10 de octubre de 2011

Los inmortales

Allá por los lejanos 1986 apareció esta película que se encuentra ubicada con gran cariño en el recuerdo de todos los que crecimos en los 80.

Lo Inmortales de Russell Mulcahy nos trasladaba a la Escocia del siglo XVI, concretamente a una batalla entre clanes en la que un joven llamado Connor MacLeod era abatido en mitad de la refriega, pero en lugar de morir como estaba mandado por Nuestro Señor tras ser ensartado literalmente, vive, cosa que los lugareños no entienden y que ven como una clara muestra de brujería.

Así que el bueno de Christopher Lambert se ve obligado al destierro. A partir de aquí conocerá a Juan Ramírez, interpretado por Sean Connery como caballero egipcio (aunque había estado a las órdenes según él del rey de España) que le mostrará su naturaleza, el ser inmortal....y...que sólo puede quedar uno.

Diseccionando la cinta a día de hoy, nos encontramos con una cinta que realmente ha envejecido mal.
No sólo por los efectos, bastante pobres y, en ocasiones, mal ejecutados como en su escena final en la que se pueden ver con total claridad los cables, sino en unas actuaciones torponas, poco creíbles (como lo irreal y forzado de la relación de amor en la "actualidad") y mal llevadas. Obviando claro está al fantástico Sean Connery, soberbio en casi todos los registros y personaje que queda grabado más fácilmente que incluso el de Lambert, a pesar de no ser protagonista.

No vamos a descubrir que Lambert es más inexpresivo que los ojos de espinete, así que el muchacho simplemente se limitaba a ir con el ceño fruncido mientras soltaba alguna frasecilla, pero como era un puto Inmortal, pues quedaba bien, revisionada ahora las frases dan bastante pena. Eso sí, en la escena del duelo en la que lleva una buena turca, se sale.

La historia deja una sensación de desaprovechamiento bastante potente, en parte también a que Mulcahy, para qué engañarnos, no es un portento en cuanto a dirección y ejecución de ideas vista su filmografía, con obras tan "potentes" como Resident Evil Extinción o El Rey Escorpión...2. Pero el hombre se encontraba en estado de gracia y no todo fueron malas notícias para esta emblemática cinta.

La cinta tenía a Queen. Y no una ni dos canciones, casi un disco entero en sus entrañas.

Escuchar "Who wants to live forever" en una escena entrañable o el "Princess of the Universe" con aquél solo rasgado en picado mientras el Kurgan se paseaba por la ciudad  no tenía precio, esas escenas siguen siendo muy grandes, amén de otras como los flashbacks al pasado de Connor y, sobre todo, el entrenamiento a manos de Connery.

Gracias a esos aspectos, y a que en esa época se consumía un cine bastante casposo y al que no se le exigía demasiada ética ni explicación, Los Inmortales se convirtió en todo un éxito, recordada con una sonrisa pero que casi todo el mundo que la vuelve a ver coincide en que gana muchísimo más en el recuerdo que en nuestras pantallas modernas.

De las secuelas...mejor ni comentarlas.


Un saludo!

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