Durante la Segunda Guerra Mundial los nazis descubrieron un sistema antigravitatorio que les permitió construir naves y huir una vez perdida la guerra hacia el lado oscuro de la Luna.
Con la llegada de unos astronatuas después de casi 50 años sin pisar suelo lunar, y en mitad de una campaña presidencial en EEUU, da comienzo esta comedia de ciencia ficción que esconde un buen potencial aunque con algún punto oscuro.
Timo Vuorensola es un finlandés que ya ha realizado algunos largos que se pueden denominar como fan-films, adaptaciones amateur de obras como Star Trek a su manera, cambiando determinadas cosas y con un peso en cuanto a efectos especiales que muchas veces llama la atención por lo bien paridos que están.
Esta Iron Sky es un proyecto construido a lo largo de 4 años, recibiendo financiación y completando un puzzle hecho con bastante mimo al disponer de casi 8 millones de euros para su realización.
Dadas las localizaciones, los efectos y su duración me parecen muy bien aprovechados.
Sin duda, el plato fuerte de estas producciones suelen ser sus llamativos efectos especiales, al no ser un producto de ninguna compañía de renombre, ver como danzan imágenes llamativas por la pantalla bien acopladas a la acción y a sus personajes siempre se agradece por los amantes de la cifi.
El problema de Iron Sky viene cuando se analiza un poco su naturaleza de cinta de ciencia ficción en tono de comedia. Un matrimonio peligroso del que pocos han podido sacar algo con cierta calidad, quizás Burton con su Mars Attack y Brooks con su Spaceballs.
El guión, a pesar de sus buenas intenciones, tiene bastantes puntos flacos, estamos de acuerdo en que la cinta se tira para el cachondeo, pero cuesta un poco seguir el hilo cuando los personajes no acompañan demasiado y cuando la cosa se alarga en exceso, a pesar de su buen final, con mensajito moralista incluido y con una escena que deja buen sabor de boca. Grande el momento de Corea del Norte.
Existe cierto problema de ritmo, sobre todo en su parte central, con algunas decisiones algo estrambóticas y con cierto desnivel entre el drama, la cifi y la comedia que provocan esa desconexión que comentaba antes.
A su favor, juega con esa comparativa entre nuestra sociedad y el nazismo, siendo manipulados e incluso repitiendo "fórmulas" pasadas en unas elecciones democráticas, sin duda, estos aspectos son los que hacen que la evaluación final suba enteros.
A pesar de los puntos flacos comentados, se deja ver sin problemas y te proporciona alguna carcajada puntual.
Un saludo!
Con la llegada de unos astronatuas después de casi 50 años sin pisar suelo lunar, y en mitad de una campaña presidencial en EEUU, da comienzo esta comedia de ciencia ficción que esconde un buen potencial aunque con algún punto oscuro.
Timo Vuorensola es un finlandés que ya ha realizado algunos largos que se pueden denominar como fan-films, adaptaciones amateur de obras como Star Trek a su manera, cambiando determinadas cosas y con un peso en cuanto a efectos especiales que muchas veces llama la atención por lo bien paridos que están.
Esta Iron Sky es un proyecto construido a lo largo de 4 años, recibiendo financiación y completando un puzzle hecho con bastante mimo al disponer de casi 8 millones de euros para su realización.
Dadas las localizaciones, los efectos y su duración me parecen muy bien aprovechados.
Sin duda, el plato fuerte de estas producciones suelen ser sus llamativos efectos especiales, al no ser un producto de ninguna compañía de renombre, ver como danzan imágenes llamativas por la pantalla bien acopladas a la acción y a sus personajes siempre se agradece por los amantes de la cifi.
El problema de Iron Sky viene cuando se analiza un poco su naturaleza de cinta de ciencia ficción en tono de comedia. Un matrimonio peligroso del que pocos han podido sacar algo con cierta calidad, quizás Burton con su Mars Attack y Brooks con su Spaceballs.
El guión, a pesar de sus buenas intenciones, tiene bastantes puntos flacos, estamos de acuerdo en que la cinta se tira para el cachondeo, pero cuesta un poco seguir el hilo cuando los personajes no acompañan demasiado y cuando la cosa se alarga en exceso, a pesar de su buen final, con mensajito moralista incluido y con una escena que deja buen sabor de boca. Grande el momento de Corea del Norte.
Existe cierto problema de ritmo, sobre todo en su parte central, con algunas decisiones algo estrambóticas y con cierto desnivel entre el drama, la cifi y la comedia que provocan esa desconexión que comentaba antes.
A su favor, juega con esa comparativa entre nuestra sociedad y el nazismo, siendo manipulados e incluso repitiendo "fórmulas" pasadas en unas elecciones democráticas, sin duda, estos aspectos son los que hacen que la evaluación final suba enteros.
A pesar de los puntos flacos comentados, se deja ver sin problemas y te proporciona alguna carcajada puntual.
Un saludo!
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