16 de julio de 2012

Sideways (Entre Copas)

Sideways (Entre Copas por estos lares) nos lleva de la mano de dos colegas que deciden irse de ruta vinícola por California aprovechando que uno de ellos se casará en una semana.

Había escuchado grandes comentarios sobre esta obra de Alexander Payne y después de ver "The Descendants" la tenía como futurible ya que aquella me pareció cojonuda, pero debo reconocer que  no me ha acabado de convencer demasiado, ahora creo que sin duda Payne alcanzó, en mi opinión, la madurez en su última cinta, tanto a la hora de contar una historia como en la utilización de los personajes.

Ni mucho menos es un mal drama/comedia, se deja ver sin problemas y tiene sus momentos brillantes gracias entre otras cosas a un Paul Giamatti que está muy bien en su papel.


Los momentos didácticos en cuanto al mundo del vino mezclados con la vida de los personajes son sin duda lo mejor del contenido, el problema es que el mundo que rodea a sus personajes llega a cansar un poco, no nos llama excesivamente la atención salvo por algún momento algo cómico y la potencia de algunas escenas queda bastante diluída por culpa de un universo limitado, demasiado puesto en bandeja para que el bueno de Giamatti haga de amargado durante todo el rato y su compañero de salido inmaduro.

La introducción de las féminas en la historia para darle color al drama y para mostrar otras "vías" o salidas posibles a las vidas de la pareja protagonista no provocan demasiado interés, entre otras cosas porque vuelve a no sorprender a pesar de que la mejor escena de la peli sucede en el porche de la de Anatomía de Grey, un momento "vinícola" en el que se mezclan las vidas de dos personas de forma magistral, probablemente detalles como estos la hagan destacar fugazmente, pero para mí no es suficiente si el resto del metraje no pasa de superficial.

Tampoco destacaría una fotografía excesivamente llamativa, a pesar del juego que pueden dar los campos californianos, todo deja una sensación aparentemente repetitivo, como su propio universo. A su favor diré que se centra más en los personajes, pero esto también lo hace en Los Descendientes y no descuida este aspecto. No me vale una escena de pícnic a lo "toscana", se pide algo con más jugo.

Resumiendo, Payne manejó bien pero de forma algo tímida esta mezcla de drama y comedia llegando fugazmente a la excelencia en algunos aspectos, pero no lo suficiente como para considerarla un peliculón.

Un saludo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario