Keanu Reeves interpreta un mestizo que es acogido por un señor feudal hasta que un buen día todo se complica con una serie de complots para alcanzar el poder.
La historia es tan sencilla como la leyenda en la que se basa, añadiendo componentes fantásticos para que el resultado sea agradable para el público, buscando ese toque de acción y ese drama de amor en el que el bueno de Neo es el principal reclamo para que la cinta tenga proyección.
El resultado es un amable producto sin demasiadas pretensiones (a pesar del pastizal de presupuesto, 170 millones), que entretiene, que tiene una fotografía bonita en ocasiones y que para consumo de una tarde de domingo pues creo que cumple.
Si nos ponemos se le pueden sacar infinidad de fallos de guión, pero infinidad...sin ánimo de destripar nada, alguien puede explicar el porqué se libera a Oishi al pasar el año?
Son detalles, que se podrían solventar fácilmente, pero que uno tras otro pues hacen que no te tomes demasiado en serio todo esto, que activemos el modo 'pasar el rato' y que nos centremos en ver los bonitos cuadros que de vez en cuando aparecen en pantalla. No deja de ser curioso que todas estas pelis ambientadas en el Japón feudal acaben usando los paisajes de su vecino chino..
Y ya, porque si me pongo a pensar en más escenas de risa como en la escena del zorro blanco que aparece al principio igual acabo por dilapidarla...
Pros: Entretiene, y el rollito bushido siempre mola mucho.
Contras: Flojea en cuanto a guión e interpretaciones en general. Es una pena que nadie se fije en Ninja Scroll para trasladarla al cine..
Un saludo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario