30 de enero de 2012

Black Mirror

Después de haber leído un par de reseñas por internet no hace mucho sobre esta serie, experimento o mini serie (nadie termina de clasificarla), quedé muy intrigado por ver lo que muchos califican como una obra de arte en el mundo de la televisión, difícil de catalogar y por lo visto bastante perturbadora.

Confirmado. Es una puñetera obra maestra.


El experimento consta de 3 episodios auto conclusivos con un nexo en común, el ser humano y su convivencia en el extremo con las nuevas tecnologías.
Una posible distopía llevada al extremo sacando lo peor del ser humano en un intento por hacernos abrir los ojos ante lo que podría ocurrir por una utilización digamos "a lo bestia" de las nuevas herramientas informáticas, es lo que podríamos decir, el ser humano seducido por el Dark side de la tecnología...el espejo negro del alma.

Charlie Brooker ya demostró de lo que era capaz en aquella pequeña maravilla llamada Dead Set, un Gran Hermano en la que los concursantes quedaban "atrapados" en el plató al desencadenarse una pandemia zombi en el mundo. El resultado fue una obra magnífica que suponía a veces el no distinguir entre quien era el zombi en aquél entuerto. Échenle un ojo, no creo que se arrepientan.

Volviendo a BM, Brooker se encarga de crear la idea y tres directores le dan forma.
Comenzando por "The National Anthem", dirigido por Otto Bathurst, la historia nos cuenta el secuestro de lo que podría considerarse una especie de Lady Di en una sociedad fictícia o paralela a la nuestra pero que utiliza exactamente nuestra misma manera de vivir, incluyendo redes sociales, filosofías, etc.
Susannah es mostrada en un video en la que tan sólo se hace una demanda por parte de sus captores, que el primer ministro aparezca en televisión, a las 4 de la tarde de ese mismo día manteniendo relaciones sexuales con un cerdo. Con dos cojones.


A partir de este momento, el episodio será un thriller al uso en una carrera contra reloj por intentar encontrar una posible solución al entuerto, con un enemigo inesperado, las redes sociales, las cuales se hacen eco de inmediato y provocan la difusión mundial del suceso convirtiéndolo en un juicio masivo que fluctúa en función a lo que reciben las masas. Tremendo y perturbador, la vida cambia en diez segundos si youtube o twitter quiere.

El episodio es un ejercicio fantástico de pulso y narrativa, introduciendo elementos a la velocidad de la luz no dando apenas respiro al espectador, que al finalizar quedará marcado en función a su propia personalidad. Magnífico.

El segundo episodio cambia totalmente de escenario, "15 Millions Merits", dirigido por Euros Lyn (éste ha dirigido episodios de la nueva Dr Who y uno de Sherlock), nos planta en un futuro anodino y totalmente integrado en la tecnología. Las personas generan energía en plantas inmensas simplemente peladeando en bicicleta, ganan algo así como Microsoft Points que luego gastan en ver vídeos, bebidas, complementos para su avatar y el máximo entretenimiento, una especie de "Tú si que vales" llevado al extremo, en el que un jurado decide si la persona que se presenta puede llegar a ser una "estrella".

Los primeros minutos pueden descolocar ya que simplemente seguimos a Bing, el que parece ser el protagonista, en lo que parecen ser sus tareas diarias. Poco a poco comprenderemos que la sociedad ha llegado a un punto de obsesión enfermiza, en la que el consumo desmedido de apps y publicidad nos ha dejado con el cerebro medio frito y en el que las cosas "reales" no adquiridas mediante una máquina simplemente son retiradas de inmediato para no desviarse del mismo consumo. Tenemos además una crueldad hacia el esterotipo de físico "perfecto" fantásticamente bien integrada, incluyendo un Doom en el que la gente mata a obesos.


Pero donde realmente este episodio muestra sus cartas es llegado a los últimos actos, con unos cuantos giros que nos abofetean en una realidad que se muestra más horrible de lo que en un principio parecía. Dejando al espectador de nuevo en estado de shock en lo que en ocasiones podría considerarse como una pesadilla de algo que bien podría estar sucediendo hoy en día sin tanto artificio, pero con mismos ideales. Magnífico x 2.

Y llegamos al último acto, "The Entire History of You". Dirigido por Brian Welsh.
En esta ocasión nos planta en una sociedad más cercana a su primer episodio, sin aparentemente una tecnología tan exagerada, aparentemente. A los pocos minutos veremos que la sociedad lleva implantada una especie de chip capaz de almacenar todo lo que la persona visualiza, con lo que es posible acceder a cualquier recuerdo simplemente escogiéndolo en un menú a través de un dispositivo a modo de ipod.
La historia nos sitúa en la vida de Liam, un abogado en busca de empleo casado con Fion que asiste a una fiesta de viejos amigos de su mujer.
Lo que aparentemente es una cena de reencuentro, provocará en Liam serias dudas sobre sucesos del presente y del pasado.

The Entire es otro ejercicio de psicología, utiliza de igual forma que sus dos anteriores episodios la tecnología, pero esta vez la utiliza íntegramente de una forma mucho más sutil, silenciosa. Es algo con lo que aparentemente la sociedad vive sin complejos pero que es capaz de doblegar al ser humano con el mínimo esfuerzo, dejando que vean sus propios actos.
Cada minuto que pasa sentimos y dudamos como su protagonista, al que vemos usar de forma desmedida ese "don", incluyendo una de las escenas para mí más perturbadoras del episodio;
MINI -SPOILER. No es que influya en la historia, pero yo no lo leería si se quiere saborear al 100% el shock del momento. Hablo de la escena en la que Liam y su mujer están haciéndolo "entonándose" viendo cada uno escenas grabadas en su memoria. La escena es sobrecogedora, como si fueran zombis.


Este último episodio personalmente es el que termina de darte la estocada en lo que yo considero como el "experimento" televisivo más potente que recuerde en mucho tiempo. Amén de su final, que es simplemente magistral x3.

Me resulta complicado sacarle fallos, podría ser simplemente que no se crea uno la historia o la vea muy exagerada, pero juega con el factor a su favor de presentarnos una sociedad fictícia, con sus propias reglas (caso del segundo episodio) y que no necesita que simpaticemos ni conozcamos la vida de sus personajes. En todo caso, al finalizar cada acto, creo que se consigue el que entendamos perfectamente a sus protagonistas, no veo necesario realmente una profundidad mayor para lo que busca en el espectador, que no es otra cosa que reflexionar sobre el gran poder que tenemos entre manos, añadido a una sociedad que puede llegar a ser muy muy inconsciente.

Por qué puedes no ver en Black Mirror un producto cojonudo? Porque es perturbador, es cruel, es una realidad fictícia que en el fondo no queremos que se produzca, es una pesadilla como si de un episodio de la Dimensión Desconocida se tratara, pero que vemos factible. Es un posible mal que podríamos tener gestándose en nuestras narices y que esperemos (yo por lo menos) no llegue a esos límites.

Imprescindibles.

Un saludo!

23 de enero de 2012

The Descendants

Los dramas, dramas son, es por esto que observando opiniones sobre distintas cintas del género, uno detecta que afectan en mayor o menor medida dependiendo de las experiencias propias de las personas (y del día por qué no decirlo), The Descendants trata sobre problemas humanos, las decisiones, el amor, la pérdida, la tierra y sobre todo, las personas.

George Clooney interpreta a Matt King, un abogado afincado en Hawai al que conocemos justo en el momento en el que su esposa sufre un accidente y queda en coma.
Tendrá que afrontar lo que aparentemente nunca ha tenido que afrontar, su propia vida.


Los descendientes está íntimamente ligada con la humanidad de sus protagonistas, por un lado tenemos la tierra, introducida en la trama no sólo por ser el "idílico" lugar en el que viven los personajes, sino porque su papel es muchísimo más importante de lo que pueden imaginar.
Por otro lado tenemos las decisiones, unas decisiones que han de ser tomadas por alguien al que anteriormente jamás tuvo que tomarlas, con unas reacciones y situaciones acompañadas muchas veces por notas de humor que hacen que el ritmo no decaiga en casi ningún momento, salvo momentos de pura transición. Difícil tarea, con el producto que estaba saliendo entre las manos mantener un pulso perfecto, a mi me daría vértigo por cagarla, pero Alexander Payne aprueba con nota.


Pasados estos momentos, retoma el vuelo rápidamente y nos golpea con escenas con una carga emocional sincera, sin demasiado artificio y que, aunque pueda parecer predecible, yo creo que la cinta no se preocupa de resultarlo o de ser la reinvención del género con giros descomunales. Simplemente nos amenaza con una estocada que se va acercando conforme avanzan los minutos, y salvo que tengas orchata en la sangre, si no te remueves en el asiento...

Banda sonora muy nativa, fotografía acorde con el escenario (esas montañas de Lost...), Clooney magnífico y destacar, que las decisiones más potentes, son aquellas que se acompañan de silencio. El silencio nos está regalando últimamente obras cojonudas.

Muy recomendable.

Un saludo!

16 de enero de 2012

Los chicos están bien

Me daba una pereza enorme ver la cinta de la que tan bien se hablaba el pasado año y que sorpresivamente parecía lanzada a adjudicarse algún Oscar en la edición del año pasado. Lisa Cholodenko presentaba un drama en el que una pareja de lesbianas se enfrentaban a la irrupción en sus vidas del padre que donó esperma para poder tener a sus dos hijos. La curiosidad natural de estos dos provocará un desequilibrio en la vida indie de esta familia.

Mark Ruffalo interpreta a un tipo amable que años atrás donó esperma y que por circunstancias de la vida, fue a parar a una pareja de lesbianas. Los dos chavales sienten curiosidad llegados a cierta edad y deciden contactar con su padre biológico.

Lo que podría haberse quedado como un encuentro puntual se desarrolla como una verdadera amistad, pero que tambaleará en ocasiones la aparente vida de libertad y buen rollo.


La cinta engancha, tiene algunos momentos realmente bien llevados, sin una factura excesivamente llamativa, aunque tampoco le hace falta, y con un ritmo bastante potente.
Los personajes están perfectamente integrados en el mundo creado por Lisa, no chirría y, a pesar de poder dar cierto tufillo a familia progre, lo cierto es que en ningún momento da la sensación de estar forzando al espectador para que se crea la situación. Es más, su mensaje interno en ocasiones es plasmado en la pantalla de forma sutil para hacernos recapacitar sobre ciertos aspectos de la sociedad actual.

La gran baza de la cinta es que funciona como historia, y, al ser atípica, mantiene al espectador atento, haciéndole pasar un buen rato.

El trío central, formado por Ruffalo, Moore y Bening funciona a la perfección, siendo esta última probablemente la que conduzca la historia por donde se quiere, debido en parte a una personalidad más marcada y "conflictiva".

Comedia fresca y entretenida, con algún mensaje interesante a la que tan sólo le veo como fallo llamativo su final precipitado, en el que algunos minutos más no hubieran estado de más para cerrar algo mejor algún tema.

Un saludo!

9 de enero de 2012

12 hombres sin piedad

Un jurado debe deliberar si un chico es culpable o inocente por el crimen cometido sobre su propio padre.

12 hombres es un puto ejercicio cinematográfico que al terminar uno no puede más que quedarse en estado de shock a poco que te gusten los dramas psicológicos y el cine puro, esta cinta debería estar de las primeras en tu lista de futuribles si no la has visto ya.

Sidney Lumet se estrenó a finales de los 50 con esta cinta en la que un jurado se reune tras el juicio de un pobre desgraciado para dictaminar su culpabilidad. Todo parece apuntar hacia la culpabilidad del susodicho, pero un enorme Henry Fonda es la nota discordante de la decisión, planteando su inocencia ante una aparente unanimidad de opiniones.


Con un pulso fantástico y con "muy poco", construye todo un universo en el que desgranará poco a poco una situación para sacar lo peor y lo mejor del ser humano, en todo un ejercicio psicológico que bien podría rodarse cada década adaptada a la sociedad del momento.

Bien es cierto que el director tiene unas cartas bien guardadas en la manga para utilizarlas a lo largo de la historia, pero el juego con el espectador no se ve resentido en ningún momento y el disfrute no puede ser mayor.

Interpretativamente no cabe duda que el elenco de actores es fantástico, da la impresión de que es el papel que todo actor quiere desarrollar alguna vez en su carrera. Sin croma, efectos ni mandangas, un cara a cara continuo con una utilización del espacio brutal, en la que no hay escapatoria hacia la mediocridad.

Y fue la primera peli del director.

Obra maestra.

Un saludo!

2 de enero de 2012

Drive

Buen día para comentar Drive, después de ser atropellado en la puerta del trabajo y de hacer la croqueta sobre la luna delantera de un coche.
Todo bien por fortuna, policontusionado leve pero en forma. Gran estreno de año.

Al lío.

Nicolas Winding Refn pasa a la lista de directores a seguir en modo "Ojo de Sauron" después de ver esta maravilla llamada Drive.

Un mecánico sin nombre como si de Eastwood en la trilogía del dólar se tratara, se dedica a hacer trapicheos conduciendo para el hampa en sus golpes y como doble en escenas de acción al volante, explotanto su innato talento para sacar tajada.


Winding presenta una cinta que cinematográficamente hablando recuerda poderosamente a Fincher, sobre todo en esas escenas cenitales mientras sigue al coche, a lo Zodiac, la dota de una fotografía acojonante, con momentazos épicos y lo redondea con una música que a los pocos minutos ya te tiene atrapado. BSO que me agenciaré a la de ya.

Pero no sería más que un producto estético y vacío de no ser porque encima se atreve a mostrarnos una pareja protagonista brutal, con un Ryan Gosling que está simplemente magnífico y con una Carey Mulligan fantástica. Presentando una relación potentísima que no veía desde Lost in Translation, esas escenas en las que el corazón está a punto de salirse por la boca de la tensión acumulada sólo con las miradas y los silencios.
Sumémosle unas escenas al volante que ni Mann en sus mejores tiempos o Newman en el hombre de Mackintosh, frenéticas, limpias y bestias.


Y por último y no menos importante, contiene escenas explícitas que harán las delicias del público más gore, mientras el guión continua implacable en una historia bastante sólida.

Su punto débil en mi opinión podría estar relacionado con su corto presupuesto, 15 millones de euros. Aprovechados de forma magnífica eso sí, pero que da la impresión de que le falta algo de exteriores o más potencia en los secundarios, claro que estos están muy eclipsados por Gosling...minucias en todo caso y que para nada empañan el resultado final.

Corran a verla, un entretenimiento de primera, y vigilen al cruzar la calle.

Un saludo!