Ruby Sparks se presenta avalada por los creadores de aquella pequeña maravilla llamada Little Miss Sunshine, que nos plantó ante nuestros ojos la singular historia de una familia que debía cumplir el sueño de la peque del grupo mientras profundizábamos en unos personajes con unas cualidades muy pintorescas y que dieron lugar a una divertida propuesta con tintes dramáticos y con cierto mensaje incluido.
Sparks vuelve a la carga con un inicio quizás no tan elaborado como aquella, algo más lento, pausado, pero que en cuanto despliega su arsenal en forma de Ruby todo cobra una nueva dimensión, ofreciendo un producto entretenido y que vuelve a escapar de las comedias al uso.
Calvin es un famoso escritor algo en dique seco y con ciertos problemas a nivel de sociabilidad. En sus sueños aparecerá una enigmática chica que le devolverá la inspiración para crear una peculiar obra.
Sin duda, el punto fuerte de la cinta vuelven a ser sus personajes como ya ocurriera en Little, cuyos roles forman un universo muy interesante con algunos momentos de humor bien dosificados. La aparición de Sparks es sin duda el comienzo de este viaje en el que se nos plantearán distintos puntos de vista en cuanto a las relaciones humanas, sus consecuencias y el conocerse a uno mismo y al entorno que le rodea mientras se forma cierta incertidumbre por saber si lo que ocurre existe o es fruto de la desbordada imaginación del escritor, con lo que en todo momento mantiene el interés del espectador ya sea bien por conocer más y más de sus protagonistas o por saber qué sucederá a continuación y qué rumbo tomará el conjunto.
Otro aspecto destacable es que la cinta evoluciona como si de una novela se tratara, formando capítulos y en el que llegados a un punto el espectador se siente capaz de predecir el devenir de sus personajes, pero no desde un punto previsible, sino más bien por conocer la reacción que provocará dicha modificación en la historia. Suena extraño, pero en cierto momento se entenderá.
Un entretenido producto que vuelve a dejar a Jonathan Dayton y a Valerie Faris como directores muy a tener en cuenta en sus futuros trabajos y a los que se agradece que de vez en cuando suelten este tipo de productos tan frescos.
Un saludo!
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