3 de junio de 2011

Cosas que no hay que contar...

Estas semanas escucho a gente que tiran para China este verano y otros para India....parece que se está perdiendo el miedo a lanzarse a la aventura en esos países...miedo relativo, los viajes a lo loco existen de toda la vida, pero particularmente en mi entorno no suelen darse, y cuando comentas cómo te lo "montas" tú a veces incluso se sorprenden...supongo que será por la cara de matao que arrastro....también se leer, mal, pero leo.



El caso es que mientras me comentaban la rutilla por el país de Bollywood iba recordando mis días allí, estuve a punto de decirle "te lo has pensado bien?", pero por otro lado creo que es un viaje increíble y que se debería experimentar alguna vez en la vida, aunque sólo sea para valorar lo poco o mucho que tenemos.

Otro factor importante es la "resistencia", India puede ser agotadora y no es del todo mundo agradable salir a dar un simple paseo por sus calles y sonarse las narices y...bueno, que hay mucha polución en algunas zonas porque la cosa no está muy regulada...el calor, los fuertes olores...la gente que intenta (lógicamente) sacarte hasta las entrañas porque saben que vienes de un país "desarrollado" (Jesús cuanta comilla al hablar de la India)...y no siempre hay un excelente refrigerio para reponer fuerzas o los productos que normalmente existen en nuestra sociedad.


Qué ganas? Ganas unos paisajes que probablemente no verás en ninguna otra parte del mundo, ganas impresionantes templos (o fortalezas o ciudades!) en lo alto de una montaña que se tiñen de dorado al amanecer y al atardecer, ganas el ver el caos en estado puro en sus calles, ganas en terrazas en las que por la noche puedes ver ciudades iluminadas con atalayas hasta donde te alcanza la vista, ganas en conocer gente de todo tipo (pero de todo), ganas en Benarés, en Amritsar y su magnífica gente y ganas el Taj Mahal, que creo es la edificación más bonita que he visto en mi vida....


Y cientos de historias, anécdotas, trapicheos, picaresca...y cuando vuelves probablemente ya no serás el mismo, es imposible ser el mismo.


Un saludo!

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