El otro día me quedé mirando la lámpara que compramos para la terraza hace tiempo, la escena era hipnótica, y no sé por qué me recordaba a algo.
Me froté las manos para que entraran en calor y me toqué el anillo único, digo el de casado...entonces me vino a la cabeza..."coño, pero si es el puto ojo de Mordor!"
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