31 de diciembre de 2019

Feliz 2020

El año pasado busqué palabras para describir el año completado y finalmente me decanté por algo audiovisual para ilustrar ese sentimiento que me provocó el ser padre finalmente...el tema del trailer del "Resurgir de la Fuerza" me lo puso fácil para expresar desde esas pequeñas notas de piano, que nos muestran en ese peculiar camino que nos lleva hasta la épica de su final, acabando con ese precioso tono reposado tan mágico...

Sólo puedo decir que no cambiaría una sola acción que pusiera en riesgo el destino que me esperaba.
Alma y Asia nos llenan cada día, imagino que como al resto de padres del mundo cuyas circunstancias les permita disfrutar en cierta medida de este peculiar suceso...

Este año incluso hemos podido volver a viajar en verano y atravesar la península de punta a punta hasta llegar a Oporto.
Nuestras hijas se comportaron como unas campeonas y nos acompañaron en algo parecido a las caminatas que nos metíamos su madre y yo hace no tanto tiempo, pudieron apreciar ese "callejeo", ese atardecer frente al Duero con esos tonos dorados que tanto nos gustan, con muy buen ambiente sobre una colina donde tocaban música en directo y la gente se ponía hasta el culo de maría...ay, antes uno pasaba sobre la niebla canábica de forma gloriosa (aunque no fumamos), ahora utilizas tu envergadura para tapar a los pobres bebés y que no salgan de allí con los ojos como Homer Simpson al lamer aquella rana psicotrópica.

También nos ha servido para estrenarnos como novatos en este tipo de viajes, con todos los clichés que imagino los primerizos tuvieron que sufrir (por lo menos los que se arriesgaron a salir)...pero fue muy divertido, disfrutamos mucho y nosotros volvimos a recuperar algo que añorábamos...

Así que para este año nuevo deseamos mucha salud para todos, espero sean buenos y como siempre, que la Fuerza les acompañe.





John Williams - Rey's Theme from Star Wars OST



Un saludo.

20 de diciembre de 2019

Star Wars The Rise of Skywalker

El cierre de la tercera trilogía, y con ella la saga Skywalker que nos ha acompañado durante más de 40 años, toca a su fin.
JJ Abrams vuelve a tomar las riendas tras la arriesgada propuesta de Rian Johnson en The Last Jedi para ofrecer una mirada más nostálgica, recuperar conceptos de la primera trilogía y, en definitiva, intentar contentar a todo el público.

Abrams toma prestados ciertos elementos del cómic Imperio Oscuro para traer de vuelta a Palpatine y enfrascar a los personajes de esta nueva trilogía en una lucha contra reloj para detener la “nueva” amenaza.


Ya desde un inicio, la historia comienza como una suerte de “previously on Star Wars” como si del episodio 7 hubiésemos llegado aquí, únicamente tenemos cierta referencia a un Ren que ahora manda y que se presenta en las mismas narices del ex emperador Palpatine para dejarle claro que él va por libre. Aquí ya vislumbramos cierta prisa, aunque como el ritmo y la imagen acompaña en cierta medida nos dejamos llevar para ver cómo se desarrolla la trama.

El problema llega cuando llegados a cierto punto, comienzas a ver que lo que en segundos se ventila al comienzo, se intenta estirar como un chicle durante el resto del metraje, encaminando al espectador hacia la simpleza de una búsqueda de aquí para allá envuelta en rayos, deus ex machina y flares, reutilizando conceptos clásicos, encorsetando a los personajes en historias ya más que cerradas, sin avanzar hacia la frescura o el impacto que requiere el cierre de la tercera trilogía.

Sí que tenemos momentos emotivos, sólo faltaría, y las notas musicales ponen la piel de gallina al más templado, pero anhelamos esa diversión y química del episodio 7, aunque fuera un refrito en muchos sentidos, o esos giros del 8, por no hablar del estilazo de Johnson al rodar...la pelea de la sala del trono de Snoke, la batalla del planeta rojo, el impacto de la nave de Holdo...
Este episodio no deja apenas marca o impacto en nuestra memoria...y es algo que todas habían conseguido de una forma u otra...

Además, deja cierta sensación de querer enterrar los conceptos de Los últimos Jedi de forma sutil pero reiterada. Evidentemente no son tontos y no van a tirarse piedras sobre su tejado, pero sí se perciben esos comentarios o acciones que buscan sin duda alejarse del concepto de Johnson y saciar al fan molesto con el anterior episodio.

En cuanto a los personajes, se recupera alguna vieja gloria, que ofrece cierta emotividad y se cierra el ciclo de otros, sin llegar a la épica que merecía el clásico y desaprovechando el nuevo, por esa falta de agallas para ir un pasito más allá y sacarle el rendimiento que actores como Driver pueden ofrecer, y que sin duda su personaje merecía.

A pesar de todo, es Star Wars, y siempre le guardaré gran respeto a esta historia que tanta emoción y buenos momentos me ha dado a lo largo de los años.

Un saludo.

13 de diciembre de 2019

Joker

Del universo del Caballero Oscuro surge esta rara avis en la que se nos muestra cómo Arthur Fleck, un fracasado cómico que busca el reconocimiento de la sociedad, se convierte en uno de los villanos más emblemáticos del cómic.

Parece que poco a poco, esa ingente cantidad de films, cómics y, en definitiva, cultura popular, comienza a crear estos productos donde se mezcla ese mundo ideado en papel con dramas que humanizan a personajes que hasta ahora resultaban pura fantasía.
No hace mucho Logan esbozó un producto imperfecto pero que dejaba entrever de forma más que correcta lo que podía dar de sí un universo como comentaba de fantasía con cierto toque crepuscular y su dosis dramática.


Eather Ledge ya puso el listón lo suficientemente alto como para considerar el profundizar en el personaje y dar al público un producto cuidado, con una potente carga emocional y que respetase la esencia del mundo al que pertenece.
Joker da un paso más y se centra en esa profundidad anhelada del personaje, mezclando grandes referencias cinéfilas como son Taxi Driver para dar forma a un psico-drama que bien podría tratarse de la deconstrucción de cualquier desgraciado, pero en esta ocasión se nos muestra como el resurgir del verdadero yo, oculto tras medicamentos, la mentira y una sociedad que insta a controlar al inadaptado, pero que acaba por potenciarlo debido a una estructura social con demasiadas fisuras.

El film se consume en un suspiro, está lo suficientemente bien acabado como para contentar a cualquiera que no le quiera buscar tres pies al gato, que no utilice la manida frase de "si no fuera del universo de Batman y se llamara Joker",  o demás corrientes para desprestigiar a un buen producto.

Ciertamente no descubre la rueda, pero Joaquin Phoenix hace un trabajo excelente en una cinta que engrandece el universo Batman, más que empequeñecerlo, y certifica que este personaje de ficción, interpretado a un gran nivel por parte de Nicholson y Ledge anteriormente, no es para tomarlo a guasa.

Un saludo.