En alguna que otra ocasión he comentado mi desencanto con el cine de terror, creo que es un género bastante trillado y que últimamente salvo alguna excepción como Insidious o alguna con componente viral a modo de márketing tipo Paranormal Activity, suelen colarse verdaderos bodrios e historias requetesobadas. Convirtiendo el género en un recurso al que acercarse simplemente para intentar pasar un mal rato ante la pantalla, aunque el sentimiento al finalizar en el fondo sea de indiferencia.
Como no podía ser de otra manera, en multitud de ocasiones deriva en pelis que rozan más la acción con algún monstruito y alguna escena violenta que otra cosa, para sobrevivir en simbiosis con otros géneros más accesibles o maleables.
Pero gracias a la gran época de series que estamos "sufriendo", cada vez son más los productos que deciden suministrarse a lo "cuentagotas", pudiendo jugar con diferentes aspectos que en hora y media dos a lo sumo no dan tiempo de exprimir.
Una serie que de haberse trasladado a largometraje, probablemente estaríamos hablando de más de lo mismo, con algo de componente sádico y una familia que acaba desquiciada por la casa de marras.
Pero el formato 40 y pico minutos semanales, unido a la calma con la que se puede mostrar a sus personajes, profundizar en ellos y mostrarlos ante situaciones grotescas a tope, provocan un enganche tremendo en una historia que no da respiro, en la que cada pocos minutos se azota al espectador con algún giro, trama o susto. Es como una montaña rusa, y juega con las emociones de forma fantástica.
Pero la cosa no queda en un pulso fantástico, la factura en general está muy conseguida, siendo incluso las escenas más "normales" o de transición muchas veces una delicia visual, con unos encuadres torcidos que transmiten cierta demencia o primeros planos sobrecogedores. Un producto tratado con mimo.
Pero dejando aspectos técnicos de un lado (ojo la banda sonora, fantástica también...ya paro!), donde AHS gana por goleada es con sus personajes.
American Horror Story cuenta la historia de los Harmon, una familia que se traslada a Boston para intentar una nueva vida tras el perdón recibido por parte de la matriarca tras la cornamenta que le marcó a la misma Ben, su marido, un psiquiatra que tiene serios problemas para controlar la líbido. Redondea la foto familiar Violet, una adolescente en mitad de un temporal marital, con lo que ello conlleva.
Comenzará un desfile de personajes encabezado por una tremenda Jessica Lange en el papel de Constance, una vecina estrambótica que lanza dardos envenenados por la boca a la vez que guarda los secretos de la casa. Veremos al primo hermano de "El Tarado" de Pulp Fiction, en una escena extraña como ella sola, pero que servirá bastante para entender el devenir de los sucesos en un "todo vale". Una chacha que es vista como una pin-up por el marido y como una anciana por la esposa...hasta Zachary Quinto (Mr. Spock 2009) tendrá su personaje.
Y finalmente tenemos a Tate, un chaval algo problemático.
Los líos, giros y situaciones rocambolescas se suceden de forma continua y en "non-stop", la trama se complica, añade matices, personajes, se vuelve más rica a cada episodio y sorprende, jugando con factores psicológicos de forma fresca y directa, sin tapujos.
De momento, parece que la serie goza de buena salud y en fox es cita obligada los lunes por la noche. Vistos los 6 primeros episodios, si uno se para a pensar en todo lo que ha avanzado la trama en cuanto a situaciones, personajes y giros, abruma.
Muy recomendable, aunque no apta para todos los públicos.
Un saludo!
Como no podía ser de otra manera, en multitud de ocasiones deriva en pelis que rozan más la acción con algún monstruito y alguna escena violenta que otra cosa, para sobrevivir en simbiosis con otros géneros más accesibles o maleables.
Pero gracias a la gran época de series que estamos "sufriendo", cada vez son más los productos que deciden suministrarse a lo "cuentagotas", pudiendo jugar con diferentes aspectos que en hora y media dos a lo sumo no dan tiempo de exprimir.
Es el caso de American Horror Story.
Una serie que de haberse trasladado a largometraje, probablemente estaríamos hablando de más de lo mismo, con algo de componente sádico y una familia que acaba desquiciada por la casa de marras.
Pero el formato 40 y pico minutos semanales, unido a la calma con la que se puede mostrar a sus personajes, profundizar en ellos y mostrarlos ante situaciones grotescas a tope, provocan un enganche tremendo en una historia que no da respiro, en la que cada pocos minutos se azota al espectador con algún giro, trama o susto. Es como una montaña rusa, y juega con las emociones de forma fantástica.
Pero la cosa no queda en un pulso fantástico, la factura en general está muy conseguida, siendo incluso las escenas más "normales" o de transición muchas veces una delicia visual, con unos encuadres torcidos que transmiten cierta demencia o primeros planos sobrecogedores. Un producto tratado con mimo.
Pero dejando aspectos técnicos de un lado (ojo la banda sonora, fantástica también...ya paro!), donde AHS gana por goleada es con sus personajes.
American Horror Story cuenta la historia de los Harmon, una familia que se traslada a Boston para intentar una nueva vida tras el perdón recibido por parte de la matriarca tras la cornamenta que le marcó a la misma Ben, su marido, un psiquiatra que tiene serios problemas para controlar la líbido. Redondea la foto familiar Violet, una adolescente en mitad de un temporal marital, con lo que ello conlleva.
Comenzará un desfile de personajes encabezado por una tremenda Jessica Lange en el papel de Constance, una vecina estrambótica que lanza dardos envenenados por la boca a la vez que guarda los secretos de la casa. Veremos al primo hermano de "El Tarado" de Pulp Fiction, en una escena extraña como ella sola, pero que servirá bastante para entender el devenir de los sucesos en un "todo vale". Una chacha que es vista como una pin-up por el marido y como una anciana por la esposa...hasta Zachary Quinto (Mr. Spock 2009) tendrá su personaje.
Y finalmente tenemos a Tate, un chaval algo problemático.
Los líos, giros y situaciones rocambolescas se suceden de forma continua y en "non-stop", la trama se complica, añade matices, personajes, se vuelve más rica a cada episodio y sorprende, jugando con factores psicológicos de forma fresca y directa, sin tapujos.
De momento, parece que la serie goza de buena salud y en fox es cita obligada los lunes por la noche. Vistos los 6 primeros episodios, si uno se para a pensar en todo lo que ha avanzado la trama en cuanto a situaciones, personajes y giros, abruma.
Muy recomendable, aunque no apta para todos los públicos.
Un saludo!
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