8 de abril de 2014

Snowpiercer

El director coreano Joon-ho Bong, se atreve con la adaptación del primer volumen de la novela gráfica creada por Benjamin Legrand, Jacques Lob y Jean-Marc Rochette, Snowpiercer, en el que un tren autosuficiente es el último reducto de la humanidad, mientras circula por un planeta desolado por el intento fallido del ser humano de reducir el calentamiento global, quedando la superficie totalmente helada.

La premisa es atractiva, el proyecto en mi opinión es muy ambicioso y el resultado es una genialidad difícilmente recomendable salvo para un público algo sui géneris.



Seamos magnánimos y pongamos el chip cifi ON para embarcarnos en esta peculiar historia, un tren que cabalga por vías heladas y que tarda justo un año en dar la vuelta al mundo, autosuficiente y con una estructura que refleja de una forma algo excéntrica la diferencia entre clases.
En los primeros compases reina el desconcierto, la ambientación opresiva, gris, como si en cualquier momento fuera a convertirse todo en un musical a lo Miserables.
La cosa parece funcionar, mediante niveles como si de El Juego de la Muerte se tratara, y con esa violencia propia que Bong retrata cada vez mejor, y con un juego de cámaras y recursos visuales que nos atrapan por su plasticidad y fantástica utilización de un espacio tan reducido, recreando todo un micro mundo dentro de lo que no deja ser un maldito tren.
Llama la atención además, el plantel de actores reunidos aquí, desde un Chris Evans cuyo papel podría haber caído en cualquiera de su especie, aunque no hay que restarle mérito al muchacho, pues no lo hace mal pese a cierto momento de topicazo insertado con calzador, pasando por el siempre solvente John Hurt, la celebridad coreana Kang-Ho, cuyo papel podría habérsele sacado mucho más partido de no ser por las fechorías a las que el guión lo encadenan, Octavia Spencer, Ed Harris y la que, para mí, hace el papel más cojonudo, Tilda Swinton.


Como se puede apreciar, no todo es la releche, nos acompaña cierta sensación de incredulidad, de recursos narrativos que cuestan digerir, de tonos entre el drama y la comedia que descolocan por su caótica naturaleza, y de una parte final que flaquea en cuanto a clichés, aunque probablemente su parte más floja recaiga en algunos elementos del guión que si se analizan a consciencia no dejan de sacudirnos a pesar de las buenas intenciones, están ahí y no son invisibles.
Imagino que algunos verán una maravilla en todo esto, y no se puede negar que la propuesta es arriesgada y que se agradece la valentía de no presentar una historia cifi más, pero una vez finaliza el viaje me queda algo de sensación de insatisfacción, de quizás cierta duda a la hora de saltar definitivamente hacia la pura fantasía, donde sí tendrían cabida muchos de los elementos que muestra, para quedarse en algo cuyas reglas no parecen bien definidas o maniqueas, así que salvo que tengas el día algo cannábico, es muy posible que no tragues.

A pesar de todo, creo que Snowpiercer tiene una base interesante, visualmente es una delicia en muchos pasajes y probablemente entretenga al personal que no desconecte en sus peligrosos primeros 40 minutos.

Pros: Tilda Swinton, aunque pueda tratarse de un arma de doble filo, al ser la detonante de la "espantá" general y la desconexión absoluta del público masivo con la historia.
Contras: Cuando finaliza, si te paras a pensar le encuentras casi tantos puntos débiles como buenos, con lo que la línea entre calificarla de bazofia o de maravilla es tan delgada, que te puede salir una crítica como esta.

Un saludo.

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