8 de febrero de 2010

Invictus

Clint Eastwood sigue empeñado en hacer buen cine.
Puede que interese más o menos la temática...pero lo que es indiscutible, en mi opinión, es que sus cintas consiguen mantenernos pegados al asiento duren lo que duren.

Invictus nos cuenta la historia de la selección Africana de rugby en los años en los que Mandela era liberado y llegaba a la presidencia del gobierno, tras 27 años en prisión. La proximidad de un mundial le dio la idea de mostrarse al mundo como un ejemplo de superación, una ocasión única de unir la comunidad blanca y negra en un mismo sueño.

No descubrimos la rueda si decimos que Eastwood es un puto crack a la hora de rodar, pero además sabe dosificar de forma más que eficiente una historia que a priori puede resultar lenta o, incluso, carente de interés. Pero si conseguimos conectar con el ambiente difícil del país en esos años de transición y nos involucramos en la pasión con la que intentan arroparse unos hombres junto a su país, conseguiremos disfrutar de una cinta inmensa, llena de momentos emotivos y de profundos diálogos (quizás demasiado "bonitos").

Me quedo con un gran momento de la cinta, una conversación pausada entre Damon (grande como Pienaar, el capitán de la selección) y Freeman (el papel le viene como un guante) en la que definen líder, "un líder es alguien que sabe dar ejemplo", en un contexto derrotista, de nación hundida, uno se para a pensar en la titánica tarea que algo tan "simple" supone, no hace falta decir nada más.

Destacar también una banda sonora sobervia (como viene siendo habitual en las pelis de "el rubio") y las escenas "in game" de rugby, que han conseguido que me interese por un deporte al que no suelo hacerle mucho caso,  con unas escenas brutales, bellísimas y llenas de fuerza y emoción. Fantásticas.

Muy recomendable.

Un saludo!.

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