Secuela directa de la, para mí, entretenidísima Casino Royale, con Daniel Craig de nuevo haciendo de Bond, lamentablemente esta vez no lo ha conseguido como la otra vez.
Esta nueva entrega de Bond sigue con las conspiraciones y organizaciones secretas con intereses mundiales, en mitad de todo el lío tenemos a un Bond algo desatado cuyo perfil se está remodelando hacia el refinado estilo que le caracterizará en el futuro.
Escenas de acción, música Bond y las típicas chicas acompañan de forma acertada en algunas ocasiones y no tanto en otras.
Las persecuciones y peleas resultan borrosas y demasiado frenéticas, algo así como lo que pasa en Bourne 2 y 3, no tan exagerado, pero no se llega a apreciar bien las escenas…el guión tampoco es para tirar cohetes, unido esto último a que si no has visto Casino se quedarán muchas cosas sin entender…en mi caso hacía bastante tiempo que había visto la primera y algunas cosas no las recordaba, por lo que tuve que deducir la relación con algún personaje…y esto hace que distraigas un poco la atención del film por su poca claridad en ocasiones.
Lo peor es que está en una especie de limbo entre lo fresca que resultó Casino y lo alejada que todavía está de las 007 más puristas, algo que a la comunidad no parece haber gustado demasiado.
A pesar de todo entretiene lo justo y Craig (asentado en una cara de hielo que cada vez resulta menos creíble) suelta algunas perlas de vez en cuando que nos hacen esbozar una sonrisa…poco más la verdad.
Un saludo!
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