17 de enero de 2011

Grandes Personajes del Celuloide

Hay pelis que juegan sus cartas sobre una historia sólida, potente, que divierta y entretenga y en algunas ocasiones, que resulten impactantes para el espectador.
Cuando estos aspectos se juntan suele dar pie a esas pelis que un gran porcentaje de espectadores califica como de "esa es buena", como cuando daban esas pelis del oeste y el abuelo soltaba, "esta es buena", nada más empezar y sin haber visto un minuto de metraje...en ocasiones se trataba de una de Bud Spencer y Terence Hill, en cualquier caso el abuelo tenía razón.

El caso es que también existen otro tipo de pelis que, en ocasiones no necesitan tener una historia muy currada, ni grandes giros, ni resultar un soplo de aire fresco para el mundo...tan sólo necesitan a un personaje protagonista que lleve el pulso de la cinta, que cuando aparezca se coma la puta pantalla y que estemos deseando que aparezca para deleitarnos con su actuación. Son esos personajes sobre los que gira el universo que se ha creado en la cinta, irremediablemente, y en ocasiones sin querer (será por casos...) salvan incluso el producto, pasando a ser esa élite de personajes que se recuerdan y se recordarán por siempre.

Y sin más, comentaré algunos casos, clasificados por personajes que, algunos salvan el producto, otros lo complementan y otros simplemente crean escuela.

Walt Kowalski

A pesar de que con total seguridad sea más conocido por sus papeles en "El bueno, el feo y el malo", "Million Dollar Baby", "Sin Perdón", "El sargento de hierro", "Harry el sucio" o "La gran pelea", Walt Kowalski supuso un punto y final a la trayectoria como actor (que no como director, menos mal) de uno de los grandes del cine. Clint Eastwood.
Un papel hecho a medida para el bueno de Eastwood, que recogía un popurrí de estilos aprendidos durante toda su vida y que eran proyectados como regalo al espectador y que nos hicieron disfrutar una vez más de la potencia que destila en pantalla un grande.  La historia era simple, pero el poderío visual de la mano de un director ya consagrado y la fuerza del personaje conseguía mantenernos pegados al asiento, puro magnetismo.
 




 Vito Corleone


Curiosamente no he comentado las pelis del Padrino nunca, verdaderas obras de arte del género (sobre todo las dos primeras), bueno, tampoco he comentado obras de Godard ni mucho cine clásico, al tiempo, que hay más días que longanizas.
Marlon Brando dio vida de forma magistral al capo más famoso de todos los tiempos. (curiosamente no se menciona Mafia en la película)
Probablemente no exista persona en la faz de la tierra que no conozca (quizás no sepa que era Marlon Brando, pero bueno) este peculiar personaje, sentado en su silla en un despacho oscuro, mientras danzaban personajes de toda clase pidiendo favores, perdones o más tiempo.
El caso es que Marlon pasó a la historia en esa cinta que relataba la vida de Corleone, un inmigrante italiano en Nueva York en pos del "sueño americano". Una grandísima crítica y una visión desgarradora y sobria de un mundo que trabajaba en las sombras. Si bien el papel de Vito no lo es todo en el Padrino, este es un caso en el que el conjunto hacen que la cinta pase a ser leyenda.






Escalofriante.

Darth Vader


Hombre, cómo no iba a poner al lord más maligno, culto y poderoso del universo? Que si, que casi ni Dios sabe quién estaba debajo de esa máscara negra e incluso pocos sabrán que la voz que se escucha en su versión original no era la del actor que encarnaba a Anakin (David Prowse), sino de James Earl Jones...pero el destino quiso que esa conjunción de factores convirtiera a Darth Vader en un foco continuo que iluminaba la pantalla cada vez que aparecía, con sus frases lapidarias y con esa presencia, dándole ese toque de tragedia que tanto atraía.
Este personaje en cambio no "salva" la cinta, sino que lo complementa junto a personajes que han pasado a la historia como Yoda, Han Solo o R2D2.



El Emperador no es tan "magnánimo" como yo dice...qué grande.

Ellen Ripley

El papel de Ripley en Alien iba dirigido a todo Dios menos a la que finalmente fue la encargada de encarnar a la tía con más pelotas del celuloide, toda una revelación por aquel entonces en los que la dama siempre caía rendida en los brazos del salvador de turno. Era 1979 y los cines acogió una cinta de terror espacial como nunca se había visto. Mientras pasaban los minutos todos pensaban que esa metomentodo de sub-sub comandante encontraría la muerte de una forma u otra, pero resultó que se echó a las espaldas a la asustada tripulación y finalmente (con alguna que otra baja...bueno, más bien salvando al gato) consiguió vencer a ese "puro y perfecto ser al que no le afectaba la moralidad ni los sentimientos".
En su segunda parte no hizo más que afianzarse como LA heroína que todos querrían tener en un caso extremo de supervivencia al lado y llevó a niveles estratosféricos la adrenalina de medio mundo, con aquella grandísima escena en la que va en busca de la cría y se monta el arsenal en el ascensor o su lucha contra La Reina. Mítica.


Fray Guillermo de Baskerville

Sean Connery se enfundó el hábito para encarnar a este peculiar franciscano de la novela de Umberto Eco, El Nombre de la Rosa. En una producción muy modesta y alejada de los grandes presupuestos en los que se veía envuelto el actor.
Connery, que le da un toque culto, refinado y a la vez poderoso a sus personajes, resultó todo un acierto para meterse en un papel rollo Sherlock Holmes ambientado en el siglo XIV. 
La ambientación misteriosa y decadente le sentó de fábula y las continuas escenas en las que el lucimiento personal que nos regalaba con sus perspicaces observaciones...no tantas ni tan profundas como en el libro, pero suficientes como para hacerse una idea de la grandeza del personaje.



Jesús Quintana

Pocas veces, una actuación de apenas minutos puede ser tan grande en la pantalla. John Turturro aceptó un mini-papel de los Cohen en el que daba vida al peculiar oponente del Nota en sus partidas de bolos. Un pederasta y pervertido (según Walter) ex presidiario que siente las partidas de bolos como un puto arte. Toda una delicia visual y sonora al servicio de una gran cinta.


Un saludo!

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