llevaba “algo” de retraso....me dijo de todas formas que fuese “huhi”....como ya dije hace tiempo, este dialecto les sirve para todo, con esto se supone que tienes que pasar el mostrador de tickets, girar a la izquierda, picar una puerta y entrar...evidentemente yo me fui a un puesto amarillo que había en dirección a la señalada y pregunté...me dijeron que no había retraso y regresé para decirle que no había retraso ninguno...el tío parece que se molestó (hombre, que se tiene que levantar y andar 5 metros...hay que entenderlo) y me dijo que lo siguiera (entonces hizo la ruta “huhi”), pasó la puerta y se metió en la oficina de tickets, todos allí sentaditos mientras la gente en las taquillas se amontonaba para que les atendieran...bien bien....la versión hindú de Toni Soprano me cogió la hoja y me dijo que nuestro tren se había retrasado lo menos hasta las 16h...el que me había acompañado me dio a entender que le había engañado, porque Toni le decía que yo no había preguntado nada...yo le dije que no, que al mafias no le había preguntado, que había ido un poco más adelante, que me había equivocado al seguir sus “indicaciones”, vamos...y el tío me sermoneó! Que no haga caso a los extraños, que era aquí donde tenía que preguntar, etc..de buen rollo, pero me sermoneó...manda huevos, en fin.
El maldito tren no llegó hasta las 16:45...nos metimos en 3A que era la clase reservada que teníamos y nos “acomodamos”.
Comimos arroz que compramos en la estación de tren y unas bolas de patata que vendían en el tren...aquí Eli comenzó a encontrarse algo indispuesta...el mal del viajero...parece que tras 18 días el cuerpo ya no ha aguantado más...es comprensible dado el nivel de salubridad a la que nos sometemos...yo todavía no se como el mío aguanta...
En fin, llegamos finalmente a Delhi a las 13:30 h (teníamos que haber llegado sobre las 7 de la mañana para coger el tren de las 13:45) y salimos de la estación para intentar coger un rickshaw y que nos llevara a la estación de Delhi (conocida como Old Delhi), desde la que salía nuestro tren a Amritsar.....evidentemente no llegabamos ni de coña, pero como en India los trenes no suelen ser muy puntuales todavía teníamos fe...a pesar de todo, preguntamos por la oficina de venta de tickets al turista para que nos confirmara o canviara los tickets por otro tren más tardío...lo que dicen de esta estación es totalmente cierto. Hacen lo imposible para que vayas a cualquier sitio menos a la oficina de venta de tickets para turistas...el problema es que la indicación que teníamos de la oficina es que estaba en la primera planta...pero la primera planta de dónde? Pero tú has visto la estación? Tiene un huevo de bloques, pasillos, escaleras...yo creo que el de la guía no la encontró y dijo “en la primera planta está” y se quedó tan ancho...en fin, el caso es que un tipo nos asaltó comentandonos que podíamos cambiar el ticket en una oficina “oficial” en Connaught Place y que nos devolverían el 50%, pudiendo coger otro tren ese mismo día...no nos fiabamos del tío pero eran ya las 13:45 y la estación de Delhi estaba de camino del sitio donde decía...qué hacemos qué hacemos...venga va, probamos y sino tiramos hacia la estación de Delhi...
Le preguntamos de todas formas dónde estaba la oficina de tickets al turista y nos señaló una parte de la estación en obras...eso me hizo recordar lo que había oído que te decían que si estaba quemada, que si estaba en obras....la cosa pintaba a estafa....pero bueno, todavía no se por qué le hicimos caso y tiramos para Connaught....
Evidentemente una vez llegamos nos metieron el rollo de que el 50% no nos lo podían dar porque era una reserva por internet que si bla bla bla...en eso que le preguntamos sobre la venta de tickets para turistas de la estación (la que supuestamente estaba en obras) y nos dio a entender que no le pasaba nada, que estaba en la estación pero que ellos estaban autorizados también a vender tickets....con esto le pillamos la mentira al otro indeseable...decidimos irnos a la estación de Delhi y dejar de perder el tiempo con timadores...así que ya sabéis, ni p u t o caso a los supuestos trabajadores oficiales de la estación de New Delhi...de todas formas a la vuelta de Amritsar volveríamos a esa estación, con un poco de suerte igual lo veríamos...
En fin, llegamos a la estación de Delhi...Eli cada vez estaba más tocada del estómago, barajamos incluso el quedarnos en Delhi y descansar el resto de días que nos quedaban pero fue decisión suya el querer intentar llegar a Amritsar. Entramos entre el gentío y vimos nuestro tren...retrasado hasta las 17h! Pero qué pasa en este país con los trenes? Bueno, con lo que tardan en salir de la estación no me extraña esos retrasos...luego también tienen problemas en las vías, con animales e incluso con gente que es atropellada por algún tren según nos enteramos.
El caso es que nos sentamos a esperar en un lugar tranquilo mientras la inteligible megafonía cantaba una y otra vez frases imposibles de entender...estuvimos hablando un ratillo con un estudiante muy majo que se nos acercó y nos dio conversación....por cierto, antes de entrar a la estación, Eli fue al baño de señoras en la parte exterior, no daremos detalles de cómo están los baños públicos, tan sólo decir que se nos acercó un muchacho para disculparse del estado en que estaban las instalaciones...se disculpó, nos pidió que no nos llevaramos una mala imagen de su país, nos hizo el gesto de saludo (unir las dos palmas de las manos) y se marchó....nos quedamos un poco traspuestos, evidentemente le dimos a entender que no había problema....nos hizo sentir un poco mal por en ocasiones dar ciertas descripciones de sitios muy desagradables...pero es la realidad, es lo que hay y es lo que vemos...la población no ayuda en exceso, ya sea porque no puede o no quiere...y el Gobierno tampoco está mucho por la labor...es un tema muy peliagudo y nada fácil, aquí hay 1100 millones de personas y un altísimo nivel de pobreza (unos 350 millones)...corrupción, malas infraestructuras, mal uso de la explotación agrícola (y es el mayor sustento), desinformación en zonas rurales, leyes obsoletas...en fin...hay una frase muy célebre aquí que dicen mucho, “problemas al norte, sur, este y oeste pero...no problem, be happy.”...pues nada.
Estando en la estación nos pareció ver un McDonalds y las hamburguesas vegetarianas tienen fama de estar buenas...Eli evidentemente pasó por su estado, pero yo probé a pillar una y cuando intenté entrar me dijeron que no, miré dentro y los empleados estaban en mitad de la sala rezando al rededor de velas...la hora del rezo en McDonalds...volveré..
El caso es que lo intenté bastante más rato después y tampoco me dejaron entrar...cawuen...pero qué pasa? En el interior había gente...Lo intenté una tercera vez, me hice el remolón y cuando vi que entraba un tipo intenté entrar yo...pero nada...los dos guardias cerraron la puerta y me señalaron el cartelito que ponía “cerrado temporalmente”...malditos, quiero mi hamburguesa vegetariana!
Me tuve que contentar con una hecha en un sitio cercano...bah, no estaba para tirar cohetes...
Nuestro tren llegó sobre las 16:45, Eli parecía que poco a poco iba encontrándose algo mejor, una cosa que funcionó bastante bien fue el hablar de lo que nos haríamos para comer cuando llegásemos a casa, nos pensamos meter un entrecot al roquefort entre pecho y espalda, pero un entrecot de esos de kilo, rojos, carneeee por Dios!
Ya acomodados partimos finalmente hacia Amritsar, nuestra última parada antes de regresar de nuevo a Delhi y finalizar nuestro viaje...
Llegaríamos de madrugada, entre las 2 y las 3 la mañana...a ver si tenemos suerte y pillamos hotel, no sabíamos qué nos encontraríamos...
Un saludo!
Nos duchamos y preparamos las mochilas con calma y nos fuimos caminando entre las callejuelas para llegar a la urbe y allí poder pillar un rickshaw que nos llevara a la estación de Benarés.
Nada más salir de las tranquilas calles del casco antiguo volvimos a la vida “estresante” de India, y en poco menos de 30 segundos teníamos gente arremolinada al rededor nuestro ofreciéndonos rickshaws, taxis, etc Nos cogían del brazo para ir a uno a otro hasta que con tranquilidad les pedimos que se relajaran (es que ni siquiera nos entendían el destino)..finalmente acordamos por 80 INR que nos llevaran a la estación (más que nada porque era imposible tratar con lo menos 8 personas ahí) pero el conductor nos dijo que tenía que darle 20 INR a la poli...y así fue, a los pocos metros el tipo paró y le dio a uno de los polis que estaba sentado a la bartola y tomando té (eso si, con una porra de madera de casi un metro en la mano) las 20 INR, el tipo no paraba de reirse mientras se metía el dinero en el bolsillo...madre mía qué mal está lo del tema de la poli aquí en India...en fin.
El conductor resultó ser Han Solo en hindú y encima puso una cinta de “música” que recitaba una historia durante unos segundos y cantaba durante otros pocos, historia, canto, historia, canto...entre la velocidad absurda de Han y el cuento de la lechera nos estuvimos riendo un buen rato...
Llegamos a la estación (nuestro tren salía a las 13:45...ilusos) sobre las 12 y pico y un señor nos señaló una sala de espera para que pudiéramos descansar y esperar nuestro tren...yo creo que este se sabía la película...
La sala era sólo para extranjeros, y allí había un trío de japos que hablaban con la versión hindú del Gordo Alberto (pero en mayor) y una pareja que parecía estar flipando con los japos.
El pobre trío estaba intentando comprender a Alberto y era un poema, de vez en cuando se llevaban las manos a la cara rollo “por Dios, no, cómo le explico a este hombre?!”...pero es que los pobres hablalan entre 0 y 1 inglés...finalmente pareció que se entendieron escribiendo en papeles (buen recurso).
Sobre las 13:15 salí para preguntar por nuestro tren y al parecer llevaba “algo” de retraso....me dijo de todas formas que fuese “huhi”....como ya dije hace tiempo, este dialecto les sirve para todo, con esto se supone que tienes que pasar el mostrador de tickets, girar a la izquierda, picar una puerta y entrar...evidentemente yo me fui a un puesto amarillo que había en dirección a la señalada y pregunté...me dijeron que no había retraso y regresé para decirle que no había retraso ninguno...el tío parece que se molestó (hombre, que se tiene que levantar y andar 5 metros...hay que entenderlo) y me dijo que lo siguiera (entonces hizo la ruta “huhi”), pasó la puerta y se metió en la oficina de tickets, todos allí sentaditos mientras la gente en las taquillas se amontonaba para que les atendieran...bien bien....la versión hindú de Toni Soprano me cogió la hoja y me dijo que nuestro tren se había retrasado lo menos hasta las 16h...el que me había acompañado me dio a entender que le había engañado, porque Toni le decía que yo no había preguntado nada...yo le dije que no, que al mafias no le había preguntado, que había ido un poco más adelante, que me había equivocado al seguir sus “indicaciones”, vamos...y el tío me sermoneó! Que no haga caso a los extraños, que era aquí donde tenía que preguntar, etc..de buen rollo, pero me sermoneó...manda huevos, en fin.
El maldito tren no llegó hasta las 16:45...nos metimos en 3A que era la clase reservada que teníamos y nos “acomodamos”.
Comimos arroz que compramos en la estación de tren y unas bolas de patata que vendían en el tren...aquí Eli comenzó a encontrarse algo indispuesta...el mal del viajero...parece que tras 18 días el cuerpo ya no ha aguantado más...es comprensible dado el nivel de salubridad a la que nos sometemos...yo todavía no se como el mío aguanta...
En fin, llegamos finalmente a Delhi a las 13:30 h (teníamos que haber llegado sobre las 7 de la mañana para coger el tren de las 13:45) y salimos de la estación para intentar coger un rickshaw y que nos llevara a la estación de Delhi (conocida como Old Delhi), desde la que salía nuestro tren a Amritsar.....evidentemente no llegabamos ni de coña, pero como en India los trenes no suelen ser muy puntuales todavía teníamos fe...a pesar de todo, preguntamos por la oficina de venta de tickets al turista para que nos confirmara o canviara los tickets por otro tren más tardío...lo que dicen de esta estación es totalmente cierto. Hacen lo imposible para que vayas a cualquier sitio menos a la oficina de venta de tickets para turistas...el problema es que la indicación que teníamos de la oficina es que estaba en la primera planta...pero la primera planta de dónde? Pero tú has visto la estación? Tiene un huevo de bloques, pasillos, escaleras...yo creo que el de la guía no la encontró y dijo “en la primera planta está” y se quedó tan ancho...en fin, el caso es que un tipo nos asaltó comentandonos que podíamos cambiar el ticket en una oficina “oficial” en Connaught Place y que nos devolverían el 50%, pudiendo coger otro tren ese mismo día...no nos fiabamos del tío pero eran ya las 13:45 y la estación de Delhi estaba de camino del sitio donde decía...qué hacemos qué hacemos...venga va, probamos y sino tiramos hacia la estación de Delhi...
Le preguntamos de todas formas dónde estaba la oficina de tickets al turista y nos señaló una parte de la estación en obras...eso me hizo recordar lo que había oído que te decían que si estaba quemada, que si estaba en obras....la cosa pintaba a estafa....pero bueno, todavía no se por qué le hicimos caso y tiramos para Connaught....
Evidentemente una vez llegamos nos metieron el rollo de que el 50% no nos lo podían dar porque era una reserva por internet que si bla bla bla...en eso que le preguntamos sobre la venta de tickets para turistas de la estación (la que supuestamente estaba en obras) y nos dio a entender que no le pasaba nada, que estaba en la estación pero que ellos estaban autorizados también a vender tickets....con esto le pillamos la mentira al otro indeseable...decidimos irnos a la estación de Delhi y dejar de perder el tiempo con timadores...así que ya sabéis, ni p u t o caso a los supuestos trabajadores oficiales de la estación de New Delhi...de todas formas a la vuelta de Amritsar volveríamos a esa estación, con un poco de suerte igual lo veríamos...
En fin, llegamos a la estación de Delhi...Eli cada vez estaba más tocada del estómago, barajamos incluso el quedarnos en Delhi y descansar el resto de días que nos quedaban pero fue decisión suya el querer intentar llegar a Amritsar. Entramos entre el gentío y vimos nuestro tren...retrasado hasta las 17h! Pero qué pasa en este país con los trenes? Bueno, con lo que tardan en salir de la estación no me extraña esos retrasos...luego también tienen problemas en las vías, con animales e incluso con gente que es atropellada por algún tren según nos enteramos.
El caso es que nos sentamos a esperar en un lugar tranquilo mientras la inteligible megafonía cantaba una y otra vez frases imposibles de entender...estuvimos hablando un ratillo con un estudiante muy majo que se nos acercó y nos dio conversación....por cierto, antes de entrar a la estación, Eli fue al baño de señoras en la parte exterior, no daremos detalles de cómo están los baños públicos, tan sólo decir que se nos acercó un muchacho para disculparse del estado en que estaban las instalaciones...se disculpó, nos pidió que no nos llevaramos una mala imagen de su país, nos hizo el gesto de saludo (unir las dos palmas de las manos) y se marchó....nos quedamos un poco traspuestos, evidentemente le dimos a entender que no había problema....nos hizo sentir un poco mal por en ocasiones dar ciertas descripciones de sitios muy desagradables...pero es la realidad, es lo que hay y es lo que vemos...la población no ayuda en exceso, ya sea porque no puede o no quiere...y el Gobierno tampoco está mucho por la labor...es un tema muy peliagudo y nada fácil, aquí hay 1100 millones de personas y un altísimo nivel de pobreza (unos 350 millones)...corrupción, malas infraestructuras, mal uso de la explotación agrícola (y es el mayor sustento), desinformación en zonas rurales, leyes obsoletas...en fin...hay una frase muy célebre aquí que dicen mucho, “problemas al norte, sur, este y oeste pero...no problem, be happy.”...pues nada.
Estando en la estación nos pareció ver un McDonalds y las hamburguesas vegetarianas tienen fama de estar buenas...Eli evidentemente pasó por su estado, pero yo probé a pillar una y cuando intenté entrar me dijeron que no, miré dentro y los empleados estaban en mitad de la sala rezando al rededor de velas...la hora del rezo en McDonalds...volveré..
El caso es que lo intenté bastante más rato después y tampoco me dejaron entrar...cawuen...pero qué pasa? En el interior había gente...Lo intenté una tercera vez, me hice el remolón y cuando vi que entraba un tipo intenté entrar yo...pero nada...los dos guardias cerraron la puerta y me señalaron el cartelito que ponía “cerrado temporalmente”...malditos, quiero mi hamburguesa vegetariana!
Me tuve que contentar con una hecha en un sitio cercano...bah, no estaba para tirar cohetes...
Nuestro tren llegó sobre las 16:45, Eli parecía que poco a poco iba encontrándose algo mejor, una cosa que funcionó bastante bien fue el hablar de lo que nos haríamos para comer cuando llegásemos a casa, nos pensamos meter un entrecot al roquefort entre pecho y espalda, pero un entrecot de esos de kilo, rojos, carneeee por Dios!
Ya acomodados partimos finalmente hacia Amritsar, nuestra última parada antes de regresar de nuevo a Delhi y finalizar nuestro viaje...
Llegaríamos de madrugada, entre las 2 y las 3 la mañana...a ver si tenemos suerte y pillamos hotel, no sabíamos qué nos encontraríamos...
Un saludo!
Muerte y vida en Benares
La idea era levantarse a las 5:00 para ir a dar un paseo en barca y ver amanecer en el Ganges...pero la alarma sonó y sonó pero como que fue imposible levantarse...
A eso de las 9 y pico nos picaron a la puerta para decirnos que tenían la info de los tickets, nos vestimos y bajamos para ver qué tal había ido.
Nos consiguieron tickets para Delhi el día 26 y llegaríamos a Delhi el 27 por la mañana. Una vez allí enlazamos con otro tren que nos llevaría a Amritsar ese mismo día y el 29 volveríamos a Delhi para pasar una última noche allí y coger el vuelo el domingo a eso de la 13h.
No eran billetes de 2ª pero sí de 3ª y también con litera y aire acondicionado...pues perfecto.
Nos comentaron que nos pasaramos por la tarde para pagarlo (sobre unas 4000 y pico rupias nos calculó, 200 de comisión).
Almorzamos unas tostadas y un chocolate pancake junto a un té y zumo de naranja. Con algo más de energía nos fuimos hacia los ghats para ir hacia el lado contrario que habíamos visitado, la parte sur digamos.
Fuimos caminando y más de lo mismo, botes, pulseras, camisetas...por cierto, el día anterior un tipo me vino como para saludarme y darme la mano (algo típico hasta ahora aquí en India, les gusta chocarte la mano) y en eso que hizo un giro nada más cogérmela y empezó a hacerme un masaje en el brazo, me tenía pilladísimo, aunque de todas formas no lo hacía del todo mal...cuando terminó con el meneo quiso pillarme la otra pero como ya sabía que luego me pediría pasta decidí darle la propina por el masaje y seguir...
El tema está en que en estos Ghats pues te vienen con la palma por delante para chocarte la mano, pero lo que quieren es hacerte el masaje...otro trapi, vamos, aunque lo cierto es que me dejó el brazo como nuevo.
Seguimos caminando y haciendo fotos del lugar. Gente bañándose, críos tirándose al “agua” desde los escalones, mucha caca de vaca, olores mil, fachadas de templos muy bonitas y cada Ghat con su correspondiente nombre y su historia propia.
Es un sitio muy bonito, y cada vez que te vas alejando de la zona centro (donde la ceremonia de las 19h) la cosa se va volviendo cada vez más tranquila...ya no hay tanto vendedor ni te molestan con los viajes en barca...llegamos caminando al segundo crematorio, el Harischandra Ghat.
Vimos que había un cuerpo quemándose, con la diferencia de que este ya llevaba un buen rato y para pasar teníamos que atravesar digamos que todo el humo que salía del tema ...o eso o nadando por el Ganges.
El cuerpo estaba totalmente visible ya, la piel hecha girones en muchas zonas y la cabeza y las articulaciones comenzaban a ser carbonilla...pasamos y nos comimos todo el humo, ahora sí que percibimos el olor a pollo quemado (chamuscado diría) pero mezclado con un olor dulzón bastante cargante, evidentemente no pasamos con la boca abierta ni pegando bocanadas, pero se nos quedó el olor un buen rato pegado al cuerpo...además de la ceniza...
Seguimos caminando (el muerto al hoyo...) y llegamos a un Ghat que estaba totalmente vacío, nos dio tan buen rollito estar solos durante un rato aunque fuese que a Eli le dieron ganas de meter las piernas en el Ganges...esta chiquilla no tiene remedio, pero no has visto lo que meten en el río alma de cántaro?
En fin, yo la seguí, total, si se le caen las piernas que se me caigan a mi también y nos cuidamos los dos XD.
Nah, chapoteamos un poquillo, metimos los brazos y nos quedamos un buen rato, se estaba muy bien y el agua estaba fresquita...algo marrón, pero fresquita.
Ya secos nos fuimos de vuelta al hotel, pasamos de nuevo el crematorio (ni aguantando la respiración evitas el que te llegue el olor, es tremendo) y nos fuimos directamente a quitarnos la capa de mugre y luego a tomar una cervecita fresca (que nos trajeron).
Entre pitos y flautas nos dieron las 16h y todavía no habíamos comido, bajamos al restaurante y pedimos Malai Kofta (lo mismo que en el restaurante de Orchha) y un par de refrescos...yo no tenía demasiada hambre, pero se me acabaron de quitar cuando saqué un bicho del plato...a pesar de todo me acabé el cheese nan....le iba a decir algo al camarero pero igual me hubiese llamado tiquismiquis...bah, pagamos las 240 INR y nos fuimos directamente a hacer otro paseo en barca, que eran sobre las 17h y la luz del atardecer estaba inmejorable para hacer fotitos.
Paseando nos interceptó (literalmente) un tipo que hablaba como el Llongueras pero en “inglés”...además el tipo llevaba una faldita de esas a modo de pareo que llevan aquí algunos (incluído algún hippie occidental)...al principio no nos convenció, pero como lo quería sacar en el blog, decidimos volver y pedirle presupuesto, 100 INR la hora (como el de ayer más o menos...las 2 horas fijo que te las tiras), ok.
Oooh, no nos llevó él, pero bueno, un hindú con cara de buena persona nos llevaría...además se subió una niña con un cesto lleno de pétalos de flores y de bases de papel para poner las velitas y hecharlas al río...empezó a encender una y me la dio...por supuesto la cria “lo hacía con toda su buena fe sin ánimo de lucro”, pero aun así le pregunté cuanto por cada velita a lo que con un perfecto inglés me contestó 25 INR por cada...yo le dije que se metiera...noo, le pillamos un par y las hechamos al río, que dicen que trae buena suerte...y si pagas 50 INR por cada, el doble de suerte XD.
El barquero nos fue más o menos comentando los Ghats por los que pasábamos y un poco de historia, no mucha porque ya le dijimos que habíamos hecho el viaje el día anterior, con lo que tuvimos la versión resúmen de Visnú y cía...Básicamente cada Ghat pertenece a un marajá, de él hereda su nombre y alguna historia curiosa.
Las vistas preciosas, la luz del atardecer le da a los Ghats una luminosidad junto al agua acojonante...como acojonante fue cuando un grupo de críos se tiró haciendo la bomba y nos llenó de agua a Eli y a mi, venga, bautizados los dos (cara incluída)...de milagro la cámara se mojó lo justo...los bendecimos con buenas pregarias al Dios Rama y seguimos el viaje...la madre que los...
Llegamos al crematorio más pequeño visto esa misma mañana y pude hacer algunas fotos desde una distancia límite, le fui preguntando al barquero “puedo?”, “puedo?”...hasta que llegado un punto ya me dijo que no...es que es para ver el sitio.
Dimos la vuelta y navegamos de nuevo hacia el crematorio principal, allí también pude tomar fotos distancia límite...tranquilamente volvimos al hotel, la travesía inmejorable, buena temperatura, buenas vistas, chapuzón incluído...very good.
A pesar de que no habíamos cumplido las dos horas (faltaban 20 minutos) decidimos pagarle 200 INR y el hombre esperaba algo más, en eso que Eli se puso delante y con los dedos le dijo “one ouer” “one jandred” “two ouer” “two jandred” “Ok?, pues ok”..el tipo se quedó un poco traspuesto (y yo también, creía que el único que estaba paranoico era yo) pero aceptó y nos dijo que si nosotros estabamos happy el también happy (muy típico que digan esto aquí), le chocamos la mano y nos fuimos...a partir de ahora voy a dejar que Eli haga el truco de los dedos intimidatorios...
Regresamos al hotel ya de noche (sobre las 19h aquí ya se hace bastante oscuro), pedimos un par de pizzas (sin bicho) pequeñitas ya que no teníamos apenas hambre y estuvimos charlando con una pareja de italianos muy agradables, estuvimos comentando un poco por encima el viaje, las sensaciones, etc. Coincidimos en la opinión sobre los increíbles lugares que tiene este país, lo duro que resulta como viaje y en la dificultad de encontrar ciertos lugares en soledad...en cuanto a gastronomía ya ni te cuento, enumeramos platos que echábamos de menos y casi salibamos...nos comentaron que habían estado en Amritsar y que era muy recomendable, intercambiamos emails y nos despedimos, muy majos.
Después de un par de black teas nos fuimos a dormir, nos esperan muchas, muchas horas de tren...
Un saludo!.
A eso de las 9 y pico nos picaron a la puerta para decirnos que tenían la info de los tickets, nos vestimos y bajamos para ver qué tal había ido.
Nos consiguieron tickets para Delhi el día 26 y llegaríamos a Delhi el 27 por la mañana. Una vez allí enlazamos con otro tren que nos llevaría a Amritsar ese mismo día y el 29 volveríamos a Delhi para pasar una última noche allí y coger el vuelo el domingo a eso de la 13h.
No eran billetes de 2ª pero sí de 3ª y también con litera y aire acondicionado...pues perfecto.
Nos comentaron que nos pasaramos por la tarde para pagarlo (sobre unas 4000 y pico rupias nos calculó, 200 de comisión).
Almorzamos unas tostadas y un chocolate pancake junto a un té y zumo de naranja. Con algo más de energía nos fuimos hacia los ghats para ir hacia el lado contrario que habíamos visitado, la parte sur digamos.
Fuimos caminando y más de lo mismo, botes, pulseras, camisetas...por cierto, el día anterior un tipo me vino como para saludarme y darme la mano (algo típico hasta ahora aquí en India, les gusta chocarte la mano) y en eso que hizo un giro nada más cogérmela y empezó a hacerme un masaje en el brazo, me tenía pilladísimo, aunque de todas formas no lo hacía del todo mal...cuando terminó con el meneo quiso pillarme la otra pero como ya sabía que luego me pediría pasta decidí darle la propina por el masaje y seguir...
El tema está en que en estos Ghats pues te vienen con la palma por delante para chocarte la mano, pero lo que quieren es hacerte el masaje...otro trapi, vamos, aunque lo cierto es que me dejó el brazo como nuevo.
Seguimos caminando y haciendo fotos del lugar. Gente bañándose, críos tirándose al “agua” desde los escalones, mucha caca de vaca, olores mil, fachadas de templos muy bonitas y cada Ghat con su correspondiente nombre y su historia propia.
Es un sitio muy bonito, y cada vez que te vas alejando de la zona centro (donde la ceremonia de las 19h) la cosa se va volviendo cada vez más tranquila...ya no hay tanto vendedor ni te molestan con los viajes en barca...llegamos caminando al segundo crematorio, el Harischandra Ghat.
Vimos que había un cuerpo quemándose, con la diferencia de que este ya llevaba un buen rato y para pasar teníamos que atravesar digamos que todo el humo que salía del tema ...o eso o nadando por el Ganges.
El cuerpo estaba totalmente visible ya, la piel hecha girones en muchas zonas y la cabeza y las articulaciones comenzaban a ser carbonilla...pasamos y nos comimos todo el humo, ahora sí que percibimos el olor a pollo quemado (chamuscado diría) pero mezclado con un olor dulzón bastante cargante, evidentemente no pasamos con la boca abierta ni pegando bocanadas, pero se nos quedó el olor un buen rato pegado al cuerpo...además de la ceniza...
Seguimos caminando (el muerto al hoyo...) y llegamos a un Ghat que estaba totalmente vacío, nos dio tan buen rollito estar solos durante un rato aunque fuese que a Eli le dieron ganas de meter las piernas en el Ganges...esta chiquilla no tiene remedio, pero no has visto lo que meten en el río alma de cántaro?
En fin, yo la seguí, total, si se le caen las piernas que se me caigan a mi también y nos cuidamos los dos XD.
Nah, chapoteamos un poquillo, metimos los brazos y nos quedamos un buen rato, se estaba muy bien y el agua estaba fresquita...algo marrón, pero fresquita.
Ya secos nos fuimos de vuelta al hotel, pasamos de nuevo el crematorio (ni aguantando la respiración evitas el que te llegue el olor, es tremendo) y nos fuimos directamente a quitarnos la capa de mugre y luego a tomar una cervecita fresca (que nos trajeron).
Entre pitos y flautas nos dieron las 16h y todavía no habíamos comido, bajamos al restaurante y pedimos Malai Kofta (lo mismo que en el restaurante de Orchha) y un par de refrescos...yo no tenía demasiada hambre, pero se me acabaron de quitar cuando saqué un bicho del plato...a pesar de todo me acabé el cheese nan....le iba a decir algo al camarero pero igual me hubiese llamado tiquismiquis...bah, pagamos las 240 INR y nos fuimos directamente a hacer otro paseo en barca, que eran sobre las 17h y la luz del atardecer estaba inmejorable para hacer fotitos.
Paseando nos interceptó (literalmente) un tipo que hablaba como el Llongueras pero en “inglés”...además el tipo llevaba una faldita de esas a modo de pareo que llevan aquí algunos (incluído algún hippie occidental)...al principio no nos convenció, pero como lo quería sacar en el blog, decidimos volver y pedirle presupuesto, 100 INR la hora (como el de ayer más o menos...las 2 horas fijo que te las tiras), ok.
Oooh, no nos llevó él, pero bueno, un hindú con cara de buena persona nos llevaría...además se subió una niña con un cesto lleno de pétalos de flores y de bases de papel para poner las velitas y hecharlas al río...empezó a encender una y me la dio...por supuesto la cria “lo hacía con toda su buena fe sin ánimo de lucro”, pero aun así le pregunté cuanto por cada velita a lo que con un perfecto inglés me contestó 25 INR por cada...yo le dije que se metiera...noo, le pillamos un par y las hechamos al río, que dicen que trae buena suerte...y si pagas 50 INR por cada, el doble de suerte XD.
El barquero nos fue más o menos comentando los Ghats por los que pasábamos y un poco de historia, no mucha porque ya le dijimos que habíamos hecho el viaje el día anterior, con lo que tuvimos la versión resúmen de Visnú y cía...Básicamente cada Ghat pertenece a un marajá, de él hereda su nombre y alguna historia curiosa.
Las vistas preciosas, la luz del atardecer le da a los Ghats una luminosidad junto al agua acojonante...como acojonante fue cuando un grupo de críos se tiró haciendo la bomba y nos llenó de agua a Eli y a mi, venga, bautizados los dos (cara incluída)...de milagro la cámara se mojó lo justo...los bendecimos con buenas pregarias al Dios Rama y seguimos el viaje...la madre que los...
Llegamos al crematorio más pequeño visto esa misma mañana y pude hacer algunas fotos desde una distancia límite, le fui preguntando al barquero “puedo?”, “puedo?”...hasta que llegado un punto ya me dijo que no...es que es para ver el sitio.
Dimos la vuelta y navegamos de nuevo hacia el crematorio principal, allí también pude tomar fotos distancia límite...tranquilamente volvimos al hotel, la travesía inmejorable, buena temperatura, buenas vistas, chapuzón incluído...very good.
A pesar de que no habíamos cumplido las dos horas (faltaban 20 minutos) decidimos pagarle 200 INR y el hombre esperaba algo más, en eso que Eli se puso delante y con los dedos le dijo “one ouer” “one jandred” “two ouer” “two jandred” “Ok?, pues ok”..el tipo se quedó un poco traspuesto (y yo también, creía que el único que estaba paranoico era yo) pero aceptó y nos dijo que si nosotros estabamos happy el también happy (muy típico que digan esto aquí), le chocamos la mano y nos fuimos...a partir de ahora voy a dejar que Eli haga el truco de los dedos intimidatorios...
Regresamos al hotel ya de noche (sobre las 19h aquí ya se hace bastante oscuro), pedimos un par de pizzas (sin bicho) pequeñitas ya que no teníamos apenas hambre y estuvimos charlando con una pareja de italianos muy agradables, estuvimos comentando un poco por encima el viaje, las sensaciones, etc. Coincidimos en la opinión sobre los increíbles lugares que tiene este país, lo duro que resulta como viaje y en la dificultad de encontrar ciertos lugares en soledad...en cuanto a gastronomía ya ni te cuento, enumeramos platos que echábamos de menos y casi salibamos...nos comentaron que habían estado en Amritsar y que era muy recomendable, intercambiamos emails y nos despedimos, muy majos.
Después de un par de black teas nos fuimos a dormir, nos esperan muchas, muchas horas de tren...
Un saludo!.
25 de agosto de 2009
Vida y muerte en Benarés
El viaje en tren fue mejor de lo esperado, incluso dormimos. De vez en cuando uno se iba despertando por la fama que tienen los trenes de India en cuanto a ladrones...pero el cansancio podía más que otra cosa...
A eso de las 7:30 un tipo anunció Varanasi, miramos por la ventanilla y vimos...pues más de lo mismo...calles infestadas de gente, vacas, suciedad, carros, motos, coches, tiendas....esta parte de Benarés parece otro clon del resto de zonas visitadas..bueno.
Nos despedimos de los dos holandeses y nada más salir ya teníamos pegados dos o tres tipos ofreciendo hotel, rickshaw, le pedí el Marca para ver como va el Madrid pero no tenía...lástima, se lo hubiese comprado por 1000 INR.
En la puerta nos dirigimos a los taxis de prepago (justo al salir a la izquierda, reconocible por estar rodeada la caseta de un montón de rickshaws)...habíamos señalado unos cuantos hoteles por la zona de los Ghats en la zona vieja, en concreto habíamos pensado en el Akal Hotel, que según indicaba la guía ofrecía unas vistas al Ganges muy buenas...
Pillamos uno de los rickshaws (de los cientos que habían tuvimos que pillar al clon de Tom Selleck) por 70 INR, de camino nos intentó llevar a su hotel como unas 20 veces...que si está lleno, que si el suyo es mejor...juramos por Dios que estamos teniendo una paciencia de mil pares de demonios...pero es que dan unas ganas de cogerlo por el cuello y....ah! Por Dios llévame donde te digo y si no hay sitio pues ya veremos! AGH! Y encima eran dos machacándonos..
Nos dijeron que el rickshaw no podía acceder a la zona vieja por ser callejones muy estrechos (esto es cierto), paramos y erre que erre con llevarnos a su hotel, incluso el tío nos empezó a hablar super lento para que le entendiesemos bien rollo “leeme los labios que pareces tontito”....en esos momentos mi vena del cuello me iba a explotar, nada, paciencia, le pagamos y le dijimos que ya nos apañabamos y que muchas gracias....pues nada, el tío se empeñó en llevarnos al hotel para que vieramos que estaba lleno y llevarnos al suyo...no sabíamos ya como decirle que se pirase, lo probamos de buenas, malas...no sabía si tirarle un hueso....en fin, ya nos reíamos porque la cosa era de friki....de camino lo paramos y le explicamos también a lo tontito (aquí se la devolvimos) que no llevabamos dos días en la India, que sabíamos lo de las comisiones y que ni se le ocurriera entrar al hotel (suena duro pero si entran y lo ven automáticamente se piensan que los ha traído un buscavidas y te suben el precio por la comisión).
Llegamos al hotel finalmente y se quedó a parte, eso si, pegó una voz bastante alta (bueno, esto lo hacen de vez en cuando, no sabemos bien bien a quién llaman o dicen pero la cuestión es que te dejan sordo)..preguntamos por habitación libre y nos comentaron que hasta las 12 no tendrían una disponible por 650 INR, el sitio era bastante bonito, una gran terraza que daba al Ganges y a su alrededor 3 pisos de habitaciones...decidimos esperar y pegarnos el gustazo de decirle al pesao de Tom que se fuera a freir monas...en perfecto castellano se lo dije...vete a freir monas...Namaste!
El muy cabrito encima nos dijo que tenía una tienda de seda por si queríamos verla....por supuesto le dijimos que nos la enseñara muy educadamente XD.
Nos fuimos a desayunar para hacer tiempo y luego decidimos irnos a dar un paseo por la zona ya que quedaban bastante horas (eran sobre las 9) hasta poder pillar la habitación.
Justo al lado del hotel Alka hay un guest house y decidimos mirar si tenían habitaciones para no jugar con sólo una carta...
Pasamos unos pasillos y la recepción estaba en la planta baja, antes decidimos irnos a la terraza que daba al Ganges para disfrutar de las vistas...en eso que Eli señaló al río y allí estaba, un cuerpo flotando sobre unas cañas de bambú boca abajo...nos pilló un poco de frío (bueno, a mi por lo menos, a Eli le encantan estas cosas y estaba en su salsa) y nos quedamos medio atontados...uno como que no está acostumbrado a ver esas cosas...esperamos incluso que fuese uno haciendo snorkel o algo pero no, un cuervo se posó encima y picoteó la espalda descubierta...va a ser que está muerto.
Cuando salimos un poco del shock conseguí hacerle una foto de lejos.
El hotel nos pareció una ruina y más cuando vimos una habitación de un hippie que estaba abierta...muy mal tiene que estar el Alka para no quedarnos en él...
Salimos del hotel y bajamos por unas escaleras que dan al Ghat, según la guía había un crematorio cercano donde incineran a los muertos...ya que estabamos decidimos acercarnos por si veíamos algo...
Caminamos un rato y nos asaltaron varias veces por si queríamos dar un paseo en barca, declinamos de momento y finalmente llegamos a la zona del Manikarnika Ghat, uno de los dos crematorios más famosos de Benarés.
Justo antes de entrar en él un tipo nos dijo que taparamos la cámara y que por favor ni hicieramos fotos, obedecimos (veis que fácil es?) y seguimos adelante.
La zona está llena de cenizas, las paredes de los edificios cercanos están oscurecidos por la contínua exposición del humo...allí se apilan montones de troncos de madera junto a unas balanzas muy grandes que sirven para pesar la cantidad de madera necesaria para la cremación (más cara cuanta más madera, también influye el tipo)..seguimos avanzando y llegamos a otra zona escalonada con un bancal justo antes de llegar al río, en este bancal habían apilados troncos a modo de “lecho”, en ese momento se escuchó un murmullo y un sonido de fondo como de cánticos, por la parte alta aparecieron unos cuantos hombres llevando un cuerpo tapado con una tela de color amarillo muy vivo y flores, lo porteaban sobre unas cañas de bambú como las que habíamos visto bajo el cuerpo flotante esa mañana...bajaron las escaleras y sumergieron el cuerpo en el río, luego lo dejaron “reposar” sobre las escaleras suponemos (y bien, como nos contarían más tarde) que para que escurriera el agua.
Estabamos casi en primera fila y uno no puede dejar de pensar en si se lo tomarán bien que estemos ahí morbosamente mirando algo muy serio...no parecía importarles demasiado suponemos que porque estan más que acostumbrados...eso si, no interfieras en su labor de llevar y traer madera o carbón, pero esto es de cajón...
Al cabo de un rato cogieron el cuerpo entre 3 personas y lo movieron hasta la pila de troncos, se le distinguía perfectamente los rasgos faciales, las piernas...joder qué grima..incluso estuvo a punto de caérseles antes de ponerlo (ponerla, era una mujer).
Una vez colocada sobre la pila pusieron troncos a modo de sujeción por todo el cuerpo y apareció un hombre rapado y vestido de blanco que era el familiar encargado de iniciar la cremación (normalmente es el marido o los hijos, las mujeres nunca incineran)....humeó la zona al rededor del cuerpo diciendo unas palabras y prendió la parte baja de los troncos...empezó a salir una humareda oscura que subía hacia los edificios (con razón estaban negros). En uno de estos edificios se apilaban turistas que habían subido a una zona elevada para verlo mejor a cambio de una buena suma de rupias...pues se lo estaban comiendo de lo lindo, hasta mascarillas llevaban algunos...
No percibimos ningún olor especial salvo el de la madera, más que nada porque el cuerpo tarda bastante en comenzar a calcinarse, por lo que hasta que llega a la piel lo que más huele es el tronco...eso sí, comenzaron a llegar más cuerpos hasta apilar un total de cuatro, cada uno en su lecho de madera...aquello comenzaba a llenarse de ceniza arrastrada por el viento, decidimos movernos y volver al hotel para coger la habitación y quitarnos los restos de ceniza del cuerpo.
Es difícil explicar lo que uno siente viendo ese “espectáculo”, es una mezcla entre algo muy salvaje, muy místico...en fin, no deja de ser un entierro, tan sólo que el contacto entre vida y muerte es total...todo se dispara a nivel de los sentidos, el olor, lo que ves, escuchas...desde donde venimos hay que verlo para creerlo.
Nos enseñaron la habitación y nos pareció estupenda para el precio, así que nos quedamos, una vez instalados por fin nos pudimos duchar y quitarnos el muerto de encima (chiste malo, ło se).
Comimos pasta, espaguetis con champiñones por 360 INR (birra incluída, los precios aquí rondan los 70 INR por plato) y nos fuimos a descansar un rato para más tarde irnos a hacer un paseo en barca cuando no diera tanto el calor.
Necesitabamos sacar dinero de un cajero así que nos dirigimos hacia las afueras de la ciudad vieja para encontrar alguno. Nos topamos de frente con un bullicio tremendo, bueno, el tipico de las ciudades de la India...con el consiguiente abasallamiento por parte de vendedores del todo...
Aquí si te paras un momento a ver donde estás o simplemente miras la guía ya tienes al lado a uno preguntándote a donde vas, que si cual es tu hotel, cuando te vas...resulta un poco ingrato, la verdad...lo recomendable es sonreir y no hacerles mucho caso, seguir adelante y punto...el problema es que te siguen y cuando le preguntas en un puesto de poli o algo parecido por el lugar que buscas los mamones ponen la oreja y ya saben donde vas...a nosotros se nos acopló uno diciendo que sabía donde había un banco cerca, nos ha jodío, y nosotros, nos lo acaba de decir el poli...en fin, llegamos al banco y el tío se quedó algo apartado...como no nos hacía mucha gracia me fui a por él y le pregunté si esperaba algo...y el muy salao me dijo que le gustaban mis bambas....por supuesto le dije que las cogiera...nah, luego de decirle que le diera recuerdos a su família se giró y se fue pegando uno de esos escupitajos de medio litro que pegan aquí (los chinos al lao de estos no son nada!)...Benarés tiene fama de robatorios y de gente de dudosa reputación, pero sobre todo en la ciudad vieja y a partir de las horas nocturnas...a plena luz del día no da demasiado la sensación de inseguridad...a pesar de todo vigilamos mientras utilizamos el banco (un hombre de seguridad muy amablemente nos “escoltó” mientras sacabamos la pasta)...
Regresamos por entre las callejuelas, es increíble lo fácil que es perderse por entre las calles, pero siempre llegas a la zona de los Ghats, por lo que es fácil orientarse.
Una vez en el hotel nos fuimos caminando hacia el Dasaswamedth Ghat, al parecer cada tarde a las 19h se realiza una ceremonia en honor a los que incineran.
De camino nos topamos con ofrecimientos varios de viajes en bote, hasta que nos paramos para echar unas fotos tranquilamente y 10 segundos más tarde teníamos al lado a otro tipo que nos ofrecía otro viaje en barco...lo pensamos un rato y decidimos hacerlo...negociamos pero el tío no bajaba de 200 INR por hora y media...pues bueno.
Nos subimos a la barca y nos llevó hacia el Ghat de por la mañana, nos quería enseñar el crematorio a esa hora del día. De camino nos iba explicando un poco por encima qué era cada edificio y lugares de interés, se le entendía bastante bien y no era taladrante...vimos velitas que flotaban en el río en honor a los muertos, muy bonito, aunque debido a la brisa que corría nos explicó que hoy no estaría muy lleno, había días en que se llenaba...aun así muy bonito de ver.
Llegamos al crematorio y ya de lejos vimos que la pila de cuerpos seguía ardiendo, nos explicó que ese crematorio estaba 24 h funcionando sin parar y además nos dijo los 5 cuerpos que no se queman por no necesitar ser purificados, estos son los críos menores de 10 años, las mujeres embarazadas, los monjes, leprosos y los que mueren por picadura de una cobra...y a los madridistas XD
Nos acercó tanto que teníamos uno de los cuerpos que estaba secándose a menos de dos metros...aquí sí que percibimos cierto olor como a pollo quemado...y además vimos las piernas de alguno de los cuerpos que esa misma mañana estaban comenzando a arder...muy gore.
Regresamos hacia la parte de la ceremonia...por todos los Ghats habían mini-ceremonias de mujeres danzando con una especie de quinqué iluminado que echaba humo, lo giraban haciendo círculos y cantaban...de película pasear así en barca, parecía que estábamos en una película, y ahora habían cada vez más velitas que iluminaban el río, increíble.
Estuvimos un rato viendo el show, era parecida a la que vimos de camino, pero más orientado al espectáculo...incluso había unas pantallas de televisión ofreciendo una ceremonia que según me explicó Remo (jeje) luego se podía comprar...alrededor de la misma habían unas “sombrillas” bajo las que los peregrinos que se desplazan a Benarés para quemar a sus muertos descansan, reciben ofrendas, etc. Curioso.
Regresamos al hotel para cenar e intentar sacar los billetes de tren para Delhi-Amritsar-Delhi pero la página web nos daba error todo el rato por lo que decidimos pedirles a los del hotel que nos miraran de reservar billete para Delhi para el 26, Amritsar el 27 y regresar a Delhi el 29...así ya tendríamos los billetes de tren cerrados para el resto de días que nos quedan...nos dirían algo al día siguiente.
Algo cansados nos fuimos a dormir.
Un saludo!
A eso de las 7:30 un tipo anunció Varanasi, miramos por la ventanilla y vimos...pues más de lo mismo...calles infestadas de gente, vacas, suciedad, carros, motos, coches, tiendas....esta parte de Benarés parece otro clon del resto de zonas visitadas..bueno.
Nos despedimos de los dos holandeses y nada más salir ya teníamos pegados dos o tres tipos ofreciendo hotel, rickshaw, le pedí el Marca para ver como va el Madrid pero no tenía...lástima, se lo hubiese comprado por 1000 INR.
En la puerta nos dirigimos a los taxis de prepago (justo al salir a la izquierda, reconocible por estar rodeada la caseta de un montón de rickshaws)...habíamos señalado unos cuantos hoteles por la zona de los Ghats en la zona vieja, en concreto habíamos pensado en el Akal Hotel, que según indicaba la guía ofrecía unas vistas al Ganges muy buenas...
Pillamos uno de los rickshaws (de los cientos que habían tuvimos que pillar al clon de Tom Selleck) por 70 INR, de camino nos intentó llevar a su hotel como unas 20 veces...que si está lleno, que si el suyo es mejor...juramos por Dios que estamos teniendo una paciencia de mil pares de demonios...pero es que dan unas ganas de cogerlo por el cuello y....ah! Por Dios llévame donde te digo y si no hay sitio pues ya veremos! AGH! Y encima eran dos machacándonos..
Nos dijeron que el rickshaw no podía acceder a la zona vieja por ser callejones muy estrechos (esto es cierto), paramos y erre que erre con llevarnos a su hotel, incluso el tío nos empezó a hablar super lento para que le entendiesemos bien rollo “leeme los labios que pareces tontito”....en esos momentos mi vena del cuello me iba a explotar, nada, paciencia, le pagamos y le dijimos que ya nos apañabamos y que muchas gracias....pues nada, el tío se empeñó en llevarnos al hotel para que vieramos que estaba lleno y llevarnos al suyo...no sabíamos ya como decirle que se pirase, lo probamos de buenas, malas...no sabía si tirarle un hueso....en fin, ya nos reíamos porque la cosa era de friki....de camino lo paramos y le explicamos también a lo tontito (aquí se la devolvimos) que no llevabamos dos días en la India, que sabíamos lo de las comisiones y que ni se le ocurriera entrar al hotel (suena duro pero si entran y lo ven automáticamente se piensan que los ha traído un buscavidas y te suben el precio por la comisión).
Llegamos al hotel finalmente y se quedó a parte, eso si, pegó una voz bastante alta (bueno, esto lo hacen de vez en cuando, no sabemos bien bien a quién llaman o dicen pero la cuestión es que te dejan sordo)..preguntamos por habitación libre y nos comentaron que hasta las 12 no tendrían una disponible por 650 INR, el sitio era bastante bonito, una gran terraza que daba al Ganges y a su alrededor 3 pisos de habitaciones...decidimos esperar y pegarnos el gustazo de decirle al pesao de Tom que se fuera a freir monas...en perfecto castellano se lo dije...vete a freir monas...Namaste!
El muy cabrito encima nos dijo que tenía una tienda de seda por si queríamos verla....por supuesto le dijimos que nos la enseñara muy educadamente XD.
Nos fuimos a desayunar para hacer tiempo y luego decidimos irnos a dar un paseo por la zona ya que quedaban bastante horas (eran sobre las 9) hasta poder pillar la habitación.
Justo al lado del hotel Alka hay un guest house y decidimos mirar si tenían habitaciones para no jugar con sólo una carta...
Pasamos unos pasillos y la recepción estaba en la planta baja, antes decidimos irnos a la terraza que daba al Ganges para disfrutar de las vistas...en eso que Eli señaló al río y allí estaba, un cuerpo flotando sobre unas cañas de bambú boca abajo...nos pilló un poco de frío (bueno, a mi por lo menos, a Eli le encantan estas cosas y estaba en su salsa) y nos quedamos medio atontados...uno como que no está acostumbrado a ver esas cosas...esperamos incluso que fuese uno haciendo snorkel o algo pero no, un cuervo se posó encima y picoteó la espalda descubierta...va a ser que está muerto.
Cuando salimos un poco del shock conseguí hacerle una foto de lejos.
El hotel nos pareció una ruina y más cuando vimos una habitación de un hippie que estaba abierta...muy mal tiene que estar el Alka para no quedarnos en él...
Salimos del hotel y bajamos por unas escaleras que dan al Ghat, según la guía había un crematorio cercano donde incineran a los muertos...ya que estabamos decidimos acercarnos por si veíamos algo...
Caminamos un rato y nos asaltaron varias veces por si queríamos dar un paseo en barca, declinamos de momento y finalmente llegamos a la zona del Manikarnika Ghat, uno de los dos crematorios más famosos de Benarés.
Justo antes de entrar en él un tipo nos dijo que taparamos la cámara y que por favor ni hicieramos fotos, obedecimos (veis que fácil es?) y seguimos adelante.
La zona está llena de cenizas, las paredes de los edificios cercanos están oscurecidos por la contínua exposición del humo...allí se apilan montones de troncos de madera junto a unas balanzas muy grandes que sirven para pesar la cantidad de madera necesaria para la cremación (más cara cuanta más madera, también influye el tipo)..seguimos avanzando y llegamos a otra zona escalonada con un bancal justo antes de llegar al río, en este bancal habían apilados troncos a modo de “lecho”, en ese momento se escuchó un murmullo y un sonido de fondo como de cánticos, por la parte alta aparecieron unos cuantos hombres llevando un cuerpo tapado con una tela de color amarillo muy vivo y flores, lo porteaban sobre unas cañas de bambú como las que habíamos visto bajo el cuerpo flotante esa mañana...bajaron las escaleras y sumergieron el cuerpo en el río, luego lo dejaron “reposar” sobre las escaleras suponemos (y bien, como nos contarían más tarde) que para que escurriera el agua.
Estabamos casi en primera fila y uno no puede dejar de pensar en si se lo tomarán bien que estemos ahí morbosamente mirando algo muy serio...no parecía importarles demasiado suponemos que porque estan más que acostumbrados...eso si, no interfieras en su labor de llevar y traer madera o carbón, pero esto es de cajón...
Al cabo de un rato cogieron el cuerpo entre 3 personas y lo movieron hasta la pila de troncos, se le distinguía perfectamente los rasgos faciales, las piernas...joder qué grima..incluso estuvo a punto de caérseles antes de ponerlo (ponerla, era una mujer).
Una vez colocada sobre la pila pusieron troncos a modo de sujeción por todo el cuerpo y apareció un hombre rapado y vestido de blanco que era el familiar encargado de iniciar la cremación (normalmente es el marido o los hijos, las mujeres nunca incineran)....humeó la zona al rededor del cuerpo diciendo unas palabras y prendió la parte baja de los troncos...empezó a salir una humareda oscura que subía hacia los edificios (con razón estaban negros). En uno de estos edificios se apilaban turistas que habían subido a una zona elevada para verlo mejor a cambio de una buena suma de rupias...pues se lo estaban comiendo de lo lindo, hasta mascarillas llevaban algunos...
No percibimos ningún olor especial salvo el de la madera, más que nada porque el cuerpo tarda bastante en comenzar a calcinarse, por lo que hasta que llega a la piel lo que más huele es el tronco...eso sí, comenzaron a llegar más cuerpos hasta apilar un total de cuatro, cada uno en su lecho de madera...aquello comenzaba a llenarse de ceniza arrastrada por el viento, decidimos movernos y volver al hotel para coger la habitación y quitarnos los restos de ceniza del cuerpo.
Es difícil explicar lo que uno siente viendo ese “espectáculo”, es una mezcla entre algo muy salvaje, muy místico...en fin, no deja de ser un entierro, tan sólo que el contacto entre vida y muerte es total...todo se dispara a nivel de los sentidos, el olor, lo que ves, escuchas...desde donde venimos hay que verlo para creerlo.
Nos enseñaron la habitación y nos pareció estupenda para el precio, así que nos quedamos, una vez instalados por fin nos pudimos duchar y quitarnos el muerto de encima (chiste malo, ło se).
Comimos pasta, espaguetis con champiñones por 360 INR (birra incluída, los precios aquí rondan los 70 INR por plato) y nos fuimos a descansar un rato para más tarde irnos a hacer un paseo en barca cuando no diera tanto el calor.
Necesitabamos sacar dinero de un cajero así que nos dirigimos hacia las afueras de la ciudad vieja para encontrar alguno. Nos topamos de frente con un bullicio tremendo, bueno, el tipico de las ciudades de la India...con el consiguiente abasallamiento por parte de vendedores del todo...
Aquí si te paras un momento a ver donde estás o simplemente miras la guía ya tienes al lado a uno preguntándote a donde vas, que si cual es tu hotel, cuando te vas...resulta un poco ingrato, la verdad...lo recomendable es sonreir y no hacerles mucho caso, seguir adelante y punto...el problema es que te siguen y cuando le preguntas en un puesto de poli o algo parecido por el lugar que buscas los mamones ponen la oreja y ya saben donde vas...a nosotros se nos acopló uno diciendo que sabía donde había un banco cerca, nos ha jodío, y nosotros, nos lo acaba de decir el poli...en fin, llegamos al banco y el tío se quedó algo apartado...como no nos hacía mucha gracia me fui a por él y le pregunté si esperaba algo...y el muy salao me dijo que le gustaban mis bambas....por supuesto le dije que las cogiera...nah, luego de decirle que le diera recuerdos a su família se giró y se fue pegando uno de esos escupitajos de medio litro que pegan aquí (los chinos al lao de estos no son nada!)...Benarés tiene fama de robatorios y de gente de dudosa reputación, pero sobre todo en la ciudad vieja y a partir de las horas nocturnas...a plena luz del día no da demasiado la sensación de inseguridad...a pesar de todo vigilamos mientras utilizamos el banco (un hombre de seguridad muy amablemente nos “escoltó” mientras sacabamos la pasta)...
Regresamos por entre las callejuelas, es increíble lo fácil que es perderse por entre las calles, pero siempre llegas a la zona de los Ghats, por lo que es fácil orientarse.
Una vez en el hotel nos fuimos caminando hacia el Dasaswamedth Ghat, al parecer cada tarde a las 19h se realiza una ceremonia en honor a los que incineran.
De camino nos topamos con ofrecimientos varios de viajes en bote, hasta que nos paramos para echar unas fotos tranquilamente y 10 segundos más tarde teníamos al lado a otro tipo que nos ofrecía otro viaje en barco...lo pensamos un rato y decidimos hacerlo...negociamos pero el tío no bajaba de 200 INR por hora y media...pues bueno.
Nos subimos a la barca y nos llevó hacia el Ghat de por la mañana, nos quería enseñar el crematorio a esa hora del día. De camino nos iba explicando un poco por encima qué era cada edificio y lugares de interés, se le entendía bastante bien y no era taladrante...vimos velitas que flotaban en el río en honor a los muertos, muy bonito, aunque debido a la brisa que corría nos explicó que hoy no estaría muy lleno, había días en que se llenaba...aun así muy bonito de ver.
Llegamos al crematorio y ya de lejos vimos que la pila de cuerpos seguía ardiendo, nos explicó que ese crematorio estaba 24 h funcionando sin parar y además nos dijo los 5 cuerpos que no se queman por no necesitar ser purificados, estos son los críos menores de 10 años, las mujeres embarazadas, los monjes, leprosos y los que mueren por picadura de una cobra...y a los madridistas XD
Nos acercó tanto que teníamos uno de los cuerpos que estaba secándose a menos de dos metros...aquí sí que percibimos cierto olor como a pollo quemado...y además vimos las piernas de alguno de los cuerpos que esa misma mañana estaban comenzando a arder...muy gore.
Regresamos hacia la parte de la ceremonia...por todos los Ghats habían mini-ceremonias de mujeres danzando con una especie de quinqué iluminado que echaba humo, lo giraban haciendo círculos y cantaban...de película pasear así en barca, parecía que estábamos en una película, y ahora habían cada vez más velitas que iluminaban el río, increíble.
Estuvimos un rato viendo el show, era parecida a la que vimos de camino, pero más orientado al espectáculo...incluso había unas pantallas de televisión ofreciendo una ceremonia que según me explicó Remo (jeje) luego se podía comprar...alrededor de la misma habían unas “sombrillas” bajo las que los peregrinos que se desplazan a Benarés para quemar a sus muertos descansan, reciben ofrendas, etc. Curioso.
Regresamos al hotel para cenar e intentar sacar los billetes de tren para Delhi-Amritsar-Delhi pero la página web nos daba error todo el rato por lo que decidimos pedirles a los del hotel que nos miraran de reservar billete para Delhi para el 26, Amritsar el 27 y regresar a Delhi el 29...así ya tendríamos los billetes de tren cerrados para el resto de días que nos quedan...nos dirían algo al día siguiente.
Algo cansados nos fuimos a dormir.
Un saludo!
Camino a Benarés
Qué maldita calor por la noche! Desde que llegamos no hemos dormido en silencio todavía, la verdad es que es un poco cargante ya que tienes que tener el ventilador (y el aire acondicionado si tiene la habitación) enchufado toda la noche sino es que te asfixias, la aventura es la aventura, no?
Almorzamos en el hotel, unas tostaditas, un zumo y un té.
Decidimos ir a hacer la reserva de billete de autobús que nos llevaría a Satna. Aunque en el hotel nos habían dicho que había plazas de sobra, nos queríamos asegurar de todas formas, no es que no nos fiemos, es que no nos fiamos ni de el de las noticias.
Salimos del hotel, contamos hasta 7 y apareció un tipo que nos llevaba a las cascadas de Raneh, a los templos, etc..oiga, que quiero ir a la estación de bus...el tipo seguía recitando sitios, bus, taxi, train, etc...pero, nos llevas a la estación de autobuses o no?, y en eso que se fue...pues bueno.
Apareció otro muchacho y le dijimos “bus station”, este parece que no se sabía “el menú turista” y aceptó por 30 INR.
Una vez en la “estación de buses” (un descampao, un local destartalado y un hombre que parecía Torrente) reservamos dos billetes para Satna, para las 14h por 180 INR....cuando tuvimos los tickets volvimos al hotel (acordamos con el rickshaw precio final de 50 por ida y vuelta) y nos fuimos a recoger las mochilas, pagar la habitación y nos metimos en el Mediterraneo para tomar una cervecita fría mientras hacíamos tiempo.
No veas la de gente que ha intentado que no pillaramos el bus, en el mismo hotel nos han intentado ofrecer 3 tíos 3 ofertas distintas de taxi hacia Satna...uno llegó a decir que tenía una pareja para compartir coche sin aire acondicionado por 600 INR...lo bueno es que son los mismos empleados del hotel, te llaman, te llevan a medio escondidas y te hablan bajito rollo “tengo un trapicheo pero no se lo digas a nadie”...y nosotros, que dominamos el inglés a la perfección, si encima nos hablan susurrando y con “su” inglés...imagínate...que qué? Que me lo dejas por 600? XD, el tío no hacía más que mirar para un lado y para otro...qué país.
Después de degustar la cervecita nos fuimos en rickshaw para la estación de bus. Compramos unas patatillas fritas (el truco de la botella sirve para las patatas también) y nos metimos en el más moderno autobús que ha parido la humanidad...menudo bicho...lo bueno es que por ser tan previsores nos dieron los dos primeros asientos, con lo que podríamos “estirar” algo más las piernas que el resto de viajeros.
Subieron las mochilas a la azotea del super bus y nos pusimos en “marcha”...y digo “marcha” porque durante las siguientes 3 horas y media nos vimos torturados por canciones hindús (qué cargantes son...qué cargantes son por Dios).
De camino a Satna vimos que nuestro bus no estaba del todo mal, los asientos eran blandos y vimos alguno que tenía tablas, hierros, etc.
Ya en Satna compramos algo de comer para el trayecto en tren, unos Jalebis (postre dulce) y unas empanadillas con sabor a atún picante..algunas chips y refrescos.
Nuestro tren salía a las 19:30...ilusos.
Estuvimos danzando por la estación hasta las 23:20 horas...increíblemente tan sólo sufrimos una media de 6 picadas de mosquito...aquello estaba infestado.
Mientras esperamos se nos pusieron a hablar algunos que pasaban, otros te daban la mano...y alguno que otro que nos pareció que iba algo puesto...ya que su conversación era un poco así como cuando ves a uno un poco turumba y te repite las cosas y se hace pesado...esto nos pasó una o dos veces..con cambiar de sitio te dejan en paz.
Vimos un poco de “orden” en esta estación, y es que hay unos letreros electrónicos que indican la clase y el tren que está a punto de llegar...en Agra no nos pareció ver nada parecido...llegó el tren y nos metimos en 2ª con litera y aire acondicionado...aparentemente parece de lujo y lo es, comparado con las otras clases.
Cada compartimento se divide en 4 literas bastante apretujadillas. Nos encontramos aquí con una pareja de Holandeses que venía en el autobús también, muy agradables los dos.
Poco después el tren se puso en marcha...pues nada, camino a Benarés, la ciudad donde la muerte y la vida camina de la mano según dicen...qué país.
Un saludo!.
Almorzamos en el hotel, unas tostaditas, un zumo y un té.
Decidimos ir a hacer la reserva de billete de autobús que nos llevaría a Satna. Aunque en el hotel nos habían dicho que había plazas de sobra, nos queríamos asegurar de todas formas, no es que no nos fiemos, es que no nos fiamos ni de el de las noticias.
Salimos del hotel, contamos hasta 7 y apareció un tipo que nos llevaba a las cascadas de Raneh, a los templos, etc..oiga, que quiero ir a la estación de bus...el tipo seguía recitando sitios, bus, taxi, train, etc...pero, nos llevas a la estación de autobuses o no?, y en eso que se fue...pues bueno.
Apareció otro muchacho y le dijimos “bus station”, este parece que no se sabía “el menú turista” y aceptó por 30 INR.
Una vez en la “estación de buses” (un descampao, un local destartalado y un hombre que parecía Torrente) reservamos dos billetes para Satna, para las 14h por 180 INR....cuando tuvimos los tickets volvimos al hotel (acordamos con el rickshaw precio final de 50 por ida y vuelta) y nos fuimos a recoger las mochilas, pagar la habitación y nos metimos en el Mediterraneo para tomar una cervecita fría mientras hacíamos tiempo.
No veas la de gente que ha intentado que no pillaramos el bus, en el mismo hotel nos han intentado ofrecer 3 tíos 3 ofertas distintas de taxi hacia Satna...uno llegó a decir que tenía una pareja para compartir coche sin aire acondicionado por 600 INR...lo bueno es que son los mismos empleados del hotel, te llaman, te llevan a medio escondidas y te hablan bajito rollo “tengo un trapicheo pero no se lo digas a nadie”...y nosotros, que dominamos el inglés a la perfección, si encima nos hablan susurrando y con “su” inglés...imagínate...que qué? Que me lo dejas por 600? XD, el tío no hacía más que mirar para un lado y para otro...qué país.
Después de degustar la cervecita nos fuimos en rickshaw para la estación de bus. Compramos unas patatillas fritas (el truco de la botella sirve para las patatas también) y nos metimos en el más moderno autobús que ha parido la humanidad...menudo bicho...lo bueno es que por ser tan previsores nos dieron los dos primeros asientos, con lo que podríamos “estirar” algo más las piernas que el resto de viajeros.
Subieron las mochilas a la azotea del super bus y nos pusimos en “marcha”...y digo “marcha” porque durante las siguientes 3 horas y media nos vimos torturados por canciones hindús (qué cargantes son...qué cargantes son por Dios).
De camino a Satna vimos que nuestro bus no estaba del todo mal, los asientos eran blandos y vimos alguno que tenía tablas, hierros, etc.
Ya en Satna compramos algo de comer para el trayecto en tren, unos Jalebis (postre dulce) y unas empanadillas con sabor a atún picante..algunas chips y refrescos.
Nuestro tren salía a las 19:30...ilusos.
Estuvimos danzando por la estación hasta las 23:20 horas...increíblemente tan sólo sufrimos una media de 6 picadas de mosquito...aquello estaba infestado.
Mientras esperamos se nos pusieron a hablar algunos que pasaban, otros te daban la mano...y alguno que otro que nos pareció que iba algo puesto...ya que su conversación era un poco así como cuando ves a uno un poco turumba y te repite las cosas y se hace pesado...esto nos pasó una o dos veces..con cambiar de sitio te dejan en paz.
Vimos un poco de “orden” en esta estación, y es que hay unos letreros electrónicos que indican la clase y el tren que está a punto de llegar...en Agra no nos pareció ver nada parecido...llegó el tren y nos metimos en 2ª con litera y aire acondicionado...aparentemente parece de lujo y lo es, comparado con las otras clases.
Cada compartimento se divide en 4 literas bastante apretujadillas. Nos encontramos aquí con una pareja de Holandeses que venía en el autobús también, muy agradables los dos.
Poco después el tren se puso en marcha...pues nada, camino a Benarés, la ciudad donde la muerte y la vida camina de la mano según dicen...qué país.
Un saludo!.
24 de agosto de 2009
Kajuraho
A las 6 de la mañana estábamos almorzando en el Khrisna. Pillamos un rickshaw que nos llevó a la estación por 60 INR.
Orchha nos ha gustado, es un buen sitio para “descansar”, con buenas vistas, sitios para perderse y la gente no parece que vaya tan a saco con las comisiones, te piden dinero igual pero no pasa del intento de negocio.
Ya en la estación nos dirigimos a la “taquilla” para pillar los tickets pero nos comentaron que esperáramos 5 minutos en una sala...al rato apareció un tipo vestido de blanco y con pinta de santo que se sentó con nosotros, nos ofreció té y nos informó de cómo llegar a Kajuraho y a Benarés.
Nos comentó que para Kajuraho teníamos que subirnos en los 5 últimos vagones ya que a mitad de trayecto, en Mahoba, el tren se divide en dos y uno sigue por un sitio y el otro por otro.
También nos comentó las posibilidades para llegar a Benarés, desde Jhansi, Mahoba o Satna, esta última quizás la mejor opción.
Increíblemente no pidió comisión y nos vendió los tickets por el precio oficial de 54 INR. Al poco llegaron unos viajeros muy hippies ellos que declinaron hablar con él e hicieron caso omiso cuando el hombre les intentó decir que para Kajuraho eran los vagones finales...
Ya hemos comentado que es muy, pero muy difícil distinguir en este país quién te la está colando y quién no...lo más sencillo es pensar que cualquier ayuda vendrá seguida por una propina...y lo cierto es que agota el no encontrar a casi nadie que de manera altruista intente decirte “tenéis que ir por alli” sin pedir luego “money”...de momento tan sólo en los sitios oficiales (de trenes, etc.) hemos encontrado ayuda “gratuíta”, es por eso que quizás ese par de viajeros se encuentren tan pasados de vueltas que declinen hasta la ayuda verdadera....divagaciones que hace uno, necesitamos unas vacaciones XD.
Por cierto, que el billete era en general, osea a lo borreguero y sin opción de literitas blandas ni nada...
Una vez dentro del tren nos sentamos y una mujer hindú nos dio conversación...durante el trayecto nos invitó a cacahuetes y ofreció pepsi, agua...sin pedir nada a cambio, dos en un día..increíble.
El trayecto fue bastante cansino, al principio no había mucha gente, pero poco a poco eso se fue llenando...a pesar de todo viajamos bien y sin problemas...finalmente llegamos a Kajuraho.
Kajuraho es un pueblo no muy grande pero que en su centro tiene bastante vida, junto a un mercado y una larga avenida llamada Jain Temple Rd. Esta, junto con Main Rd son las arterias principales de la ciudad. En estas dos calles es donde más actividad hay, a pesar de todo, y como en el resto de India, hay gente por todos lados...y basura ya ni te cuento.
A la salida de la “estación” de autobuses nos asaltaron un montón de buscavidas para intentar llevarnos a su hotel, que si guía, que si “hola hola”...nada, mirada germana y palante. Habíamos decidido ir al hotel Surya, bien situado y recomendado por la Lonely.
Insistieron la vida, incluso una vez pillado el rickshaw que nos llevó al hotel (la estación está a unos 5 km del centro) seguían erre que erre con que su hotel estaba limpio, barato, que el nuestro estaría lleno...en fin, hasta se subió un tipo en el rickshaw y nos intentó atraer a su hotel con un castellano bastante fluído. El hotel que decía el hindú castellano estaba en la acera de enfrente del Surya y dejaba bastante que desear, ni siquiera lo vimos por dentro, denegamos su ya casi exigencia, le pagamos las 50 INR al conductor y nos metimos en el Surya.
Nos enseñaron 3 habitaciones y la intermedia por 500 INR nos pareció que era la mejor calidad-precio, así que nos quedamos en esta...menos mal que estaba lleno el hotel...estos son los que hacen que no te fies ni de tu sombra en India.
Lo primero que hicimos fue intentar reservar billete de tren para Benarés para el día siguiente, por la tarde y en tren nocturno con litera. Tuvimos suerte, sólo quedaban 4 y pillamos dos por 1400 INR (comisión por darle a imprimir incluída por parte del hotelero).
Una vez con los billetes nos fuimos a comer algo. Vimos que justo delante teníamos el Mediterraneo, un sitio que también estaba en Jaipur y al que finalmente no fuimos...los precios eran altos, pero la pasta estaba de vicio, Fetuccini con crema de champiñones y raviolis rellenos de espinacas, verduras, tomate, etc, acompañamos con una cervecita fría y un capuccino (cuando Eli lo vio en la carta casi le da algo) y un té negro. (unas 600 INR)
Descansamos un ratillo y nos fuimos a visitar el conjunto de templos occidentales de Kajuraho, tan famoso por sus esculturas eróticas.
De camino nos intentaron convencer para visitar distintos sitios cercanos al pueblo, también nos dijeron que no nos daría tiempo para ver los templos, etc. que si que si....
Los templos estan siguiendo Jain Temple y cuando te topas con Main Rd los tienes en frente practicamente.
Las entradas nos costaron 500 INR, sin jugada student disponible..por cierto, que unos chicos en Orchha nos soplaron otro secretillo de nuestros amigos hindús...en las botellas de agua, refrescos, etc. marca el precio. Si te fijas al lado de la fecha de embasado aparece el Rs y el precio...una buena táctica es coger la botella, mirar el precio y entonces te cobran lo oficial...desde que lo sabemos no falla.
El complejo de los templos es muy bonito y está bastante bien cuidado, se nota que es el reclamo turístico de la población.Se encuentran repartidos cada uno en una punta, y todo está rodeado de jardines, etc. Pasamos un rato bastante agradable mientras caía el Sol de la tarde...nos encanta ver los templos con esta luz de color oro, además las fotos salen cojonudas.
El nivel de detalle de las tallas es realmente tremendo, las figuras están muy bien conservadas y bueno, son ejemplos vivientes del kamasutra, porque las figuras se dan un festín de la hostia...hay un huevo y medio de posturas..hasta con animales! Salidos!
Por dentro, cada templo tiene una divinidad, hay que descalzarse para entrar, eso si, son bastante parecidos en su interior entre ellos...digamos que visto un par no es necesario descalzarse en el resto.
Entramos en uno y percibimos un olorcillo familiar como a orín muy fuerte...en eso que un murciélago pegó una pasada cerca nuestra y encima vimos a otro mono en uno de los balcones del templo (eso si, en este había rejillas)...decidimos dar por finalizada la visita a los templos, que se hacía tarde y no tenemos la vacuna de la rabia puesta.
Nos metimos en el Raja Café, justo al salir de los templos...para tomar algo fresco, el sitio está bien, tiene buenas vistas y terminamos de ver la puesta de Sol tranquilamente.
Regresamos al hotel y nos dejamos abducir por otro clon de Jack Black que parecía que si no vendía algo esa tarde perdería una mano o qué se yo...vimos una camisa y un pañuelo de cuello que no estaban mal y nos hicimos los remolones preguntando por otras cosas..cuando logramos un precio razonable le dijimos “y por estos?” jejeje, rebaja final y 350 por las dos cosas...nos lo tuvimos que quitar del cuello para salir de allí, nos vendía hasta un ventilador me pareció oirle...qué bárbaro....
Puede que sea cosa nuestra, pero en Kajuraho notamos que la gente es más salvaje en cuanto a vender..realmente agobian un poco...con seguir adelante vale...pero hemos oído alguna mala contestación ya por aquí..cosa que en el Rajasthan no percibimos a pesar de ser una zona mucho más turística...en fin.
Ya en el hotel nos quitamos la capa de mugre y nos fuimos a cenar al “jardín” del hotel (me pareció ver un tigre salvaje y todo). Cenamos bien, Panner con tomate y verduras y macarrones vegetarianos, junto con birra, cheese nan y té negro para los dos (360 INR).
El día siguiente practicamente estaríamos viajando todo el tiempo hasta Benarés, a ver qué tal.
Un saludo!
Orchha nos ha gustado, es un buen sitio para “descansar”, con buenas vistas, sitios para perderse y la gente no parece que vaya tan a saco con las comisiones, te piden dinero igual pero no pasa del intento de negocio.
Ya en la estación nos dirigimos a la “taquilla” para pillar los tickets pero nos comentaron que esperáramos 5 minutos en una sala...al rato apareció un tipo vestido de blanco y con pinta de santo que se sentó con nosotros, nos ofreció té y nos informó de cómo llegar a Kajuraho y a Benarés.
Nos comentó que para Kajuraho teníamos que subirnos en los 5 últimos vagones ya que a mitad de trayecto, en Mahoba, el tren se divide en dos y uno sigue por un sitio y el otro por otro.
También nos comentó las posibilidades para llegar a Benarés, desde Jhansi, Mahoba o Satna, esta última quizás la mejor opción.
Increíblemente no pidió comisión y nos vendió los tickets por el precio oficial de 54 INR. Al poco llegaron unos viajeros muy hippies ellos que declinaron hablar con él e hicieron caso omiso cuando el hombre les intentó decir que para Kajuraho eran los vagones finales...
Ya hemos comentado que es muy, pero muy difícil distinguir en este país quién te la está colando y quién no...lo más sencillo es pensar que cualquier ayuda vendrá seguida por una propina...y lo cierto es que agota el no encontrar a casi nadie que de manera altruista intente decirte “tenéis que ir por alli” sin pedir luego “money”...de momento tan sólo en los sitios oficiales (de trenes, etc.) hemos encontrado ayuda “gratuíta”, es por eso que quizás ese par de viajeros se encuentren tan pasados de vueltas que declinen hasta la ayuda verdadera....divagaciones que hace uno, necesitamos unas vacaciones XD.
Por cierto, que el billete era en general, osea a lo borreguero y sin opción de literitas blandas ni nada...
Una vez dentro del tren nos sentamos y una mujer hindú nos dio conversación...durante el trayecto nos invitó a cacahuetes y ofreció pepsi, agua...sin pedir nada a cambio, dos en un día..increíble.
El trayecto fue bastante cansino, al principio no había mucha gente, pero poco a poco eso se fue llenando...a pesar de todo viajamos bien y sin problemas...finalmente llegamos a Kajuraho.
Kajuraho es un pueblo no muy grande pero que en su centro tiene bastante vida, junto a un mercado y una larga avenida llamada Jain Temple Rd. Esta, junto con Main Rd son las arterias principales de la ciudad. En estas dos calles es donde más actividad hay, a pesar de todo, y como en el resto de India, hay gente por todos lados...y basura ya ni te cuento.
A la salida de la “estación” de autobuses nos asaltaron un montón de buscavidas para intentar llevarnos a su hotel, que si guía, que si “hola hola”...nada, mirada germana y palante. Habíamos decidido ir al hotel Surya, bien situado y recomendado por la Lonely.
Insistieron la vida, incluso una vez pillado el rickshaw que nos llevó al hotel (la estación está a unos 5 km del centro) seguían erre que erre con que su hotel estaba limpio, barato, que el nuestro estaría lleno...en fin, hasta se subió un tipo en el rickshaw y nos intentó atraer a su hotel con un castellano bastante fluído. El hotel que decía el hindú castellano estaba en la acera de enfrente del Surya y dejaba bastante que desear, ni siquiera lo vimos por dentro, denegamos su ya casi exigencia, le pagamos las 50 INR al conductor y nos metimos en el Surya.
Nos enseñaron 3 habitaciones y la intermedia por 500 INR nos pareció que era la mejor calidad-precio, así que nos quedamos en esta...menos mal que estaba lleno el hotel...estos son los que hacen que no te fies ni de tu sombra en India.
Lo primero que hicimos fue intentar reservar billete de tren para Benarés para el día siguiente, por la tarde y en tren nocturno con litera. Tuvimos suerte, sólo quedaban 4 y pillamos dos por 1400 INR (comisión por darle a imprimir incluída por parte del hotelero).
Una vez con los billetes nos fuimos a comer algo. Vimos que justo delante teníamos el Mediterraneo, un sitio que también estaba en Jaipur y al que finalmente no fuimos...los precios eran altos, pero la pasta estaba de vicio, Fetuccini con crema de champiñones y raviolis rellenos de espinacas, verduras, tomate, etc, acompañamos con una cervecita fría y un capuccino (cuando Eli lo vio en la carta casi le da algo) y un té negro. (unas 600 INR)
Descansamos un ratillo y nos fuimos a visitar el conjunto de templos occidentales de Kajuraho, tan famoso por sus esculturas eróticas.
De camino nos intentaron convencer para visitar distintos sitios cercanos al pueblo, también nos dijeron que no nos daría tiempo para ver los templos, etc. que si que si....
Los templos estan siguiendo Jain Temple y cuando te topas con Main Rd los tienes en frente practicamente.
Las entradas nos costaron 500 INR, sin jugada student disponible..por cierto, que unos chicos en Orchha nos soplaron otro secretillo de nuestros amigos hindús...en las botellas de agua, refrescos, etc. marca el precio. Si te fijas al lado de la fecha de embasado aparece el Rs y el precio...una buena táctica es coger la botella, mirar el precio y entonces te cobran lo oficial...desde que lo sabemos no falla.
El complejo de los templos es muy bonito y está bastante bien cuidado, se nota que es el reclamo turístico de la población.Se encuentran repartidos cada uno en una punta, y todo está rodeado de jardines, etc. Pasamos un rato bastante agradable mientras caía el Sol de la tarde...nos encanta ver los templos con esta luz de color oro, además las fotos salen cojonudas.
El nivel de detalle de las tallas es realmente tremendo, las figuras están muy bien conservadas y bueno, son ejemplos vivientes del kamasutra, porque las figuras se dan un festín de la hostia...hay un huevo y medio de posturas..hasta con animales! Salidos!
Por dentro, cada templo tiene una divinidad, hay que descalzarse para entrar, eso si, son bastante parecidos en su interior entre ellos...digamos que visto un par no es necesario descalzarse en el resto.
Entramos en uno y percibimos un olorcillo familiar como a orín muy fuerte...en eso que un murciélago pegó una pasada cerca nuestra y encima vimos a otro mono en uno de los balcones del templo (eso si, en este había rejillas)...decidimos dar por finalizada la visita a los templos, que se hacía tarde y no tenemos la vacuna de la rabia puesta.
Nos metimos en el Raja Café, justo al salir de los templos...para tomar algo fresco, el sitio está bien, tiene buenas vistas y terminamos de ver la puesta de Sol tranquilamente.
Regresamos al hotel y nos dejamos abducir por otro clon de Jack Black que parecía que si no vendía algo esa tarde perdería una mano o qué se yo...vimos una camisa y un pañuelo de cuello que no estaban mal y nos hicimos los remolones preguntando por otras cosas..cuando logramos un precio razonable le dijimos “y por estos?” jejeje, rebaja final y 350 por las dos cosas...nos lo tuvimos que quitar del cuello para salir de allí, nos vendía hasta un ventilador me pareció oirle...qué bárbaro....
Puede que sea cosa nuestra, pero en Kajuraho notamos que la gente es más salvaje en cuanto a vender..realmente agobian un poco...con seguir adelante vale...pero hemos oído alguna mala contestación ya por aquí..cosa que en el Rajasthan no percibimos a pesar de ser una zona mucho más turística...en fin.
Ya en el hotel nos quitamos la capa de mugre y nos fuimos a cenar al “jardín” del hotel (me pareció ver un tigre salvaje y todo). Cenamos bien, Panner con tomate y verduras y macarrones vegetarianos, junto con birra, cheese nan y té negro para los dos (360 INR).
El día siguiente practicamente estaríamos viajando todo el tiempo hasta Benarés, a ver qué tal.
Un saludo!
De palacios abandonados y “tranquilos” paseos por Orchha
Nos levantamos temprano tras una noche peleando con algún que otro bichejo que quería dormir con nosotros.
Queríamos visitar el conjunto de palacios que se encuentra pasado un puente sobre el río Betwa y decidimos hacerlo a primera hora para no pasar tanta calor ya que aquí al medio día se hace bastante insoportable el caminar por las calles.
Almorzamos en el Khrisna unas tostadas, té y zumo (140 INR) y nos fuimos caminando con la “fresca” matutina.
Llegar no tiene pérdida, seguimos por Tikamgarth (la calle principal) y giramos para cruzar el puente de piedra con unas vistas muy bonitas del río.
En la entrada ya habían tres o cuatro hindús que nos comentaron que la entrada costaba 250 INR (por la cámara 25 más) por persona y que nos servía para visitar todos los sitios de Orchha.
Pagamos y atravesamos una gran entrada de piedra que nos dejó en un patio desde donde giramos a la derecha para entrar en el primer de los palacios, el Raj Mahal. El sitio estaba completamente vacío y el lugar parece como abandonado, dándole un aspecto de misterio muy interesante...según la guía el conserje del lugar nos podía enseñar unas pinturas que se conservan muy bien y en donde todo el pelotón de Dioses (Rama, Krisna, etc) salen cazando, bailando, etc. El buen hombre apareció por entre las columnas (nos pegó un buen susto el jodío) y nos abrió las habitaciones con las pinturas, además nos enseñó las habitaciones reales con un sistema de aire acondicionado muy curioso (aberturas en la pared que hacen correr el aire, y realmente se estaba fresco), lavabos y una cobra que tenían allí como quien tiene un gato o un perro...
Nos fuimos al siguiente palacio, el Raj Praveen Mahal, muy bonito y con un aire de medievo islámico más remarcado que el anterior...en este nos perdimos por las estancias superiores con unas vistas de Orchha acojonantes, nos gustó mucho este sitio.
Empezaban a llegar turistas así que decidimos irnos hacia el pueblo para tomar algo fresco en una terraza y visitar el templo de Chaturbhuj (está en dirección contraria al puente de piedra)...entramos y un tipo nos comentó que nos podía enseñar unas vistas muy bonitas desde la azotea...le seguimos por unas escaleras claustrofóbicas que serpenteaban mientras nos iluminaba con una linterna hasta que salimos a la parte alta, las vistas lo merecen...una cosa que hemos observado de los jóvenes es que el móvil lo tienen pegado a las manos (bueno, en Europa también, pero aquí es bastante cañí el asunto) y siempre que tienen ocasión ponen sus cancioncillas (que nos suenan todas iguales, la verdad) a toda pastilla...este puso a Michael Jackson...joder, en el quinto pino, subidos al tejado de un templo, con un mono enorme que estaba metido en un ventanal y que no perdíamos de vista...y con Michael Jackson de fondo...this is India.
Le dimos 20 INR de propina pero no nos hizo el Billy Jean así que nos fuimos al hotel a ducharnos ya que a esa hora ya estabamos de sudor hasta las cejas.
Comimos en el Krishna, pedimos Malai Kofta y Dam Aloo Kashmiri, que consistía en un par de bolas casi como puños de puré de patatas con verduras (doradas por fuera) sumergidas en una salsa de verduras con queso y de tomate con queso también respectivamente...estaban de vicio, pedimos un par de cheese nan para dejar el plato como una patena, de postre repetimos Gulab (380 INR con black tea y cerveza, este sitio es una mina) y luego estuvimos charlando con Ravi un poco sobre el negocio..incluso sacó una pancarta que habían preparado para atraer clientela en castellano, digamos que asistimos a la “inauguración”...que consistía en sacar la pancarta entre dos y dejarla apollada en la pared, ale, inaugurao! XD.
El medio día en Orchha es así como las pelis del Oeste, no sale ni Dios de la calor que hace, así que nos fuimos a descansar un rato para por la tarde acercarnos a los cenotafios del sur del poblado.
Para llegar basta con seguir todo recto la calle Tikamgarth.
De camino se arremolinaron junto a nosotros un montón de críos que mantuvimos hasta la entrada de los templos, nos hicimos fotos, nos dijeron los nombres...qué majetes.
Ya dentro de los cenotáfios (monumentos en honor a una persona muerta) estuvimos paseando con la luz del ocaso (se ven realmente bonitos los templos a esta hora) hasta que entramos en el último y un ruido nos acojonó bastante...otro mono, cada vez nos los encontramos más grandes, este era tamaño Bud Spencer, así que nos fuimos “tranquilamente” hacia la salida.
Regresamos al pueblo, paseando por entre las calles de la parte más interior, vimos un par de complejos hoteleros de lujo (Orchha va camino de convertirse en un SPA en la India por su situación) y nos pasamos por la tienda de los pantalones hippies para darle un último precio, 400 los dos, al final aceptó y nos los quedamos.
Nos fuimos a cenar temprano ya que al día siguiente saldríamos a eso de las 6:20 de la mañana hacia la estación de Orchha para coger un tren hasta Kajuraho...visto los demás sitios decidimos cenar en el Khrisna, pero un par de snacks, refrescos y té, que no teníamos mucha hambre....joder, el snack estaba de muerte, era queso recubierto como de un rebozado de color rojo que estaba de vicio...80 INR la cena.
Por cierto, el ataque de bichos a última hora del día se evita bien si de entre las 19-20:30 estás a cubierto, luego ya no se hacen tan pesados y tan sólo queda un magnífico crujir mientras caminas.
Un saludo!.
Queríamos visitar el conjunto de palacios que se encuentra pasado un puente sobre el río Betwa y decidimos hacerlo a primera hora para no pasar tanta calor ya que aquí al medio día se hace bastante insoportable el caminar por las calles.
Almorzamos en el Khrisna unas tostadas, té y zumo (140 INR) y nos fuimos caminando con la “fresca” matutina.
Llegar no tiene pérdida, seguimos por Tikamgarth (la calle principal) y giramos para cruzar el puente de piedra con unas vistas muy bonitas del río.
En la entrada ya habían tres o cuatro hindús que nos comentaron que la entrada costaba 250 INR (por la cámara 25 más) por persona y que nos servía para visitar todos los sitios de Orchha.
Pagamos y atravesamos una gran entrada de piedra que nos dejó en un patio desde donde giramos a la derecha para entrar en el primer de los palacios, el Raj Mahal. El sitio estaba completamente vacío y el lugar parece como abandonado, dándole un aspecto de misterio muy interesante...según la guía el conserje del lugar nos podía enseñar unas pinturas que se conservan muy bien y en donde todo el pelotón de Dioses (Rama, Krisna, etc) salen cazando, bailando, etc. El buen hombre apareció por entre las columnas (nos pegó un buen susto el jodío) y nos abrió las habitaciones con las pinturas, además nos enseñó las habitaciones reales con un sistema de aire acondicionado muy curioso (aberturas en la pared que hacen correr el aire, y realmente se estaba fresco), lavabos y una cobra que tenían allí como quien tiene un gato o un perro...
Nos fuimos al siguiente palacio, el Raj Praveen Mahal, muy bonito y con un aire de medievo islámico más remarcado que el anterior...en este nos perdimos por las estancias superiores con unas vistas de Orchha acojonantes, nos gustó mucho este sitio.
Empezaban a llegar turistas así que decidimos irnos hacia el pueblo para tomar algo fresco en una terraza y visitar el templo de Chaturbhuj (está en dirección contraria al puente de piedra)...entramos y un tipo nos comentó que nos podía enseñar unas vistas muy bonitas desde la azotea...le seguimos por unas escaleras claustrofóbicas que serpenteaban mientras nos iluminaba con una linterna hasta que salimos a la parte alta, las vistas lo merecen...una cosa que hemos observado de los jóvenes es que el móvil lo tienen pegado a las manos (bueno, en Europa también, pero aquí es bastante cañí el asunto) y siempre que tienen ocasión ponen sus cancioncillas (que nos suenan todas iguales, la verdad) a toda pastilla...este puso a Michael Jackson...joder, en el quinto pino, subidos al tejado de un templo, con un mono enorme que estaba metido en un ventanal y que no perdíamos de vista...y con Michael Jackson de fondo...this is India.
Le dimos 20 INR de propina pero no nos hizo el Billy Jean así que nos fuimos al hotel a ducharnos ya que a esa hora ya estabamos de sudor hasta las cejas.
Comimos en el Krishna, pedimos Malai Kofta y Dam Aloo Kashmiri, que consistía en un par de bolas casi como puños de puré de patatas con verduras (doradas por fuera) sumergidas en una salsa de verduras con queso y de tomate con queso también respectivamente...estaban de vicio, pedimos un par de cheese nan para dejar el plato como una patena, de postre repetimos Gulab (380 INR con black tea y cerveza, este sitio es una mina) y luego estuvimos charlando con Ravi un poco sobre el negocio..incluso sacó una pancarta que habían preparado para atraer clientela en castellano, digamos que asistimos a la “inauguración”...que consistía en sacar la pancarta entre dos y dejarla apollada en la pared, ale, inaugurao! XD.
El medio día en Orchha es así como las pelis del Oeste, no sale ni Dios de la calor que hace, así que nos fuimos a descansar un rato para por la tarde acercarnos a los cenotafios del sur del poblado.
Para llegar basta con seguir todo recto la calle Tikamgarth.
De camino se arremolinaron junto a nosotros un montón de críos que mantuvimos hasta la entrada de los templos, nos hicimos fotos, nos dijeron los nombres...qué majetes.
Ya dentro de los cenotáfios (monumentos en honor a una persona muerta) estuvimos paseando con la luz del ocaso (se ven realmente bonitos los templos a esta hora) hasta que entramos en el último y un ruido nos acojonó bastante...otro mono, cada vez nos los encontramos más grandes, este era tamaño Bud Spencer, así que nos fuimos “tranquilamente” hacia la salida.
Regresamos al pueblo, paseando por entre las calles de la parte más interior, vimos un par de complejos hoteleros de lujo (Orchha va camino de convertirse en un SPA en la India por su situación) y nos pasamos por la tienda de los pantalones hippies para darle un último precio, 400 los dos, al final aceptó y nos los quedamos.
Nos fuimos a cenar temprano ya que al día siguiente saldríamos a eso de las 6:20 de la mañana hacia la estación de Orchha para coger un tren hasta Kajuraho...visto los demás sitios decidimos cenar en el Khrisna, pero un par de snacks, refrescos y té, que no teníamos mucha hambre....joder, el snack estaba de muerte, era queso recubierto como de un rebozado de color rojo que estaba de vicio...80 INR la cena.
Por cierto, el ataque de bichos a última hora del día se evita bien si de entre las 19-20:30 estás a cubierto, luego ya no se hacen tan pesados y tan sólo queda un magnífico crujir mientras caminas.
Un saludo!.
22 de agosto de 2009
Orchha
A eso de las 7 nos fuimos a desayunar a la terraza del hotel, ahora sí que teníamos buenas vistas del Taj....
El día anterior nos conectamos a internet para actualizar y de paso mirar los trenes hacia Jhansi, ciudad enlace para llegar a Orchha. Vimos que habían varios trenes aunque en algunos ya aparecía como completos...decidimos arriesgarnos de todas formas, pillamos las mochilas y un rickshaw hacia la estación de Agra Cantt (en Agra hay 3 estaciones, dependiendo el destino sale de una o de otra, hay que vigilar con esto....algo aprendimos en Pekín).
Una vez allí entramos en la oficina de tickets y ya nos asaltaron varios conductores con las tarifas hacia Orchha, Kajuraho...3000 INR para llegar a Kajuraho ponía en una...si hombre...
En la taquilla para extranjeros vimos que habían unos formularios que todo Dios estaba rellenando....yo me lo leí y por lo que entendí era un formulario para reservar tickets...pero esto sirve si lo pillas con mucha antelación...aun así viajeros que se iban ese mismo día por lo que comentaban lo rellenaban...mi no entender...pero bueno.
Le pedimos dos billetes para Jhansi ese mismo día y que nos dijera horarios...al tío no se le entendía absolutamente nada...parecía como si tuviese la boca llena de caramelos...le tuve que pedir que nos repitiera la cantinela como unas 3 veces...de todas formas a la primera ya había entendido que no habían plazas...pero decía algo de ir a otro sitio para pillar un tren a las 10...joder, pero si eso es lo que quiero! Y por qué no me los vendes?
En fin, salimos de allí y nos dirigimos al otro lado de la estación, de camino un señor nos informó del asunto más o menos como pudo...la cosa estaba en que donde ibamos podíamos sacar billetes, pero en general...digamos a lo borrego....bueno, si no queda más remedio...
Llegamos a la ventanilla y nos vendió los tickets por 130 INR (aquí no hay clase, billetes directamente) le preguntamos a qué hora y nos dijo que podíamos coger el que nos diera la gana con esos tickets...así tal cual...le iba a preguntar si había algún número de andén específico pero ya vimos que entraba en modo “místico” así que nos fuimos a ver cómo iba la cosa...
Ya en el andén preguntamos en un puesto de información y nos dio algo de más información detallada...que podíamos coger el tren de las 9:45, 10:00...que todos ellos llegaban a Jhansi, y, importante, que pillaramos el del andén 1....bueeeno.
Nos sentamos en el suelo y contemplamos la fauna del lugar...pues imagínate...gente para aquí y para allá, vendedores, mendigos, gritos...como en la estación de Sants más o menos...
Llegó el bicho a eso de las 9:45, bastante puntual...el hombre de información apareció detrás nuestro (nos dio un susto el tío...) para decirnos que ese iba a Jhansi...ok pues, para adentro...
Preguntamos a un revisor por allí dónde ibamos nosotros con ese billete ya que el tren era enorme...nada, ni caso...vimos un vagón con asientos tipo cama y nos metimos en ese mismo.
Para entrar fue un show de los buenos...no veas cómo las gastan las mujeres hindús...forman un pelotón en la entrada del vagón, la de delante pega voces hacia el infinito, las de detrás ordenan las maletas...en mitad de la entrada! Señora, tire usted para alante que no deja subir a nadie con tanto bulto! Como vimos que nos quedabamos fuera y eso no tiraba decidimos unirnos a la fiesta y tirarnos a la piscina rollo concierto de rock. Venga empujón y brazos por ahí...y voces...y algún la “madre que te..” me pareció oirle a una...
Yo logré salir y cuando vi un asiento tipo litera libre me planté ahí, en esto que me faltaba algo...mi mujer! XD Eli quedó bloqueada por el pelotón de mujeres en unas esquina, yo le gritaba que pasara pero era imposible...yo ahí no me metía otra vez. Finalmente logró pasar y cuando nos sentamos todo se tranquilizó y la entrada aparecía despejada....esto qué es? Para joder o qué?
Ya sentados conocimos a Doc (doctor) Reddy, un tipo muy simpático que se conocía el trayecto entre Agra y Jhansi como la palma de su mano, nos fue explicando cuando preparar la cámara para aprovechar las mejores vistas de algunos lugares como Gwalior, etc.
Como evidentemente ese no era nuestro vagón, pasó el revisor y nos dijo que el nuestro era general, le comentamos la posibilidad de quedarnos ahí y dijo que no había problema, pagando 130 INR...ya nos extrañaba a nosotros...le pagamos y nos quedamos con el bueno de Doc...más tarde pensé...entonces sí que habían sitios libres, porque nadie nos reclamó lo asientos en todo el viaje...this is India.
En el trayecto pasaron algunos mendigos, niños con cubos que vendían de todo...uno se sentó un rato junto a nosotros y le señaló las picadas de mosquito que Eli tiene en la pierna como preguntando qué le pasaba XD, la cara del pobre era un poema...manda huevos, por 27 picadas de mosquito por pierna se extraña cuando sale a la calle todos los días y ve lo que ve...en fin.
Llegamos a Jhansi y nos dirigimos hacia la salida de la estación en donde nos topamos con un montón de hindús mirándonos como hienas...hasta nos reímos y empezamos a hacer un “huuuuuuuuuuuuuuu” que fuimos subiendo de intensidad hasta que estuvimos en mitad de la multitud...”hellou!”, choques de manos, “where are you from?”, “Orchha?”, a este último le dijimos que si y nos indicó una pizarra con los precios de los rickshaws de prepago...los precios eran de 30, 40, 50 y evidentemente Orchha 200...pensamos en salirnos de toda la multitud y buscar fuera de la estación pero por la distancia entre Jhansi y Orchha de unos 10 kilómetros no creímos que lo sacaramos mucho más barato, así que pillamos un rickshaw.
El pago se lo dimos a un poli, el cual nos dio un papelillo a modo de recibo que le teníamos que dar al conductor una vez en el destino...todo el mundo dice que la poli aquí es corrupta y razón no les falta...menudo negocio tienen montado...
Jhansi es más de lo mismo...ciudad, aunque no tan grande como las vistas en Rajasthan, llena de puestos, negocios de dos metros cuadrados...motos, coches, vacas, contaminación...aunque poco a poco fuimos saliendo del núcleo y cada vez nos encontrabamos con más vegetación y el aire comenzaba a hacerse respirable.
Finalmente llegamos a Orchha.
Preguntamos en el Fort View y nos enseñaron un par de habitaciones por 300 y 400 INR pero no nos convencieron, parecían celdas, muy oscuras y el baño estaba bastante jodido...luego nos enseñaron la suite que tenía un ventanal enorme desde el que se veía uno de los templos de la zona junto al río y además el baño estaba bastante bien (todas las habitaciones tienen bichos de serie, pero esto ya ni lo comentamos salvo invasión)...nos pedía 1100, negociamos un poco y se plantó en 800...la amenaza de irnos (casi siempre lo hacemos, incluso nos llegamos a ir y volver luego, es una buena manera de saber hasta dónde puedes perder tu tiempo) no pareció afectarle demasiado así que decidimos quedarnos ya que como más tarde comprobaríamos, las habitaciones del pueblo dejaban mucho que desear...
Comimos en el Khrisna Rest. justo al lado del hotel y resultó un sitio excelente. Nos sirvieron cerveza fría, aunque de marca Vasco (algo más espesa que la KingFisher pero mejor que nada...), pedimos espaguetis con queso y una variedad de Panner (queso fresco) al curry...nos aconsejaron un postre llamado Gulab Jamun que era típico de la zona...la comida estaba de vicio y los precios no superan las 60 INR en la mayoría de platos, acompañamos con té negro para los dos. Todo por unas 360 INR, de lo mejor de Orchha...además Ravi es un tipo muy simpático...es el más avispado de un porrón de hermanos que han decidio montar ese negocio y bueno, incluso nos enseñaron la pancarta en castellano que todavía no habían colgado. Incluso escribimos en una libreta que suelen tener recopilando mensajes de los viajeros.
Como tendríamos todo el día siguiente por delante decidimos irnos a descansar al hotel y luego darnos una vuelta por el pueblo para orientarnos un poco.
El pueblo es pequeñito y casi todo está en su avenida principal...no hay apenas tráfico y es bastante tranquilo, un par de días aquí nos vendrán bien.
Pasamos por un par de tiendas para mirar unos pantalones ya que aquí el amigo tuvo la feliz idea de venirse con casi lo puesto...y tiene que tirar de colada día si y día también, lo bueno es que todo se seca en cuestión de horas por la calor que hace....negociamos precios por un par de pantalones de estos hippies pero el tío no se bajaba de los 450 por los dos...dos duros, pero nos fuimos por si se lo repensaba...
Cenamos en el Trattoria (piratillas...), pedimos pizza y pasta al limón con salsa de mantequilla (?¿?, mira que me gusta pedir cosas raras)...lo bueno es que tenían KingFisher...pero tardaron la vida...la pizza no era para tirar cohetes y la pasta estaba pasable (lo del limón anecdótico, me trajeron un cuenco con pasta y otro con mantequilla derretida con ajos, le pregunté dónde estaba el limón y me trajeron 3 trocitos de limón enano...tengo la foto...que les den, exprimí los 3 trozos de limón hasta que se les fue el color)...pero dudamos que la elavoración fuese de una hora...500 INR.
De camino al hotel, ya de noche, nos fijamos en que habían cientos..miles de bichos revoloteando y bastante molestos...pensamos que serían mosquitos pero resultaron ser como escarabajillos pequeños voladores...el suelo estaba plagado de estos bichos, pisabas el suelo y hasta crujía...qué barbaridad! Lo bueno que tienen es que parece que mueren bastante rápido, y tras una verdadera plaga la cosa va cesando y entonces comienzas a verlor apilados en las esquinas, etc.
Llegamos al hotel y la entrada estaba cubierta, unos cuantos crujidos más y entramos a la habitación...nos duchamos, matamos un par de arañas, algún cienpiés, sacamos los bichos de la cama y a dormir, mañana a ver los palacios de la zona.
Un saludo!.
El día anterior nos conectamos a internet para actualizar y de paso mirar los trenes hacia Jhansi, ciudad enlace para llegar a Orchha. Vimos que habían varios trenes aunque en algunos ya aparecía como completos...decidimos arriesgarnos de todas formas, pillamos las mochilas y un rickshaw hacia la estación de Agra Cantt (en Agra hay 3 estaciones, dependiendo el destino sale de una o de otra, hay que vigilar con esto....algo aprendimos en Pekín).
Una vez allí entramos en la oficina de tickets y ya nos asaltaron varios conductores con las tarifas hacia Orchha, Kajuraho...3000 INR para llegar a Kajuraho ponía en una...si hombre...
En la taquilla para extranjeros vimos que habían unos formularios que todo Dios estaba rellenando....yo me lo leí y por lo que entendí era un formulario para reservar tickets...pero esto sirve si lo pillas con mucha antelación...aun así viajeros que se iban ese mismo día por lo que comentaban lo rellenaban...mi no entender...pero bueno.
Le pedimos dos billetes para Jhansi ese mismo día y que nos dijera horarios...al tío no se le entendía absolutamente nada...parecía como si tuviese la boca llena de caramelos...le tuve que pedir que nos repitiera la cantinela como unas 3 veces...de todas formas a la primera ya había entendido que no habían plazas...pero decía algo de ir a otro sitio para pillar un tren a las 10...joder, pero si eso es lo que quiero! Y por qué no me los vendes?
En fin, salimos de allí y nos dirigimos al otro lado de la estación, de camino un señor nos informó del asunto más o menos como pudo...la cosa estaba en que donde ibamos podíamos sacar billetes, pero en general...digamos a lo borrego....bueno, si no queda más remedio...
Llegamos a la ventanilla y nos vendió los tickets por 130 INR (aquí no hay clase, billetes directamente) le preguntamos a qué hora y nos dijo que podíamos coger el que nos diera la gana con esos tickets...así tal cual...le iba a preguntar si había algún número de andén específico pero ya vimos que entraba en modo “místico” así que nos fuimos a ver cómo iba la cosa...
Ya en el andén preguntamos en un puesto de información y nos dio algo de más información detallada...que podíamos coger el tren de las 9:45, 10:00...que todos ellos llegaban a Jhansi, y, importante, que pillaramos el del andén 1....bueeeno.
Nos sentamos en el suelo y contemplamos la fauna del lugar...pues imagínate...gente para aquí y para allá, vendedores, mendigos, gritos...como en la estación de Sants más o menos...
Llegó el bicho a eso de las 9:45, bastante puntual...el hombre de información apareció detrás nuestro (nos dio un susto el tío...) para decirnos que ese iba a Jhansi...ok pues, para adentro...
Preguntamos a un revisor por allí dónde ibamos nosotros con ese billete ya que el tren era enorme...nada, ni caso...vimos un vagón con asientos tipo cama y nos metimos en ese mismo.
Para entrar fue un show de los buenos...no veas cómo las gastan las mujeres hindús...forman un pelotón en la entrada del vagón, la de delante pega voces hacia el infinito, las de detrás ordenan las maletas...en mitad de la entrada! Señora, tire usted para alante que no deja subir a nadie con tanto bulto! Como vimos que nos quedabamos fuera y eso no tiraba decidimos unirnos a la fiesta y tirarnos a la piscina rollo concierto de rock. Venga empujón y brazos por ahí...y voces...y algún la “madre que te..” me pareció oirle a una...
Yo logré salir y cuando vi un asiento tipo litera libre me planté ahí, en esto que me faltaba algo...mi mujer! XD Eli quedó bloqueada por el pelotón de mujeres en unas esquina, yo le gritaba que pasara pero era imposible...yo ahí no me metía otra vez. Finalmente logró pasar y cuando nos sentamos todo se tranquilizó y la entrada aparecía despejada....esto qué es? Para joder o qué?
Ya sentados conocimos a Doc (doctor) Reddy, un tipo muy simpático que se conocía el trayecto entre Agra y Jhansi como la palma de su mano, nos fue explicando cuando preparar la cámara para aprovechar las mejores vistas de algunos lugares como Gwalior, etc.
Como evidentemente ese no era nuestro vagón, pasó el revisor y nos dijo que el nuestro era general, le comentamos la posibilidad de quedarnos ahí y dijo que no había problema, pagando 130 INR...ya nos extrañaba a nosotros...le pagamos y nos quedamos con el bueno de Doc...más tarde pensé...entonces sí que habían sitios libres, porque nadie nos reclamó lo asientos en todo el viaje...this is India.
En el trayecto pasaron algunos mendigos, niños con cubos que vendían de todo...uno se sentó un rato junto a nosotros y le señaló las picadas de mosquito que Eli tiene en la pierna como preguntando qué le pasaba XD, la cara del pobre era un poema...manda huevos, por 27 picadas de mosquito por pierna se extraña cuando sale a la calle todos los días y ve lo que ve...en fin.
Llegamos a Jhansi y nos dirigimos hacia la salida de la estación en donde nos topamos con un montón de hindús mirándonos como hienas...hasta nos reímos y empezamos a hacer un “huuuuuuuuuuuuuuu” que fuimos subiendo de intensidad hasta que estuvimos en mitad de la multitud...”hellou!”, choques de manos, “where are you from?”, “Orchha?”, a este último le dijimos que si y nos indicó una pizarra con los precios de los rickshaws de prepago...los precios eran de 30, 40, 50 y evidentemente Orchha 200...pensamos en salirnos de toda la multitud y buscar fuera de la estación pero por la distancia entre Jhansi y Orchha de unos 10 kilómetros no creímos que lo sacaramos mucho más barato, así que pillamos un rickshaw.
El pago se lo dimos a un poli, el cual nos dio un papelillo a modo de recibo que le teníamos que dar al conductor una vez en el destino...todo el mundo dice que la poli aquí es corrupta y razón no les falta...menudo negocio tienen montado...
Jhansi es más de lo mismo...ciudad, aunque no tan grande como las vistas en Rajasthan, llena de puestos, negocios de dos metros cuadrados...motos, coches, vacas, contaminación...aunque poco a poco fuimos saliendo del núcleo y cada vez nos encontrabamos con más vegetación y el aire comenzaba a hacerse respirable.
Finalmente llegamos a Orchha.
Preguntamos en el Fort View y nos enseñaron un par de habitaciones por 300 y 400 INR pero no nos convencieron, parecían celdas, muy oscuras y el baño estaba bastante jodido...luego nos enseñaron la suite que tenía un ventanal enorme desde el que se veía uno de los templos de la zona junto al río y además el baño estaba bastante bien (todas las habitaciones tienen bichos de serie, pero esto ya ni lo comentamos salvo invasión)...nos pedía 1100, negociamos un poco y se plantó en 800...la amenaza de irnos (casi siempre lo hacemos, incluso nos llegamos a ir y volver luego, es una buena manera de saber hasta dónde puedes perder tu tiempo) no pareció afectarle demasiado así que decidimos quedarnos ya que como más tarde comprobaríamos, las habitaciones del pueblo dejaban mucho que desear...
Comimos en el Khrisna Rest. justo al lado del hotel y resultó un sitio excelente. Nos sirvieron cerveza fría, aunque de marca Vasco (algo más espesa que la KingFisher pero mejor que nada...), pedimos espaguetis con queso y una variedad de Panner (queso fresco) al curry...nos aconsejaron un postre llamado Gulab Jamun que era típico de la zona...la comida estaba de vicio y los precios no superan las 60 INR en la mayoría de platos, acompañamos con té negro para los dos. Todo por unas 360 INR, de lo mejor de Orchha...además Ravi es un tipo muy simpático...es el más avispado de un porrón de hermanos que han decidio montar ese negocio y bueno, incluso nos enseñaron la pancarta en castellano que todavía no habían colgado. Incluso escribimos en una libreta que suelen tener recopilando mensajes de los viajeros.
Como tendríamos todo el día siguiente por delante decidimos irnos a descansar al hotel y luego darnos una vuelta por el pueblo para orientarnos un poco.
El pueblo es pequeñito y casi todo está en su avenida principal...no hay apenas tráfico y es bastante tranquilo, un par de días aquí nos vendrán bien.
Pasamos por un par de tiendas para mirar unos pantalones ya que aquí el amigo tuvo la feliz idea de venirse con casi lo puesto...y tiene que tirar de colada día si y día también, lo bueno es que todo se seca en cuestión de horas por la calor que hace....negociamos precios por un par de pantalones de estos hippies pero el tío no se bajaba de los 450 por los dos...dos duros, pero nos fuimos por si se lo repensaba...
Cenamos en el Trattoria (piratillas...), pedimos pizza y pasta al limón con salsa de mantequilla (?¿?, mira que me gusta pedir cosas raras)...lo bueno es que tenían KingFisher...pero tardaron la vida...la pizza no era para tirar cohetes y la pasta estaba pasable (lo del limón anecdótico, me trajeron un cuenco con pasta y otro con mantequilla derretida con ajos, le pregunté dónde estaba el limón y me trajeron 3 trocitos de limón enano...tengo la foto...que les den, exprimí los 3 trozos de limón hasta que se les fue el color)...pero dudamos que la elavoración fuese de una hora...500 INR.
De camino al hotel, ya de noche, nos fijamos en que habían cientos..miles de bichos revoloteando y bastante molestos...pensamos que serían mosquitos pero resultaron ser como escarabajillos pequeños voladores...el suelo estaba plagado de estos bichos, pisabas el suelo y hasta crujía...qué barbaridad! Lo bueno que tienen es que parece que mueren bastante rápido, y tras una verdadera plaga la cosa va cesando y entonces comienzas a verlor apilados en las esquinas, etc.
Llegamos al hotel y la entrada estaba cubierta, unos cuantos crujidos más y entramos a la habitación...nos duchamos, matamos un par de arañas, algún cienpiés, sacamos los bichos de la cama y a dormir, mañana a ver los palacios de la zona.
Un saludo!.
21 de agosto de 2009
Agra
Dejamos Jaipur sobre las 8 de la mañana después de almolzar unas tostadas y té.
Jaipur nos ha dejado un sabor agridulce, tiene lugares interesantes y es la meca para los compradores impulsivos (a nosotros nos da urticaria ir de compras)...pero está tan sumamente contaminada y resulta tan cargante en ocasiones que se hace difícil valorarla como merece...de todas formas la visita al fuerte de ambar fue magnífica y pasamos buenos ratos charlando y paseando entre olores mil, gases, etc.
Pillamos una buena carabana para salir...según parece los camiones no pueden acceder por esa vía principal, pero la policia a base de sobornos los deja pasar..causando un colapso digno de ver...nos bajamos del coche y bueno, lo típico, saludar a unos críos, el “hellou”, etc. Estamos del “hellou” hasta los mismísimos ya...pero bueno, hay que guardar las formas.
De camino a Agra comentamos el tema de los días que teníamos contratado con el conductor, 12 (el 13º lo utiliza para volver a Delhi), de los cuales habíamos gastado 10 por no dormir en Ranakpur ni en Pushkar...pensamos que quizás Mushara nos podría hacer el favor de acercar a Orcha ya que desde Agra la combinación es un poco mala...pero el hombre no parecía mucho por la labor ya que según nos decía él tenía contrato de kilómetros no de días...lo dejamos para cuando llegaramos a Agra a ver qué tal...
De camino a Agra, Mushara nos acercó a una población cercana en donde según nos comentó había un templo llamado Harshshat Mata y que a él personalmente le gustaba mucho...decidimos parar a verlo....
Al parecer el templo estaba dividido en dos partes, una construída más al exterior, formada por unos terraplenes que se elevaban hasta un templo en la “cima”...los relieves en las piedras tenían bastante detalle..pero hemos visto cosas por este país algo más impresionantes...
El segundo palacio ya es otro cantar...accedimos por un parque donde los críos estaban en la hora del patio...”hellou” multiplicado por 20 junto a saludos, etc. Ahora entendemos por qué el rey saluda como un pelele con la mano...ostia debe estar hasta los mismísimos! Te entendemos Juanca!
La entrada es gratuíta y merece bastante la pena...es como una especie de templo Maya, o a nosotros por lo menos nos recordó bastante las típicas estructuras que vimos por el Yucatán, formado por un gran foso de piedra escalonado hacia su interior que acaba en una “piscina” de “agua” (muy verde). En frente de esta piscina se levanta lo que es el “palco” desde donde el king y la queen veían los espectáculos, tenían sus aposentos, lavabos, etc...vamos que tenían la casa y la sala de audiencias pegada...entramos dentro del palacio y percibimos cierto olor a orín bastante fuerte y cagarrutas pequeñitas en el suelo...un ruido así como de chirriar nos hizo levantar la vista hacia una zona poco iluminada para ver un ejército de Orcos...nooo, murciélagos, había un huevo de murciélagos...bufff...miramos la estancia, tiramos unas cuantas fotos sin flash y decidimos dar por finalizada la incursión...el sitio merece bastante la pena, la verdad.
Antes de llegar a Agra, Mushara paró en el fuerte de Fatehpur Sikri, pero eran cerca de las 15h y el Sol pegaba de lleno..desde por la mañana no habíamos comido y no nos pareció muy buena idea ir a visitar el lugar en esas condiciones...le echamos un vistazo a la guía para ver cómo ponía al lugar y bueno....finalmente prescindimos de la visita...ya nos pensaríamos si volver para visitarlo al día siguiente a una mejor hora....será por fuertes en la India...
Una vez en Agra visitamos un par de hoteles, el primero se llamaba Apollo pero nos nos convenció, luego fuimos a otro cercano que estaba lleno....mientras buscabamos hotel, no puedes dejar de buscar en el horizonte el Taj...algo parecido como cuando llegas al Cairo y buscas las pirámides...o a la Gran Muralla...o a Chichén...son sitios muy especiales y comenzábamos a sentir ese hormigueo de saber que estábamos cerca de ver algo muy grande que desde pequeños hemos visto en libros, oído historias, por la tele...y en el juego del “Hotel”, joder, quién no ha jugado por el maldito edificio a pesar de ser barato y no salir a cuenta?
Decidimos probar en barrio de Taj Ganj, en el hotel Kamal, a pesar de estar a 1 kilómetro escaso del Taj y con casi la total seguridad de que estaría a petar...nos enseñaron una habitación disponible por 500 INR y no nos pareció mal...además tenía una azotea desde donde se veía el templo.
Nos la quedamos.
Hablamos con Mushara sobre el tema de los días pero parecía que no estaba mucho por la labor, nos comentó que él finalizaba el kilometraje en Agra y no podía llevarnos a Orcha (a unos 300 y pico kilómetros)...de todas formas, cuando contratamos nos dijeron que si quitábamos algún día de los lugares a visitar y lo poníamos en otro o después no había problema...pero hazle tú entender al hombre...en fin...nos dio el venazo y le dijimos que se fuera a Delhi con su família (si, nos quedó muy peliculero, muy a lo Clint Eastwood) ya que el fuerte no lo visitaríamos y de Agra tan sólo queríamos visitar el Taj Mahal, nada más...era absurdo que se quedara. (entonces ni caímos, pero recomendamos para este tipo de situaciones pagar la mitad del viaje al principio y la parte final una vez terminado, quizas no se consiga nada pero seguro que te dan más opciones que una conversación frente a un muro)
Se quedó un poco pasmado, medio entre no entender y el “ya se han enfadao”...le dimos a entender que todo estaba ok, nos despedimos, le dimos su propina y adiós muy buenas.
Por un lado nos quedó un sabor agridulce, pero por otro hay que entender que la mayoría de esta gente se rige por la pasta...esto es algo impepinable por mucho que los “buen rollistas” viajeros se nieguen a verlo...cuesta mucho discernir cuando están siendo sinceros y cuando no...no le dimos más vueltas, nos quedamos con los buenos momentos y lo bien que nos había llevado hasta Agra y a los lugares que le dijimos por el camino...
Sentimos una gran liberación, ahora empezaría la parte del viaje donde tendríamos que currarnos las reservas de trenes, buscar hoteles con las mochilas a cuestas...pero en el fondo ya lo necesitabamos.
Comimos en el mismo hotel un plato de arroz frito con queso y pasta al queso (con una birra bien fría) y nos fuimos a duchar. Esa misma tarde, visitaríamos el Taj, aprovechando la temperatura y el ocaso del Sol.
En la habitación comenzaron a salir cucarachas y bichos por todas partes después de ducharnos....una o dos pues te acostumbras y las aniquilas, pero cuando vimos un boquete en uno de los bordes de la puerta por donde salía cada alien que tiraba para atrás, decidimos quejarnos y mirar de cambiar la habitación...finalmente nos dieron otra bastante mejor por 100 rupias más...esta gente es la polla, si me dicen 700 por esta habitación de primeras tan cerca del Taj probablemente nos la hubiéramos quedado...quieren jugar tanto con el dinero que al final se queman, en fin....
Según nos dijeron el Taj estaba a tiro de piedra pero nosotros todavía no habíamos visto ni una cupulilla a lo lejos...giramos a la izquierda nada más salir y seguimos todo recto hasta que llegamos a la entrada Éste del recinto (la recomendada según la guía, al no ser la principal está mucho menos concurrida...ya se sabe que donde va Vicente...).
Allí nos dijeron que teníamos que sacar los tickets “huhí” (ese ruído va acompañado de una leve inclinación del brazo señalando calle arriba...fuimos caminando y nos asaltaron unos cuantos rickshaws comentando que nos llevaban pero decidimos ir andando ya que no creíamos que estuviese muy lejos el sitio...joder, ilusos!
Menuda pateada...en fin, kilómetro y medio después nos topamos con un crío que nos señaló un sitio para sacar los tickets. Nos cobraron 1500 INR por las dos entradas, dos botellas de agua y unos patucos para cubrirnos los pies en el templo.
Ya fuera nos subimos a un carrito que nos llevó a la entrada...pasamos el control de metales (que pitó lo suyo), nos hicieron abrir las mochilas (sólo abren un bolsillo, más por chafardear que otra cosa...me acordé de Moi, aquí podrías entrar tu colección de pistolitas y liarla buena) y finalmente llegamos a la puerta Sur que daba al recinto del Taj...se nos hizo un nudo en la garganta...hay gente a la que le dará exactamente lo mismo ir a un sitio u a otro...visitar cosas o no...que le de igual pisar las pirámides de Egipto o subir a Chichén....pero es algo muy acojonante cuando estás a punto de ver algo que llevas toda la vida sabiendo que está ahí, lejos...que es muy especial por su historia además...por cierto, no solemos poner tochazos historicos pero me veo en la necesidad de contar brevemente la historia del Taj por si alguien no la sabe;
A la muerte de Mumtaz Mahal (después de tener a su decimocuarto hijo, a quién se le ocurre!), esposa del emperador Sha Yahan, este quedó profundamente jodido (se dice que el pelo le encaneció en un día, algo así como cuando me gana el Barça en el pro) y decidió construirle este palacio en su honor...la historia a partir de aquí se vuelve más triste todavía, ya que el propio hijo de Yahan encarceló a su padre en el fuerte de Agra tras derrocarlo (práctica muy común aquí en la historia de India), con una ventana desde donde cada día veía su obra hasta el día de su muerte, en el que fue enterrado junto a Mumtaz. Qué cosita más triste Dios mío, en serio.
Cruzamos la puerta principal y allí estaba.
Con su avenida de árboles perfectamente simétricos, con esa fuente que recorre el paseo y que refleja su forma y el palacio, de postal, con las cuatro torretas flanqueando cada costado, la cúpula perfecta, el mármol blanco, el Sol en el ocaso que doraba la mitad de su estructura....AHHHAAAAAAAAAAH!!!!!!!!!Estamos en el puto Taj Mahaaaal!!!!!!!
Le hicimos fotos desde mil ángulos, nos hicieron la típica los dos juntos, pero es que costaba darle la espalda a algo tan bonito, definitivamente merece venir a la India sólo por ver este prodigio...nos emocionamos mucho al verlo...quizás también por lo durillo que este país resulta...ver algo así entre tanta pobreza, suciedad...
Cada vez que nos acercabamos más fotos, dos gigas, me llegará? Si no me llega se la quito a un chino XD.
El sitio está impoluto, hay bastante vigilancia y por supuesto gente, aunque a la hora en la que estabamos podías encontrar un hueco perfectamente para sacar fotos casi sin nadie.
Ya desde cerca el edificio impresionaba bastante, con el Corán escrito en sus muros, los detalles de las flores en sus paredes (talladas todas con un nivel de detalle acojonante), los colores vivos de sus pinturas...hay mil y una formas y detalles, el ojo no da a basto.
Nos quitamos el calzado y lo dejamos en una taquilla, decidimos entrar descalzos, más auténtico y más contacto.
La cúpula no se divisa desde la entrada, tan sólo ves una mole de mármol. Pasamos por la puerta principal y llegamos a la antesala del mausoleo, con dos puertas a los lados y una que da a la sala principal donde descansan las tumbas de Yahan y Mumtaz, rodeadas por un “muro” tallado con flores unidas entre sí, muy principesco, como en los cuentos...en la sala se oye el murmullo de la gente y da una sensación extraña, unos ecos que resuenan sin fin. (muy cuarto milenio esto último pero bueno)
Las luces de los pórticos “enrejados” iluminan la estancia y una vez sales por la misma puerta principal tienes las dos puertas a ambos lados desde las que das la vuelta al recinto.
Salimos y aprovechamos la luz del ocaso para hacernos fotos por los alrededores, con el río Yamuna de fondo...luego buscamos un sitio tranquilo en los jardines y nos sentamos en un banco a terminar de ver la puesta de Sol...con el típico canto musulmán de fondo....
Nos tuvieron que hechar, a eso de las 19h la policía militar hace un barrido desde el Taj hacia fuera “invitando” a la gente a irse...
Dentro del Taj ya nos encontramos con los chicos de Bilbao y Barcelona que encontramos la noche del desierto y luego en la salida estuvimos charlando un rato, ellos partían hacia Benarés en dos días así que probablemente ya no nos veríamos más. Les dimos la dirección del blog por si le querían echar un vistazo, así que nos mantendremos en contacto...tendremos que hacer una cenita cuando regresemos para recordar este “particular” país XD.
Ya en el hotel nos duchamos (esto va así, tú sales, pillas una de mierda impresionante, vuelves, te duchas, sales, pillas mierda por doquier, vuelves, lavas la ropa, te duchas, sales...etc) y nos fuimos a cenar a la terraza del hotel...lástima que no había luna llena, que al parecer ilumina el Taj y se ve precioso...cenamos Mushroom (champiñones con carne y salsa masala) y espinacas con queso, acompañado con dos refrescos ya que no había cerveza...la cuenta para el hotel y nos fuimos a dormir..mañana intentaremos ir a Orcha....hemos dicho que el Taj Mahal es una de las cosas más bonitas que hemos visto nunca?.
Un saludo!
Jaipur nos ha dejado un sabor agridulce, tiene lugares interesantes y es la meca para los compradores impulsivos (a nosotros nos da urticaria ir de compras)...pero está tan sumamente contaminada y resulta tan cargante en ocasiones que se hace difícil valorarla como merece...de todas formas la visita al fuerte de ambar fue magnífica y pasamos buenos ratos charlando y paseando entre olores mil, gases, etc.
Pillamos una buena carabana para salir...según parece los camiones no pueden acceder por esa vía principal, pero la policia a base de sobornos los deja pasar..causando un colapso digno de ver...nos bajamos del coche y bueno, lo típico, saludar a unos críos, el “hellou”, etc. Estamos del “hellou” hasta los mismísimos ya...pero bueno, hay que guardar las formas.
De camino a Agra comentamos el tema de los días que teníamos contratado con el conductor, 12 (el 13º lo utiliza para volver a Delhi), de los cuales habíamos gastado 10 por no dormir en Ranakpur ni en Pushkar...pensamos que quizás Mushara nos podría hacer el favor de acercar a Orcha ya que desde Agra la combinación es un poco mala...pero el hombre no parecía mucho por la labor ya que según nos decía él tenía contrato de kilómetros no de días...lo dejamos para cuando llegaramos a Agra a ver qué tal...
De camino a Agra, Mushara nos acercó a una población cercana en donde según nos comentó había un templo llamado Harshshat Mata y que a él personalmente le gustaba mucho...decidimos parar a verlo....
Al parecer el templo estaba dividido en dos partes, una construída más al exterior, formada por unos terraplenes que se elevaban hasta un templo en la “cima”...los relieves en las piedras tenían bastante detalle..pero hemos visto cosas por este país algo más impresionantes...
El segundo palacio ya es otro cantar...accedimos por un parque donde los críos estaban en la hora del patio...”hellou” multiplicado por 20 junto a saludos, etc. Ahora entendemos por qué el rey saluda como un pelele con la mano...ostia debe estar hasta los mismísimos! Te entendemos Juanca!
La entrada es gratuíta y merece bastante la pena...es como una especie de templo Maya, o a nosotros por lo menos nos recordó bastante las típicas estructuras que vimos por el Yucatán, formado por un gran foso de piedra escalonado hacia su interior que acaba en una “piscina” de “agua” (muy verde). En frente de esta piscina se levanta lo que es el “palco” desde donde el king y la queen veían los espectáculos, tenían sus aposentos, lavabos, etc...vamos que tenían la casa y la sala de audiencias pegada...entramos dentro del palacio y percibimos cierto olor a orín bastante fuerte y cagarrutas pequeñitas en el suelo...un ruido así como de chirriar nos hizo levantar la vista hacia una zona poco iluminada para ver un ejército de Orcos...nooo, murciélagos, había un huevo de murciélagos...bufff...miramos la estancia, tiramos unas cuantas fotos sin flash y decidimos dar por finalizada la incursión...el sitio merece bastante la pena, la verdad.
Antes de llegar a Agra, Mushara paró en el fuerte de Fatehpur Sikri, pero eran cerca de las 15h y el Sol pegaba de lleno..desde por la mañana no habíamos comido y no nos pareció muy buena idea ir a visitar el lugar en esas condiciones...le echamos un vistazo a la guía para ver cómo ponía al lugar y bueno....finalmente prescindimos de la visita...ya nos pensaríamos si volver para visitarlo al día siguiente a una mejor hora....será por fuertes en la India...
Una vez en Agra visitamos un par de hoteles, el primero se llamaba Apollo pero nos nos convenció, luego fuimos a otro cercano que estaba lleno....mientras buscabamos hotel, no puedes dejar de buscar en el horizonte el Taj...algo parecido como cuando llegas al Cairo y buscas las pirámides...o a la Gran Muralla...o a Chichén...son sitios muy especiales y comenzábamos a sentir ese hormigueo de saber que estábamos cerca de ver algo muy grande que desde pequeños hemos visto en libros, oído historias, por la tele...y en el juego del “Hotel”, joder, quién no ha jugado por el maldito edificio a pesar de ser barato y no salir a cuenta?
Decidimos probar en barrio de Taj Ganj, en el hotel Kamal, a pesar de estar a 1 kilómetro escaso del Taj y con casi la total seguridad de que estaría a petar...nos enseñaron una habitación disponible por 500 INR y no nos pareció mal...además tenía una azotea desde donde se veía el templo.
Nos la quedamos.
Hablamos con Mushara sobre el tema de los días pero parecía que no estaba mucho por la labor, nos comentó que él finalizaba el kilometraje en Agra y no podía llevarnos a Orcha (a unos 300 y pico kilómetros)...de todas formas, cuando contratamos nos dijeron que si quitábamos algún día de los lugares a visitar y lo poníamos en otro o después no había problema...pero hazle tú entender al hombre...en fin...nos dio el venazo y le dijimos que se fuera a Delhi con su família (si, nos quedó muy peliculero, muy a lo Clint Eastwood) ya que el fuerte no lo visitaríamos y de Agra tan sólo queríamos visitar el Taj Mahal, nada más...era absurdo que se quedara. (entonces ni caímos, pero recomendamos para este tipo de situaciones pagar la mitad del viaje al principio y la parte final una vez terminado, quizas no se consiga nada pero seguro que te dan más opciones que una conversación frente a un muro)
Se quedó un poco pasmado, medio entre no entender y el “ya se han enfadao”...le dimos a entender que todo estaba ok, nos despedimos, le dimos su propina y adiós muy buenas.
Por un lado nos quedó un sabor agridulce, pero por otro hay que entender que la mayoría de esta gente se rige por la pasta...esto es algo impepinable por mucho que los “buen rollistas” viajeros se nieguen a verlo...cuesta mucho discernir cuando están siendo sinceros y cuando no...no le dimos más vueltas, nos quedamos con los buenos momentos y lo bien que nos había llevado hasta Agra y a los lugares que le dijimos por el camino...
Sentimos una gran liberación, ahora empezaría la parte del viaje donde tendríamos que currarnos las reservas de trenes, buscar hoteles con las mochilas a cuestas...pero en el fondo ya lo necesitabamos.
Comimos en el mismo hotel un plato de arroz frito con queso y pasta al queso (con una birra bien fría) y nos fuimos a duchar. Esa misma tarde, visitaríamos el Taj, aprovechando la temperatura y el ocaso del Sol.
En la habitación comenzaron a salir cucarachas y bichos por todas partes después de ducharnos....una o dos pues te acostumbras y las aniquilas, pero cuando vimos un boquete en uno de los bordes de la puerta por donde salía cada alien que tiraba para atrás, decidimos quejarnos y mirar de cambiar la habitación...finalmente nos dieron otra bastante mejor por 100 rupias más...esta gente es la polla, si me dicen 700 por esta habitación de primeras tan cerca del Taj probablemente nos la hubiéramos quedado...quieren jugar tanto con el dinero que al final se queman, en fin....
Según nos dijeron el Taj estaba a tiro de piedra pero nosotros todavía no habíamos visto ni una cupulilla a lo lejos...giramos a la izquierda nada más salir y seguimos todo recto hasta que llegamos a la entrada Éste del recinto (la recomendada según la guía, al no ser la principal está mucho menos concurrida...ya se sabe que donde va Vicente...).
Allí nos dijeron que teníamos que sacar los tickets “huhí” (ese ruído va acompañado de una leve inclinación del brazo señalando calle arriba...fuimos caminando y nos asaltaron unos cuantos rickshaws comentando que nos llevaban pero decidimos ir andando ya que no creíamos que estuviese muy lejos el sitio...joder, ilusos!
Menuda pateada...en fin, kilómetro y medio después nos topamos con un crío que nos señaló un sitio para sacar los tickets. Nos cobraron 1500 INR por las dos entradas, dos botellas de agua y unos patucos para cubrirnos los pies en el templo.
Ya fuera nos subimos a un carrito que nos llevó a la entrada...pasamos el control de metales (que pitó lo suyo), nos hicieron abrir las mochilas (sólo abren un bolsillo, más por chafardear que otra cosa...me acordé de Moi, aquí podrías entrar tu colección de pistolitas y liarla buena) y finalmente llegamos a la puerta Sur que daba al recinto del Taj...se nos hizo un nudo en la garganta...hay gente a la que le dará exactamente lo mismo ir a un sitio u a otro...visitar cosas o no...que le de igual pisar las pirámides de Egipto o subir a Chichén....pero es algo muy acojonante cuando estás a punto de ver algo que llevas toda la vida sabiendo que está ahí, lejos...que es muy especial por su historia además...por cierto, no solemos poner tochazos historicos pero me veo en la necesidad de contar brevemente la historia del Taj por si alguien no la sabe;
A la muerte de Mumtaz Mahal (después de tener a su decimocuarto hijo, a quién se le ocurre!), esposa del emperador Sha Yahan, este quedó profundamente jodido (se dice que el pelo le encaneció en un día, algo así como cuando me gana el Barça en el pro) y decidió construirle este palacio en su honor...la historia a partir de aquí se vuelve más triste todavía, ya que el propio hijo de Yahan encarceló a su padre en el fuerte de Agra tras derrocarlo (práctica muy común aquí en la historia de India), con una ventana desde donde cada día veía su obra hasta el día de su muerte, en el que fue enterrado junto a Mumtaz. Qué cosita más triste Dios mío, en serio.
Cruzamos la puerta principal y allí estaba.
Con su avenida de árboles perfectamente simétricos, con esa fuente que recorre el paseo y que refleja su forma y el palacio, de postal, con las cuatro torretas flanqueando cada costado, la cúpula perfecta, el mármol blanco, el Sol en el ocaso que doraba la mitad de su estructura....AHHHAAAAAAAAAAH!!!!!!!!!Estamos en el puto Taj Mahaaaal!!!!!!!
Le hicimos fotos desde mil ángulos, nos hicieron la típica los dos juntos, pero es que costaba darle la espalda a algo tan bonito, definitivamente merece venir a la India sólo por ver este prodigio...nos emocionamos mucho al verlo...quizás también por lo durillo que este país resulta...ver algo así entre tanta pobreza, suciedad...
Cada vez que nos acercabamos más fotos, dos gigas, me llegará? Si no me llega se la quito a un chino XD.
El sitio está impoluto, hay bastante vigilancia y por supuesto gente, aunque a la hora en la que estabamos podías encontrar un hueco perfectamente para sacar fotos casi sin nadie.
Ya desde cerca el edificio impresionaba bastante, con el Corán escrito en sus muros, los detalles de las flores en sus paredes (talladas todas con un nivel de detalle acojonante), los colores vivos de sus pinturas...hay mil y una formas y detalles, el ojo no da a basto.
Nos quitamos el calzado y lo dejamos en una taquilla, decidimos entrar descalzos, más auténtico y más contacto.
La cúpula no se divisa desde la entrada, tan sólo ves una mole de mármol. Pasamos por la puerta principal y llegamos a la antesala del mausoleo, con dos puertas a los lados y una que da a la sala principal donde descansan las tumbas de Yahan y Mumtaz, rodeadas por un “muro” tallado con flores unidas entre sí, muy principesco, como en los cuentos...en la sala se oye el murmullo de la gente y da una sensación extraña, unos ecos que resuenan sin fin. (muy cuarto milenio esto último pero bueno)
Las luces de los pórticos “enrejados” iluminan la estancia y una vez sales por la misma puerta principal tienes las dos puertas a ambos lados desde las que das la vuelta al recinto.
Salimos y aprovechamos la luz del ocaso para hacernos fotos por los alrededores, con el río Yamuna de fondo...luego buscamos un sitio tranquilo en los jardines y nos sentamos en un banco a terminar de ver la puesta de Sol...con el típico canto musulmán de fondo....
Nos tuvieron que hechar, a eso de las 19h la policía militar hace un barrido desde el Taj hacia fuera “invitando” a la gente a irse...
Dentro del Taj ya nos encontramos con los chicos de Bilbao y Barcelona que encontramos la noche del desierto y luego en la salida estuvimos charlando un rato, ellos partían hacia Benarés en dos días así que probablemente ya no nos veríamos más. Les dimos la dirección del blog por si le querían echar un vistazo, así que nos mantendremos en contacto...tendremos que hacer una cenita cuando regresemos para recordar este “particular” país XD.
Ya en el hotel nos duchamos (esto va así, tú sales, pillas una de mierda impresionante, vuelves, te duchas, sales, pillas mierda por doquier, vuelves, lavas la ropa, te duchas, sales...etc) y nos fuimos a cenar a la terraza del hotel...lástima que no había luna llena, que al parecer ilumina el Taj y se ve precioso...cenamos Mushroom (champiñones con carne y salsa masala) y espinacas con queso, acompañado con dos refrescos ya que no había cerveza...la cuenta para el hotel y nos fuimos a dormir..mañana intentaremos ir a Orcha....hemos dicho que el Taj Mahal es una de las cosas más bonitas que hemos visto nunca?.
Un saludo!
De templos, cobras y monos.
Salimos temprano hacia el fuerte después de almolzar unos sandwitches y un par de black teas.
Visitaríamos primero el Amber Fort, un impresionante fuerte situado a unos 9 km en las afuertas de Jaipur.
Poco antes de llegar empezamos a ver carabanas de elefantes con turistas que subían por la carretera, hasta que al girar en una de las curvas se nos presentó el fuerte a lo lejos.
Desde fuera es precioso, el fuerte está rodeado por unas murallas que serpentean las montañas, junto a estas, edificaciones en ruinas mezcladas con casas de lugareños.
Por la entrada principal subían los sufridos elefantes, pintados con colores y que le daban a toda la escena un aspecto de película...muy bonito.
Llegamos a la parte “trasera” y accedimos al patio principal donde sacamos los tickets por 300 INR.
El fuerte nos gustó mucho, las estancias eran vistosas y las vistas por los ventanales preciosas...eso si, el sistema para seguir la ruta es caótico y no muy bien indicado...por lo que nos metimos por unos pasillos “secundarios” donde no había ni un turista...de puta madre, porque veíamos las mismas estancias que ellos desde una posición elevada pero sin agobios...nos lo pasamos teta recorriendo los pasillos, entrando en un montón de habitaciones..hasta que nos pilló un guardia y nos devolvió a la “ruta”...
Casi al final del recorrido encontramos a un par de hindús tocando la flauta y con una cobra delante...a mí las serpientes me dan bastante respeto por lo que le propuse a Eli sentarse y tocar la flauta si tenía lo que hay que tener...y aceptó.
Lo que no pensé es que yo tenía que hacer las fotos...con lo que me tuve que acercar al animalillo de todas formas...y dormido no estaba, que de vez en cuando atacaba al de la “flauta mayor”.
Luego me ofrecieron tocar la flauta (ejem) y todavía no sé por qué les dije que si, el caso es que me encasquetaron un turbante, una flauta y ala, a tocar delante del bicho...encima tenían dos cobras y con Eli destaparon a una mucho más grande...”no hase falta desir nada más”, el puto bicho me miraba fíjamente, con ese colorcillo como mojado, verde oscuro y la lengua bífida...madre mía madre mía...que la tapen cuando me levante pensé....
Toqué a lo Jethro Tull pero con los huevos de corbata y aproveché uno de los solos del flautista mayor y me levanté...unas rupias y palante..prueba superada!
Luego del fuerte nos dirigimos al de Jaigarh, de camino a Jaipur y que tiene la particularidad de mantenerse intacto y unas vistas sobre Jaipur y el palacio del Lago interesantes.
Hicimos la jugada student y nos salió por 90 INR aunque en mitad de la visita se nos acercó un uniformado y nos volvió a pedir los tickets...a ver si por listos...nos preguntó al ver los precios si eramos estudiantes y nosotros por supuesto le dijimos que no y que nos encarcelara...finalmente nos dejó estar y pudimos seguir la visita...a parte de las vistas este fuerte no merece mucho la pena...nos fuimos hacia un templo que hay en las afueras llamado Galta y que tiene mejores vistas que el de Jaigarh...la subida es jodía pero las vistas lo recompensan...eso sí, no vimos la ciudad rosa...de rosa queda bien poco...en lo alto, nos hizo una pregaria un hindú, nos puso la marca en la frente y nos invitó a ver el templo (pequeñito, es más bien un altar).
Bajando vimos unos cuantos monos tumbados y decidimos darles unos guisantes que nos vendió un tipo ahí cerca...al principio cogían de la mano y tal pero pronto vimos que nos estaban medio rodeando por lo que reculamos un poco (le dolerá una patada en los huevos a un mono?)..en esto que uno de ellos le quitó la botella de Mirinda a Eli...que chorizo el mono!!!! Bueno, tenemos la foto y podemos ir a la poli XD! Qué jodío...se quedó allí intentando abrirla mientras todo Diós se partía de risa...en fin..encima Eli quería darle lo que quedaba a un crío que vimos muy gracioso por allí...fucking monkey! XD
Nos fuimos al centro y como era la hora de comer decidimos ir al Niro's, recomendado por la Lonely....joder con la Lonely, el sitio era de lujo...allí conocimos a un viajero francés que estaba roto del estómago el pobre...nos preguntó si teníamos algún medicamento para el dolor de estómago pero lo teníamos todo en el hotel...decidimos comer pasta los dos para descansar de tanta comida hindú (está todo muy bueno, pero es muy cargante)...una birra y dos té 888 INR, eso sí, la pasta estaba buenísima...mezcla de pasta con vegetales..pagamos con tarjeta y vino el metre para decirnos que pusieramos a mano un 10% de la factura en la factura....digamos que les cobran comisión por la operación de la tarjeta, un 2 o 4 creo, y claro, los listos aprovechan para clavarte un 10%...no me pareció justo y le dije que dónde estaba escrito que yo tuviese que poner un 10%...entre tira y afloja, al final pasó de nosotros y nos fuimos...a tomar...pa chorizo el mono.
Cometimos la imprudencia de visitar el palacio de la ciudad después de comer...hacía un calor de mil demonios y no aprovechamos muy bien la visita...tampoco nos pareció gran cosa...vale que mezcla algo de arquitectura europea, hindú y mongol...pero bueno...piden 300 INR por persona para entrar, hicimos el primo entrando...
La calor era ya como que insoportable, junta contaminación y olor y poco nos hizo falta para irnos a descansar al hotel...nos dieron casi las 19h y decidimos ir a ver si pillábamos alguna conexión a internet...que hace días que no actualizamos y queríamos saber como iba la bolsa XD.
Nos metimos en un “ciber” y nos resultó imposible conectarnos ya que el cliente de conexión que utilizan nos capaba la página del blog...por el culo de la Johansson que tengo en la foto! Estuve un rato para ver si me podía saltar el tema pero que va...eso estaba blindado...tampoco me dejaron conectar el portátil así que desistimos y nos fuimos a cenar al hotel...como estábamos llenos nos pillamos unas patatas, refresco y a descansar...mañana para Agra, igual pasamos por el Taj Mahal que nos han dicho que no está mal la choza.
Un saludo!
Visitaríamos primero el Amber Fort, un impresionante fuerte situado a unos 9 km en las afuertas de Jaipur.
Poco antes de llegar empezamos a ver carabanas de elefantes con turistas que subían por la carretera, hasta que al girar en una de las curvas se nos presentó el fuerte a lo lejos.
Desde fuera es precioso, el fuerte está rodeado por unas murallas que serpentean las montañas, junto a estas, edificaciones en ruinas mezcladas con casas de lugareños.
Por la entrada principal subían los sufridos elefantes, pintados con colores y que le daban a toda la escena un aspecto de película...muy bonito.
Llegamos a la parte “trasera” y accedimos al patio principal donde sacamos los tickets por 300 INR.
El fuerte nos gustó mucho, las estancias eran vistosas y las vistas por los ventanales preciosas...eso si, el sistema para seguir la ruta es caótico y no muy bien indicado...por lo que nos metimos por unos pasillos “secundarios” donde no había ni un turista...de puta madre, porque veíamos las mismas estancias que ellos desde una posición elevada pero sin agobios...nos lo pasamos teta recorriendo los pasillos, entrando en un montón de habitaciones..hasta que nos pilló un guardia y nos devolvió a la “ruta”...
Casi al final del recorrido encontramos a un par de hindús tocando la flauta y con una cobra delante...a mí las serpientes me dan bastante respeto por lo que le propuse a Eli sentarse y tocar la flauta si tenía lo que hay que tener...y aceptó.
Lo que no pensé es que yo tenía que hacer las fotos...con lo que me tuve que acercar al animalillo de todas formas...y dormido no estaba, que de vez en cuando atacaba al de la “flauta mayor”.
Luego me ofrecieron tocar la flauta (ejem) y todavía no sé por qué les dije que si, el caso es que me encasquetaron un turbante, una flauta y ala, a tocar delante del bicho...encima tenían dos cobras y con Eli destaparon a una mucho más grande...”no hase falta desir nada más”, el puto bicho me miraba fíjamente, con ese colorcillo como mojado, verde oscuro y la lengua bífida...madre mía madre mía...que la tapen cuando me levante pensé....
Toqué a lo Jethro Tull pero con los huevos de corbata y aproveché uno de los solos del flautista mayor y me levanté...unas rupias y palante..prueba superada!
Luego del fuerte nos dirigimos al de Jaigarh, de camino a Jaipur y que tiene la particularidad de mantenerse intacto y unas vistas sobre Jaipur y el palacio del Lago interesantes.
Hicimos la jugada student y nos salió por 90 INR aunque en mitad de la visita se nos acercó un uniformado y nos volvió a pedir los tickets...a ver si por listos...nos preguntó al ver los precios si eramos estudiantes y nosotros por supuesto le dijimos que no y que nos encarcelara...finalmente nos dejó estar y pudimos seguir la visita...a parte de las vistas este fuerte no merece mucho la pena...nos fuimos hacia un templo que hay en las afueras llamado Galta y que tiene mejores vistas que el de Jaigarh...la subida es jodía pero las vistas lo recompensan...eso sí, no vimos la ciudad rosa...de rosa queda bien poco...en lo alto, nos hizo una pregaria un hindú, nos puso la marca en la frente y nos invitó a ver el templo (pequeñito, es más bien un altar).
Bajando vimos unos cuantos monos tumbados y decidimos darles unos guisantes que nos vendió un tipo ahí cerca...al principio cogían de la mano y tal pero pronto vimos que nos estaban medio rodeando por lo que reculamos un poco (le dolerá una patada en los huevos a un mono?)..en esto que uno de ellos le quitó la botella de Mirinda a Eli...que chorizo el mono!!!! Bueno, tenemos la foto y podemos ir a la poli XD! Qué jodío...se quedó allí intentando abrirla mientras todo Diós se partía de risa...en fin..encima Eli quería darle lo que quedaba a un crío que vimos muy gracioso por allí...fucking monkey! XD
Nos fuimos al centro y como era la hora de comer decidimos ir al Niro's, recomendado por la Lonely....joder con la Lonely, el sitio era de lujo...allí conocimos a un viajero francés que estaba roto del estómago el pobre...nos preguntó si teníamos algún medicamento para el dolor de estómago pero lo teníamos todo en el hotel...decidimos comer pasta los dos para descansar de tanta comida hindú (está todo muy bueno, pero es muy cargante)...una birra y dos té 888 INR, eso sí, la pasta estaba buenísima...mezcla de pasta con vegetales..pagamos con tarjeta y vino el metre para decirnos que pusieramos a mano un 10% de la factura en la factura....digamos que les cobran comisión por la operación de la tarjeta, un 2 o 4 creo, y claro, los listos aprovechan para clavarte un 10%...no me pareció justo y le dije que dónde estaba escrito que yo tuviese que poner un 10%...entre tira y afloja, al final pasó de nosotros y nos fuimos...a tomar...pa chorizo el mono.
Cometimos la imprudencia de visitar el palacio de la ciudad después de comer...hacía un calor de mil demonios y no aprovechamos muy bien la visita...tampoco nos pareció gran cosa...vale que mezcla algo de arquitectura europea, hindú y mongol...pero bueno...piden 300 INR por persona para entrar, hicimos el primo entrando...
La calor era ya como que insoportable, junta contaminación y olor y poco nos hizo falta para irnos a descansar al hotel...nos dieron casi las 19h y decidimos ir a ver si pillábamos alguna conexión a internet...que hace días que no actualizamos y queríamos saber como iba la bolsa XD.
Nos metimos en un “ciber” y nos resultó imposible conectarnos ya que el cliente de conexión que utilizan nos capaba la página del blog...por el culo de la Johansson que tengo en la foto! Estuve un rato para ver si me podía saltar el tema pero que va...eso estaba blindado...tampoco me dejaron conectar el portátil así que desistimos y nos fuimos a cenar al hotel...como estábamos llenos nos pillamos unas patatas, refresco y a descansar...mañana para Agra, igual pasamos por el Taj Mahal que nos han dicho que no está mal la choza.
Un saludo!
19 de agosto de 2009
Conversaciones en Jaipur
Sobre las 8 de la mañana nos fuimos dirección a Jaipur, la ciudad rosa.
De camino, paramos en un puesto de carretera donde almorzamos y echamos unas risas con Mushara y nuestras conversaciones “intercontinentales”, comparando costumbres de un país con otro, etc.
Nos dijo que en Jaipur nos llevaría a comer a un garito de un amigo suyo y por la noche quería llevarnos a otro sitio donde hacían danzas...pues ok.
Llegamos a Jaipur y nos metimos en el Krishna Palace, vimos la habitación pero no nos convenció...además que pedían 900 INR y aquí vamos a estar dos noches..nos enseñaron otra bastante mejor y nos la dejaban por 750...decidimos probar de todas formas en el Pearl Palace, recomendado también por la Lonely y que parecía estar más cerca del centro...de cerca nada, estaba en el quinto pino y no había habitaciones disponibles...así que regresamos al Krishna y nos quedamos la habitación.
Una vez instalados nos fuimos a comer con Musha a un sitio que había cerca del hotel, un restaurante de comida vegetariana llamado Annanpur en el que nos pusieron en una zona “privada” ya que para pedir cerveza en depende qué sitios lo tienen que hacer a escondidas (no veas el por culo que estamos dando con la birra...pero oye, es que con esta calor, fresquita, y encima va bien para los virus del estómago pues...ajo y agua!)...pedimos Thali Vegetal y nos sirvieron el típico plato redondo con tacitas individuales en las que en cada una hay una comida distinta. En una arroz, en otra dhal, en otra Panner, etc.
Todo estaba de muerte...y una vez acabado estuvimos una buena hora charlando con Mushara...nos contó practicamente su vida el hombre...el sueldo de un conductor es de poco más de 3000 INR, más lo que pueda sacar con propinas y ahorrándose la estancia en hoteles (si decidimos ir a un hotel en el que no conoce a nadie, tiene que pagarse la estancia, por el contrario, digamos que duerme “gratis”...algo parecido con la comida)...en su casa en Delhi tiene prácticamente a toda su família y entre todos pues pagan el alquiler y los gastos...eso sí, el hombre saca pecho y se le ilumina la cara diciendo que sus hijos van a la mejor escuela de Delhi, un sitio privado por el que paga unos 60 euros al mes para que tengan una formación con futuro ya que las escuelas públicas se ve que son un despipote...pasando de clases, maestros durmiendo, etc.
En fin, conocimos un poco más cómo se gana la vida una persona en Delhi...y él es afortunado, aunque se sinceró y nos dijo que no le gustaba el trabajo de conductor, por tener que estar alejado de su família tanto tiempo...
Sinceramente, la gente aquí en India se las sabe todas, y es muy difícil (o para nosotros lo es) saber si realmente estan siendo sinceros contigo o no, nosotros creemos que sí, probablemente nunca lo sabremos a ciencia cierta...pero de todas formas tuvimos una charla muy interesante y amena con él. Por supuesto nosotros también le contamos cómo estaba el percal en nuestro país...quizás ambas partes fuimos sinceras.
Descansamos un rato y nos fuimos a dar un paseo por Jaipur.
El aire de la ciudad es bastante irrespirable, hemos notado muchísimo la contaminación aquí y el olor putrefacto en muchos sitios...diríamos que peor que en Delhi...o quizás como venimos de una zona más “verde” habíamos olvidado el fuerte olor característico de montones de basura apiladas, agua estancada...en fin, bastante heavy...Jodhpur es una ciudad parecida a esta en tamaño y no notamos que fuese tan cargante tampoco...
Únicamente queríamos “marcar” la zona que visitaríamos al día siguiente, así que nos volvimos para el hotel una vez que tuvimos claro por dónde nos moveríamos...de camino comentamos lo irresponsables que son los hindús con el medio ambiente...algo así como los chinos pero diría que estos los superan por goleada ….no paran de comer unos chicles que venden en unas bolsitas de plástico (del tamaño de una bolsita de azúcar), estas bolsitas están por millones (si, millones) en los suelos de India...no hay un puto rincón en el suelo en el que no haya un montón de estas bolsas...además de latas, botellas, preservativos (muchos para nuestra sorpresa)...y bueno...de todo...añade el humo de los coches, las motos, los gases de las cocinas al aire libre....me acordé de un documental que nos vimos la noche anterior en el ordena sobre qué pasaría si el hombre desapareciera de la faz del planeta...no veas lo bien que le vendría a India....
Una vez en el hotel quedamos con Mushara sobre las 7 y pico para ir a cenar al sitio de la danza...nos duchamos para quitarnos la capa de m*e*da que habíamos acumulado en el paseo y nos fuimos a ver qué tal el sitio.
Nos dijo que era algo caro, pero que se comía realmente bien y el espectáculo era bueno...el sitio se llamaba The Royal treat. Siempre te queda la duda de si es un sitio de “comisión”, lugares en el que si el viajero consume o compra pues él se lleva un porcentaje (es inevitable pensarlo en India porque lo hacen absolutamente todos), o no, pero de todas formas decidimos probar a ver...esto es India.
Bueno, los platos iban de los 50 a las 300 INR, en la carta de vinos había un par por más de 1000 INR, mejor cerveza.....no estaba mal y el sitio era bonito.
Mientras cenamos (muy bueno todo, pedimos Panner y un plato de vegetales y fruta en una salsa blanca dulce, más un par de cervezas y cheese nan) y charlamos comenzaron a tocar unos timbales y cantar unos tipos en el suelo y luego se unieron dos chicas con los trajes típicos de las danzas hindús...muy bonito y colorido, además de un par de trucos como coger un billete con la boca mientras aguantan unos cántaros con la cabeza o danzar sobre una tabla de clavos...para verlo.
Luego vimos que se acercaba un clon de Jack Black y por supuesto tuvo que pedirme a mí si quería bailar. Tres segundos después estaba danzando con la salchicha peleona y las dos bailarinas.
El momento fue de friki, pero al parecer mi baile esperpéntico les gustó bastante y lo fliparon (Mushara tenía los ojos como platos y a Eli le dio un ataque de risa mientras tiraba fotos) ya que no me corté un pelo al imitar los movimientos que hacían. Joder como cansa el bailecito...imagina con una tinaja de esas en la cabeza, flipa.
Pagamos la cuenta (unas 900 INR, con un descuento por ir con Mushara de 200 INR...igual fue por el baile) y nos fuimos al hotel...eran sobre las 21h.
Quedamos para las 9 al día siguiente, para ir al fuerte desde el que se divisa toda la ciudad.
Subimos a la habitación, nos lavamos la ropa sucia (En Udaipur ya tuvimos que hacerlo, no hemos visto laundry de momento) y a dormir.
Un saludo!
De camino, paramos en un puesto de carretera donde almorzamos y echamos unas risas con Mushara y nuestras conversaciones “intercontinentales”, comparando costumbres de un país con otro, etc.
Nos dijo que en Jaipur nos llevaría a comer a un garito de un amigo suyo y por la noche quería llevarnos a otro sitio donde hacían danzas...pues ok.
Llegamos a Jaipur y nos metimos en el Krishna Palace, vimos la habitación pero no nos convenció...además que pedían 900 INR y aquí vamos a estar dos noches..nos enseñaron otra bastante mejor y nos la dejaban por 750...decidimos probar de todas formas en el Pearl Palace, recomendado también por la Lonely y que parecía estar más cerca del centro...de cerca nada, estaba en el quinto pino y no había habitaciones disponibles...así que regresamos al Krishna y nos quedamos la habitación.
Una vez instalados nos fuimos a comer con Musha a un sitio que había cerca del hotel, un restaurante de comida vegetariana llamado Annanpur en el que nos pusieron en una zona “privada” ya que para pedir cerveza en depende qué sitios lo tienen que hacer a escondidas (no veas el por culo que estamos dando con la birra...pero oye, es que con esta calor, fresquita, y encima va bien para los virus del estómago pues...ajo y agua!)...pedimos Thali Vegetal y nos sirvieron el típico plato redondo con tacitas individuales en las que en cada una hay una comida distinta. En una arroz, en otra dhal, en otra Panner, etc.
Todo estaba de muerte...y una vez acabado estuvimos una buena hora charlando con Mushara...nos contó practicamente su vida el hombre...el sueldo de un conductor es de poco más de 3000 INR, más lo que pueda sacar con propinas y ahorrándose la estancia en hoteles (si decidimos ir a un hotel en el que no conoce a nadie, tiene que pagarse la estancia, por el contrario, digamos que duerme “gratis”...algo parecido con la comida)...en su casa en Delhi tiene prácticamente a toda su família y entre todos pues pagan el alquiler y los gastos...eso sí, el hombre saca pecho y se le ilumina la cara diciendo que sus hijos van a la mejor escuela de Delhi, un sitio privado por el que paga unos 60 euros al mes para que tengan una formación con futuro ya que las escuelas públicas se ve que son un despipote...pasando de clases, maestros durmiendo, etc.
En fin, conocimos un poco más cómo se gana la vida una persona en Delhi...y él es afortunado, aunque se sinceró y nos dijo que no le gustaba el trabajo de conductor, por tener que estar alejado de su família tanto tiempo...
Sinceramente, la gente aquí en India se las sabe todas, y es muy difícil (o para nosotros lo es) saber si realmente estan siendo sinceros contigo o no, nosotros creemos que sí, probablemente nunca lo sabremos a ciencia cierta...pero de todas formas tuvimos una charla muy interesante y amena con él. Por supuesto nosotros también le contamos cómo estaba el percal en nuestro país...quizás ambas partes fuimos sinceras.
Descansamos un rato y nos fuimos a dar un paseo por Jaipur.
El aire de la ciudad es bastante irrespirable, hemos notado muchísimo la contaminación aquí y el olor putrefacto en muchos sitios...diríamos que peor que en Delhi...o quizás como venimos de una zona más “verde” habíamos olvidado el fuerte olor característico de montones de basura apiladas, agua estancada...en fin, bastante heavy...Jodhpur es una ciudad parecida a esta en tamaño y no notamos que fuese tan cargante tampoco...
Únicamente queríamos “marcar” la zona que visitaríamos al día siguiente, así que nos volvimos para el hotel una vez que tuvimos claro por dónde nos moveríamos...de camino comentamos lo irresponsables que son los hindús con el medio ambiente...algo así como los chinos pero diría que estos los superan por goleada ….no paran de comer unos chicles que venden en unas bolsitas de plástico (del tamaño de una bolsita de azúcar), estas bolsitas están por millones (si, millones) en los suelos de India...no hay un puto rincón en el suelo en el que no haya un montón de estas bolsas...además de latas, botellas, preservativos (muchos para nuestra sorpresa)...y bueno...de todo...añade el humo de los coches, las motos, los gases de las cocinas al aire libre....me acordé de un documental que nos vimos la noche anterior en el ordena sobre qué pasaría si el hombre desapareciera de la faz del planeta...no veas lo bien que le vendría a India....
Una vez en el hotel quedamos con Mushara sobre las 7 y pico para ir a cenar al sitio de la danza...nos duchamos para quitarnos la capa de m*e*da que habíamos acumulado en el paseo y nos fuimos a ver qué tal el sitio.
Nos dijo que era algo caro, pero que se comía realmente bien y el espectáculo era bueno...el sitio se llamaba The Royal treat. Siempre te queda la duda de si es un sitio de “comisión”, lugares en el que si el viajero consume o compra pues él se lleva un porcentaje (es inevitable pensarlo en India porque lo hacen absolutamente todos), o no, pero de todas formas decidimos probar a ver...esto es India.
Bueno, los platos iban de los 50 a las 300 INR, en la carta de vinos había un par por más de 1000 INR, mejor cerveza.....no estaba mal y el sitio era bonito.
Mientras cenamos (muy bueno todo, pedimos Panner y un plato de vegetales y fruta en una salsa blanca dulce, más un par de cervezas y cheese nan) y charlamos comenzaron a tocar unos timbales y cantar unos tipos en el suelo y luego se unieron dos chicas con los trajes típicos de las danzas hindús...muy bonito y colorido, además de un par de trucos como coger un billete con la boca mientras aguantan unos cántaros con la cabeza o danzar sobre una tabla de clavos...para verlo.
Luego vimos que se acercaba un clon de Jack Black y por supuesto tuvo que pedirme a mí si quería bailar. Tres segundos después estaba danzando con la salchicha peleona y las dos bailarinas.
El momento fue de friki, pero al parecer mi baile esperpéntico les gustó bastante y lo fliparon (Mushara tenía los ojos como platos y a Eli le dio un ataque de risa mientras tiraba fotos) ya que no me corté un pelo al imitar los movimientos que hacían. Joder como cansa el bailecito...imagina con una tinaja de esas en la cabeza, flipa.
Pagamos la cuenta (unas 900 INR, con un descuento por ir con Mushara de 200 INR...igual fue por el baile) y nos fuimos al hotel...eran sobre las 21h.
Quedamos para las 9 al día siguiente, para ir al fuerte desde el que se divisa toda la ciudad.
Subimos a la habitación, nos lavamos la ropa sucia (En Udaipur ya tuvimos que hacerlo, no hemos visto laundry de momento) y a dormir.
Un saludo!
Pushkar inundada
Partimos temprano dejando atrás a Udaipur. Esta ciudad nos ha encantado, cierto es que hay bastante turista pero tiene mil y un recovecos que explorar y calles por la que perderse...no se, nos parece un poco hasta mediterranea esta ciudad.
Llegamos a Pushkar en unas 5 horas. Nada más llegar a Pushkar ya ves bastante peregrino entrar y salir, ya que la ciudad es lugar sagrado y los peregrinos se van a bañar y a hacer sus oraciones a los ghats de esta zona...algunos tienen una pinta bastante esperpéntica, no sabes bien si lo hacen por devoción o simplemente por dar la nota...y algún viajero occidental también algo flipadillo...aquí se huele el misticismo...
Paramos para ver las habitaciones en el New Park Hotel, un complejo de villas que nos recordó algo a la Riviera Maya y algo a Dali, ya que las villas y el jardín eran parecidas y de fondo unas montañas enormes que se fundían con las nubes...muy bonito y tranquilo, y no muy lejos del centro de Pushkar.
Nos enseñaron las habitaciones y estaban bastante bien, nos las dejaron por 900 INR y aceptamos.
Descargamos y nos fuimos directamente al pueblo caminando. La calle principal se llama Ajmer Rd, que se convierte en Sadar Bazaar Rd justo cuando llegas a la zona de los Ghats. Allí había muchísima gente accediendo y saliendo de los mismos, a penas pudimos asomar la cabeza para mirar...lástima que el lago de Pushkar estaba muy seco, lo que le restaba espectacularidad al momento.
Pasamos incluso por el Ghat de Gandhi, desde el que esparcieron sus cenizas, aquí imposible ni siquiera asomarse, aquello parecía los San Fermines.
Como teníamos algo de hambre decidimos parar en un puesto callejero llamado Pawan donde un hindú estaba haciendo como Durums (Pakhara creo que ponía en un letrero, manda huevos que estaba en castellano y es de lo poco que no recuerdo) pero vegetarianos...decidimos probar.
Tardó lo suyo y les sirvió a unas gachís que se sentaron después de nosotros, pero como destilamos buen kharma y aquí lo que se lleva es el “be happy” pues decidimos esperar y punto...el durum estaba bueno, algo seco quizá pero bueno.
Mientras comiamos unos críos que iban y venían por la calle no paraban de pedir comida, etc. al final decidí darle la mitad de lo que estaba comiendo, además de que estaba lleno...el crío se lo comió en dos segundos, pero nos gustó que tuvo el detalle de ofrecerle a su compi un trozo, el cual declinó...
De todas formas, los críos no paran de pedir cosas...más tarde se nos apareció diciendo que “estaba lleno” pero que su madre no le compraba juguetes...en fin, lo remitimos a los Reyes Magos.
Poco antes de terminar de comer comenzó a caer lluvia, pero lluvia de verdad, así que decidimos hacer tiempo y esperar que escampara...cuando pareció remitir nos fuimos dirección al templo de Brhama para visitarlo pero tuvimos que parar de nuevo a los pocos metros...las calles comenzaron a inundarse y finalmente tuvimos que pararnos para esperar a que escampara...por cierto que vino un perro mientras esperabamos y nos puso perdidos sacudiéndose....a nosotros y a una família hindú junto a nosotros que le dijo al perro de todo menos bonito...joder con los pacifistas...
Imposible, la calle era un río, no paraba de llover y comenzabamos a estar bastante empapados por lo que asaltamos a un rickshaw que vimos y nos subimos como pudimos a él para volver al hotel.
Las calles eran lodazales y balsas de agua, nos pusimos chorreando aunque por fortuna el calzado (que era lo que más nos preocupaba, sobre todo a mí que sólo llevaba unas bambas) se salvó bastante...aun así tuvimos que bajarnos y ayudar al hombre en alguna subida porque no podía....cuando nos dimos cuenta teníamos un crío subido en la parte trasera preguntándonos el “where are you from”, “whats your name”...así con voz de gremlin...acabamos subiéndolo al carro también porque era para verlo empujar el rickshaw...incluso unos vendedores le dieron unas frutas...
No dejamos que nos llevaran hasta el final, cuando vimos que ya podíamos seguir sin ponernos hasta arriba de agua decidimos pagarles el trayecto entero y les dimos unas propinas.
Llegamos al hotel y nos fuimos a duchar mientras esperamos que la lluvia nos diera un respiro, pero cada dos por tres caía con insistencia...decidimos finalmente desistir y quedarnos en el hotel, subir unas fotillos por internet y cenar en el restaurante del mismo.
Pillamos Pizza de champiñones y Panner Tikka (me estoy aficionando al plato), acompañado de nan de mantequilla e intentamos pedir cerveza, pero aquí en Pushkar está difícil conseguir alcohol...nos dijo el tipo que si le dabamos 10 minutos cogía la moto y nos la iba a buscar...no le hicimos semejante putada al hombre y acompañamos con un par de 7 ups.
La cena buena, la pizza algo extraña pero bien para ir nivelando el nivel de saturación de comida hindú...un par de black teas (495 INR) y nos fuimos a la habitación.
Barajamos la posibilidad de quedarnos un día más en Pushkar para ver el templo y algo mejor los Ghats...pero decidimos que los Ghats los veríamos detenidamente en Benarés y el templo no justificaba una noche más...así que al día siguiente nos marcharíamos a Jaipur, la ciudad rosa.
Un saludo!
Llegamos a Pushkar en unas 5 horas. Nada más llegar a Pushkar ya ves bastante peregrino entrar y salir, ya que la ciudad es lugar sagrado y los peregrinos se van a bañar y a hacer sus oraciones a los ghats de esta zona...algunos tienen una pinta bastante esperpéntica, no sabes bien si lo hacen por devoción o simplemente por dar la nota...y algún viajero occidental también algo flipadillo...aquí se huele el misticismo...
Paramos para ver las habitaciones en el New Park Hotel, un complejo de villas que nos recordó algo a la Riviera Maya y algo a Dali, ya que las villas y el jardín eran parecidas y de fondo unas montañas enormes que se fundían con las nubes...muy bonito y tranquilo, y no muy lejos del centro de Pushkar.
Nos enseñaron las habitaciones y estaban bastante bien, nos las dejaron por 900 INR y aceptamos.
Descargamos y nos fuimos directamente al pueblo caminando. La calle principal se llama Ajmer Rd, que se convierte en Sadar Bazaar Rd justo cuando llegas a la zona de los Ghats. Allí había muchísima gente accediendo y saliendo de los mismos, a penas pudimos asomar la cabeza para mirar...lástima que el lago de Pushkar estaba muy seco, lo que le restaba espectacularidad al momento.
Pasamos incluso por el Ghat de Gandhi, desde el que esparcieron sus cenizas, aquí imposible ni siquiera asomarse, aquello parecía los San Fermines.
Como teníamos algo de hambre decidimos parar en un puesto callejero llamado Pawan donde un hindú estaba haciendo como Durums (Pakhara creo que ponía en un letrero, manda huevos que estaba en castellano y es de lo poco que no recuerdo) pero vegetarianos...decidimos probar.
Tardó lo suyo y les sirvió a unas gachís que se sentaron después de nosotros, pero como destilamos buen kharma y aquí lo que se lleva es el “be happy” pues decidimos esperar y punto...el durum estaba bueno, algo seco quizá pero bueno.
Mientras comiamos unos críos que iban y venían por la calle no paraban de pedir comida, etc. al final decidí darle la mitad de lo que estaba comiendo, además de que estaba lleno...el crío se lo comió en dos segundos, pero nos gustó que tuvo el detalle de ofrecerle a su compi un trozo, el cual declinó...
De todas formas, los críos no paran de pedir cosas...más tarde se nos apareció diciendo que “estaba lleno” pero que su madre no le compraba juguetes...en fin, lo remitimos a los Reyes Magos.
Poco antes de terminar de comer comenzó a caer lluvia, pero lluvia de verdad, así que decidimos hacer tiempo y esperar que escampara...cuando pareció remitir nos fuimos dirección al templo de Brhama para visitarlo pero tuvimos que parar de nuevo a los pocos metros...las calles comenzaron a inundarse y finalmente tuvimos que pararnos para esperar a que escampara...por cierto que vino un perro mientras esperabamos y nos puso perdidos sacudiéndose....a nosotros y a una família hindú junto a nosotros que le dijo al perro de todo menos bonito...joder con los pacifistas...
Imposible, la calle era un río, no paraba de llover y comenzabamos a estar bastante empapados por lo que asaltamos a un rickshaw que vimos y nos subimos como pudimos a él para volver al hotel.
Las calles eran lodazales y balsas de agua, nos pusimos chorreando aunque por fortuna el calzado (que era lo que más nos preocupaba, sobre todo a mí que sólo llevaba unas bambas) se salvó bastante...aun así tuvimos que bajarnos y ayudar al hombre en alguna subida porque no podía....cuando nos dimos cuenta teníamos un crío subido en la parte trasera preguntándonos el “where are you from”, “whats your name”...así con voz de gremlin...acabamos subiéndolo al carro también porque era para verlo empujar el rickshaw...incluso unos vendedores le dieron unas frutas...
No dejamos que nos llevaran hasta el final, cuando vimos que ya podíamos seguir sin ponernos hasta arriba de agua decidimos pagarles el trayecto entero y les dimos unas propinas.
Llegamos al hotel y nos fuimos a duchar mientras esperamos que la lluvia nos diera un respiro, pero cada dos por tres caía con insistencia...decidimos finalmente desistir y quedarnos en el hotel, subir unas fotillos por internet y cenar en el restaurante del mismo.
Pillamos Pizza de champiñones y Panner Tikka (me estoy aficionando al plato), acompañado de nan de mantequilla e intentamos pedir cerveza, pero aquí en Pushkar está difícil conseguir alcohol...nos dijo el tipo que si le dabamos 10 minutos cogía la moto y nos la iba a buscar...no le hicimos semejante putada al hombre y acompañamos con un par de 7 ups.
La cena buena, la pizza algo extraña pero bien para ir nivelando el nivel de saturación de comida hindú...un par de black teas (495 INR) y nos fuimos a la habitación.
Barajamos la posibilidad de quedarnos un día más en Pushkar para ver el templo y algo mejor los Ghats...pero decidimos que los Ghats los veríamos detenidamente en Benarés y el templo no justificaba una noche más...así que al día siguiente nos marcharíamos a Jaipur, la ciudad rosa.
Un saludo!
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