David Lynch se atrevió con la obra de Frank Herbert a pesar de los limitados medios (sobre todo tecnológicos) con los que contaba allá a mediados de los 80.
Dune nos sitúa en el año 10191, en una galaxia en la que manda la especia, sustancia que permite los viajes interestelares y que será el detonante de enfrentamientos entre las distintas casas reales para hacerse con su control, en mitad de todo el embrollo estará una vieja profecía que anuncia la llegada de un salvador.
No he leído la obra de Herbert, la verdad, pero una vez vista la cinta te queda la sensación de que o bien el director ha tenido que darle al avance rápido o se ha dejado muchas cosas en el tintero.
Y es que Dune tiene el problema de que intenta condensar en poco más de 2 horas una historia compleja con muchas tramas y personajes que no acaban de quedar del todo bien definidos, con una voz en off que intenta ayudar al espectador, pero que en ocasiones resulta algo...absurda, y digo absurda porque si se presta atención a la cinta se puede entender más o menos todo sin problemas, pero esa voz en off en ocasiones da la impresión de que quiere ayudar al espectador a entender un poco la historia y a mí personalmente me deja la sensación de que el mismo director dudaba en si estaba lo suficientemente claro lo que quería mostrar en pantalla y se saca de la manga ese recurso que, como digo, a mí me parece que no queda del todo bien en la mayoría de las veces.
A pesar de todo, es una cinta extraña, entretenida aunque de ritmo pausado, bella por momentos y con alguna fotografía interesante, es de esas cintas que depende a qué persona no conviene recomendar porque te puede soltar a los perros, pero para los que quieran ver algo distinto y un clásico de la cifi, es recomendable.
Un saludo!.
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