Fantástico drama psicológico que se marca el director francés François Ozon, en el que nos cuenta como un profesor de literatura, hastiado por el negro futuro que ve reflejado por la actitud de sus jóvenes alumnos, se topa con un chaval con cierto potencial.
Basada en la obra de teatro El chico de la última fila del dramaturgo Juan Mayorga, Ozon construye una obra que absorbe desde los pocos minutos a todo tipo de espectador, y es que mientras algunos encontrarán en el drama una historia con chicha y misterio otros encontrarán una simbiosis cojonuda entre el mundo literario y cinematográfico, en el que todo fluye formando una historia orgánica que poco a poco se irá perfilando hasta llegar a dejar al espectador en un mar de dudas ante tal nivel de posibilidades, pero sin perder el norte en ningún momento y con un muy buen ritmo.
Además de esta construcción como eje central, no olvida en ningún momento ni las historias paralelas ni ciertos problemas sociales, con lo que enriquece aun más el conjunto sin dejar cabos sueltos ni descuidar los detalles, todo un logro ante el peligro de querer abarcar mucho y quedarse en nada, no es el caso en mi opinión.
Esto es gracias en parte al grandísimo trabajo de Ernst Umhauer como Claude, el chaval resulta enigmático, consigue transmitir esas dudas que merodean en la mente del espectador, que van desde la admiración a la incredulidad pasando por cierto miedo por el posible devenir de los acontecimientos.
Una estructura "simple" pero sólida, unos toques de humor bien llevados, la duración exacta y unos personajes que lo bordan en esta interesantísima propuesta que además se critica a sí misma cuando cae en pasajes más predecibles.
Muy recomendable.
Un saludo.
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