Adaptando a la española el popular cuento de los hermanos Grimm, Pablo Berger tiñe de blanco y negro la ultraconocida historia, le quita la voz y nos regala una cinta que consigue emocionar y darle un nuevo enfoque a la misma.
Berger profundiza en el drama de sus protagonistas, ambientándose en una época "fácil" para poder presentar desde la tiranía más implacable de manos de una Maribel Verdú que lo borda cada vez que aparece en pantalla hasta la candidez casi palpable de Blancanieves.
La historia fluye y te atrapa completamente, ayudando sin duda una fotografía fantástica unida a una banda sonora que funciona a la perfección, mientras la simpleza de una narrativa apoyada en algún título ocasional va dibujando ese drama que poco a poco se va oscureciendo como bien es conocido.
Quizás sufre, llegados a cierto punto, de un leve bajón o pérdida de ritmo, fruto quizás de esos momentos de transición en el que simplemente vemos como pasa el tiempo sin que tenga excesivo peso en la historia, hasta llegar a su parte final, en el que un buen giro y alguna que otra sorpresa consiguen hacer remontar el vuelo y terminar por ofrecer una experiencia muy gratificante.
A pesar de este pequeño detalle, no se puede negar que la obra en conjunto es muy disfrutable, es una propuesta arriesgada de calidad, muy agradecida por el sector nostálgico del cine mudo, cuyo año quedó recompensado por la muy recomendable The Artist también.
Pros: La fotografía es brillante, la música de Alfonso Villalonga, y Maribel Verdú está inmensa.
Contras: Hacia su mitad sufre un pequeño bajón que puede hacernos desconectar por momentos.
Un saludo.
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