Venecia es de esos lugares que cuesta que deje indiferente. Con seguridad escucharás experiencias muy variadas de una u otra persona que haya estado...el olor de sus canales, el turisteo, los precios....
No seré yo el que niegue que es destino top en cuanto a turismo, pero por fortuna conseguimos bloquear bastante bien ese apartado. Como regalo por haberlo conseguido, nos encontramos una ciudad que durante el día brillaba, ofreciendo pequeños regalos en forma de rayos de luz atravesando sus angostas callejuelas, con sitios escondidos donde poder comprar algo de comer a buen precio, o un parque donde estirarnos sobre la hierva como en la isla de Burano, con el mar de fondo, casas multicolor a la espalda y ningún otro sonido.
Por la noche, nos dejamos llevar por sus laberínticas calles, cantamos "el jinete" (como pudimos dado nuestro estado al final de la misma) y nos quedamos embobados con la única luz de las farolas sobre los canales.
Mysteries of Love - Angelo Badalamenti, Blue Velvet OST
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