Alejandro González Iñárritu nos presenta la historia que gira en torno a un suceso aislado, en un lugar aislado, y que tiene una repercusión mundial.
De Iñárritu sólo he visto 21 gramos, y me pareció una gran película, lo malo es que parte de su frenético desarrollo se perdía pasada la mitad de la cinta, nos acostumbraba demasiado bien y luego pasa lo que pasa, a pesar de ese aspecto, para mí, una gran película.
En esta ocasión deja a un lado "tanto" flashback y nos presenta una historia similar (gente diferente con un mismo nexo) pero apoyada por algo que nos concierne desde siempre al ser humano, pero que en estos últimos años a adquirido un nivel desbordante, el miedo, la soledad y más concretamente, el terrorismo (esto último ya en nuestros días, por supuesto).
Así, una simple "chiquillada" (grave, pero chiquillada), en el lugar equivocado y realizada por la gente menos adecuada, se convierte en toda una espiral de malentendidos y de pánico general, y a partir de aquí la vida de una mexicana afincada en EEUU, una pareja de EEUU, una familia marroquí y una "familia" japonesa cambiarán radicalmente, arropados en todo momento por el desconcierto y el miedo.
Realmente, lo que se disfruta de esta cinta es su historia, todo lo que da de sí es brutal, dejando mucho hueco para la reflexión.
Podemos decir que la fotografía es demoledora, existen planos preciosos y nos retrata a la perfección desde el paisaje más desolado hasta la más hiper-poblada de las urbes, todo ello junto a una banda sonora que ya estoy tardando en pillar, tiene escenas de una belleza visual y sonora tremenda.
En cuanto a las interpretaciones, en mi opinión, todos han realizado un gran trabajo, quizás el que menos Brad Pitt, pero si alguien destaca sobre el resto es el papel que realiza Rinko Kikuchi, llega a eclipsar al resto.
Un peliculón, Scorsese, me da a mi que "aquest any tampoc".
Un saludo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario